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LA NOVELA...
   "Al otro lado del río y entre los árboles" es una novela del escritor estadounidense Ernest Hemingway, publicada por Charles Scribner's Sons en 1950, después de haber sido publicada por entregas en la revista Cosmopolitan (seis ediciones) ese mismo año. El título procede de las últimas palabras del General Confederado en la Guerra Civil estadounidense Thomas J. (Stonewall) Jackson: “Crucemos el río y descansemos a la sombra de los árboles". A lo largo de los años, muchas personalidades han adaptado la novela, escrito guiones e intentado llevar la historia a la gran pantalla.
  Los más notables han sido John Huston, Robert Altman, John Frankenheime.

EL GÉNERO DE LA HISTORIA DE HEMINGWAY ES SEMIAUTOBIOGRÁFICO...
  La historia comienza con el coronel Richard Cantwell, un oficial del ejército estadounidense de 50 años, destinado en Italia al final de la Segunda Guerra Mundial. La mayor parte de la narración trata de su romance con una joven veneciana llamada Renata. Hemingway había conocido a la joven Adriana Ivancich, de la que se encaprichó, y a la que utilizó como modelo para el personaje femenino de su novela.
  El tema central de la novela es la muerte y, lo que es más importante, cómo se afronta la muerte. Algunos biógrafos y críticos ven un paralelismo entre Al otro lado del río y entre los árboles de Hemingway y Muerte en Venecia de Thomas Mann. La novela está construida sobre sucesivas capas de simbolismo y, como en sus otros escritos, Hemingway emplea aquí su característico estilo sobrio (la "teoría del iceberg"), en el que la sustancia yace bajo la superficie de la trama. Por cierto, Adriana Ivancich diseñó la sobrecubierta de la primera edición de la novela.
  Adriana se convirtió en la musa de Hemingway durante muchos años. Los historiadores atribuyen a ella el revivir de la literatura de Hemingway, que culminó en 1954 con la concesión del Premio Nobel de Literatura "más recientemente demostrado en “El viejo y el mar”, y por la influencia que él ha ejercido en el estilo contemporáneo".
  Muchos consideran que el papel del Coronel Richard Cantwell es la fusión de un personaje real, el General de División Charles "Buck" Lanham, y el alter-ego del propio Hemingway: la figura heroica, marcial con la que siempre se aludió. En 1918, Hemingway resultó gravemente herido en Italia durante la Primera Guerra Mundial, siendo voluntario como conductor de ambulancias para el ejército italiano, tras ser rechazado por el ejército de EE.UU. debido a su mala visión. La subsecuente cojera le quedaría como recuerdo durante toda su vida. En 1944, Hemingway se presentó de nuevo voluntario como corresponsal de guerra e inmediatamente se vio involucrado en el desembarco del Día D. Entonces formó equipo con el General de División Charles "Buck" Lanham, que se convertiría en un amigo para toda la vida, del 22º Regimiento de Infantería. Junto a Lanham, Hemingway experimentó de primera mano la implacable brutalidad de la guerra durante la batalla del bosque de Hürtgen (1944). Fue la batalla más larga en suelo alemán durante la Segunda Guerra Mundial; y es la batalla individual más larga que el Ejército de los Estados Unidos ha librado jamás.
  El coste personal en la campaña de la Línea Siegfried se aproximó a la pérdida de 140.000 soldados.
En 1947, Hemingway recibió una Estrella de Bronce por su valentía durante la Segunda Guerra Mundial. Se le reconoció por `haber estado bajo el fuego en zonas de combate para obtener una imagen precisa de esas condiciones' con la recomendación de que `a través de su talento de expresión, el Sr. Hemingway permitió a sus lectores, tener una visión real de las dificultades y triunfos del soldado de primera línea y su organización en combate´.

EL RODAJE...
  Rodar en Venecia fue un reto increíble, ya que estábamos en plena pandemia de Covid. No sólo nos vimos obligados, como muchos otros, a someternos a pruebas incesantes y a tomar precauciones similares, sino que nuestra directora (Paula Ortiz) contrajo el Covid y tuvimos que suspender el rodaje mientras se recuperaba.
  Sin embargo, hubo un resquicio de esperanza: Venecia estaba desprovista de turistas y nos encontramos quizás frente a la Venecia real de 1946.... silenciosa, evocadora y vacía.

BLANCO Y NEGRO / COLOR...
  Paula Ortiz y Javier Aguirresarobe abrazaron con entusiasmo la idea de rodar Venecia en blanco y negro. Se consideró el medio obvio para contar una historia "llena de sombras" como ésta. Javier revitalizó el estilo y las técnicas del aclamado director de fotografía Gregg Toland ("Ciudadano Kane"); como una evidente inspiración.

NOTAS DE DIRECCIÓN...
  Mi nombre es Paula Ortiz, guionista y directora, y aquí os presentamos nuestra película “Al otro lado del río y entre los árboles”, que es la adaptación de una de las últimas novelas de Hemingway, una canción de amor, vida y muerte. El encuentro de un hombre herido con una mujer joven que se ayudan a aceptarse a sí mismos conectando de nuevo con el centro de la vida y volviéndose profundamente humanos de nuevo.
  Como verán en la película, es un paseo de dos noches, dos personas en una encrucijada vital (él está al final de su camino, ella está empezando el suyo) y se sienten perdidos, sin hogar.
  Durante esas dos noches, en su conversación, sólo a través de sus palabras, encontrarán un lugar, un refugio, un sentido... Por eso, a través de este maravilloso personaje, el hombre simbólico es Hemingway, y de su viaje, encontramos una historia que es realmente un canto a la vida.
  La película retrata Venecia y su belleza y el texto donde cada línea de diálogo siempre tiene varios significados afectivos, políticos, históricos, sociales, llegamos a ese umbral de Hemingway entre la melancolía, la memoria y la lucha. Por mi parte, en la propuesta cinematográfica intenté darle el pulso de Hemingway, con una forma estética y ética contemporánea. Una película en blanco y negro que propone conservar el talante clásico, ese aire añejo, pero que, al mismo tiempo, intenta dejar algún espacio para un lenguaje cinematográfico moderno y honesto.
  Considero esta película un regalo. Ha sido un verdadero privilegio, como mujer del siglo XXI, poder trabajar y buscar en el texto de Hemingway y sus grietas, luces y sombras.
  Es un hermoso paseo por la noche veneciana de posguerra, esta historia antibélica sobre el camino hacia la muerte, la vida y la belleza como experiencia cinematográfica necesaria hoy en día.

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