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INFORMACIÓN
Titulo original: Ad Astra
Año Producción: 2019
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 122 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Género: Thriller, Ciencia ficción
Director: James Gray
Guión: James Gray, Ethan Gross
Fotografía: Hoyte van Hoytema
Música: Max Richter
FECHAS DE ESTRENO
España: 20 Septiembre 2019
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
20Th Century Fox


SINOPSIS

El astronauta Roy McBride viaja a los límites exteriores del sistema solar para encontrar a su padre perdido y desentrañar un misterio que amenaza la supervivencia de nuestro planeta. Su viaje desvelará secretos que desafían la naturaleza de la existencia humana y nuestro lugar en el cosmos...

INTÉRPRETES

BRAD PITT, TOMMY LEE JONES, DONALD SUTHERLAND, RUTH NEGGA, JAMIE KENNEDY, GREG BRYK, KIMBERLY ELISE, RAVI KAPOOR, LOREN DEAN, DANIEL SAULI, ANNE McDANIELS, LISAGAY HAMILTON, JOHN FINN, ELISA PERRY, VIVIAN FLEMING-ALVAREZ

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EL GÉNESIS DE AD ASTRA...
  El director, productor y guionista James Gray recuerda la inspiración inicial que le supusieron las lecturas sobre el premio nobel de física Enrico Fermi, conocido como el arquitecto de la Era Nuclear, quien pensó en su momento que había una posibilidad del 90 por ciento que se produjera la destrucción de la parte sudoeste de los Estados Unidos tras la primera división del átomo.
  «No sabían a ciencia cierta que la reacción en cadena se detendría», explica Gray. «Me resultó profundamente alarmante, y pensé: ¿y si no tuvieras nada que perder y estuvieras en lo más profundo del espacio? Hay un sinfín de experimentos a los que podrías someterte o te atreverías a realizar».
  «Luego me puse a pensar sobre El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad y la película Apocalypse Now. Así surgió la idea. Tiene su origen en El corazón de las tinieblas y el intento de rescatar las imágenes y el clima de las misiones Apollo y Mercury».
  El coescritor de Gray en AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS es Ethan Gross, su compañero de clase en la escuela de cine de la Universidad del Sur de California y uno de los colegas creativos con los que ha trabajado en muchas de sus películas.
  Explica Gross: «La idea era que el personaje emprendiera un viaje transformador. Como en 2001: una odisea del espacio que hace eco de la Odisea homérica. Y Apocalypse Now que evidentemente sigue la tradición de El viaje del héroe de Joseph Campbell».
  Dice Gray: «Se han hecho grandes cintas de ciencia ficción, pero ¿cuántas de ellas te conmueven realmente? Quería hacer algo distinto de la mayoría de las cintas de viaje espacial que muestran una visión algo positiva del encuentro con seres extraterrestres, representaciones benevolentes de la vida inteligente o al menos seres que se interesan por conocernos. Mi meta es hacer lo contrario y plantearme la pregunta: ¿y si no hay nada? ¿Y si hay tan solo un vacío inmenso que somos incapaces de asimilar?»
   «Estaba ansioso por explorar el hecho de que, como seres humanos, no estamos hecho para el espacio. No estamos diseñados para flotar a 400 kilómetros de la atmósfera. No estamos hechos para eso y nunca lo estaremos. Eso tiene un precio».
  Recuerda Gray: «Había leído una cita de Arthur C. Clarke (autor de 2001: Una odisea espacial) que dijo: Existen dos posibilidades: que estemos solos en el universo o que no lo estemos. Ambas son igual de terroríficas. Y pensé: bueno, nunca he visto una película donde estemos solos. Y pensé que unir esa idea con una persona que lleva a cabo experimentos en el espacio, muy peligrosos, por cierto, y así empezó a surgir la historia. Enviarían a alguien a intentar negociar con esta persona, pudiera ser un relato paternofilial, y así se fueron formando las ideas en mi cabeza».
  Gray, que considera AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS una ciencia futura real y no ficción precisamente, dice: «Pensé que la idea del viaje espacial es hermosa y apabullante a partes iguales. Estoy totalmente a favor de la exploración espacial y de las misiones a marte. Pero a veces la exploración sirve también de vía de escape. Yo espero que algún momento lleguemos a valorar tanto la exploración como nuestro planeta tierra. La tierra y la conexión humana merecen ser preservadas a toda costa».
  Dice Gross: «Esta película no es el futuro, es un futuro. La historia no es necesariamente el futuro que pensamos es el que nos espera, no es una cinta predictiva. Simplemente es una película sobre qué podría ocurrir si la exploración espacial continuase y si pobláramos la luna, marte, y otros planetas».
  «Esta película es casi una extensión de la tecnología espacial de los años 60 y 70, una especie de progresión, un salto al futuro sin muchos de los elementos que figuran en muchas de las cintas de ciencia ficción de nuestros días».
  Gray reconoce que su visión del progreso es optimista y que se resiste a hacer películas que muestren un futuro distópico en el que todo es espantoso. «Tampoco quiere hacer una película que exprese que el futuro será de color de rosa».
«Creo que será muy parecido a la vida actual, pero con más gadgets».
   «Nos documentamos exhaustivamente para que fuera creíble y precisa científicamente, en la medida de lo posible. Pero la historia ha sido siempre el motor de la película».
  Se basaron en sus propias experiencias en la creación del protagonista, Roy.
Dice Gray: «A mi modo de ver Roy es una extensión de prácticamente todas las personas que conozco, incluido yo mismo, que nos dirigimos a alguna parte, pero no sabemos con seguridad hacia dónde. Roy cree que sabe lo que quiere y en parte lo ha conseguido, pero tiene una carencia brutal. Tiene un vacío en su interior que no es capaz aún ni de explicar con palabras».
  «El fin de la película es cómo llenar ese vacío. Trata de la soledad, de lo solo que está, posee mucha información, pero no puede comunicársela a otras personas, que por otra parte ni siquiera las conoce, porque así lo desean todos y cada uno de ellos. A mayor conexión, mayor riesgo, mayor peligro para la misión y mayor peligro para él personalmente. Conoce a otras personas, pero no le interesan las realidades de los demás».
  Explica Gross: «Roy se siente pleno y vivo cuando está en la parte superior de la atmósfera terrestre, cuando está fuera, explorando. Es ahí donde se siente vivo. Mantiene una relación con una mujer, Eve, que le quiere y parece que él también la quiere, pero hay un estorbo, algo dentro de él que le hace alejarla de su vida».
  «Y esto viene por su padre. El abandono que sufrió por parte de su padre años atrás le hace incapaz de cultivar la intimidad en sus relaciones personales, al igual que le pasaba a su padre».
  Dice Gray: «No solo está solo, sino que además es solitario. Prefiere aislarse. En la primera parte de la película tiene que asumir eso, y de hecho si no puedes expresarte a los demás, si tienes que guardar secretos, esto produce ansiedad, el ser incapaz de mostrar quién eres».
  Durante su misión Roy se somete continuamente a una monitorización, y no solo de sus constantes vitales.
Explica Gray: «La idea era plasmar su estado psicológico, y seamos sinceros, en estas circunstancias donde las posibilidades pueden ser catastróficas, y la necesidad de saber quién era su padre, y todo ello sobre el telón de fondo de abandonar la tierra, la terra firma. Es mucho lo que tiene que asimilar y creo que el personaje toca fondo. Su estado psicológico está en riesgo mucho más que su integridad física».
  Añade Gross: «En el camino recorrido Roy comprende que en cierta manera se está convirtiendo en su padre y tiene que detener ese proceso. Roy no quiere ser como su padre, una persona que huye de su humanidad. Finalmente descubre que desea volver a la tierra, ser padre, ser una persona con sentimientos, que se relaciona con los demás, que no teme a la intimidad interpersonal».
  La inspiración para el personaje de Clifford viene de Conrad y de Melville.
Dice Gray: «Soy un gran fan de Moby Dick, y siempre pensé que McBride es un poco como Acab. Le ha llegado a obsesionar su ballena blanca y no desiste en su búsqueda de esos alienígenas buenos que iban a rescatarnos y a dar respuestas a nuestras preguntas».
  Explica Gross: «Clifford, el padre de Roy, ansiaba ser la primera persona en descubrir vida más allá de nuestro planeta y han pasado años y la mayor parte de los integrantes del Proyecto Lima se han desilusionado pensando que no hay señales de vida».
  Pero Clifford es arrogante y obstinado, no se rendirá. Se quedará ahí fuera, incluso cuando hayan muerto cada uno de sus compañeros, y seguirá buscando vida en el cosmos».
  Claramente, no hay nada que le interese en la tierra. Tampoco le importan las vidas de sus colegas científicos en el Proyecto Lima ni ninguna otra cosa».
  Cuando Roy conoce a Helen Lantos, quien ha pasado toda su vida en marte en un hogar soterrado, se produce un antes y un después en su camino.
  Explica Gross: «Ella es la otra cara de la moneda del personaje de Roy. Es huérfana precisamente por el Proyecto Lima. Sus padres la dejaron en marte tras alistarse en la expedición de Clifford McBride. Dicho abandono produjo en ella mucho dolor y rabia, pero a diferencia de Roy, ella no lo ha reprimido. Esos sentimientos la han acompañado todos los días de su vida y está aprendiendo a vivir con ello y eso le llama la atención a Roy».
Dice Gray: «Pero ella sí se interesa por la gente de su entorno. Nadie le dice nada. Roy es la única persona que ha sido honesta con ella. Ella, a su vez, también es sincera con él. Roy no tiene en su vida a muchas personas así».
  «Así se forma un vínculo entre ellos que, aunque no es amoroso, es lo que le lleva a él a hacer algo desesperado, y lo que le lleva a ella a ayudarlo a abordar el Cepheus y llegar a Neptuno, aunque le cueste su trabajo y puede que más».
  Para proporcionarle información a Roy y desvelarle la forma de ser e intenciones de su padre, Gray y Gross crearon el personaje del coronel Pruitt, un viejo amigo de Clifford que acompaña a Roy en la misión. Pruitt sabe lo que le ha pasado a su padre y lo que SpaceCom pretende hacer en realidad y representa la conexión humana que siempre le ha faltado a Roy y sin la que se ha acostumbrado a vivir.
   Gray nos habla de Pruitt: «No puede acompañar a Roy en su viaje. Como espectador quieres que lo haga, que vaya con él, que lo proteja a Roy de alguna forma, pero es débil y no puede».
  AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS tuvo una gestación larga, algo no inusual para un proyecto de James Gray. En algún momento entre Two Lovers (2008) y El sueño de Ellis (2012), Gray y su coescritor Ethan Gross hablan sobre la idea de escribir una película ambientada en el espacio. Trabajan de forma interrumpida en el guion en los años siguientes, cuando Rodrigo Teixera y su RT Features se cruzan en su camino para el desarrollo del guion.
  En 2016 Brad Pitt accede a protagonizar y producir y a partir de ahí el proyecto coge velocidad. La productora de Pitt, Plan B, con su acuerdo de colaboración con New Regency, proporciona la financiación y distribución mediante Twentieth Century Fox, y Bona Film Group la cofinancia con derechos de distribución en China continental, Taiwán, Hong Kong y Macao.
  En agosto de 2017 arranca la producción.


EL ELENCO...
   Para Gray fue una «agradable sorpresa» que Brad Pitt accediera a interpretar a Roy McBride.
Recuerda Gray: «En varias ocasiones en los últimos años Brad Pitt y yo habíamos intentado trabajar juntos en algunas cintas, pero por cuestiones de horarios y tiempos, nunca pasó. Estaba feliz cuando se comprometió al horario del rodaje».
   Asegura Pitt: «Siempre me ha gustado el cine de James. Porque nace de su profundo conocimiento de la historia del cine. Su narración siempre contiene un elemento clásico, muy elegante, y eso es algo propio de los grandes».
   «En las primeras conversaciones que mantuvimos hablábamos de lo que supone la conexión emocional, sobre todo para un hombre. Y de qué estamos hablando en el caso de un ser humano con pocas o ningunas habilidades para relacionarse socialmente. En cambio, se siente capaz cuando está en una torre en el espacio, en esa situación de peligro sí. Pero la intimidad le cuesta más».
   «Presenciamos cómo Roy en este momento de su vida se da cuenta de que esto ya no le funciona y empieza a ser consciente de ello. Y eso unido a encajar la posibilidad de que su padre sigue con vida. Tanto para James como para mí, era una cuestión de vulnerabilidad. ¿Qué es la vulnerabilidad? ¿Qué es la fortaleza masculina? ¿De dónde viene? Y nuestra conclusión, o al menos a lo que aspiramos, es que la fortaleza viene de la vulnerabilidad».
   «La auténtica seguridad viene de ser capaces de reconocer nuestros defectos, nuestros errores e inseguridades, en lugar de intentar ocultarlos. Ser abiertos. Y en mi experiencia he encontrado mucha paz y también fortaleza manifestando esta vulnerabilidad y apertura, algo que sin duda es contrario a la crianza de mi padre, por ejemplo».
   Estas son algunas de las conclusiones de aquellas primeras conversaciones con James Gray, y por eso me pareció tan interesante lo que quería hacer», explica Pitt.
  Según Gray: «Brad se fija en todo. Es muy perceptivo y un gran amigo del director, no solo porque también es productor como es el caso en esta película, sino porque además es un actor al que le gusta ayudar. No solo le interesa su papel, le interesa toda la historia».
   «Su figura es interesante porque es una estrella del cine con el atractivo y el carisma propios de una estrella, pero encierra cierta ambivalencia. Es un actor excelente y con muchísimo talento. Es muy sutil, encaja maravillosamente bien la dirección que puedas darle, y luego lo amplía y lo transforma en otra cosa. Parece que le sale solo, sin esfuerzo, como Jimmy Stewart o Spencer Tracy. Parece que no están actuando. Pero la interpretación es increíble, simplemente que no ves todo el trabajo que hay detrás».
  «No digo que no se esfuerce, ojo», dice Gray entre risas, «simplemente que parece que le sale solo, y eso es muy, muy gratificante para un director».
  «Ha sido espectacular trabajar con Brad. Es brillantemente perceptivo y un actor fabuloso. Emocionalmente es muy generoso, también por el tiempo que te dedica. Ha sido un placer».
  De AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS dice Pitt: «Es una cinta que creo tiene sus raíces en las películas de los 70, me parece que toda la obra de James viene de ahí. Es decir, es contemplativa. Tiene su desarrollo. Hay grandes momentos de acción y de espectáculo que cuando lo ves en el cine te quedas boquiabierto».
  Para encarnar al reverenciado y enigmático padre de Roy, Clifford, los realizadores contaron con el actor ganador del Oscar® Tommy Lee Jones.
Dice Jones: «Me encanta la ciencia ficción, y pensé que esta historia y este guion eran alucinantes».
  Jones califica a su personaje así: «es un gran astronauta y explorador, y se convierte en un hombre peligroso. Un hombre perdido».
Dice Gray: «Tommy Lee Jones es pura intensidad y es una leyenda. Es una fuerza explosiva. Es peligroso. Le pones delante de la cámara y el resultado es espeluznante».
  «En el caso de Tommy Lee es un proceso interior, el trabajo con él, la dirección es, por necesidad, muy simple, muy concisa, los ajustes muy precisos, luego te mira un segundo y dice: vamos a intentarlo».
  «Y cuando hace una toma, con tu ajuste, es hermoso, está muy preparado y es muy preciso, y hará exactamente lo que le pidas, y hará lo que él cree que tiene que hacer. Y como he dicho, su vida interior está muy presente en la pantalla. Te hace sentir cuando lo ves en la pantalla la oscuridad de una forma real y hermosa. Es fantástico».
  Dice Pitt: «Tommy Lee Jones es perfecto para encarnar a Clifford, por su peso, su presencia. Se lo conoce por su inteligencia, sus altas capacidades, y da la talla. Su actitud. Es un maestro. Un absoluto maestro. Deja una huella indeleble en las películas».
  Dice Jones: «Me ha gustado trabajar con James y Brad. Me lo he pasado muy bien. Ha sido una gran aventura. Una aventura feliz».
Para el personaje de Helen Lantos, los realizadores eligieron a la candidata al Oscar® Ruth Negga, compañera de Brad Pitt en Guerra Mundial Z y Doce años de esclavitud de Plan B. Fue un placer para la actriz reunirse con ellos y estaba ansiosa de trabajar con Gray, quien pensó que Ruth aportaría las cualidades idóneas a Helen para asentar las bases de la película y servir de catalizador para alentar a Roy a ser más empático y compasivo.
   Dice Negga: «Mi papel es muy condensando y pequeño. James quería que Helen representara el fundamento de la experiencia humana, a pesar de que tiene poca presencia en la película».
  Explica Gray: «Para Helen, una mujer que nace y crece en Marte, necesitas cierta emocionalidad, una capacidad de conexión con los demás. Había visto a Ruth en Loving y pensé que estuvo maravillosa y aquí es extraordinaria, tiene tal profundidad. Es una actriz interesante y asombrosa».
   Uno de los veteranos más respetados y admirados de la pantalla, Donald Sutherland, interpreta al coronel Pruitt. Al igual que Negga, su papel es relativamente pequeño pero decisivo, y Sutherland se entusiasmó con la posibilidad de unirse a Pitt y a Grey en «algo que merece la pena ver y que te deja pensando mucho tiempo después de haberla visto. Hacer una película que te hace pensar es maravilloso» sentencia Sutherland.
   Dice Gray: «Donald es un actor brillante. Al igual que Tommy Lee, está muy preparado, pero la diferencia es que Donald no trabaja desde un proceso interior, sino que le gusta mucho el estímulo exterior».
  «Quiere conocer tu punto de vista, busca el diálogo, le gusta que haya un ambiente abierto en el set».
Dice Pitt: «Para mí ha sido un auténtico placer trabajar con el gran Donald Sutherland. Ha trabajado en muchas de mis películas preferidas. Contar con su experiencia, su conversación, ha sido monumental para mí. Es increíblemente generoso».
  Del trabajo con Gray, dice Sutherland: «James es un encanto. Te deja hacer, te da el espacio de encontrar tu lugar, luego te da dirección, un toquecito, hasta conseguir lo que quiere. Es muy listo, y te lo pasas genial con él. Es un honor estar al servicio de su visión, su deseo, y de su ambición. No he trabajado con nadie igual. Ha sido extraordinario”.
  Liv Tyler (El Señor de los Anillos, Armageddon) aparece como la ex pareja de Roy, Eve, a quien vemos sobre todo en recuerdos.
Completan el elenco Donnie Keshawarz («Forever», «Daños y prejuicios»), Loren Dean («Mula», «Anatomía de Grey»), Kimberly Elise («El justiciero», «Hellbent»), («The Good Fight», «The Blacklist: Redemption» y Bobby Nish («Hijos de la anarquía», «Southland») para los papeles de la tripulación del Cepheus: el capitán Lawrence Tanner, el teniente Donald Stanford, la experta en navegación y geóloga Lorraine Deavers y el médico Franklin Yoshida, respectivamente.

LOS EXPERTOS...
  No se puede hacer una película de ciencia futura real sin datos reales de los expertos.
Para ello, los realizadores acudieron a la NASA, además de a otras agencias espaciales.
   El astronauta jubilado Garrett Reisman, quien pilotó dos misiones espaciales a la estación espacial internacional (2008, 2010) fue una de las primeras fuentes al que Gray acudió en busca de información de los viajes espaciales. Aunque estuvo presente en el rodaje únicamente para las escenas y ámbitos de su competencia, también acompañó a Gray durante la escritura del guion.
   «Muchos de nosotros ahora estamos pensando sobre la viabilidad de establecer una presencia humana sostenible en otro planeta de nuestro sistema solar, en concreto el planeta rojo, y evocamos la maravillosa utopía que sería. Creo que hay que pensarlo bien porque, ¿y si no fuera la utopía deseada? ¿Y si es una distopia?»
  «Y si superamos las limitaciones de la gravedad con nuestros cohetes y avanzada tecnología de transportes y llegamos a otro planeta y nos llevamos también nuestros defectos? ¿Y si no sale bien? James explora esa cuestión en esta película».
  Otra valiosa fuente de información fue el ingeniero aeroespacial Robert Yowell, un profesional con más de 30 años de experiencia en el Programa Espacial, comenzando en 1989 como ingeniero de la NASA.
  «James quería el máximo realismo en la medida de lo posible», dice Yowell. «Leí el guion y le hice un par de sugerencias. Lo que buscaba con respecto al realismo era la física. Por ejemplo, ¿podría dispararse un arma en la Luna? La respuesta es sí, las armas siguen funcionando en el espacio. Las balas tienen sus oxidantes. Otra pregunta era: ¿podríamos hablar con una persona en Neptuno desde la tierra en tiempo real? Por desgracia, no es posible. Hasta donde sabemos, la velocidad de la luz se mantiene, por lo que habría una demora que se traduce en horas».
   «¿Cómo es la sangre en gravedad cero? ¿Y un cadáver en el espacio cómo sería? Son cuestiones macabras cuando las piensas, pero en algún momento a alguien le tocará enfrentarse a estas situaciones. Y sí, la forma de entender estas cosas es a través de la física».
  «También me preguntó sobre la radiación -nuclear, gamma, de neutrones- y sobre la materia y la antimateria. Nuestras conversaciones fueron siempre muy interesantes y sus preguntas muy meditadas».
   Dice Gray: «Todo el equipo en Lockheed y Martin en particular, nos han ayudado enormemente. Les he preguntado de todo».
Cuando el director se encontraba inmerso en preproducción organizó una «cena para astronautas».
   Invitamos a astronautas y expertos de la NASA, JPL y SpaceX, entre otras empresas. Fue un intercambio de ideas espectacular y me dio qué pensar sobre cómo ven ellos el futuro de la exploración y cuál ha sido su trayectoria y legado. A veces hay que mirar al pasado para vislumbrar el futuro. Aprendí muchísimo».

SOBRE LA PRODUCCIÓN...
   Para Gray: «El trabajo del director es crear el contexto para que otras personas puedan crear y hacer cosas maravillosas. Nuestro director de producción Kevin Thompson siempre hace diseños basados en algo tangible y comprensible. Nos fijamos en Skylab y en la Estación Espacial Internacional, en el interior de las naves espaciales y luego las actualizamos. Volvemos a la misma idea de ciencia futura real».
   «El trabajo de Kevin ha sido brillante, pero por eso mismo ha entrañado dificultades porque estábamos rodando en espacios reducidos, y esa es la meta porque así es en realidad. Y tuvimos que construir los decorados dos veces para tener una versión horizontal y otra vertical. Hubo momentos donde Brad estaba colgado en un arnés a más de nueve metros de altura y la cámara estaba situada debajo. Parecía gravedad cero, pero el trabajo fue arduo».
   Para Thompson, el atractivo radicaba en que «el guion era muy existencial y no la típica película de ciencia ficción», recuerda el diseñador.
«A James le gustaban los detalles de la Estación Espacial Internacional y los espacios pequeños, claustrofóbicos que habitan los tripulantes. El aspecto humano era muy importante para él. Se negaba a presentar el futuro en clave de fantasía de crucero espacial».
   «Le provocaba curiosidad los primeros proyectos americanos que forman parte de la historia de la NASA. Sabe cómo son las naves espaciales. Comprende la sensación del ser humano y su enorme soledad fuera de la nave espacial, lo pequeños que somos en relación con la galaxia».
   Una de las referencias más fuertes que Gray le sugirió a Thompson fue el documental For All Mankind con sus contrastes extremos. «James es muy visual», dice Thompson.
   Para una película que transcurre en su mayoría en el espacio, AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS tiene muy poca pantalla verde y poca animación por ordenador.
   «Fue intencional, para intentar hacerlo todo físicamente», explica Thompson. «Todos los monitores, las cabinas de mando, los soportes son físicos, encajando con la estética y el estilo de James para la película. Sí que utilizamos algo de pantalla verde para las secuencias exteriores en el espacio».
   Relata Gray: «Lo abordamos desde la autenticidad en la medida de lo posible. Nuestra visión de la luna es una serie de puestos fronterizos más o menos desarrollados. Y para Marte, que es el último puesto fronterizo de la película vimos imágenes de puestos científicos operando actualmente en la Antártida».
   «Cuando haces una cinta de época», explica Thomson: «no todo tiene que ser de la época. Desde el principio repetíamos esta frase: mirar hacia atrás para vislumbrar el futuro. Incluimos artículos de distintas épocas para representar la idea de que la tecnología actual choca con cosas del pasado. Queríamos un estética clásica y atemporal».
  Lo que no verás en AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS son artilugios y armas futuristas. «Damos un paso hacia atrás». Explica Thomson: «los personajes escriben en papel, utilizan sistemas de comunicación antiguos».
   «Queríamos evitar la distracción de la tecnología futurista. El elemento más futurista que tenemos es un escáner pequeño y transparente porque las pantallas son transparentes y proyectamos información sobre ella. Tenemos esas, también tabletas y pantallas planas para la proyección de vídeos. Es mínimo por lo que no se verá desactualizada. Creo que estas pantallas y tabletas estarán con nosotros mucho tiempo».

LA TIERRA, LA LUNA Y MARTE EN LA CIUDAD DE LOS ÁNGELES...
  Para la mayoría de los decorados que representan la tierra, la luna, Marte y Neptuno, los realizadores eligieron rodar en exteriores en lugar de en un estudio. Para ello, emprendieron una búsqueda por todo el condado de Los Ángeles. Thompson, Voy Hoytema y el equipo de exteriores buscaron por todos los rincones entornos compatibles con la visión de Gray.
   El jefe de exteriores Chris Kusiak reconoce que encontrar ubicaciones para AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS fue complicado y que recorrió lugares que no conocía.
   «Precisábamos muchos lugares soterrados y Los Ángeles no es una ciudad que se preste a ello, más bien Nueva York o Pensilvania».
Entre los exteriores figuran unos grandes almacenes abandonados en el centro de Los Ángeles, el mismo edificio donde en su momento estaba la terminal de la línea roja de tren. Un túnel gigante representó el mayor atractivo a los realizadores para hacer las veces del planeta Marte, así como la vía de escape que tomaría Roy para abordar el Cepheus en su próximo paso hacia el Proyecto Lima. También aparecen el Registro Civil de la ciudad, así como la emblemática Union Station.
   Una antigua imprenta de Los Angeles Times en el condado de Orange County hace de la plataforma de lanzamiento para el viaje lunar. Para el ataque pirata de la secuencia lunar, la producción se desplazó a las dunas de Dumont en el desierto de Mojave.
   «La tierra, que solo ocupa una ínfima parte de la cinta, es el único espacio donde hay luz natural, ventanas, y vistas al exterior», dice Thompson. «Además de la carrera en la superficie lunar hacia el SpaceCom, el único lugar en el que están en la superficie es el hotel, donde hay una ventana con vistas al complejo. A partir de ahí vamos bajo tierra».
   «La luna, el vestíbulo lunar y sus respectivos túneles son de hormigón pulido y hormigón sin pulir. La paleta es bastante neutral con tonos grises y pardos porque queríamos reservar el color para Marte».
  «Ha supuesto una auténtica evolución definir cómo sería Marte”. Partimos de edificios más antiguos y extraños. No sabíamos cómo sería exactamente pero sí que tendrían que ser estructuras soterradas. Queríamos huir del cliché, no queríamos hacer algo que ya habíamos visto. Al final acabamos en una estación nuclear abandonada. Queríamos que la iluminación evocara la sensación de una incubadora húmeda».

ILUMINAR EL FUTURO...
   El director de fotografía ganador del Oscar® Hoyte Van Hoytema (Interstellar) se sumó a la producción en la que ha sido su segunda aventura espacial.
   «Llega Hoyte y coge las riendas», dice Gray. «Y se lo agradezco porque había muchas técnicas que ya había hecho en Interstellar que yo no sabía hacer, como grabar la gravedad cero, grabar en decorados horizontales y verticales, y lo hacía con eficacia y efectividad».
   «Tiene un equipo que siempre trabaja con él y que le son fieles a él y a la película. Son increíbles».
El director de producción Kevin Thompson reconoce que la decisión de rodar en analógico en lugar de en digital fue un gran acierto a la hora de captar las atmósferas de los distintos planetas.
   «Con cine analógico captas más imagen y detalles que no son perceptibles en digital. El centro de comunicación con Marte, la rotonda, el recibidor Shunga adquirieron un color atmosférico con una especie de luz anaranjada y grisácea con algo de niebla que aumenta la sensación de humedad».

VESTIR EL FUTURO...
   «Ponte a pensar en el vestuario y una dificultad que tendrás en el caso de la ciencia ficción es que entraña un gran reto porque la ropa se pasa de moda al minuto, da igual lo artista que te pongas con una cremallera o un bolsillo», explica Gray. «Quería fichar a una persona no relacionada con el género, alguien que no te esperarías».
   «Cuando contacté con Albert, me compré un ejemplar de MoonFire, que contiene imágenes de Buzz Aldrin, Neil Armstrong y Michael Collins fotografiados en sus casas, básicamente muestra cómo visten los ingenieros: con cuellos cisne sencillos y camisas a cuadros de manga corta».
   Albert Wolsky diseñador de vestuario ganador de dos Oscars® (Empieza el espectáculo, Bugsy) y cinco candidaturas al mismo premio, dice: «James quería un look banal, casi ordinario. Sabía exactamente lo que quería. Había que encontrar la forma de hacerlo banal y ordinario y sin embargo que transcurriera en cien años, lo cual es difícil porque sabía que los resultados tenían que ser invisibles. Me dejó claro que era importante para él que el vestuario no fuera cargado».
   Una de las exigencias que le marcó Gray a Wolsky era que los trajes espaciales tenían que acercarse a lo que llevó la tripulación del Apollo, y por eso son tan diferentes a otros trajes espaciales de cintas actuales donde se los han inventado por completo.
   «Nos acercamos lo más posible a los originales, que pesaban unos trece kilos y medio. Lo redujimos a seis y medio y la estética sigue siendo auténtica. Los trajes espaciales están provistos de un sistema de ventilación, y han sido confeccionados con materiales que se amplían y contraen en función de la presión y, por supuesto, llevan ordenadores. Cabe un mundo entero dentro del traje espacial. De hecho, incluimos el mismo sistema de ventilación que llevan los astronautas en el espacio para evitar que se cocieran los actores».
   Dice Gray: «Lo que más me gusta de su trabajo es que no te fijas para nada en los trajes. La gente lleva lo que tiene que llevar, y punto, y eso es muy difícil de conseguir en la ciencia ficción».
   Gray resume así la experiencia de hacer AD ASTRA. HACIA LAS ESTRELLAS: «Ha sido un viaje fantástico».

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