Título: | NEGOCIADOR. (El problema número uno) | |
Tit. Orig.: |
NEGOCIADOR. (El problema número uno) | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2014 | |
Dirección: | BORJA COBEAGA | |
Guión: |
BORJA COBEAGA |
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Fotografía: |
JON D. DOMINGUEZ |
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Música | ARANZAZU CALLEJA | |
Interpretes: |
RAMÓN BAREA, JOSEAN BENGOETXEA, MELINA MATTHEWS, ÓSCAR LADOIRE, CARLOS ARECES, RAÚL ARÉVALO, SECUN DE LA ROSA, SANTI UGALDE, GORKA AGUINAGALDE |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 12 AÑOS | |
Duración: |
76 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
No es el primero ni el último largometraje que trata sobre el tema de ETA, aunque sí el primero sobre las negociaciones de la banda terrorista con el Gobierno del PSOE, tratado sin solemnidad y con cierta chapuza, aunque el material no deja de ser polémico como ya se reflejó en los periódicos, y aquí aunque basado libremente en hechos reales se toma sus licencias, pero sí está el espíritu de aquellas reuniones y además tomado con humor como Borja Cobeaga solía hacer en los guiones que escribía para el programa televisivo de la ETB 'Vaya semanita' donde trataba con frecuencia el tema del conflicto, algo que ya también ensayó en 'Ocho apellidos vascos' (2014) de la que era responsable igualmente del guion.
Tras su paso por el Festival de cine de San Sebastián llega a las pantallas comerciales esta modesta película inspirada en la negociaciones entre el entonces presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, y ETA durante los años 2005 y 2006.
En el film Manu Aranguren es un político vasco que ejerce de interlocutor del Gobierno en las negociaciones, con Jokin el representante de ETA.
Lejos de ser un acto solemne y calculado, pronto se verá que las casualidades, los errores o los malentendidos marcarán el diálogo entre ambas partes.
La relación personal entre negociadores será clave para la resolución del conflicto y descubre que su trabajo depende más de las casualidades y la relación personal entre los mismos que del estudio calculado de la situación.
La base de la historia es real pero el argumento y los personajes son una pura invención, convirtiendo el hecho en algo cercano, de andar por casa, al que le quita toda solemnidad.
No trata de la negociación sino de los detalles pequeños que le convierten en una comedia, una caricatura en la que no falta una cierta melancolía.
La historia no es más que la recreación de las negociaciones de paz sucedidas hace diez años en el sur de Francia, en la que no se oculta el buen humor desde el mismo arranque, que incluso se acentúa en la parte de intermedia, con las diferencias idiomáticas, el distanciamiento y el desencuentro dejando en ridículo los discursos nacionalistas y patrióticos.
El director de 'Pagafantas' , nos presenta una de las cintas más entretenidas rodadas en nuestro país.
Ramón Barea se ha convertido en el actor fetiche de Cobeaga que compone aquí un personaje empeñado en conseguir la paz, aunque sea incapaz de hacer las cosas más cotidianas como entender el manejo de un simple móvil, está estupendo. En cambio el papel de Carlos Arece en un adusto y serie personaje, muy diferente al que suele hacer, es el que se acerca más a la realidad
La parte de Francia se lleva algunos momentos cómicos donde el director demuestra sus conocimientos de puesta en imágenes, no solo de guionista, que acercan su película al cine independiente en la que se ha desembarazado de las dependencias del cine americano que tenían sus dos films anteriores tan apegados a la comedia yanqui.
Cinta pequeña con presupuesto mínimo, con un tema no muy comercial, que se interesa por los tiempos muertos de la negociación. La comedia le quita dramatismo a los momentos más trascendentes. Las situaciones cómicas estaban en el ambiente, como en la forma de vestir de los negociadores. Los de ETA, asesinos fríos como robots, están aquí un tanto humanizados.