Título: |
TELÉFONO ROJO, VOLAMOS HACIA MOSCÚ |
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Tit. Orig.: |
DR. STRANGELOVE OR HOW I LEARNED TO STOP WORRYING | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, EE.UU., 1963 | |
Dirección: | STANLEY KUBRICK | |
Guión: |
STANLEY KUBRICK, TERRY SOUTHERN, PETER GEORGE. Basados en la novela "RED ALERT", escrita por PETER GEORGE |
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Fotografía: |
GILBERT TAYLOR |
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Música |
LAURIE JOHNSON |
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Interpretes: |
PETER SELLERS, GEORGE C. SCOTT, STERLING HAYDEN, KEENAN WYNN, TRACY REED, SLIM PICKENS, JAMES EARL JONES, PETER BULL |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
92 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Película de humor negro, de política ficción, que no tiene desperdicio, comenzando por el tema, la posibilidad de la guerra atómica y sus consecuencias, mezclada con una feroz crítica a una Norteamérica que busca la paz y no es capaz de dar marcha atrás cuando se pone en funcionamiento la máquina de la destrucción y la guerra.
Como ejemplo de esa crítica ese cartel que se exhibe en la base aérea que tiene impresa la leyenda: "Nuestro oficio es la paz", mientras que los propios hermanos se matan entre sí por un plan riguroso en la seguridad y piensan en construir armas más poderosas que las que tiene el enemigo, o la canción que se oye en su banda sonora que habla de paz, de inmensos espacios azules y felicidad entre los hombres, que suena como fondo a las explosiones nucleares.
Kubrick nos plantea muchas más preguntas aunque no da soluciones, se limita a mostrarnos una sociedad devorada por sí misma
Es una exquisita comedia, satírica y mordaz, que hace pensar muy profundamente al espectador.
Dicen que tras su estreno la inteligencia militar americana cambió los protocolos de seguridad.
El film radiografía la angustia de un tiempo amenazado como nunca antes, mientras hace un retrato fiel de la estupidez humana en época de guerra.
Se basa en la novela 'Red alert', de Peter George (el autor acabó por suicidarse) en la que reflejaba la posibilidad de un conflicto nuclear, aunque la historia en sí no es más que una absurda paradoja en el fondo.
La cinta es impecable en muchos aspectos. El guion es divertido, ingenioso, inteligente, llevado a cabo con un ritmo perfecto, con un montaje acertado, pero el gran valor es la dirección de actores.
Una excelente dirección de Stanley Kubrick, con unos intérpretes que se comportan de maravilla, como Peter Sellers haciendo tres papeles estando inmejorable en todos ellos, un militar, un científico el Dr. Strangelove que da título original a la película y el del presidente de los EE.UU..
Sin mácula el trabajo que hace George C. Scott, el más histriónico y el más cómico, el del alocado personaje que interpreta Sterling Hayden, un tarado convencido de tener que iniciar una guerra atómica contra la Unión Soviética o el de Slim Pickens en el comandante de un bombardero cargado de armas atómicas en cuyas manos está el futuro del mundo, cuya imagen a lomos de una bomba ha quedado para la historia del cine, que le dan gran fuerza a sus papeles.
El guion, la fotografía y la música completan sus logros. Fue candidata a los Oscar como mejor película, el director Stanley Kubrick, el actor Peter Sellers y el guion adaptado de la novela Red Alert, de Peter George.