Título: |
UN DOMINGO CUALQUIERA |
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Tit. Orig.: |
ANY GIVEN SUNDAY | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1999 | |
Dirección: | OLIVER STONE | |
Guión: |
DANIEL PYNE, JOHN LOGAN |
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Fotografía: |
SALVATORE TOTINO |
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Música |
ROBBIE ROBERTSON, PAUL KELLY, RICHARD HOROWITZ |
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Interpretes: |
AL PACINO, CAMERON DIAZ, DENNIS QUAID, JAMES WOODS, MATTHEW MODINE, ANN MARGRET, CHARLTON HESTON |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: |
162 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Nos da la impresión de que Oliver Stone está viviendo de las rentas. Tras los éxitos conseguidos, entre ellos los Oscar, por 'Platoon' (1986) y 'Nacido el cuatro de Julio' (1989), ahora está echando mano de su prestigio y de algunos guiones que tenía escritos, como éste de los años ochenta, que ha actualizado para combatir las corruptelas del fútbol americano o rugby, donde quien manda es la televisión y los intereses de las firmas comerciales, donde se compran y se venden equipos como si fueran cuadras de caballos, se manipula a los jugadores como animales, con doctores corruptos que no dicen la verdad sobre el estado físico de los mismos para que no decaiga el espectáculo o molestos periodistas deportivos que tratan de denunciar la verdad de lo que está ocurriendo.
Todo ello para exponer las miserias y grandezas de este deporte inequívocamente americano, a través de un entrenador veterano que arruinó su matrimonio por el rugby y un quaterback, que creen en el espíritu de equipo, mientras otros intentan imponer el sistema del estrellato o la heredera del club que antepone el negocio al deporte.
Esto que se denuncia y muchas cosas más, está muy bien. Pero Stone quiere sobresalir y dar la nota a través de un esquema ya muy visto, del entrenador viejo, del equipo que pierde partidos y que al final termina poco menos que siendo el campeón de la liga o la juventud que viene empujando buscando un sitio, y todo ello a través de un montaje fragmentario y enloquecedor.
El film se inicia con un largo partido que dura casi veinte minutos en pantalla que a base de planos cortos y un montaje rápido, no vemos ni una sola jugada.
Es verdad que no nos gusta ni conocemos las reglas de este deporte, pero de esta manera se le quita todo interés y la emoción que pudiera tener.
El comienzo pues es farragoso y conforme vamos conociendo a los personajes y la locura de montaje de Stone se va serenando va ganando en interés, pero resulta poco atractivo hasta para el público americano que le dio la espalda.
Tiene un estupendo reparto que está desaprovechado, donde cada uno como buen profesional, se ha aprendido el papel que repite mecánicamente, sin ponerle corazón al personaje.
De fondo una gran cantidad de canciones componen su banda sonora. Stone ha metido demasiadas cosas en un mismo saco y con bastantes minutos menos hubiera resultado mejor.
Ganó el premio Alma y el BMI para ma música.