Título: | 15 DÍAS CONTIGO | |
Tit. Orig.: |
15 DÍAS CONTIGO | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2004 | |
Dirección: | JESÚS PONCE | |
Guión: |
JESÚS PONCE |
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Fotografía: |
DANIEL SOSA |
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Música |
VÍCTOR REYES |
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Interpretes: |
ISABEL AMPUDIA, SEBASTIÁN HARO, MERCEDES HOYOS, JOSÉ MARÍA PEÑA, PEPA DÍAZ MECO, MANOLO SOLO, JOAN DALMAU, MANOLO CARO |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
90 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Poco a poco van surgiendo nuevos directores en el panorama del cine andaluz y con cierta calidad a pesar de no disponer de grandes medios para llevar a cabo sus óperas primas, como ocurre en este caso con el debut del sevillano Jesús Ponce que hace una apuesta arriesgada, con un tema difícil en primer lugar de ser aceptado por los productores, y en segundo lugar porque el público no suele ir al cine para que le muestren la miseria y la indigencia que a diario ve y padece por nuestras calles, soportando a pordioseros, drogadictos e indigentes que malviven durmiendo en los soportales envueltos en cartones.
Es la historia de Isabel, una mujer que acaba de salir de la cárcel y trata de no tener que volver a ella, procurando ganarse la vida honradamente. Para ello se hace con un cubo y limpia cristales de escaparates por la voluntad. Pero a poco se encuentra con Rufo, un gorrilla aparcacoches, un yonqui que trata de sacar cada día para la dosis, que será quien le enseñe a sobrevivir en la calle, apoyándose mutuamente en los momentos difíciles o de desánimo.
Jesús Ponce, que se encarga también del guion, hace un trabajo interesante desde la escritura, para lo que no ha tenido más que echar una mirada a su alrededor y observar la realidad de nuestras calles, que después potencia en la puesta en escena, que no parece de un novato, cuidando la ambientación y no sólo de los dos principales protagonistas, recayendo así todo el peso en Isabel Ampudia y Sebastián Haro, que realizan un trabajo excelente, sino que igual lo hace con los secundarios para que no desentonen
Se permite algunas licencias como la voz en off que tal vez no hiciera falta o la salida al campo de un lirismo que se despega del resto, pero con la buena intención de desintoxicar y darle una alegría a la pobre protagonista, que también se merece un poco de final feliz.