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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es una dramatización y no un biopic del fundador de Apple, el brillante pionero de la informática, Steve Jobs, que cuenta su aventura en la revolución de las nuevas tecnologías, ya que tiene hechos reales pero otros son inventados.
Su pasión, su ingenio y el sacrificio para impulsar la era digital que llegó a afectar a su vida familiar y a su estado de salud, hasta su muerte de cáncer el 5 de octubre de 2011 a los 56 años de edad. Sus colaboradores aún le sobreviven.
El guion de Aaron Sorkin, que ya había hecho el de 'La red social' (2010) sobre Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, con el que ganó el Oscar, es como la segunda parte de una trilogía.
Se basa en la biografía autorizada escrita por Walter Isaacson, y está dividido en tres actos presididos por los distintos modelos de ordenadores que creó sucesivamente, el Macintosh en 1984, el NeXTcube en 1988 y el iMac en 1998, que cada vez iban siendo más perfeccionados, con un esquema convencional, poco realista y bastante forzado.
Él quería que el ordenador estuviera al alcance de todos y por contra a esa generosidad, su personalidad tenía un lado oscuro algo maquiavélico que trataba mal a la gente, al ser un tipo ingenioso, con determinación que rozaba la locura, al que algunos le acusaron de frío, calculador, distante y hasta cruel.
Su carácter se muestra a través de las personas de su entorno mediante un guion con excesivos diálogos, más efectistas que naturales, al borde de la verborrea, de aspecto casi teatral, a través del cual se define a este hombre brillante, soñador y con una meta a conseguir, que hubiera podido ser más feliz, pero lograr su propósito se lo impidió.
El film plantea la frontera entre el hombre y el mito y se le compara con otros genios de su generación en otros campos.
Es fundamental la relación paterno-filial, aspecto que no estaba en el guion inicial, que fue añadido posteriormente, ya que su hija Lisa, es el vehículo emocional de esta historia.
Jobs era un hombre que no tenía muchas nociones de informática pero sí una visionaria idea de poder cambiar el mundo, inventando el futuro rodeándose de los mejores en esa línea, convirtiéndose en un director de orquesta.
El largometraje introduce al espectador en el corazón de la revolución digital con el retrato intimista de este creador.
Lo mejor es la interpretación de Michael Fassbender como Steve Jobs y de una magnífica Kate Winslet que da vida a Joanna Hoffman, la mujer que dirigió el departamento de marketing de Macintosh, secretamente enamorada de él durante dos décadas, y que le instó a que arreglara su vida sentimental con Chrisann Brennan y con Lisa, su hija, aspecto éste que lleva en paralelo y que cada vez que se introduce le quita aridez a lo que supone la relación de Jobs con sus colaboradores hablando de la técnica informática y de las modificaciones de mejoras de los distintos nuevos modelos de ordenadores a lanzar al mercado, su salida de Apple, su relación con Steve Wozniak que le insiste en que reconozca el pasado y el mérito de los que le ayudaron y que el talento no le impide a nadie ser decente, la creación de su nueva compañía Next, la absorción de ésta por Apple y su regreso como nuevo director y jefe de proyectos, etc..
En cada acto conversa largamente con sus compañeros junto con la tensa relación con su hija, con abundantes y excesivos brillantes diálogos y casi todo en interiores apropiados para un escenario.
Ese aspecto teatral del guion, Danny Boyle trata de quitárselo a base de mover mucho la cámara y a los actores dentro de la escena, pero el tufillo a tablas creemos que no acaba de desaparecer del todo y eso pesa en el ánimo del espectador.
Jobs era un tipo testarudo, desconfiado, un genio que no le preocupaba caer mal, que justificaba su insensibilidad hacia Lisa a la que no reconocía, debido a su infancia difícil por ser un niño adoptado.
Estupendo el prólogo con imágenes de archivo en blanco y negro de Arthur C. Clark donde explica cómo serán en el futuro los ordenadores y acierta plenamente, eso dicho en 1960 por lo que se puede decir que fue un auténtico visionario.
La película puede interesar a los expertos en informática que conozcan el lenguaje de los ordenadores pero no al gran público en general como ya ocurrió en EE.UU..
Tiene cuatro nominaciones a los Globos de oro: Michael Fassbender, Kate Winslet, el guion y la música.
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