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CRITICA
Por: PACO CASADO
Con motivo de cumplirse el veinte aniversario de su producción, se repone con honores de estreno 'Amélie' (2001), de Jean-Pierre Jeunet.
Para su cuarta película, esta vez en solitario, Jean-Pierre Jeunet abandona el obscurantismo de las anteriores y elige una pequeña comedia luminosa, bajo el cielo de un París casi imaginado que recuerda al de 'Zazie en el metro' (1960), de Louis Malle y por sus colores casi de tarjeta postal, al de 'Mi tío' (1958), de Jacques Tati.
En ese encuadre se sitúa la historia de Amélie Poulain, una chica inocente e ingenua, de infancia no demasiado feliz, debido a un defecto cardíaco, por lo que apenas tuvo contacto con otras personas, que vive en París con unos padres muy protectores y un tanto estrafalarios, sin amigos, pero con su propio sentido de la justicia.
Debido a ello Amélie se crea su propio mundo fantástico con sus sueños de amor, fantasía y belleza.
Cuando llega a mayor, con 22 años, trabaja como camarera en un bar de Montmartre y se dedica a hacer feliz a los demás, a arreglar sus vidas de una manera desinteresada, comenzando por los que tiene a su alrededor haciéndolos felices, el mismo día en el que mueren Lady Di y la Madre Teresa de Calcuta.
Ella trata de producir las pequeñas alegrías y evitar las tristezas que suelen ocurrir en la vida cotidiana, llenando de ilusión a los que tiene más cerca, como por ejemplo su padre, un escritor fallido cuyos huesos son tan frágiles como el vidrio.
Tras arreglar todas esas vidas, un día se da cuenta de que se está olvidando de la suya y de camino trata de descubrir el amor y así se enamora de Nino.
El ingenioso y divertido guion, un derroche de imaginación y fantasía, de Guillaume Laurant, habitual colaborador de Jeunet, es propio de una comedia con ribetes fantásticos, cargado de inventiva, que encuentra su encanto en las pequeñas cosas, en este cuento de hadas moderno, que tal vez acumula un exceso de personajes, a cual más atípico, y de anécdotas reales que el director Jean-Pierre Jeunet ha ido acumulando y otras inventando, peripecias que alargan demasiado el film, con un comienzo interminable lo que hace que pierda el ritmo en algunos momentos de la narración, llena de optimismo y vitalidad.
Jeunet dirige con un estilo algo surrealista, pero con un toque tierno y dulce, que hace de 'Amélie' (2001) una cinta muy entretenida.
Una parte del mérito se debe a la encantadora actriz francesa Audrey Tatou, que ha enamorado a su país, quien tras obtener el César del cine francés por Venus, salón de belleza (1999), de Toni Marshall, se convierte aquí en un nuevo gran valor del cine galo.
Fue nominada a cinco Oscar: guion original, decorados, fotografía, sonido y mejor film en lengua no inglesa. Una nominación al Globo de oro como cinta extranjera. Ganó dos Bafta: al guion original y a la producción. Premio Amanda 2002 en Noruega. Premio del público en los Festivales de Camberra, Denver, Edimburgo, Toronto y Chicago. Obtuvo cuatro César: Película, director, música y diseño de producción. Tres premios del cine europeo: Film, director, fotografía y el del público por votación popular. Premio Goya a la mejor cinta europea. Premio Independent Spirit. Globo de cristal en Karlovy Vary. Tres premios Lumiere: película, Audrey Tautou y guion. Premio Sant Jordi a Audrey Tautou como mejor actriz extranjera.
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