Título: | LA PASIÓN DE CRISTO | |
Tit. Orig.: |
THE PASSION OF THE CHRIST | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2004 | |
Dirección: | MEL GIBSON | |
Guión: |
BENEDICT FITZGERALD, MEL GIBSON |
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Fotografía: |
CALEB DESCHANEL |
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Música |
JOHN DEBNEY |
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Interpretes: |
JIM CAVIEZEL, MONICA BELLUCCI, MAIA MORGERSTERN, SERGIO RUBINI, CLAUDIA GERINI, MATTIA SBRAGIA, LUCA LIONELLO |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
125 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La iconografía cinematográfica de la pasión de Cristo nos tenía acostumbrados a una imagen de estampita, muy edulcorada, como las que nos ofrecían 'Rey de Reyes' (1961) o 'La historia más grande jamás contada' (1965), que se veían antes en las salas de cines cada Semana Santa y ahora en la pequeña pantalla, aunque últimamente se habían hecho otras versiones diferentes y más atrevidas como 'El evangelio según San Mateo' (1964), 'Jesucristo Superstar' (1973) o 'La última tentación de Cristo' (2004).
Indudablemente esta de Mel Gibson nada tiene que ver con las primeras, centrándose en las doce últimas horas de vida de Cristo, comenzando en el Huerto de los olivos y terminando en la Resurrección.
En el guion se recoge de manera lineal esta narración llena de violencia, sadismo y horror, dulcificada a veces por algunos cortos flash-backs que evocan momentos más felices como la infancia, la entrada en Jerusalén, el sermón de la montaña, la última cena, etc. ajustándose fielmente a los evangelios, aunque introduzca algunas ideas de cosecha propia, sin desviarse mucho, donde van algunas de las cosas que menos nos gustan, como la excesiva presencia del diablo en lo ideológico o el abuso de la ralentización de las imágenes, en lo fílmico.
No vamos a entrar en la polémica suscitada en torno al antisemitismo o cualquier otra de corte político o religioso ya que no somos expertos en esas materias.
Si de lo que se trata es de escenificar la tortura hay momentos que resultan excesivos, tanto en la flagelación como el camino del calvario, porque no hay persona humana que lo resista a menos que sea Dios y hombre.
Curiosamente, a pesar de ello, del ardor puesto en esas imágenes, la película nos resulta algo fría, distante, sin que nos llegue a lo más profundo del sentimiento religioso y humano.
Mel Gibson trata de exponer la magnitud del sacrificio frente al amor y la esperanza en la Resurrección, que no consigue.
Cinematográficamente posee notable factura, está bien contada, con pulcritud en la puesta en escena, con buena ambientación en decorados y vestuario, excelente interpretación, tanto de los protagonistas como en los secundarios.
La banda sonora de John Debney resulta diferente a lo habitual en esta clase de films y estupenda la fotografía con una cámara muy ágil en todo momento.
Fue nominada a tres Oscar: fotografía, música y maquillaje. Ganó hasta 22 premios internacionales, entre ellos el de mejor pelicula extranjera del CEC. El Nastro d'argento a la producción y el vestuario.