Título: | LA CASA DE CERA | |
Tit. Orig.: |
HOUSE OF WAX | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2005 | |
Dirección: | JAUME COLLET-SERRA | |
Guión: |
CAREY HAYES, CHAD HAYES |
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Fotografía: |
STEPHEN F. WINDON |
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Música |
JOHN OTTMAN |
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Interpretes: |
ELISHA CUTHBERT, CHAD MICHAEL MURRAY, PARIS HILTON, BRIAN VAN HOLT, JARED PADALECKI, ROBERT RICHARD, JON ABRAHAMS |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
111 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Antes los directores que debutaban lo hacían con cintas de serie B del Oeste o policíacas. Ahora lo más fácil para triunfar a la primera es hacerlo con el género que está de moda, el terror.
Así lo ha hecho este joven director catalán (31 años) afincado en Hollywood desde los 18 donde fue a estudiar cine, tras dedicarse a hacer anuncios publicitarios de altos presupuestos para sumergirse en esta primera producción de bajo coste (30 millones de dólares) y lograr situarse a la primera semana en el segundo lugar de la taquilla (12 millones de dólares y 56 recaudados en todo el mundo).
Tal vez parte del éxito esté en el truco publicitario de decir que es un remake de la famosa película 'Los crímenes del museo de cera' (1953) filmada por Andre de Toth, en 3-D, con Vincent Price como protagonista junto a Philip Kirk, Frank Lovejoy y Carolyn Jones que, aunque no fue de gran calidad sí tuvo un gran éxito.
Las semejanzas con el famoso film no pasan de que el asesino también hace estatuas de ceras con sus víctimas dentro.
Por lo demás la cinta comienza como una comedia juvenil en la que un grupo de chicos va a presenciar un partido y han de hacer noche en el camino porque su coche les ha dejado tirados y acuden al pueblo más próximo, Ambose, cuyo mayor atractivo es su museo de cera y donde comienza su pesadilla.
Aquí se inicia la segunda parte, la más movida y gore, ya que los crímenes se suceden uno tras otro con gran violencia.
El guion tiene muchos convencionalismos, como suele ocurrir en esta clase de películas dirigidas a un público juvenil asustadizo que gusta pasar miedo en el cine o reírse cuando las escenas se exageran demasiado.
Dirigida de forma discreta, con los actores apropiados al caso, lo más espectacular resulta el final que no desvelamos para no quitarle el poco interés que tiene.