Título: |
HABLAR |
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Tit. Orig.: |
HABLAR | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2015 | |
Dirección: | JOAQUÍN ORISTRELL | |
Guión: |
JOAQUÍN ORISTRELL, CRISTINA ROTA |
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Fotografía: |
TEO DELGADO |
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Música |
RAY LORIGA, ALEJANDRO PELAYO |
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Interpretes: |
GOYA TOLEDO, RAÚL ARÉVALO, MARÍA BOTTO, ANTONIO DE LA TORRE, SERGIO PERIS-MENCHETA, MARTA ETURA, JUAN DIEGO BOTTO, MERCEDES SAMPIETRO, SECUN DE LA ROSA, MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ, ÁLEX GARCÍA |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: |
79 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La trayectoria del barcelonés Joaquín Oristrel, que comenzó como guionista de series de televisión, de comedias y posteriormente se pasó a la dirección con obras más o menos del mismo género, da aquí un vuelco con este experimento compuesto por unas 20 historias rodadas en un plano secuencia de 79 minutos, que giran en torno al poder de la palabra, a hablar, que se entrecruzan a los largo de un recorrido de apenas 400 o 500 metros, desde la boca de metro situada en la plaza madrileña de Lavapies hasta la Sala Mirador, en un semi desierto y caluroso mes de agosto, en el que se orquesta este retrato de la estupefacción de los españoles en la actualidad.
Inauguró oficialmente el pasado Festival de cine español de Málaga, donde ganó el premio a la Mejor película del Jurado Joven.
Se trata de una especie de reto o desafío hecho en una noche de copas de contar esta historia en un único plano secuencia, que creemos que es innesario ese esfuerzo, tal vez para tratar de batir un récord en la historia del cine (o no) ahora que es posible con el sistema digital ya que en su día no pudo lograrlo sin truco Alfred Hitchcock en La soga (1948) por ser físicamente imposible, ya que las bobinas de celuloide tenían unos diez minutos aproximadamente, pero que superó brillantemente a base de planos con cierre en negro para enlazar perfectamente, algo que sin embargo no ha conseguido Alejandro González Iñárritu con Birdman (2014) sin tener que trucar algunas secuencias.
A través de los distintos encuentros de personaje, más que historias, se van perfilando y criticando algunos aspectos de la realidad española, como la crisis, el paro, el racismo, la violencia de género, la falta de trabajo, las relaciones laborales, los recortes, la emigración, la política del gobierno así como otros aspectos, como la amistad, el divorcio, la enemistad, hasta culminar en una especie de foro teatral en el que se dan cita todos los personajes que han intervenido en la función y que han estado en el uso del poder de la palabra en su constante hablar para manifestar lo que somos y cómo nos comportamos en la vida, según las circunstancias que nos ha tocado vivir a cada uno.
La cuestión es que no son más que apuntes superficiales sobre problemas más que conocidos, de lugares comunes, portadores de crítica de una determinada ideología política, en los que debido a la forma elegida de rodar este largometraje no se profundiza en ello y resulta un tanto inútil.
Los personajes se entrecruzan en la calle, unos con más apariciones que otros, pero todos cumplen con su papel en esos mini encuentros, relaciones o situaciones cotidianas, algunas de ellas absurdas, otras realistas y en cambio varias de puro relleno sin acabar de cerrar.
Los actores asumen sus aportaciones en los pequeños papeles en esta barata producción realizada con 350.000 euros, que se deja ver y por la que se siente más curiosidad que puro interés en lo que se nos está contando.