Título: | BONNIE AND CLYDE | |
Tit. Orig.: |
BONNIE AND CLYDE | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1967 | |
Dirección: |
ARTHUR PENN |
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Guión: |
DAVID NEWMAN, ROBERT BENTON |
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Fotografía: |
BURNETT GUFFEY |
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Música |
CHARLES STROUSE |
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Interpretes: |
WARREN BEATTY, FAYE DUNAWAY, MICHAEL J. POLLARD, GENE HACKMAN, ESTELLE PARSONS, DENVER PYLE, DUB TAYLOR, EVANS EVANS, GENE WILDER |
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Censura: | AUTORIZADA PARA MAYORES DE 16 AÑOS | |
Duración: |
110 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
'Bonnie and Clyde' (1967) es el quinto largometraje de Arthur Penn y uno de los más eficaces de finales de los años sesenta que más ha ayudado a popularizar el nombre de su realizador, perteneciente a la generación de directores que, salidos de la televisión, se han incorporado con gran fortuna a la historia del cine de Hollywood.
Esta producción debe incluirse dentro del cine negro americano, uno de los géneros clásicos de aquella cinematografía, pero con el sello personal de Arthur Penn, quien ya desde su debut con 'El zurdo' (1957) demostró una gran preocupación por la violencia como medio de relación con la sociedad actual, a la que siguieron 'El milagro de Ana Sullivan' (1962), La jauría humana (1966) que hace aquí otra gran obra.
En plena depresión de los Estados Unidos, una pareja, Bonnie and Clyde, que se han conocido casualmente, se dedicaron a asaltar bancos y enfrentarse con la policía.
En esos menestere estarán ayudados por el hermano de Clyde y su esposa y por un muchacho experto en coches.
La película narra la historia de Bonnie Parker y Clyde Barrow, dos personajes reales de la vida norteamericana que, en los años de la Gran Depresión económica norteamericana, se lanzaron a una vida de atracos, violencia y muertes.
Es un relato de gángsteres lleno de humanidad, de gracia, de violencia, de verdad, con un estilo único en las escenas de acción, en la descripción de los personajes, con una crítica implacable a un sistema y a una sociedad, con una dirección de actores realmente espléndida.
Nos describe una parte de la vida de dos seres que antes de ser delincuentes eran como cualquier persona: una mujer y un hombre. Arthur Penn gusta de lo ambiguo en sus personajes, de lo lírico en su tratamiento, de lo eficaz en la realización.
Ha construido el film con una gran dosis de romanticismo hacia las dos figuras centrales, esos dos "héroes" producto de una sociedad en plena crisis, faltos de educación, de oportunidades, que iniciaron una carrera de crímenes con la misma indiferencia que podían haber seguido una vida gris y vulgar.
El romanticismo con que Penn arropa a sus personajes no le priva de tener una visión clara de la conducta antisocial.
Bonnie y Clyde se hacen simpáticos, pero al mismo tiempo sus acciones no tienen ninguna justificación.
Únicamente la situación social en la que se encuentran inmersos y ciertos condicionalismos psicológicos-sexuales en los dos protagonistas, son una cierta defensa hacia su actitud.
Es como una crónica en retazos, llena de agudeza y humor en la observación.
Lo dramático vendrá después cuando estos delincuentes ante la sociedad, se vean en un callejón sin salida, en algo que ellos no pensaron que les podía ocurrir.
Lo que primordialmente le interesa a Penn es la violencia como medio de comunicación, violencia que no se da únicamente en Bonnie y Clyde, sino también en los demás personajes, los policías, el tendero con el hacha, el padre de C.W. Moss, etc.
Sólo la escena del encuentro de Bonnie con su madre o la secuencia final, merecen estar en las antologías del cine.
Cinta interesante que nos revela la inconsistencia de enmarcar a los hombres en dos bandos, buenos y malos, de estar fuera o dentro de una ley que no es justa ni está aplicada por personas justas.
Todo ello dicho con suavidad, sin estridencias de grandes tesis, con una puesta en imagen llena de fuerza, con una narrativa original y ciertamente eficaz.
Las escenas de violencia están realizadas con la sabiduría de un maestro, que se alternan con otras llenas de lirismo y dulzura como contrapunto.
Faye Dunaway está sensacional, pero el Oscar fue para Estelle Parsons y a la fotografía de Burnett Guffey. Bafta para Michael J. Pollard y Faye Dunaway. David de Donatello para Warren Beatty y Faye Dunaway. Lauren de oro para la película y Faye Dunaway. Mejor film en el Festival de Mar del Plata. Entre otros premios de la crítica