Título: | TIERRAS DE PENUMBRA | |
Tit. Orig.: |
SHADOWLANDS | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, 1993 | |
Dirección: | RICHARD ATTENBOROUGH | |
Guión: |
WILLIAM NICHOLSON |
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Fotografía: |
ROGER PRATT |
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Música |
GEORGE FENTON |
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Interpretes: |
ANTHONY HOPKINS, DEBRA WINGER, EDWARD HARDWICKE, JOSEPH MAZZELLO, MICHAEL DENISON, JOHN WOOD, ROBERT FLEMYNG, JULIAN FELLOWES, DANIEL GOODE, RODDY MAUDE-ROXBY |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
130 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El buen cine inglés, el de corte tradicional, sabe darle un sello muy personal a sus producciones y se caracteriza por un ritmo pausado, lento, que le da tono de buena calidad, con un sello inconfundible.
Eso es lo primero que se aprecia en este film dirigido por Richard Attenborough, un drama intimista muy lejano a las cintas espectaculares que ha rodado en otros momentos de su notable filmografía.
Nos cuenta los años finales del escritor C. S. Lewis, un hombre solitario, autor de cuentos infantiles, novelas de ciencia ficción y ensayos religiosos, convertido tardíamente al catolicismo, que mantiene correspondencia con una poetisa norteamericana, ferviente admiradora de sus escritos, que un buen día se persona en Oxford para conocerle.
A partir de ahí surgirá un afecto que llegará a transformarse en amor y que hará cambiar la vida de este hombre lleno de dudas en torno a su timidez, invadido de soledad y de cierto egoísmo.
William Nicholson tuvo conocimiento de la vida de este escritor y la convirtió en un programa de televisión que después transformó en una obra teatral de gran éxito y finalmente en un excelente guion cinematográfico que ha puesto en imágenes, con elegancia y buen gusto, Richard Attenborough, dándole ocasión a realizar una de las mejores interpretaciones de sus respectivas carreras a dos estupendos actores, el inglés Anthony Hopkins y la norteamericana Debra Winger que le ha valió, tanto al guionista como a la actriz, las candidaturas al Oscar.
La película posee una extraordinaria ambientación en los años 50, tanto en decorados como escenarios naturales, sabiendo extraer toda su belleza y adornando perfectamente este melodrama que, si bien tarda en entrar en el planteamiento, logra remontar el vuelo en interés, con el estupendo duelo interpretativo, seguido por un reparto de secundarios de primera categoría.
En definitiva, una cinta extraordinaria, un sólido melodrama, que logra transmitir la complejidad personal de los sentimientos amorosos de esta singular pareja.
Ganó el premio Alexander Korda al mejor film del año en los Bafta y Anthony Hopkins el Bafta a mejor actor que igual consiguió el premio Corazón de cristal en el Festival Heartland y el de la Asociación de críticos de Los Angeles y de Southeastern.