Título: | EL SHOW DE TRUMAN | |
Tit. Orig.: |
THE TRUMAN SHOW | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1998 | |
Dirección: | PETER WEIR | |
Guión: |
ANDREW NICCOL |
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Fotografía: |
PETER BIZIOU |
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Música |
BURKHARD DALLWITZ |
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Interpretes: |
JIM CARREY, LAURA LINNEY, NOAH EMMERICH, NATASCHA McELHONE, HOLLAND TAYLOR, ED HARRIS, DON TAYLOR, TED RAYMOND, |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
102 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tras casi cinco años de ausencia del cine, el interesante director australiano Peter Weir ('El club de los poetas muertos' (1989), 'Único testigo' (1985)), nos vuelve a sorprender de nuevo con la originalidad de 'El show de Truman' (1998).
La idea es tan vieja como el mundo. Desde pequeños nos dijeron en el colegio que Dios está en todas partes y que siempre estamos siendo observados. Era una conminación para no pecar.
Esto lo lleva al extremo el guionista neozelandés Andrew Niccol, autor y director de 'Gattaca' (1997), sustituyendo a Dios por Christof (revelador el nombre) y al ojo divino por miles de cámaras distribuidas en un inmenso plató situado en una pequeña isla, en la que habita Truman, un joven de 30 años, casado y feliz, que ha sido observado durante toda su vida, convertida así en un show televisivo que siguen millones de personas en todo el mundo.
Todo marcha bien hasta que un día cae del cielo un foco y Truman comienza a sospechar.
Nada en su vida ha sido verdad hasta ahora.
Sus padres, esposa, amigo y demás ciudadanos de Seahaven son extras que actúan por dinero, dirigidos por el productor del programa, capaz de provocar la lluvia, relámpagos o truenos con tal de que Truman no se salga con la suya o baje la audiencia.
Esta turbadora película nos presenta interrogantes muy interesantes como el poder de los medios audiovisuales, la manipulación de los mismos, la conversión del individuo en objeto de espectáculo, la violación de la intimidad de las personas en pro de la audiencia convirtiendo los programa en telebasura.
Una crítica a la sociedad que vive pendiente del televisor a la que los medios de comunicación ha deshumanizado sus vidas.
Lo que más llama la atención de este film es el sorprendente cambio que ha conseguido Peter Weir con el siempre gesticulante Jim Carrey, que logra estar a la altura de su oponente el buen actor Ed Harris.
El guion tiene puntos bastante artificiosos y discutibles con un argumento muy convencional en torno al falso mundo que nos rodea, del que el protagonista desea salir, afrontando una vida nueva, desconocida e incierta, que se convierte en una pesadilla.
La dirección de Weir tiene un equilibrio que era difícil de conseguir en esta farsa a la que da un tratamiento impecable.
Una metáfora de la deshumanización a la que nos lleva la manipulación de las nuevas tecnologías.
Fue nominada a tres Oscar: Direccion, guion y Ed Harris. Ganaron el Globo de oro Jim Carrey, Ed Harris y el guion. Logró el Bafta el guion y la produccion y Peter Weir el premio David Lean.