Título: |
ESTOY HECHO UN ANIMAL |
|
Tit. Orig.:
|
THE ANIMAL |
Nacionalidad: |
EE.UU., 2001 |
|
Dirección: |
LUKE GREENFIELD |
|
Guión: |
TOM BRADY, ROB SCHNEIDER |
Fotografía: |
PETER LYONS COLLISTER |
Música |
TEDDY CASTELLUCCI |
Interpretes: |
ROB SCHNEIDER, COLLEEN HASKELL, JOHN C. McGINLEY, GUY TORRY, SCOTT WILSON, EDWARD ASNER, MICHAEL CANTON, PILAR SCHNEIDER |
Censura: |
AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS |
|
Duración: |
82 MINUTOS |
|
Por PACO CASADO
Una de las canteras de cómicos del cine americano actual es el programa de televisión Saturday night live. De ahí ha salido Rob Schneider quien ayudado por Adam Sandler interpretó 'Gigoló' (1999), que fue todo un éxito comercial en su país y por el mismo camino ha seguido este segundo film, 'Estoy hecho un animal' (2001) que ha superado ya los 55 millones de dólares y en el que el propio protector, Adam Sandler, se ha reservado una breve aparición.
Esta vez el actor ha sido animado a participar en el guion en el que basándose en la idea de Frankestein se cuenta la historia de Marvin, un ingenuo empleado del archivo que aspira a ser policía pero no acaba de pasar la prueba de los ejercicios físicos.
Un día tiene un accidente y es reconstruido por el doctor Wilder con órganos de animales.
Debido a ello adquiere todas aquellas cualidades de las especies que han sido utilizadas: perro, cabra, pingüino, caballo, mono, etc.
De ahí surgen los elementales gags de esta película que, por cierto, quien haya visto previamente el trayler los ha visto todos y ya no le hacen la más mínima gracia.
El film sigue en la misma línea de la comicidad de sal gruesa empleada en 'Gigoló' (1999), aunque esta vez algo más comedida.
Dirigida por el debutante Luke Greenfield, tras veinte años de trabajos en la tele, es también el debut en el cine de la agraciada Coleen Haskell, que hace el papel de Rianna, una ecologista amante de los animales, de la que se enamora Marvin.
Rob Schneider fue nominado a los Razzie.
Producida por Carlos Reygada, Carlos Serrano Azcona, Jaime Rosales y Jaime Romandía, hace su ópera prima el guionista y director madrileño Carlos Serrano Azcona, que fue ayudante de dirección de Carlos Reygada en su primer largometraje, Japón.
Antes estudió Filosofía en la Universidad Complutense y dirección en la London Film School, pero poco aprovecharía el tiempo a juzgar por los resultados de su ópera prima.
A la vista de quienes son los productores, del estilo de cine que suelen hacer, de la ayudantía de dirección con el que aprendió, no es de extrañar que el cine que lleva a cabo en su primera película este individuo sea exactamente igual que el de sus próceres, con las mismas características, de aburrido, de sin sentido, de sin argumento y de sin idea de lo que es el lenguaje cinematográfico en su afán de innovar o de epatar, siempre con la cámara a mano y pegada a la nuca del protagonista que deambula por las discotecas y las calles de noche, de día o duerme en un banco, sin la más mínima elipsis de tiempo.
El protagonista se ha divorciado de su mujer pero quiere ver a sus hijas, cosa que tiene prohibido por ley y a pesar de ello se empeña en hacerlo. Ha trabajado fugazmente en la discoteca de un amigo pero es expulsado a las primeras de cambio y se vuelve a quedar en la calle sin nada que hacer. Termina acercándose a ver a su abogado que le vuelve a decir que no haga nada y acaba por querer tirarse de un puente y ahí se corta la historia, si es que a eso se le puede llamar así, que está mejor contada en estas cuatro líneas que en las insoportables imágenes de esto ya que no nos atrevemos a llamarle película.
Esta misma técnica en las cintas de Reygada es aburrida, se ve crecer la hierba, observar íntegro un amanecer o una puesta de sol, pero al menos tiene una belleza que aquí no hay por ningún lado. Y se ponga como se ponga el director y sus patrocinadores esto es anticine, anticomercial y dudamos que encuentre quien lo estrene. Pasó por el Festival de San Sebastián en una de las secciones paralelas, que es donde se ha llegado a exhibir y los pocos que la vieron salieron echando pestes.