Título: |
LOS MINIONS |
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Tit. Orig.: |
MINIONS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2015 | |
Dirección: | PIERRE COFFIN, KYLE BALDA | |
Guión: |
BRIAN LYNCH, KEN DAURIO, CINCO PAUL |
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Fotografía: | En Color | |
Música |
HEITOR PEREIRA |
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Interpretes: |
Animación |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: |
91 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
No es la primera vez, ni será la última, que un elemento secundario en una película logre imponerse a los principales protagonistas y consiga que se haga una precuela para aprovechar su comercialidad y de camino mostrar los orígenes del mismo.
En el inicio de los tiempos los Minions viven marginados en la Antártida, aburridos y deprimidos a la espera de encontrar un villano al que servir, dado el desastroso éxito de sus amos anteriores.
Estos insólitos personajes amarillos salieron de la primera entrega de 'Gru, mi villano favorito' (2010), que multiplicó por diez en la taquilla su presupuesto inicial, y cuya segunda entrega superó a la primera en la recaudación logrando casi mil millones de dólares en todo el mundo.
En ambos films ellos destacaban en muchos momentos y se hicieron acreedores a tener su propia historia que exponen aquí con el fin de hacer las delicias de pequeños y mayores, con su humor gamberro y su idioma absurdo que da mucho juego, aunque hayan perdido el efecto sorpresa.
El hecho de no entenderse su desternillante idioma de palabras ininteligibles de varias lenguas, entre ellas el español, hacen que su humor recuerde a los cómicos mudos como Buster Keaton, Charles Chaplin o más recientemente, Mr. Bean, siendo así más universales a la hora de hacer reír.
El guion comienza en la prehistoria cuando estos pequeños monstruos de pacotilla, Kevin, Stuart y Bob, conocidos esbirros del señor Gru al que humanizaban, se asocian con un dinosaurio y posteriormente van recorriendo la historia de la Humanidad pasando por la Edad de piedra, por el Egipto de los faraones, el Napoleón Bonaparte de la Revolución francesa, Hitler, Drácula, Australia, la India hasta llegar al Nueva York de 1968 con Nixon como presidente y terminar en Londres.
Tras asistir a una convención de villanos a celebrar en Orlando a la que acude la primera supervillana femenina, Scarlet Overkill, en compañía de su marido un científico medio chiflado e inventor, Herb Overkil, ella escoge al lider Kevin, al rockero Stuart y al entrañable Bob, que era lo que ellos iban buscado, encontrar a un nuevo malvado y convertirse en sus fieles servidores, y los manda a robar la corona de la Reina de Inglaterra, algo que ya hicieron antes los Teleñecos.
Todo lo que viene detrás, las peripecias que han de vivir hasta conseguir el objetivo, es lo que constituye el grueso del relato que se cuenta en esta cinta en la que los propios personajes han perdido un poco de frescura, de espontaneidad y se hacen reiterativos, en una historia no demasiado original cuyo esquema ya hemos visto en otra ocasión y cuyas secuencias funcionan por separado sin que haya mucha conexión entre ellas, resultando algo deslabazadas.
Uno de los directores de 'Gru. Mi villano favorito' (2010) y de su secuela, el francés Pierre Coffin, al que acompaña esta vez Kyle Balda, codirector de 'Lorax' (2012), se encargan de llevar a cabo esta especie de precuela que saca partido del encanto de estos personajillos a pesar de que su propósito es hacer el mal y que, a no dudarlo, seguramente tendrán continuidad en la pantalla para así seguir alimentando el merchandising, que buenos rendimientos han dado ya en este aspecto.
Película entretenida con la que disfrutarán los más pequeños y distraerá a los adultos con sus referencias históricas y culturales, aunque esperábamos mucho más de ellos no estando a la altura de las expectativas que habían despertado.