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NOTAS DEL DIRECTOR...
Llegué a Nueva York después de toda una vida en Barcelona. El plan era estudiar cine en una de las universidades más prestigiosas del país, donde anteriormente se habían formado cineastas a los que admiro como Jim Jarmusch, Julie Delpy o Ang Lee.
Siempre pensé que no tendría problema en acostumbrarme a la ciudad, al imaginario
cultural americano y a los neoyorquinos.
Pero después de tres años callejeando por Crown Heights me sentía tan español como había llegado.
Me moría de ganas de poner a un europeo y un americano en una sala de estar discutiendo sus respectivas definiciones del amor, la felicidad y la vida.
La comedia romántica es un género que ha estado muy presente durante toda mi vida.
En A Stormy Night tenía la oportunidad de explorarlo desde mi propio punto de vista. Algo que, sin ánimo de generalizar, y por su naturaleza fuera de lo normativo, aún cuesta de ver en los circuitos de cine habituales.
Esta es una historia sobre sentirse extranjero, sobre conectar con lo desconocido, aprender, salir de la zona de confort, enfadarse, y los retos diarios de vivir una identidad no normativa.
Pero, sobretodo, esta es una historia de amor.
Rodamos 'A Stormy Night' entre dos de mis ciudades favoritas. Durante el rodaje, nos dimos cuenta de cómo de dispares eran las historias y trayectos personales de todo el equipo que ayudó a realizar la película.
A todos nos unía una pasión irracional por el cine y las ganas de sacar adelante un primer largometraje.
Pensé en que este fenómeno es cada vez más frecuente en nuestra generación, y que de alguna forma la película también tenía que hablar de ello. Historias que cabalgan entre países, habladas con distintos idiomas y con la globalización como un elemento más a tener en cuenta.
'A Stormy Night' parte de un minimalismo extremo. Dos personajes (con otras entradas y salidas) y una localización principal. El blanco y negro era una forma más de ensalzar esta idea.
Pensé en que era poético contar una primera historia de esta forma. Como si de una presentación de intenciones se tratase, en A Stormy Night tuve la oportunidad de explorar todos los temas que me inquietaban en el momento presente.
Lo más gratificante ha sido compartirlos y encontrar similitudes con otras personas. Al final, la idea era partir de dos personajes muy específicos para hablar de temas universales.
NOTAS DEL PRODUCTOR...
'A Stormy Night' nace como una continuación de los anteriores y reconocidos cortos de David, juntos van componiendo un mundo propio, íntimo
y al mismo tiempo universal. Inquietudes personales, cercanas, espontáneas en un relato directo que termina por convertirse en un juego de apariencias y verdades en el camino no siempre fácil de la identidad sexual.
Desde un primer momento nos convencimos que detrás de A Stormy Night se escondía un talento riguroso y con una mirada tan original como Interesante. Esta película debe convertirse en un paso natural para ocupar con sencillez y autoridad un lugar propio en las nuevas generaciones de cineastas que deberán renovar y enriquecer el panorama de nuestro cine.