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ALITA BATTLE ANGEL
INFORM MACIÓN
Titulo original: Alita: Battle Angel
Año Producción: 2018
Nacionalidad: EE.UU., Canadá, Argentina
Duración: 121 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Acción, Aventura, Romance
Director: Robert Rodriguez
Guión: James Cameron, Laeta Kalogridis. Basados en el manga creado por Yukito Kishiro
Fotografía: Bill Pope
Música: Junkie Xl
FECHA DE ESTRENO
España: 15 Febrero 2019
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
20Th Century Fox


SINOPSIS

Alita es un ciborg que es rescatada en un desguace por Ido, un médico de ciborgs. Cuando Ido consigue recuperar a Alit esta no reconoce nada por lo que debe comenzar a aprender en una nueva vida en las calles de Iron City. Pero pronto unas fuerzas oscuras comienzan a perseguir a Alita y a amenazar a sus nuevos amigos. Ese es el momento en que descubre las extraordinarias habilidades que posee para el combate...

INTÉRPRETES

ROSA SALAZAR, ED SKREIN, EIZA GONZÁLEZ, JACKIE EARLE HALEY, JENNIFER CONNELLY, CHRISTOPH WALTZ, MAHERSHALA ALI, MICHELLE RODRIGUEZ, CASPER VAN DIEN, JEFF FAHEY, LANA CONDOR, MARKO ZAROR, ELLE LaMONT, IDARA VICTOR, JORGE LENDEBORG JR.

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COMIENZA LA BATALLA DE ALITA...
    En el siglo XXIII, la Tierra sufrió “La Caída”, una guerra devastadora que frenó todo progreso tecnológico y dejó tras de sí una sociedad en la que se reutilizó hasta el último fragmento de tecnología y donde los fuertes atacan a los débiles. Trescientos años después, el corazón de la vida en la Tierra late en Ciudad de Hierro, un fértil crisol de sobrevivientes; una ciudad llena de gente corriente y humanos con mejoras cibernéticas que viven codo a codo bajo la sombra de Zalem, la última de las grandes Ciudades del Cielo. Es posible que Ciudad de Hierro sea una ciudad industrial oprimida que genera bienes para las élites invisibles que viven en el cielo, sin embargo, posee su propio color y energía, sus emociones y ambiciones. Y ahora está a punto de recibir una heroína inesperada: una cíborg adolescente que emerge de un depósito de chatarra para descubrir su identidad y convertirse en una fuente de esperanza.
  Con Alita: Ángel de combate llega una inmersión sensorial total dentro de un mundo con una imaginación sin límites, una acción trepidante y una emoción visceral. James Cameron y Robert Rodríguez, dos de los principales creadores de películas innovadoras en la actualidad, han combinado su entusiasmo mutuo por la construcción de mundos ficticios y empoderadas heroínas femeninas para impulsar las posibilidades de la historia visual a un nuevo terreno. En esta ocasión, invitan al público a sumergirse en una compleja metrópolis del futuro; en la impetuosa y genuina misión de Alita para consumar su potencial humano, forjada a través de una mezcla alquímica de actuaciones evocadoras, diseño creativo, tecnología de vanguardia de captura de movimiento, imágenes generadas por ordenador, efectos visuales y cine en 3D nativo.

   La fascinante aventura comienza cuando un científico, el Dr. Ido Dyson, realiza un hallazgo en un desguace que cambiará su vida y la de Ciudad de Hierro para siempre: el desechado “ciber-núcleo” de una chica cuyo cuerpo es inservible, pero cuyo cerebro humano todavía alberga un aliento de vida. Ido no puede abandonarla, así que comienza a restaurar al misterioso cíborg y descubre una segunda oportunidad para ser padre: la oportunidad de verla aprender, crecer y saborear los maravillosos placeres de la vida por primera vez con la cándida emoción que la caracteriza. Sin embargo, la dulce y curiosa niña, a la que Ido nombra Alita, esconde muchos secretos. Cuando esta descubre sin querer que posee habilidades únicas de lucha perdidas hace mucho tiempo, tiene claro que debe forjar su propio destino ya que, incluso si el arte de la lucha fue programado en ella mucho tiempo atrás, debe descubrir en su interior las razones para luchar.
   Basada en la serie de novelas gráficas de Yukito Kishiro, Alita: Ángel de combate reimagina un mundo mítico post-apocalíptico como una ciudad llena no solo de gigantescos cíborgs, espectáculos deportivos extremadamente rápidos y justicia sombría, sino también de fascinantes historias humanas. Para los cineastas y el elenco de galardonados y novatos actores —entre los que se encuentran Rosa Salazar, Christoph Waltz, Jennifer Connelly, Mahershala Ali, Ed Skrein, Jackie Earle Haley y el actor novato, Keean Johnson— dar vida a este mundo fue un viaje apasionante.
  Jon Landau, que colaboró previamente con Cameron en Titanic y Avatar, ha trabajado en Alita como productor de la película desde el principio. El productor comenta: “Esperamos haber creado una nueva experiencia para el público; una que les permita experimentar la emoción del cine de nuevo”.
  Richard Hollander, uno de los supervisores de efectos visuales de la película, forma parte de un enorme e infatigable equipo de diseñadores, artistas y experimentadores digitales que dedicaron innumerables horas de trabajo a construir las entrañas del mundo de Alita para darle vida. Este añade: “Esta película lleva a un personaje a un lugar único en la historia del cine. No solo llegas a ver a la protagonista como un ser humano, sino que de verdad sientes como si formaras parte de sus experiencias en este fértil y nuevo mundo de Ciudad de Hierro”.
   Sumergir al público por completo en las profundas experiencias de la belleza y el caos de Alita tras haber renacido en la clínica de Ido, fue siempre fundamental para la visión de Cameron de la película. Aquella idea continuó siendo un referente cuando Rodríguez tomó las riendas para hacer realidad la visión de Cameron con su propia energía incontenible, junto a un equipo formado por trabajadores de las compañías de ambos, así como el galardonado Weta Digital, que eleva a un nuevo nivel la pionera tecnología de captura de movimiento utilizada en Avatar.
  Rodríguez señala que lo visto en pantalla es el resultado de la combinación de muchas fantasías sincronizadas, pero, sobre todo, pretende ser la visión de Alita sobre Ciudad de Hierro.
  “Ves la historia a través de sus ojos, que son reales y ven la belleza de las cosas”, expresa Rodríguez. “Nos propusimos crear algo que pareciera muy tangible, que fuese inmersivo, que tuviese momentos inesperados; todos los elementos que esperas en una película de James Cameron. Lo sorprendente es que Jim lleva trabajando en Alita desde 1999. Sin embargo, incluso ahora, nadie ha hecho nada parecido. Conseguir que suceda finalmente ha sido un increíble proceso de colaboración”.
  El fervor, la toma de riesgos y la fusión de la mente y la máquina, directrices del filme, hacen eco de lo que Alita descubre sobre volcarte en aquello que haces. “En su esencia, esta es la historia de una chica que tiene una segunda oportunidad en la vida”, indica Rodríguez, “y decide que, en esta ocasión, esta consistirá en seguir su corazón”.

ALITA CAE DEL CIELO...
   James Cameron cayó por primera vez bajo el hechizo de la misteriosa Alita hace casi dos décadas, mucho antes de dirigir Avatar, la aventura de ciencia ficción en 3D de 2009 que rompió los esquemas y marcó el listón sobre la creación del mundo cinematográfico desde entonces. A finales de los noventa, su compañero cineasta y experto de cine mundial, Guillermo Del Toro, recomendó a Cameron un cortometraje de anime basado en Gunnm, un manga ciberpunk de nueve volúmenes, de Yukito Kishiro. Del Toro sospechaba que era ideal para Cameron.
  De hecho, la creación de una nueva visión futurística mezclada con una acción estridente y temas como la búsqueda, la curiosidad, el autodescubrimiento y un anhelo de libertad, despertaron algo en Cameron. Vio en la historia de una joven cíborg con amnesia una historia universal de descubrimiento e identidad y lo que realmente importa. Lo que más le atrajo fue el sentido de humanidad de la historia, que su ambientación del siglo XXVI. “Tuve una reacción emocional ante la obra. Mi reacción fue muy intensa porque mi hija mayor era joven en aquel momento y vi en ella una gran historia sobre el empoderamiento femenino”, comenta Cameron. “Luego comencé a revisar los libros y me di cuenta de que Kishiro había creado este mundo increíblemente variado y detallado, lleno de potencial cinematográfico”.
  Cameron sintió que la complejidad de Ciudad de Hierro, esta Tecnópolis caída, podría ser el mejor ámbito donde jugar con ideas cinematográficas que tanto había anhelado explorar, combinando la vanguardia de las herramientas digitales con el arte de la narración épica y humana. Comenzó un guion, fusionando elementos de la historia de los cuatro primeros libros de Alita, con la colaboración de la escritora Laeta Kalogridis (Shutter Island). Además del guion, Cameron redactó la friolera de seiscientas páginas de notas sobre cada uno de los personajes, la vida e incluso la física de Ciudad de Hierro. Comenzó a trabajar con un equipo de artistas conceptuales para producir bocetos iniciales que se convirtieron en legendarios por sus diseños realistas que seguramente pondrían a prueba los límites de las imágenes mejoradas por ordenador.
   La historia de Ciudad de Hierro y la deslumbrante presencia de la paradisíaca Zalem que se cierne sobre ella, tan cerca pero absolutamente inalcanzable, estuvo llena de metáforas. “La historia tiene lugar trescientos años después de que una gran guerra haya devastado el planeta y un arma biológica en forma de plaga dejara un ínfimo porcentaje de sobrevivientes humanos”, explica Cameron. “La mayoría de ellos huyeron hacia la única ciudad del cielo restante, Zalem, la cúspide de la civilización en aquel momento. Sin embargo, Ciudad de Hierro se mantuvo esencialmente como un gigantesco campo de refugiados. Está plagada de personas que intentan llegar a Zalem, la tierra de las oportunidades y los sueños. Una ciudad que vislumbran, pero que siempre parece estar fuera de su alcance”.
  La vida en Ciudad de Hierro también intrigó a Cameron: un mundo en el que es habitual fusionar partes corporales cibernéticas con cuerpos y cerebros humanos para crear cíborgs de todas las formas, tamaños y habilidades. (Los cíborgs no son robots; son seres humanos mejorados mediante componentes biotecnológicos incorporados en su cuerpo). Hoy en día, la vanguardista investigación en prótesis médicas es pionera permitiendo que el cerebro humano controle directamente y perciba las extremidades artificiales. Pero ¿y si la fusión de la mente y la máquina fuese para dar un salto tan grande que pudiese otorgar a los humanos la promesa no solo de reparación sino de una reinvención total?
  “Todo comenzó porque la gente tuvo que reemplazar sus extremidades debido a los efectos de la plaga mundial”, explica Cameron. “Entonces, se convirtió en una forma de vida normal para las personas tener piezas de repuesto. No hay malas connotaciones en ser un cíborg, incluso puede ser un signo de riqueza. Los cíborgs de gama más alta son los que se conocen como RT o reemplazos totales. Es cuando lo único que queda es un cerebro orgánico y humano, pero todo el cuerpo ha sido reemplazado por partes más fuertes, más rápidas, a cualquier cosa que se aspire”.
   Desde el mismo nacimiento de Alita, Kishiro creía que ya vivíamos en una iteración temprana de una sociedad cíborg, dependiente de las máquinas. “Incluso antes de Internet, no podíamos vivir sin electricidad ni tecnología, lo que nos hace parecidos a los cíborgs”, observa Kishiro. “Simplemente lo aceptamos e intentamos vivir nuestra vida, como hacen los cíborgs en Ciudad de Hierro. A mi parecer, sirve para subrayar cómo podemos ser más humanos”.
  Incluso cuando el cuerpo de un cíborg ha sido dañado sin posibilidad de reparación, el cerebro humano puede continuar viviendo y estar conectado a un nuevo cuerpo. Es por eso que el Dr. Ido puede salvar a Alita. No obstante, el hecho de que esta no recuerde quién es, de dónde viene o cuál es la historia de su vida, despertó todavía más la imaginación de Cameron.
  “Cuando Ido la reconstruye, Alita no tiene memoria. Es completamente abierta y tiene curiosidad sobre un mundo que es nuevo para ella”, explica Cameron. “Pero a medida que descubre más sobre sí misma, se convierte en un personaje más complejo, que no solo busca quién era, sino que debe decidir quién quiere ser”.
   La valentía innata de Alita, programada en ella hace mucho tiempo cuando fue creada en la colonia espacial humana conocida como RUM (República Unida de Marte), se convirtió en el catalizador para profundizar su carácter. “Alita no tiene miedo de lo que le pueda pasar. No importa lo grande o amenazante que sea un oponente, simplemente va a por él. Por eso es un personaje sobre el que es difícil escribir, porque tienes que encontrar un punto débil”, señala Cameron. “Me di cuenta de que su auténtica vulnerabilidad es que, a pesar de que nunca temerá por lo que le pueda suceder, sí que teme por las personas que ama. Así que la historia se convirtió en los lazos y traiciones del personaje y todo lo que aprende sobre la naturaleza humana”.
  Landau recuerda que el borrador de Cameron representó una lectura muy emotiva. “En el centro había dos historias de amor: una entre Alita e Ido, la figura paterna que la reconstruyó, y otra entre Alita y Hugo, un chico de la calle y un ladrón de partes cíborg que nunca pensó que se enamoraría de una cíborg”.
  Los fanáticos no podían esperar a que Cameron abordara el manga. Sin embargo, a mediados de los 2000, el director se encontraba en una encrucijada fatídica: se vio obligado a elegir entre sus dos creaciones, Alita o Avatar. No hace falta decir que se decantó por la segunda, ya que sintió que la tecnología estaba lista para llevarla donde la necesitaba. No obstante, el salto exponencial que vino después también haría posible la existencia de Alita.
  Cameron nunca dejó de soñar con llevar a la vida al personaje. Sin embargo, el deseo mundial por las secuelas de Avatar lo mantuvo expandiendo aquel universo y no vio un espacio claro para el filme en el horizonte. No fue hasta que un día, charlando con su buen amigo Robert Rodríguez, se dio cuenta de que se sentiría cómodo al poner a Alita en las manos adecuadas, por ejemplo, las de Rodríguez. Ambos mantenían a menudo conversaciones inspiradoras sobre técnicas cinematográficas, pero entonces Cameron tuvo la idea de ir más lejos e invitar a su amigo a ser un socio creativo en este proyecto tan querido.
  “Sucedió en una fracción de segundo cuando pensé: ‘dejaría Alita en manos Robert’. Él tiene la energía, la creatividad, ha realizado muchísimos proyectos con efectos y es genial para la acción. Además, sentí que podría sacar partido de algunos de los momentos sensibles que el filme necesita ocasionalmente”.
  Al sentir que debía pasar el relevo, Cameron le envió a Rodríguez su guion. Cameron recuerda: “Robert me llamó un par de días después y me dijo: ‘tengo que hacerlo’”.

LIGHTSTORM SE TOPA CON TROUBLEMAKER...
   Mientras que Cameron es conocido por algunos de los largometrajes más épicos del séptimo arte, desde Terminator hasta Titanic y Avatar, Rodríguez adquirió experiencia en el mundo del cine independiente realizando thrillers de acción tremendamente inventivos y vívidos de bajo presupuesto, a menudo escribiendo, dirigiendo y rodando él mismo. Tras ser aclamado con el filme de bajo presupuesto, El Mariachi, a los 23 años, continuó cultivando su libertad creativa y su estilo enérgico en éxitos como Desperado, El mexicano (Once Upon a Time in Mexico), Sin City, Machete y Grindhouse (Planet Terror). Además, se convirtió en un innovador temprano en 3D con la serie de películas familiares Spy Kids.
  Había pocas dudas de que poseía el compromiso extremo con la visión requerido. Sin embargo, Alita: Ángel de combate llevaría a Rodríguez a una escala de producción completamente nueva, además de a su lugar favorito: muy lejos de su amplia zona de confort.
  Rodríguez, fanático de los libros de Kishiro durante mucho tiempo, comenta que anhelaba que Cameron hiciera las películas. “Había soñado con ello y lo estaba esperando”, reflexiona. No obstante, cuando Cameron le pidió que se pusiera en sus zapatos y realizara el sueño en su nombre, fue irresistible. A Rodríguez le encantó la forma en que el guion inicial tomó el mundo creado por Kishiro y, aunque se mantuvo fiel a su espíritu, lo tradujo en una historia de amor y aventura al puro estilo de Cameron. “Me identifiqué con Alita, con Hugo, con todos los personajes, y es algo que Jim hace de manera soberbia”, señala.
   El meticuloso trabajo que Cameron y el equipo habían hecho le dio a Rodríguez una base desde la cual despegar a su manera. “Jim es experto en asegurarse de que incluso los elementos de mayor ciencia ficción funcionen de manera creíble”, comenta Rodríguez. “Ya había descubierto cómo funcionaría cada una de las partes de Ciudad de Hierro desde un punto de vista de ingeniería. Así que, desde el principio, nada parecía imaginario. Estaba listo para cobrar vida”.
  Todos los diseños de fotogramas que Rodríguez vio, desde las calles bañadas por el sol y salpicadas de colores de Ciudad de Hierro hasta los cíborgs cuyos cuerpos mecánicos estaban impregnados de cualidades humanas como encanto, humor y arrogancia, le dijeron algo. La oportunidad de jugar con toda la tecnología que Cameron, Lightstorm y Weta habían inventado para Avatar, el sistema de captura de movimiento facial, el sistema Simulcam para superponer personajes digitales a actores en tiempo real, el sistema de Cámara 3D Fusion, y muchos otros elementos, fue un gran imán para Rodríguez.
  Un innovador inquieto que disfrutó rompiendo los límites convencionales desde el principio, Rodríguez había sido ya un pionero en 3D: Spy Kids 3D: Game Over se convirtió en la primera película completamente digital en 2003. Ahora, era como un niño libre en la tienda de golosinas cinematográficas más moderna. “La tecnología siempre ha formado gran parte de lo que hago”, explica Rodríguez. “Sin embargo, con esta película, sabía que tendría la oportunidad de ir exponencialmente más lejos porque Jim ya había innovado con muchas tecnologías diferentes para visualizar, pre-visualizar y hacer películas en 3D. Lo tomé como una verdadera oportunidad de aprender. Sabía que iba a ser un gran desafío para mí, lo que me pareció fantástico”.
  A lo largo del proceso, cuenta Rodríguez, esperaba poder canalizar a una gran cantidad de la esencia de Cameron. “Traté de basar la historia en la realidad, como hace él. Intenté honrar su estilo porque eso es lo que siempre quise: ver la Alita de James Cameron”. A medida que el proyecto comenzó, un flujo constante de ideas y conocimiento iba de un lado a otro entre los dos, ya que cada uno obligaba al otro a elevar la apuesta creativa.
   Así también se forjó una fusión catalítica de las mentes entre Troublemaker Studios, con sede en Austin, de Rodríguez, y Lightstorm Entertainment, con sede en Manhattan Beach, de Cameron. Landau señala que esta polinización cruzada inspiró a todos: “Aprendimos de Troublemaker mientras que Robert aprendió mucho del equipo de artistas que trabajaron en Avatar, con quienes hemos contado durante mucho tiempo en Lightstorm Entertainment. Fue una gran simbiosis creativa entre nuestros grupos”.
  La vida imitó el arte y viceversa, ya que esta película sobre conexiones hombre-máquina incitó a cientos de artistas a dirigirse hacia los límites donde la acción en vivo y el cine digital se fusionan en una sola estética.
  Cameron se sintió complacido al ver que Rodríguez abordó el proyecto con todo el entusiasmo y el coraje que sabía que aportaría. “Ha sido emocionante contemplarlo porque veo que a Robert le encanta el proceso, la tecnología, los elementos de diseño y es increíblemente colaborador”, dice Cameron. “Era muy respetuoso con el mundo de Kishiro y también con lo que yo había escrito, pero sin miedo de hacerlo suyo. Quería darle todo el espacio que necesitaba creativamente e insistí mucho en este sentido desde el principio”.
  Al comienzo, Rodríguez decidió que construiría desde cero el corazón de Ciudad de Hierro, que luego se extendería digitalmente en una metrópolis a gran escala, en el set de Troublemaker, con mucho la construcción más ambiciosa de su historia. “Quería construir el primer nivel de la ciudad, la parte antigua y después Weta podría hacer el resto. Me encantó poder salir de mi oficina y estar en Ciudad de Hierro”.
  Cuando Yukito Kishiro visitó el set, no podía creer a dónde había llegado su manga dibujado a mano. El momento fue increíblemente surrealista mientras caminaba por calles fascinantes que alguna vez existieron solo en su mente. “Realmente fue como un sueño”, dice Kishiro. “Me siento muy honrado por lo que James y Robert crearon”.

ENCARNANDO LOS PERSONAJES...
   Cuando Alita se despierta en una nueva vida en Ciudad de Hierro, atraviesa una serie de intensas transformaciones. Comienza como una pizarra casi en blanco, sin recuerdos, de modo que incluso el sabor amargo de una cáscara de naranja estimula sus receptores del gusto. Sin una identidad clara, se pregunta si solo es una “chica insignificante” que no tiene un propósito real, ni una familia real, incluso cuando comienza a forjar nuevos vínculos. Después, al descubrir que el cuerpo que estaba destinado a ser suyo, el llamado cuerpo Berserker que posee facultades que Ciudad de Hierro nunca ha visto, Alita tiene que lidiar con una idea completamente diferente de su destino. En última instancia, se da cuenta de que no va a ser en absoluto una chica insignificante y se niega a ser solo el arma de destrucción para la que fue creado el cuerpo Berserker. En cambio, se convierte en un apasionado instrumento de la justicia.
  Se produjo una búsqueda masiva de actores para encontrar a alguien que pudiera encarnar todo esto: una persona diminuta con una personalidad de mamut, con movimientos de alto vuelo y la fuerza pura de un espíritu brillante y de corazón abierto. No había criterios particulares para Alita. Como escribió Kishiro en el manga, Ciudad de Hierro no es tanto una nación sino el último puesto fronterizo de la humanidad; y la propia Alita nació en una colonia humana en Marte. Lo que más importaba era la credibilidad. Después de todo, la pequeña Alita debe enfrentarse a los monstruosos cíborg de cuatro metros, por lo que el público tenía que confiar no solo en su virtuosismo de batalla sino también en su creciente confianza y determinación para entender la inmensidad de su poder y usarlo de manera sabia.
  Después de interminables audiciones, Alita se reveló en Rosa Salazar, la actriz cubano-estadounidense nacida en Canadá que se ha participado en las películas de Insurgente y El corredor del laberinto, y en el thriller A ciegas. La intérprete tendría que llevar el peso completo de la película sobre sus hombros, pero todos intuían que aceptaría el desafío. Cameron recuerda: “Es casi imposible medir qué tan grande fue la reacción que Robert y yo tuvimos con Rosa. Puso tal corazón y vitalidad a cada momento. Nunca he visto nada igual”.
  Rodríguez añade: “Es como un sueño cuando alguien entra por la puerta y ves lo que buscabas y que ni siquiera sabías describir. Eso es lo que pasó con Rosa. Fue mágico”.
  La búsqueda masiva se detuvo al instante, explica Landau. “Una vez que vimos a Rosa, no había nadie más en nuestras mentes que pudiera hacer el papel. Aportó tal pureza y alegría de vivir a su actuación. Y aunque Rosa puede hacerte creer en la increíble fuerza de la Alita Berserker, no importa lo que esté haciendo, nunca pierde de vista la compasión que hace que el personaje sea tan único”.
  Salazar sabía que estaría caminando sobre una cuerda floja en el papel, por lo que mejoró sobre la red de seguridad proporcionada por Cameron y Rodríguez. “Jim me explicó todos los detalles básicos de Alita, pero, además, siente tanta ternura hacia el personaje que eso me brindó mucha información. Y con Robert sentí una conexión artística y humana inmediata”, apunta. “Es muy enérgico y siempre está creando, pero está tranquilo. Cuando te escucha, lo hace de verdad. Con él siempre sentí que mis palabras tenían peso”.
  Meses antes del comienzo de la producción, Salazar comenzó un entrenamiento intensivo, estudiando las exigentes artes de Wushu, Muay Thai y Kung Fu, además perfeccionó sus habilidades de patinaje en línea. “El entrenamiento casi me mata”, admite. “Tuve que mejorar mi resistencia, desarrollar mucha fuerza y empezar a pensar como un guerrero de un regimiento. Mucho de eso fue aprender las formas, aprovechar esa energía y ritmo”.
  Aunque Salazar realizó una parte de sus escenas de acción, la complejidad abrumadora del rodaje requería tener hasta nueve Alitas diferentes en juego, incluidos gimnastas internacionales y contorsionistas. “Alita combate y patea muchos traseros, también los de los enormes cíborgs mejorados”, repasa Salazar. “Lo que me gusta de su fiereza es que, a mi parecer, les permite a las chicas darse cuenta de que puedes ser tierna y valiente, puedes expresar tus emociones, pero también estar decidida a no dejar que el mal venza”.
  Las cosas van más allá cuando el personaje encuentra su cuerpo Berserker, una obra elegante e iridiscente de arte biomecánico con una compleja red de conexiones neuronales compatible con su subconsciente. “El cambio de cuerpo de Alita es una especie de metáfora”, expresa Salazar. “Comienza como una adolescente torpe, luego se convierte en una mujer fuerte y capaz con el cuerpo Berserker. Cuando lo hace es como, ‘Por fin. Esta es mi verdadera piel’”.
   Alita está profundamente agradecida con el Dr. Ido, el brillante científico que utiliza su formación médica para ayudar a los más necesitados de Ciudad de Hierro, incluso mientras merodea durante la noche como una cazadora-guerrera. Es Ido quien, al tratar de aliviar su propio dolor emocional por la pérdida de su hija, le brinda a Alita un hogar cálido y lleno de amor donde es libre de explorar su verdadero yo. Como padre, Rodríguez conectó con Ido. “Me identifiqué con él cuando de cierta manera intenta controla a Alita, pero también aprende a confiar en ella y dejarla ir, creyendo que tomará las decisiones correctas”, señala.
  Rodríguez tenía un actor en mente para el conmovedor personaje de acción: el dos veces ganador del Oscar®, Christoph Waltz. Aunque Waltz tiene un suele interpretar papeles siniestros, aquí su personaje es impulsado por la decencia. A Rodríguez le gustó la idea de emparejar a Waltz con un personaje científico. “Cuando Christoph dice algo muy técnico, escuchas cada palabra y ya no suena técnico. Entonces, pensé que teníamos que conseguir que actuara en el filme. Nunca podría imaginarme a otra persona interpretando a Ido, así que tuvimos suerte de que aceptara hacerlo”.
  “Christoph puede decir mil palabras con una sola expresión facial”, comenta Landau. “Aporta a Ido una mezcla de compasión con intelecto que será cautivadora para el público de todo el mundo”.
  Waltz se convenció a través de conversaciones con Cameron. “Hablamos mucho acerca de que esta es la historia de un padre aceptando la independencia de su hija, dándose cuenta de que no siempre puede protegerla. Y creo que eso es lo que más entusiasmó a Christoph acerca del papel”, explica Cameron.
  Ciudad de Hierro también fascinó a Waltz, a modo de advertencia. “Me pareció una observación detallada de una sociedad donde no hay espacio para el civismo, donde todo el mundo mira por sí”, señala.
  El actor afirma que otro de los atractivos fue el hecho de que Alita: Ángel de combate parecía totalmente opuesta al tipo de películas que le suelen atraer, y le gustó hacer un giro totalmente diferente al esperado. “Me gusta el enfoque de Robert para hacer películas porque está al otro lado del espectro puesto que yo soy más tradicionalista. Es un maestro de rodar películas de forma digital, algo totalmente diferente para mí. Sin embargo, descubrí que es solo una forma de arte muy diferente por derecho propio”.
  Una vez comenzado el proceso, Waltz estableció un vínculo humano muy profundo con Salazar, que se convirtió en un eje de toda la producción. “Lo que Ido y Alita vivieron tenía que parecer real”, dice Salazar. “Pasan por todos los momentos que atraviesan un padre y su hija: la lucha, el amor, el momento en que el pájaro abandona el nido. Y todo tenía que estar basado en el amor, como en cualquier verdadera relación padre-hija. Es algo hermoso: Alita reemplaza un pedazo del corazón roto de Ido y, a cambio, él le da vida. Me sentí muy afortunada porque Christoph tiene una habilidad natural e innata de abordar a los personajes. Mantuvimos conversaciones increíbles y me inspiró durante todo el proceso”.
   Igual de transcendental para la evolución de Alita es su primer amor, Hugo, quien, a diferencia de ella, está perfectamente adaptado a la vida en Ciudad de Hierro como un humano no mejorado. Ha perfeccionado su confianza en sí mismo hasta tal punto que es todo un hallazgo para él aprender a vivir por otra persona. El casting de Hugo fue otro punto crucial para la producción. Audición tras audición, los cineastas no estaban convencidos hasta que llegó el recién llegado Keean Johnson y clavó la esencia del personaje.
  “Keean capturó el equilibrio correcto entre la vulnerabilidad y la dureza que le permite a Hugo sobrevivir. Ver a este joven madurar para convertirse en un actor sofisticado en el transcurso de la producción ha sido muy emocionante y ha agregado mucho sentimiento a la película”, dice Landau.
  “Fue difícil encontrar a alguien que pudiera igualar la intensidad y visión de Rosa”, señala Rodríguez. “Keean se parecía mucho al chico del manga: un soñador de ojos muy abiertos, con una personalidad fresca y misteriosa, pero que también muestra sus emociones. Más que eso, hizo resaltar a Rosa. Después, ella lo hizo resaltar aún más. Había esa química clásica entre ambos”.
  De inmediato, Johnson sintió un vínculo con la tenacidad del personaje, ya que este apunta a sueños muy grandes, sin importar lo imposible. “Hugo tuvo que ser un estafador para sobrevivir en este mundo duro y complicado”, observa. “Podría haber seguido los pasos de su padre como trabajador en una fábrica, pero su motivación es la esperanza de llegar a Zalem. Esto lo ha llevado a hacer cosas de las que no se enorgullece. Aun así, hay muchas cosas buenas en Hugo. Es apasionado, de mente abierta y cuando pone todo su empeño en algo, espera lograrlo”.
  Resulta que Hugo también es un “ladrón”, un forajido de Ciudad de Hierro que toma partes corporales cibernéticas por la fuerza, una verdad oscura que trata de esconder a Alita. “Él cree que robar es su camino hacia Zalem. Sin embargo, cuando se enamora de Alita, ya no está seguro de si Zalem merece la pena”, señala Johnson.
  Hugo no esperaba enamorarse de una cíborg, pero el entusiasmo de Alita por el mundo es cautivador. Cuando le enseña a jugar Motorball en la calle y la ve ir más allá de sus mayores fantasías, su corazón se acelera. “El Motorball es el juego de Hugo, por lo que cuando ve su increíble talento, lo deja sin aliento. No obstante, también ve un alma muy pura en Alita”, comenta Johnson.
  El intérprete cuenta que su conexión con Salazar fue natural desde el primer día. “Rosa y yo nos entendimos a la perfección. Fuimos amigos desde el principio y tuvimos conversaciones increíbles que consolidaron nuestro vínculo”.
  A pesar de que Hugo no tiene el físico mejorado de un cíborg, posee sus propias habilidades. Conoce todos los callejones secretos y atajos en Ciudad de Hierro. Además, tiene su gyrobike: una versión de una motocicleta optimizada, agresiva y de una sola rueda. “Cuando la vi por primera vez pensé que era la mejor moto del mundo”, confiesa Johnson. “Asumí que la estaría conduciendo en una pantalla verde, pero cuando me colocaron en una plataforma que podía moverse por control remoto hacia donde me inclinara, fue mucho más divertido”. Toda la producción fue diseñada para sumergir por completo a los actores en este mundo.
  Mientras más descubre Alita sobre quién es, más enemigos gana en Ciudad de Hierro. Una de las primeras en dar marcha atrás ante su presencia es Chiren, la ex esposa del Dr. Ido, al igual que él, una experta cíber-física. Sin embargo, esta ha convertido su dolor en la búsqueda de dinero y poder en el mundo de alto riesgo del Motorball. Chiren se horroriza al ver que el cuerpo que Ido utilizó para dar una nueva oportunidad de vivir a Alita fue el diseñado para su hija, tristemente fallecida.
  Jennifer Connelly, ganadora del Oscar®, encarna a una mujer complicada que huye del dolor y busca el camino a casa.
La actriz considera que Chiren anhela volver a ser feliz. “Nació en Zalem, por lo que piensa que regresar allí es una especie de bálsamo mágico para su vida, una forma de escapar de sus recuerdos de dolor y pérdida en Ciudad de Hierro. Desea irse lejos con todas sus fuerzas y no se resignará en absoluto a la existencia en Ciudad de Hierro. Su intenso deseo es un reflejo de su desesperación y amargura”.
  En un momento inolvidable, el corazón de hielo de Chiren casi se rompe al ver a Alita por primera vez. “Ve aquel hermoso cuerpo de cíborg, fabricado al detalle, que Ido había hecho para su hija... Pero no es a su hija a quien ve”, señala Connelly. “Chiren ve de inmediato a Alita como una amenaza, ya que representa todo aquel dolor que no quiere confrontar. Además, comienza a darse cuenta de que esta alterará la ciudad y desafiará a todas las instituciones que aún existen allí”.
  Sin embargo, Chiren no puede mantener a raya los sentimientos que Alita le provoca. “Hay emociones que no puede negar más. Experimenta algo parecido a un deshielo cuando se da cuenta de que está tratando de matar a alguien que se parece a su hija fallecida. Es un momento en el que Chiren reconoce que se ha convertido en todo lo que ella aborrece”, comenta Connelly. “Y desde entonces en adelante, las cosas se mueven en una dirección diferente”.
  Chiren se ha aliado con una de las fuerzas más oscuras de Ciudad de Hierro: Vector, que ha logrado una gran influencia como el principal negociante de partes de cíborg en la ciudad. Mahershala Ali fue elegido como Vector antes de que ganara un Oscar® a mejor actor de reparto por Moonlight. “Siempre sentí que necesitábamos a alguien muy carismático, porque todos los niños de la calle admiran a Vector”, señala Rodríguez. “Mahershala ya me impresionó en Predators de 2010, y vimos cómo crecía más y más”.
  Vector, que es 100% humano, se ve a sí mismo como una élite y mira por encima del hombro a las masas que luchan en Ciudad de Hierro. “Ha interiorizado por completo la idea de que la única forma de ganar en Ciudad de Hierro es aprovecharse de los débiles”, explica Ali. “Prefiere ser un rey en el infierno que estar en la base de la pirámide en el cielo”.
  Su necesidad de permanecer en la cima convierte a Alita en una adversaria directa. “Vector hará cualquier cosa en su mano para no perder su posición”, expresa Ali. “Él ansía el control, y Alita es un peligro demasiado grande”.
  A pesar de ello, aunque Vector vive mejor que la mayoría en Ciudad de Hierro, lo cierto es que a cambio ha renunciado a su libertad, permitiéndose ser controlado por la misteriosa Nova, una entidad en Zalem con la capacidad de habitar su cuerpo. “Vector es un villano, pero resulta que en realidad solo está siguiendo órdenes”, señala Ali. “Todos los planes están siendo dictados por Nova y tristemente él es solo su peón”.
   Alita descubre pronto que no es la única cíborg en Ciudad de Hierro. De hecho, gran parte de los habitantes de Ciudad de Hierro tienen partes de cíborg. Incluso hay perros cíborg que deambulan por las calles. Sin embargo, lo que no sabe es que se convertirá en el objetivo de los cíborgs más temidos de la ciudad, incluido el colosal Grewishka. Grewishka, una estrella caída de los juegos Motorball que se crió en las alcantarillas de Ciudad de Hierro, nunca ha conocido nada más que la oscuridad y lucha por cualquier cosa que pueda obtener. Esto, junto a su recargado marco de piezas, lo convierte en el mejor hombre de confianza para Vector. Su cuerpo goza de muchas mejoras: crece más y más cada vez que debe ser reconstruido, convirtiéndose en una enorme gárgola de metal, pero siempre enlucida con su rostro sintético, un recordatorio del ser humano en su interior.
  El casting de Grewishka fue inesperado, ya que el nominado al Oscar®, Jackie Earle Haley, no un gigante, asumió el papel. Fue la habilidad de Haley para hacer que el turbio personaje de Grewishka pareciera real lo que interesó a Rodríguez. “El personaje podría ser una bestia grande y tonta, sin embargo, Jackie le aporta mucho color y sentimiento. La gente no se cree que esta gran presencia sea Jackie, pero puedes verlo en todos los matices”, señala Rodríguez.
  Haley sintió empatía por Grewishka. “Ha tenido una vida horrible y torturada”, explica. “La única forma en que realmente obtiene la felicidad es a través de tener este enorme y poderoso cuerpo, y la única manera en que puede tener autoestima es abusando de los demás. Aquel pensamiento está muy arraigado en él”.
  Zapan, un cíborg totalmente reparado, también representa un grave peligro para Alita con su cuerpo elegante y de alta tecnología repleto de piel sintética. Dando vida a Zapan está Ed Skrein, conocido por sus papeles como Daario Naharis en “Juego de Tronos” y Ajax en Deadpool. “Ed tiene mucho estilo”, dice Rodríguez. “Tenía libertad para ir hasta donde él quería llegar, y luego le decía que fuese más allá y lo hacía a toda mecha. La estética de Zapan es además uno de mis diseños favoritos porque parece un Porsche. Está muy acicalado”.
  Agudo como su ingenio, Zapan es más conocido por su espada de Damasco, una antigua espada construida por la RUM que puede cortar una armadura como si fuera mantequilla. Skrein no pudo evitar sentirse intrigado por la vanidad del guerrero cazador. “Zapan es una persona ostentosa, casi teatral”, describe. “La mayoría de los guerreros cazadores están sucios y oxidados, pero Zapan se siente orgulloso de su cuerpo cuidado. Es una mezcla peligrosa de ego e inseguridad”.

WETA DIGITAL Y LA FRONTERA DEL ROSTRO  HUMANO...
   No hubo siquiera que tomar una decisión sobre la participación de Weta Digital en Alita: Battle Angel; se daba por hecho. De las frondosas maravillas de Pandora en Avatar a Gollum en El señor de los anillos a los primates dotados de sentidos de El planeta de los simios, Weta ha impulsado prácticamente cada uno de los hitos en la captura de movimiento de los últimos viente años. En especial, motivado por las aspiraciones de Cameron para Avatar, Weta ha revoluzionado la captura digital en tiempo real del rostro humano, gracias a la cual, es posible mapear y trasladar las expresiones naturales del actor, respetando intactas las emociones, a la animación digital. Son los líderes en este campo.
   Dice Cameron: “Weta sigue haciendo la mejor animación facial destacando entre todos los demás —la más humana, la más viva, y la más emocional. Hay muchos que intentan seguirles el paso, pero Weta los aventaja. Yo sabía que ellos tenían que hacer Alita, porque tienes que creer en ella aún en los primeros planos”.
   Weta ha avanzado sin parar desde Avatar. Cada aspecto de su inconfundible proceso ha progresado, desde flujos de trabajos más eficientes, a iluminación digital más versátil, hasta una mejorada capacidad de simular músculos y piel. Todo era importante para trasladar la interpretación de Salazar al cuerpo digital de Alita y para mezclar la feroz acción y el drama emocional que habían de percibirse igual de real en la imagen visual.
   Joe Letteri, supervisor jefe de efectos de Weta, explica: “Jim fue un gran precursor en Avatar al derribar la barrera entre el cine digital y el de imagen real, demostrando que se podían integrar de maneras insospechadas. En esta película subimos dicha integración un peldaño más porque estamos en un mundo de imagen real en el que insertamos personajes digitales”.
   El conocimiento y el domino de Weta del rostro humano han profundizado con cada producción, haciendo una nueva cumbre en Alita. “He trabajado con caras digitales en muchas cintas, pero jamás he visto caras como estas” dice el supervisor de animación Mike Cozens, que también trabajó en Avatar.
   Para Alita, Weta orquestró un nuevo nivel de sofisticación facial en la animación digital. Lo explica Eric Saindon, supervisor de efectos visuales de Weta y dos veces candidato al Oscar® por la serie de El Hobbit: “Ahora somos capaces de trabajar a nivel de musculatura facial—ya no hablamos simplemente de mover la superficie de la piel sino los músculos subyacentes. Se nota en los movimientos de la cara de Alita. Esos gestos se parecen muchísimo a los de Rosa. Hemos invertido cientos de horas de trabajo destinadas exclusivamente a la boca de Alita, porque una gran escena de acción es aún más grande al conseguir expresiones más humanas y Rosa tiene un rostro sumamente expresivo”.
   Continua: “Además, trabajamos sin cesar en el sistema de captura de movimiento para alcanzar una mayor fidelidad, por lo que notarás muchos matices en Alita previamente no vistos ni en Avatar ni en el Planeta de los simios. Son estos pequeños detalles naturales los que aportan esa sensación extra de vida”.
   Otra certidumbre desde el minuto cero es que le película se rodaría en 3D desde el inicio. “El mejor 3D es el 3D nativo, no se puede convertir posteriormente, así como así” dice Cameron. “Por suerte, Robert había grabado anteriormente en 3D de forma nativa, por lo que estaba habituado a los aparejos y cómo funcionan”.
   Rodríguez conocía lo básico, pero le entusiasmó lo mucho que han avanzado los sistemas. “Los avances han sido increíbles en los últimos años. Incluso llegué a olvidar en ciertos momentos que rodábamos con cámaras 3D en Alita porque ya no te ralentizan el trabajo en absoluto” dice.
   Tanto Cameron como Rodríguez comparten la visión de que el 3D es simplemente otra herramienta en la caja de herramientas del realizador—una herramienta potentemente inmersiva al servicio de la historia. El montador Stephen Rivkin, nominado al Oscar® por Avatar, concluye: “Jim siempre ha mantenido que el 3D es un elemento de la historia, no la estrella de la historia”.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD DE HIERRO...
   Desde las fases más iniciales en las que se imaginaba Alita, James Cameron tuvo la visión de insertar a los espectadores en el tumulto de la Ciudad de Hierro, una ciudad del siglo XXVI aturdida aún por una guerra ocurrida 300 años antes pero que rebosa vida. Siempre se imaginó un lugar con muchas capas y abundantes contrastes, una especie de lejano oeste repleto de cíborgs, delincuencia desenfrenada y cazarrecompensas. Pero también es un lugar en el que Alita podrá experimentar la emoción de descubrir el amor, la euforia, la vida en la calle, la inspiración de cambiar la ciudad para mejor. No importa lo dura que se haya vuelto la vida en la Ciudad de Hierro, el instinto humano que busca la diversión, el arte, la ambición y la alegría, sigue presente.
   “La Ciudad de Hierro es el lugar donde personas de todo el mundo se han reunido en busca de un lugar seguro. Es una especie de barrio bajo improvisado en la sombra del mundo altamente tecnológico que existió allí antes de la guerra. Es peligroso, pero también tiene una energía maravillosa y caótica” dice Cameron.
   La Ciudad de Hierro evoca toda una historia de evolución e involución, con pistas de sofisticada tecnología que ha caído en declive. “Se nota la disparidad entre la tecnología creada antes de la guerra, que sigue en uso, y las condiciones de vida que ahora han de soportar las personas” dice Cameron.
   Por razones técnicas que tienen que ver con la capacidad de Zalem de forma aparentemente “mágica de flotar en el firmamento sobre la bulliciosa y sobrepoblada Ciudad de Hierro y el elevador espacial que en su momento la conectaban con la tierra, Cameron eligió ubicar la Ciudad de Hierro como una ciudad tropical sudamericana, pero más en plan de crisol de civilizaciones y no representativa de una nación en concreto. Esa idea le pareció interesante a Rodríguez. “Kishiro no ambientó a Alita en Asia”, apunta. “Había pensado en Kansas, pero hace años Jim se dio cuenta de que, por razones de ingeniería científica, la Ciudad de Hierro tendría que haber estado mucho más cerca del ecuador. Eso me encantó porque al instante aporta más color y riqueza que habitualmente presentan las historias de ciencia ficción. La Ciudad de Hierro no es gris ni aburrida. Es abierta, vibrante, y diversa”.
   La construcción de la Ciudad de Hierro comenzó en papel. Los primeros dibujos artísticos comenzaron hace diez años y se hicieron muchísimos. Ben Procter y Dylan Cole, codirectores de producción de las secuelas de Avatar, asumieron el reto de ser supervisores del diseño conceptual para Alita: Ángel de combate. Dice Procter: “Las instrucciones que teníamos para la Ciudad de Hierro eran dotarla de mucha energía, intensidad, arte urbano y arquitectura clásica y atemporal con influencias de la alta tecnología previa a La Caída”.
   Añade Cole: “Nos parecía importante que la Ciudad de Hierro tuviera una cultura futurista distinta. Hemos visto mucha lluvia y luces fluorescentes en la ciencia ficción y es insuperable Blade Runner en este sentido. Queríamos un tono completamente distinto. Hemos creado una estética polvorienta y bañada por el sol que sugiere que la vida sigue a pesar de la opresión que sufren estas personas”.
   El arte conceptual conmovió a todos los que lo vieron, pero la tarea de transformar las atrevidas y líricas ilustraciones en decorados funcionales en los estudios Troublemaker sería de enorme envergadura. Por eso Rodríguez contó con un equipo al que no le intimida ninguna misión creativa: el director de producción Steve Joyner y su colega Caylah Eddleblute, que han trabajado con Rodríguez desde Abiertos hasta el amanecer. Dice Rodríguez: “Steve y Caylah averiguaron cómo transformar el estudio exterior de Troublemaker en una ciudad con texturas que cobró vida por sí misma. Emplearon secretos y trucos para hacer que ocho calles parecieran una ciudad. Esto imprimió mucho realismo, sentando las bases de Alita en una realidad palpable que necesitábamos”.
   La cordial relación laboral que mantienen con Rodríguez supuso una gran ventaja. “Sabíamos de entrada que Robert le da mucha importancia a la profundidad de campo. Sabíamos que quería una ciudad que pareciera no tener fin” dice Joyner. “Por lo que teníamos que crear un enramado de calles, callejuelas, y corredores interconectados. Al final los decorados eran tan complejos que había esquinas que aún Caylah y yo desconocíamos”.
   Los platós eran muy exigentes en cuanto a logística se refiere, cada espacio tenía que ser construido para acomodar el proceso de captura de movimiento. Pero la prioridad era otra: generar un entorno lo suficientemente visceral como para transportar a los actores a otra realidad.
   El planteamiento de Joyner y Eddleblute para abordar el futuro se puede resumir en una frase: “¿Cómo será el futuro? Pues como el pasado, pero con las capas futuras superpuestas”. Desarrolla Eddleblute: “Los tiempos cambian, pero muchas cosas se mantienen. La película está ambientada cientos de años en el futuro, pero si te fijas en cómo era la vida hace 400 años, la gente se seguía sentando en una silla para tomar el desayuno, como hacemos nosotros. Pensamos mucho en cómo incluir artículos cotidianos que hicieran accesible el mundo de Alita y con los que nos pudiéramos identificar en la actualidad”.
   Joyner y Eddleblute comenzaron forjando un entorno imaginario documentándose en Panamá y en Cuba, empapándose de la arquitectura colonial, la energía cosmopolita, los barrios y la fusión del pasado y el presente. A continuación, se imaginaron qué ocurriría si una ciudad sudamericana recibiera de repente ciudadanos de cada punto del planeta. “Puesto que acudieron a Ciudad de Hierro tantas personas después de la guerra, tenía que ser una amalgama de todas estas culturas” dice Joyner.
   Cuando llegó el momento de levantar la ciudad, reclutaron a más de 200 carpinteros, pintores, yeseros y artesanos para darse cita en Austin para una aventura sin precedentes. “Una construcción así te pasa una vez en tu carrera” dice Joyner, “y la sensación que teníamos era la de compartir un gran regalo”.
   Landau recuerda la primera visita al set de Kishiro, el creador de Alita. “Kishiro es un hombre de pocas palabras, pero cuando pisó el set de Ciudad de Hierro, su sonrisa de oreja a oreja lo decía todo”.
   Uno de los primeros entornos que vemos en Alita: Ángel de combate es el desguace donde el Dr. Ido encuentra a la desechada Alita. Es el origen de la fábula por lo que tenía que tener un eco mítico por lo que Joyner y Eddleblute edificaron cuidadosamente el desguace con chatarra metálica y mecánica rescatada de una chatarrería militar en San Antonio. “Metimos chatarra de distintos tamaños desde metal a materiales más delicados, era una lluvia de chatarra” dice Eddleblute.
   La clínica y el laboratorio de Ido parecen improvisados, no son espacios muy tecnológicos y esto se hizo con intención. “Se trata de un espacio abierto que en su momento pudo ser un hotel o un banco” describe Joyner. “Ahora lo es todo para Ido: su domicilio, despacho, cocina, y quirófano, todo en un mismo espacio, algo que por otra parte es muy centroamericano, y nuevamente, le confiere a Robert lo que más le gusta: profundidad”.
   El laboratorio de Chiren contrasta con el de Ido, poniendo de relieve sus distintas filosofías. Él transformó su pena en ayudar a los demás mientras que ella ansía poder para dejar atrás definitivamente a la Ciudad de Hierro. “La clínica de Ido es desordenado mientras que Chiren gana buena pasta” dice Eddleblute. “Vive con Vector en un ático con lo mejorcito de la Ciudad de Hierro, pero también es un espacio tremendamente frío. No hay cariño, todas las líneas son duras y severas”.
   Y cómo no podía ser de otra manera hablemos del Bar Kansas, favorito entre los fans, donde se dan cita los guerreros y cazadores del manga (bautizado así en honor a la banda de rock progresivo de los 70), que se imaginó nuevamente para ser el escenario de una pelea entre cíborgs. “El Bar Kansas es parte del canon del libro” apunta Joyner. “Solo que en libro el bar está soterrado y eso lo hemos modificado. Nos inspiró una representación del arte conceptual donde el Kansas se había edificado en los huesos de un antiguo monasterio. Nos pareció una forma muy chula de acercar lo viejo y lo nuevo”.

LA ACCIÓN DEL SIGLO XXVI: EL MOTORBALL...
    Si hay una obsesión que une a todos los habitantes de la Ciudad de Hierro esta es Motorball: el glamuroso y brutal deporte gladiatorio cuyos campeones son los héroes de lo que de otra manera sería una ciudad desesperad. Se disputa sobre ruedas impulsadas por cohetes. Es un cara a cara entre poderosos cíborgs provistos de cadenas, clavos, espadas y corazas, que recorren a 160 km por hora las cerradas curvas de un circuito repleto de trampas diseñadas para destruirlos en pedacitos. Los vencedores del Motorball no solo adquieren la máxima popularidad cual estrellas del rock en Ciudad de Hierro, sino que, además, optan a la posibilidad de ascender a Zalem y vivir por siempre allí. Jon Landau describe así el Motorball: “NASCAR + la Federación Internacional de Lucha Libre + Artes marciales mixtas tomando esteroides.”
   En Ciudad de Hierro no hay quien se pierda el Motorball. Los chavales juegan una versión callejera del Motorball. Así es como Alita se acerca al deporte. Después, ya con su cuerpo Berserker, Alita hace una prueba para acceder a la segunda división del Motorball de Ciudad de Hierro. “Todo le resulta nuevo a Alita, pero al final se convierte en la LeBron James del Motorball,” dice Salazar. “Y eso me encanta, porque los cíborgs masculinos se chulean de ella: ‘¡Mírame, soy alucinante!’ Pero todos acaban sucumbiendo ante ella”.
  Para las secuencias del Motorball, la producción reclutó un cuarteto de los mejores patinadores en línea del mundo para afrontar las acrobacias tipo parkour que requerían dichas escenas. Con todo y con eso, los personajes profesionales del Motorball tuvieron que ser diseñados por ordenador prácticamente en su totalidad porque simplemente no hay forma humana de moverse de esa manera. “Algunos de nuestros personajes no se comportan como humanos, por lo que tampoco se puede captar su movimiento” aclara Richard Hollander.
   El director artístico Todd Holland se hizo experto del deporte ficticio, yendo más allá de la inspiración del manga al diseñar su puntuación y reglas. “El Motorball no va de encestar ni de hacer gol, todo gira en torno a la posesión” explica Holland. “Cuanto más tiempo tienes posesión del balón, más puntos haces. Son equipos de siete personas, pero también hay una versión más destructiva en la que todos compiten contra todos, y esta es la modalidad que experimenta Alita cuando realiza su prueba”.
   Lo que Alita supone una simple prueba se convierte en realidad en una persecución a muerte. Rodríguez le pidió a todo el equipo que viera películas de carreras de motor para preparar la vertiginosa fotografía de esta secuencia, pero una vez que las cosas empiezan a salir volando del circuito, ya no había precursores para esta clase de acción. “La persecución en la carrera del Motorball es una de mis secuencias preferidas” dice Rodríguez. “La acción ya es trepidante cuando el Motorball es un simple juego, pero rápidamente se convierte en una cacería en la que los cíborgs pretenden aniquilar a Alita”.
   La acción, que abarca desde un arte marcial de otro planeta, el Panzer Kunst, diseñado para entornos de gravedad cero, a las estrepitosas colisiones del Motorball, se incorpora en el tejido mismo de Alita. El coordinador de escenas especiales Garrett Warren, quien colaboró con anterioridad tanto con Cameron como con Rodríguez, orquesta este trabajo. “Garrett es de los que te pregunta lo que quieres y luego lo multiplica por cuatro” dice Rodríguez. “Y eso es precisamente lo que necesitábamos”.
   Warren dice que la veracidad fue la base de su trabajo—esto explica que prácticamente todo lo que se ve en la pantalla parte de movimientos reales y no animados por ordenador en postproducción. “Aunque Alita y los demás cíborgs son cuerpos animados, lo hicimos todo de verdad, porque hace una gran diferencia el tener a una persona pataleando, saltando, y volando por los aires”, explica. “Combinar gestos de imagen real con la tecnología de captura de movimiento lleva al espectador a terrenos nuevos en la acción. Estamos abriendo la caja de Pandora en lo que a imaginación se refiere en la realización cinematográfica”.
  Warren trabajó en tándem con el coordinador de escenas de pelea Steve Brown, conocido por su trabajo en Wonder Woman. Brown se vio obligado a pensar más allá de su ya de por sí enorme abanico de posibilidades enfrentando desafíos tales como entrenar a un especialista de dos metros de altura a luchar en zancos para capturar digitalmente los gestos de Grewishka.
   Asimismo, representó una oportunidad para Brown de crear un estilo de lucha tremendamente salvaje, dinámico y original para Alita, recordando que dicho estilo evolucionó en un mundo ajeno a la gravedad del nuestro. “La idea viene siendo que cuando Alita lucha todo su cuerpo se convierte en un arma. No se divide en manos o pies, sino que su cuerpo es una unidad permitiéndole por ejemplo rebotar en distintas superficies, creando velocidad para hacer más fuertes sus golpes” dice Brown.
   El estilo y la habilidad de Alita también evolucionan en el transcurso de la historia al descubrir su identidad. “Su seguridad en su estilo de lucha aumenta. Y cuando se halla en su cuerpo Berserker es como si todo encajara a la perfección. Ya no existen límites” dice Brown.

LAS CAPAS DE LA EMOCIÓN...
   Una de las últimas capas de la creación es la musical, incluyendo el nuevo sencillo “Swan Song,” compuesta en parte e interpretada por la doble nominada al Grammy® Dua Lipa. Dice Dua Lipa respecto a la inspiración de Alita: “Me veo un poco a mí misma en ella, tanto en su espíritu guerrero como en el corte de pelo. Alita representa a una chica empoderada y que lucha por ser quién es, y son dos cosas con las que me identifico”.
   Y por supuesto contamos con la partitura de Tom Holkenborg conocido como Junkie XL, el productor holandés y colaborador cercano de Hans Zimmer y toda una referencia en la acción. Rodríguez dice que supo que tenía que él el compositor tras escuchar su emblemática partitura en la trepidante Mad Max: Furia en la carretera de George Miller. “Junkie XL crea música propulsiva” dice Rodríguez. “Su música puede conducir una gran secuencia de acción, pero también introducirte en el alma de un personaje. Sentí que sería capaz de aportar tanto el ‘combate’ como el ‘ángel’ a Alita”.
   Alita siempre busca nuevas mezclas y contrastes—el combate y el ángel, lo real y lo digital, los estilos de Rodríguez y de Cameron. Para Jennifer Connelly, el resultado final es la unión de las sensibilidades de ambos cineastas. “Por una parte la emblemática escala de fantasía que todos asociamos a Jim, pero también el juego, la diversión, y una dosis de subversión y humor negro, todo lo que nos gusta de Robert” dice la actriz.
   Cuando Rodríguez aportó el toque final a una película que había comenzado casi veinte años antes siendo un sueño de Cameron, la expectación era máxima. Tras la visualización, los dibujos, el diseño, el rendering, la interpretación, la captura, los ajustes, todos estaban ansiosos de que el mundo conociera a Alita.
   El único deseo de Rodríguez es que los espectadores salgan del cine sintiendo una conexión emocional con Alita y con la película más que preguntarse cómo se consiguió la inmediatez de este mundo foto realista de la imaginación. “En el centro siempre estará Alita y su viaje, es algo muy humano” dice el director. “Y esto es precisamente lo que Alita consigue. Puede que haya perdido mucha de su memoria, pero ha encontrado su humanidad, y esto es lo que importa”.

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