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NOTAS DEL DIRECTOR...
Quería filmar la historia de un artista, un pintor de hace mucho. Decidí llevar a Władysław Strzemiński a la pantalla porque es uno de los más grandes artistas de Polonia. Al tiempo, también quería mostrar su conflicto con el estado socialista. Strzemiński entendió el sendero hacia el arte moderno. Lo explicó en su libro titulado “Teoría de la Visión”. La convicción de que no hay otro camino a seguir que el del arte abstracto, pues la pintura temática y el postimpresionismo ya lo han dicho todo, le proveyó de la fuerza para oponerse a las autoridades comunistas.
AFTERIMAGE es el retrato de un hombre íntegro, un hombre seguro de sus decisiones; un hombre entregado a un arte de difícil discernimiento. Era un maestro excepcional así como fundador, en 1934, del segundo Museo de Arte Moderno de todo el globo.
La película ilustra cuatro años duros, de 1949 a 1952, cuando la sovietización de Polonia fue más radical, y el realismo socialista devino la forma obligatoria de expresión artística.
ACERCA DE WŁADYSŁAW STRZEMIŃSKI...
Pintor cocreador de la Teoría del Unismo; amigo y estudiante de Malevich, Chagall y Rodchenko. Fue el artista polaco más reconocido internacionalmente en el periodo de entreguerras. Teórico del arte y visionario, fue el fundador del Museo de Arte Moderno de Łódź, que albergaba una de las mayores colecciones del mundo. Fue un maestro cuyas piezas se mostraron desde Moscú a París
Víctima de las persecuciones comunistas, hacia el final de su vida, al borde de la inanición, la situación en que se hallaba le obligó a montar escaparates.
Controvertido desde la perspectiva artística, política y social, fue alguien que lo era todo menos común. Aprendió a pintar únicamente después de que le fuera amputada una pierna y un brazo, y en pocos años se convirtió en uno de los más reconocidos pintores.
Hombre amado por las mujeres, carismático profesor universitario que los alumnos adoraban, maestro de generaciones de jóvenes artistas, tiene derecho a tomar parte en la vida, y la vida tiene derecho a intervenir en el arte.
El arte tiene derecho a tomar parte en la vida, y la vida tiene derecho a intervenir en el arte.
El arte, según Strzemiński, debería descubrir importantes elementos de la vida, y debería crear sus equivalentes abstractos.
El arte no es ninguna formación separada de la vida, funciona dentro de ella y resulta su componente esencial.