Título: | LA TORMENTA PERFECTA | |
Tit. Orig.: |
THE PERFECT STORM | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2000 | |
Dirección: | WOLFGANG PETERSEN | |
Guión: |
BILL WITTLIFF, BO GOLDMAN. Basados en la novela escrita por SEBASTIAN JUNGER |
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Fotografía: |
JOHN SEALE |
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Música |
JAMES HORNER |
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Interpretes: |
GEORGE CLOONEY, MARK WAHLBERG, DIANE LANE, WILLIAM FICHTNER, KAREN ALLEN, BOB GUNTON, MARY ELIZABETH MASTRANTONIO, JOHN C. REILLY, MICHAEL IRONSIDE |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
130 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Las películas de aventuras en el mar constituyeron un género importante en el cine americano. Ahí están todos los films de piratas o títulos tan señeros como 'Capitanes intrépidos' (1937), 'Moby Dick' (1956). Después vendrían las cintas de catástrofes y es necesario añadir 'La aventura del Poseidón' (1972) o 'Titanic' (1997), más recientemente.
En este segundo apartado podríamos encuadrar 'La tormenta perfecta' (2000), basada en el libro de Sebastián Junger que recoge un suceso acaecido en la noche de Halloween en 1991.
El capitán del Andrea Gail, y su tripulación de cinco hombres, en el mes de agosto, decide volver a la mar para remediar una mala captura y cerrar con éxito la temporada.
Pero tras la exitosa pesca se ve metido en un huracán y dos enormes frentes tormentosos en las aguas del Mar del Norte, que decide afrontar, pero del que no puede salir a pesar de la ayuda y los esfuerzos de los equipos de rescate de la zona.
El director alemán Wolfgang Petersen, experto en films acuáticos tras haber realizado 'El submarino' (1981), afronta estos hechos reales con sobriedad, con la ayuda de unos estupendos efectos especiales y algunas imágenes del huracán Floyd sucedido durante el rodaje.
Una panorámica de la situación anímica y familiar de los protagonistas ayudan a entrar en el dramatismo de la extrema situación en que llegarán a encontrarse.
Muy bien el trabajo de dirección, de los actores y la buena música de James Horner.
Fue nominada al Oscar a los efectos visuales y al sonido. Ganó el Bafta a los efectos visuales 2001.