Título: |
TRAINING DAY, DÍA DE ENTRENAMIENTO |
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Tit. Orig.:
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TRAINING DAY |
Nacionalidad: |
EE.UU., 2001
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Dirección: |
ANTOINE FUQUA
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Guión: |
DAVID AYER |
Fotografía: |
MAURO FIORE |
Música |
MARK MANCINA |
Interpretes: |
DENZEL WASHINGTON, ETHAN HAWKE, SCOTT GLENN, TOM BERENGER, CLIFF CURTIS, DR. DRE, SNOOP DOG |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS |
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Duración: |
120 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El cine americano nos tiene saturados de historias de policías, pero a veces llama la atención que un actor habituado a estos papeles, se pase al otro lado de la ley.
Así ocurre con Denzel Washington que tras muchas películas incorpora esta vez a Alonzo Harris, un sargento de policía veterano de la Unidad de Narcóticos de Los Angeles, cuyos métodos dejan mucho que desear y la línea entre el bien y el mal es muy difusa.
Es el encargado de entrenar a Jake Hoyt, un joven, novato e idealista, que pronto se dará cuenta de que no es trigo limpio todo el monte y que la corrupción se extiende a su alrededor.
Este papel de un villano de antología le da ocasión a Denzel Washington a componer un personaje muy interesante, de sibilino y cínico policía, que se hace antipático desde el comienzo, que le hizo ganar el Oscar, el premio de los críticos de Los Angeles y de Kansas y fue nominado al Globo de oro.
Drama policial, descarnado y violento que tarda en arrancar y se hace premioso al inicio, pero después agarra al espectador. No se adscribe al thriller habitual ya que tiene más violencia en los diálogos que en las persecuciones y tiroteos.
Es más bien un drama psicológico en torno a la conducta de los dos protagonistas en un mundo sin moral.
Los Angeles es presentada como un territorio de guerra entre la ley y el hampa donde priva la manipulación y el chantaje emocional.
Ha dirigido con corrección el realizador afroamericano de 'Asesinos de reemplazo' (1998) y 'Bait' (2000), que hace con esta su tercera película y la mejor hasta ahora.
Producida por Carlos Reygada, Carlos Serrano Azcona, Jaime Rosales y Jaime Romandía, hace su ópera prima el guionista y director madrileño Carlos Serrano Azcona, que fue ayudante de dirección de Carlos Reygada en su primer largometraje, Japón.
Antes estudió Filosofía en la Universidad Complutense y dirección en la London Film School, pero poco aprovecharía el tiempo a juzgar por los resultados de su ópera prima.
A la vista de quienes son los productores, del estilo de cine que suelen hacer, de la ayudantía de dirección con el que aprendió, no es de extrañar que el cine que lleva a cabo en su primera película este individuo sea exactamente igual que el de sus próceres, con las mismas características, de aburrido, de sin sentido, de sin argumento y de sin idea de lo que es el lenguaje cinematográfico en su afán de innovar o de epatar, siempre con la cámara a mano y pegada a la nuca del protagonista que deambula por las discotecas y las calles de noche, de día o duerme en un banco, sin la más mínima elipsis de tiempo.
El protagonista se ha divorciado de su mujer pero quiere ver a sus hijas, cosa que tiene prohibido por ley y a pesar de ello se empeña en hacerlo. Ha trabajado fugazmente en la discoteca de un amigo pero es expulsado a las primeras de cambio y se vuelve a quedar en la calle sin nada que hacer. Termina acercándose a ver a su abogado que le vuelve a decir que no haga nada y acaba por querer tirarse de un puente y ahí se corta la historia, si es que a eso se le puede llamar así, que está mejor contada en estas cuatro líneas que en las insoportables imágenes de esto ya que no nos atrevemos a llamarle película.
Esta misma técnica en las cintas de Reygada es aburrida, se ve crecer la hierba, observar íntegro un amanecer o una puesta de sol, pero al menos tiene una belleza que aquí no hay por ningún lado. Y se ponga como se ponga el director y sus patrocinadores esto es anticine, anticomercial y dudamos que encuentre quien lo estrene. Pasó por el Festival de San Sebastián en una de las secciones paralelas, que es donde se ha llegado a exhibir y los pocos que la vieron salieron echando pestes.