| Título: |
ABRE LOS OJOS |
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Tit. Orig.: |
ABRE LOS OJOS | |
| Nacionalidad: | ESPAÑA, 1997 | |
| Dirección: | ALEJANDRO AMENÁBAR |  |
| Guión: |
ALEJANDRO AMENÁBAR, MATEO GIL |
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| Fotografía: |
HANS BURMANN |
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| Música |
ALEJANDRO AMENÁBAR, MARIANO MARTÍN |
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| Interpretes: |
EDUARDO NORIEGA, PENÉLOPE CRUZ, NAJWA NIMRI, FELE MARTÍNEZ, CHETE LERA, TRISTÁN ULLOA, MIGUEL PALENZUELA, JORGE DE JUAN, GÉRARD BARRAY |
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| Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
| Duración: |
113 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tener un primer éxito en su ópera prima es algo que pocos perdonan y menos admiten, sobre todo si es un director joven de ventipocos insultantes años, como ocurrió a Alejandro Amenábar con 'Tesis' (1996).
Todos, defensores y detractores, estábamos esperando su segundo trabajo para saber si la flauta sonó por casualidad, pero el arrogante director se permite el lujo de intentar hacer el más difícil todavía en su segundo largometraje, capaz de encandilar de nuevo o producir el más duro rechace.
Parte de un cine clásico para, a través de un guion novedoso, que busca inéditos caminos y fórmulas, llegar a hacer algo diferente, un thriller futurista donde da entrada desde la intriga a la realidad virtual pasando por los sueños, la fantasía y los deseos de eternidad de cualquier ser humano.
Quizás la complejidad de la historia admite muchas interpretaciones y quien no entre en el juego es comprensible que lo rechace.
Es la historia de un chico joven, atractivo, rico, que gusta a las mujeres, que tras un accidente que le desfigura la cara y le convierte en un monstruo, se torna en una esquizofrénica relación con las dos últimas chicas que tuvo en su vida antes del suceso.
Es aquí donde entra en juego el inteligente mecanismo que pone de relieve la habilidad de los dos guionistas para mantener en vilo al espectador en su butaca durante casi dos intensas horas en esta aventura distinta, sin que en ningún momento decaiga el interés del relato, aunque a veces resulta incomprensible durante la proyección, pero al final encajan todas las piezas de un complicado puzzle.
Esto pide del espectador capacidad mental para retener las imágenes y una vez concluida la película pueda ordenarlas.
El experimento era difícil pero el tener una gran seguridad en sí mismo, la base de un guion habilidoso, con una estructura complicada y novedosa, enriquecido con diálogos inteligentes, le daba la tranquilidad necesaria para intentarlo.
Si a esto añadimos una demostrada capacidad para dirigir a los actores, que obtiene lo mejor de Eduardo Noriega, es capaz de contener y hacer aflorar la sensibilidad de Penélope Cruz, o utilizar adecuadamente la inquietante personalidad de Najwa Nimri, se explica que se pueda conseguir un resultado más que aceptable y la posibilidad de seguir confiando en futuros trabajos de este joven director que parece tiene cuerda para rato, sin que esto sea tomado con doble intención.
Premio C.I.C.A.E en el Festival de Berlín. Ganadora de diez Goya. Mejor película en el Festival mexicano de Guadalajara y en el Tokyo. Mención especial del Juarado en el Toulouse Cinespaña.
