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INFORMACIÓN
Titulo original: The Brothers Grimsby
Año Producción: 2016
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 83 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Comedia
Director: Louis Leterrier
Guión: Sacha Baron Cohen, Phil Johnston, Peter Baynham
Fotografía: Oliver Wood
Música: David Buckley, Erran Baron Cohen
FECHAS DE ESTRENO
España: 18 Marzo 2016
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Sony Pictures


SINOPSIS

Nobby tiene nueve hijos y una novia embelesada por él solo echa de menos a su hermano pequeño, Sebastian, de quien lo separaron de pequeños. Ahora Nobby lo ha localizado en Londres pero no sabe que es un espia del MI& y tras una reunión de la que deben salir corriendo ambos descubren un terrible plan para aniquilar el mundo...

INTÉRPRETES

SACHA BARON COHEN, PENÉLOPE CRUZ, ISLA FISHER, ANNABELLE WALLIS, REBEL WILSON, MARK STRONG, GABOUREY SIDIBE, SCOTT ADKINS, DAVID HAREWOOD, IAN McSHANE, TAMSIN EGERTON, RORY KEENAN

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   Sacha Baron Cohen es especialmente conocido por crear personajes divertidísimos y extremadamente originales, y meterlos en las circunstancias más increíbles, desde una personalidad del hip-hop supuestamente de las calles reconvertida en presentador de un programa de entrevistas, a un periodista kazajo en su primera visita a Estados Unidos, o un icono austriaco del mundo de la moda en busca de fama, ha creado personajes que son imposibles de olvidar. En su nueva película, AGENTE CONTRAINTELIGENTE, Baron Cohen vuelve a la carga con otra creación completamente original, la historia de un idiota (Baron Cohen) y su hermano, el espía (Mark Strong), con quien retoma el contacto después de 28 años de separación.
 
Al igual que en sus películas anteriores, Baron Cohen hace especial hincapié en su compromiso por hacer que el personaje resulte lo más real posible. “Al escribir para Ali G, Borat o Brüno, todo tenía que resultar creíble. Ali G o Borat no podían hacer nunca nada que no encajara con el personaje”, explica. “Así que, cuando se trata de escribir nuestras películas, todo surge a partir de esa base, de esa simple idea: ¿qué haría el personaje? A veces se nos ocurren chistes graciosísimos, pero no son la clase de cosas que diría ese personaje. Tiene que resultar verosímil y creíble, así que creamos una realidad en torno a los personajes en la que pueda existir la comedia”.
 
En el caso de AGENTE CONTRAINTELIGENTE, eso suponía crear un mundo de espías tan real, tan creíble y tan serio como el de cualquier franquicia de acción. En resumidas cuentas, no podía ser una parodia del cine de espías. “Queríamos crear una cinta de acción de verdad, con el riesgo, la acción espectacular y el peligro de una película de verdad de este género, para luego meter a un personaje estúpido en mitad de todo eso, y ver cómo ese personaje cambia el curso de la historia”, aporta Baron Cohen.
 
Teniendo eso presente, el equipo de producción decidió abordar a Louis Leterrier, uno de los directores más solicitados del cine de acción (“Ahora me ves...”, “Transporter”), para que tomara las riendas del proyecto. Leterrier asegura que, cuando le ofrecieron dirigir AGENTE CONTRAINTELIGENTE, se sintió encantado de tener la oportunidad de trabajar con una estrella a la que admiraba desde hacía tiempo. “Recuerdo, al principio de la era del DVD, que la gente se pasaba cajas con los DVD de ‘The Ali G Show’ y te preguntaban: ‘¿Has visto esto?’”, comenta Leterrier. “Recuerdo ir a ver ‘Borat’ el día del estreno, a un pase de las 11 de la mañana, el primero del día, y que se me saltaran las lágrimas de la risa, y volver a verla ese mismo fin de semana con amigos. Eso es lo que me encanta de las películas de Sacha: quieres ser el primero en verla, y luego quieres llevar a tus amigos para ver su reacción. Estaba deslumbrado con Sacha, porque era uno de esos tipos a los que admiraba de verdad”.
 
“Cuando Sacha hace una película, no hay una cuota de extravagancia, pero sí hay una cuota de comedia”, aporta Todd Schulman, socio en la producción de Baron Cohen. “Es mérito de la ambición de Sacha y supone un reto enorme para todos los implicados, porque siempre está presionando para hacer la escena más graciosa, llevarla más lejos, hacerla más grande y mejor”.
 
En AGENTE CONTRAINTELIGENTE, el personaje original de Baron Cohen es Nobby. Al principio, parece que Nobby es un indeseable, pero tal vez resulte que lo tiene todo mucho más claro de lo que parece. “Se aprovecha de la asistencia social, tiene nueve hijos y se dedica a engañar al sistema para conseguir todas las prestaciones sociales posibles”, explica Baron Cohen. “Pero la cuestión es que quiere a sus hijos y a su novia. Es una belleza curvilínea, interpretada por Rebel Wilson, de quien está locamente enamorado. Es un padre estupendo. Haría cualquier cosa por su familia. Toda su vida gira en torno a su familia, y el hueco que le falta por llenar es su hermano”.
 
Tras verse separados hace 28 años, cuando enviaron a Sebastian a un hogar de acogida, uno pensaría que Sebastian –que ha acabado convirtiéndose en espía– lo tiene todo. Pero cuando recupera el contacto con su hermano, Sebastian se da cuenta de lo mucho que se estaba perdiendo.
 
Se encarga de interpretar a Sebastian el actor británico Mark Strong, que consiguió recientemente un éxito considerable como Merlín en “Kingsman: Servicio secreto”. “Queríamos elegir a alguien que nos pareciera que pudiera formar parte de una franquicia de acción real, y ese es Mark Strong”, explica Baron Cohen. “Es increíblemente duro. Hace todas sus escenas de acción. Es un luchador excelente. Y es totalmente real, resulta completamente creíble”.
 
“Conocía las películas anteriores de Sacha, pero no sabía todo lo que conllevaría, para ser franco”, admite Strong, sobre incorporarse a una comedia de Sacha Baron Cohen. “El proceso es verdaderamente extraordinario. Sacha tiene como meta burlarse de todo lo que pueda y provocar alborotos siempre que le sea posible. Pero, dentro de esa anarquía, el proceso de encontrar las risas la verdad es que es bastante científico. Hay una narración muy estructurada y los guionistas son muy concretos con las líneas que escriben y las palabras que dices. Si me saltaba una palabra aquí o allá, era importante, porque la palabra está ahí para que la comedia fluya y así funcione”.
 
“Mark es perfecto para interpretar al personaje serio de la pareja”, opina Leterrier. “Es listo, divertido e inteligente; entiende el chiste, pero no le sigue el juego. Así que, a menudo, la reacción de los espectadores es la reacción del personaje serio, de modo que la reacción de Mark a lo que hace Sacha es lo realmente divertido. No podríamos haber pedido un actor mejor que Mark, y Sacha y él se comportaron como hermanos”.
 
Leterrier es especialmente conocido por haber dirigido las películas de éxito “Transporter” y “Ahora me ves...”, y Todd Schulman plantea que la experiencia del director combinada con su personalidad natural lo convertían en la elección perfecta para dirigir el filme. “Para que la película funcionara, tenías que creerte la acción”, explica Schulman. “Tiene que parecer que has tomado una cinta de acción y has soltado a un idiota en mitad de la misma. Sabíamos que Louis tenía un talento increíble para rodar la acción en grandes superproducciones, pero nos quedamos todos impresionados con su sentido del humor. Le da un toque muy ligero, que era perfecto para la película”.
 
Aun así, Leterrier reconoce que rodar una comedia fue algo completamente distinto a cualquier otro tipo de cine que hubiera hecho nunca. “Tenía tomas más largas, tomas de 45 minutos. Ponía varias cámaras en una misma escena, cruzaba de un lado a otro. Fue un nuevo tipo de cine para mí”, confiesa Leterrier. Pero eso es lo que hay que hacer cuando Sacha Baron Cohen actúa. “En esta película, es como una especie de flujo de conciencia, no para nunca. Tiene una mente surrealista”.
 
Esa mente surrealista, como coautor del guion, ideó muchas formas de torturar a los actores. “En un determinado día, Sacha se me caía encima y me rompía una botella en la cabeza una y otra vez”, recuerda Strong. “Luego me ahogaban en un coche, me veía atrapado en un minúsculo disfraz tamaño saco de dormir; pasé un día en las llanuras africanas con un viento gélido, y tuve que sufrir tres días en una casita pequeña con toda la familia de Nobby. No era simplemente Sebastian quien tenía que pasar por todo eso, era yo”.
 
“Por mucho que Sacha le exija a los demás actores, él está dispuesto a hacer cosas diez veces peores. Sacha es capaz de lo que sea con tal de hacer reír”, afirma Leterrier. Además, explica Leterrier, no iba a permitir que los actores fueran los únicos en pasarlo bien, así que al director le pareció justo que él mismo se sometiera a lo mismo que estaba exigiendo a Baron Cohen y a Strong. “Cuando ellos estaban empapados, yo estaba empapado. Cuando ellos pasaban frío, yo pasaba frío. Cuando ellos estaban desnudos, yo estaba desnudo. Sacha era uno de los guionistas de la película, así que estaba preparado, pero no quería que Mark se sintiera maltratado. Así que yo pasé por lo mismo que él”.

  La película arranca con una secuencia de acción vertiginosa, vista desde la perspectiva de Sebastian, el principal agente secreto británico. Para el coordinador de especialistas Adam Kirley, esas primeras páginas del guion parecían un reto emocionante, y entonces siguió leyendo el resto. “Las 30 o 40 primeras páginas eran como una película de acción”, recuerda.
 
El director de fotografía del filme era Oliver Wood, que abarca los mundos del cine de acción (entre ellas “El mito de Bourne” y “El ultimátum de Bourne”) y de la comedia (con muchas colaboraciones con Adam McKay/Will Ferrell, desde “Pasado de vueltas” a “Los amos de la noticia”). “Quería que filmara los espectaculares choques de coches de las películas de Bourne, pero con Sacha Baron Cohen al volante”, aporta Leterrier.
 
Para la explosiva secuencia inicial del filme, Leterrier y Wood colaboraron con Chad Stahelski, de quien Leterrier dice que es “un director de segunda unidad genial y él mismo es coordinador de especialistas. No lo conocía de antes, pero llegó cargado de ideas, lleno de energía, y volvió con storyboards de la secuencia inicial, todo en vista subjetiva, con drones siguiéndolos, aviones, trenes, automóviles, helicópteros, persecuciones en moto, persecuciones a pie, persecución en coche, bajo un camión, con los ejes girando justo delante de ti”.
 
Así eran las 30 o 40 primeras páginas... “Y entonces llegamos a la secuencia del elefante”, prosigue Kirley. “Seguía siendo acción muy real, escenas arriesgadas que podrían hacerse en una película de acción de verdad... pero en un entorno cómico.
 
Kirley opina que la habilidad para la acción de Leterrier se combinó a la perfección con la sensibilidad cómica de Baron Cohen. “Louis ha hecho muchas películas de acción a lo largo de los años, y aportaba esa clase de realismo a la película, mientras que Sacha y los guionistas aportaban el elemento cómico. La parte más gratificante del proyecto para mí fue conseguir que la acción pareciera real, pero al mismo tiempo funcionara con la comedia que quería Sacha”.
 
Kirley admite que fue un trabajo difícil, no solo porque algunas de las escenas arriesgadas fueran de las más complicadas de ejecutar de forma segura que ha tenido en su carrera, sino porque abordar esas escenas en serio podría hacer que el tono de la película resultara demasiado serio. “Louis, sin embargo, se lo tomó todo con calma”, prosigue Kirley. “Hizo un trabajo asombroso con todo, mezclando la acción con la comedia física”.
 
Para Kirley, el proceso de creación de la película fue como ningún otro que hubiera experimentado nunca. Para seguridad de todos, las secuencias arriesgadas tienen que concebirse, sincronizarse y ejecutarse a la perfección, por lo que las películas de acción tienden a estar planificadas al milímetro, con todo el mundo sabiendo exactamente cuándo y en qué circunstancias se va a ejecutar una escena peligrosa. En la mayoría de las comedias, sin embargo, las cosas son más flexibles. Un director puede seguir filmando una escena durante muchos minutos seguidos, para dejar que sus actores encuentren el humor. “Todo va evolucionando día a día, incluso plano a plano, mientras hacen versiones alternativas de las escenas”, explica. “Así que también tenemos que adaptarnos como equipo de especialistas porque, muchas veces, sus cambios afectarán a nuestra acción, a medida que se modifican las secuencias, tienes que cambiar cuando ellas cambian”.

  A la hora de abordar la dirección de AGENTE CONTRAINTELIGENTE, Louis Leterrier se centró principalmente en no dejar de llevar las situaciones hasta el extremo –forzando el humor, las localizaciones, el diseño, la fotografía– para que los espectadores saquen el máximo partido posible a la experiencia. “En Francia, me llaman ‘Mr. Plus’ porque presiono, presiono y presiono, hasta que consigo la mejor versión de una escena, la más dinámica y extrema”, aporta Leterrier. “Nuestros pobres operadores de cámara... Toda la película está rodada en steadicam, o cámara en mano, con grúas o cámaras por cable. Eso supone un movimiento de cámara muy duro. A eso se le añade el humor de Sacha, que puede ir en cualquier momento a cualquier lugar que se le antoje, y te encuentras totalmente fuera de lo que estás acostumbrado. No hay red de seguridad. Pero creo que por eso a Sacha y a mí nos resulta interesante trabajar el uno con el otro, mi forma de abordar la dirección es igual a su forma de abordar la comedia”.
 
En general, la diseñadora de producción Kave Quinn comenta que el diseño de la película trataba principalmente de ofrecer contrastes entre el mundo de Nobby, en la localidad de clase obrera de Grimsby, y el mundo de Sebastian, de espías superelegantes y algo estéril, de modo que esos dos mundos pudieran unirse al final del filme. “Cuando te encuentras con la gente de Grimsby, todo es muy colorido, mientras que ese mundo tan pijo de Sebastian es bonito pero frío. Mi reto fue conseguir que todo pareciera real, y a la vez conseguir el equilibrio adecuado entre ambos”.
 
Quinn también colaboró estrechamente con el diseñador de vestuario Paco Delgado para asegurar que los personajes destacaran en los decorados. Por ejemplo, “Sebastian lleva un uniforme de combate completamente negro en la habitación de hotel del tercer mundo; quería que los colores que hubiera allí le permitieran distinguirse. Del mismo modo, sabía que Nobby llevaría una camiseta blanca de la selección inglesa de fútbol la mayor parte del tiempo, así que intenté que los decorados no fueran demasiado blancos; con algo de color en sus sets, podría destacar”.
 
AGENTE CONTRAINTELIGENTE se filmó fundamentalmente en dos lugares: Inglaterra y Sudáfrica. “La idea inicial era rodar tal vez 10 o 15 días en Sudáfrica, la secuencia del elefante y poco más”, recuerda el director Louis Leterrier. “Pero nuestra productora ejecutiva, Louise Rosner Meyer, fue muy inteligente, sabía que el final de la película estaba ambientado en Chile, así que empezó a buscar localizaciones que nos pudieran servir. Para cuando fui a visitarlas con ella –yo nunca había estado en Sudáfrica– yendo de localización en localización, cuando terminamos el segundo día, ya habíamos encontrado todas las localizaciones que necesitábamos de una larga lista. Ciudad del Cabo no es una ciudad muy grande, pero puedes desplazarte 10 o 20 minutos en coche y cambia completamente de aspecto. Tiene dos océanos, tienes el viento cálido de las llanuras africanas que baja en verano y los vientos gélidos de la Antártida que suben en invierno. Es una localización fantástica, hasta tal punto que acabamos rodando allí alrededor de la mitad de la película. Nos trataron muy bien y el gobierno nos tendió unos cuantos puentes para que fuéramos allí a filmar, por no hablar del personal y el talento tan absolutamente increíble con que cuentan allí”.
 
En Sudáfrica, en los viñedos de Lourensford, el equipo de producción construyó el lujoso pabellón de safaris en el que se supone que Nobby debe celebrar una reunión de alto nivel. “Era una localización estupenda”, opina Leterrier. “Y lucía el sol todo el día en la posición que más nos convenía. Teníamos una construcción asombrosa; por las mañanas, me gustaba acercarme paseando hasta ella desde nuestro campamento base para admirarla, mientras el sol se alzaba tras las montañas... Era realmente precioso”.
 
“Al principio, habíamos pensado construir un set en Reino Unido para esa escena”, comenta Quinn. “Pero la cuestión es que, si te fijas en todos esos pabellones de safari muy exclusivos, lo que los hace exclusivos es que el entorno forma parte de la localización. Nos dimos cuenta de que nunca podríamos conseguir algo así con un set construido en un estudio en Reino Unido. Así que, cuando supimos que íbamos a pasar más tiempo en Sudáfrica, decidimos que no estaría mal intentar encontrar un lugar increíble en el que construir ese set, y eso hicimos”.
 
Sin embargo, por bonito que fuera el set, cuando le das un lugar así a un director de cine de acción, solo hay una cosa que se le pase por la cabeza: “Pensé, ya que lo tenemos, ¡lo mismo podríamos destruirlo!”, bromea. “Y entonces, cuando lo destruimos, pensé, deberíamos construir una miniatura y hacerla saltar por los aires aún más, por diversión”.
 
El supervisor de efectos especiales de la unidad, Cordell McQueen, fue el responsable de muchas de las explosiones de la película. Rodar en los viñedos de Lourensford suponía que había que preparar las explosiones de modo que provocaran la menor destrucción posible en el mundo real. Para McQueen, esas ardientes explosiones significaban una cosa: propano. “En la película, el pabellón es alcanzado por un lanzacohetes”, explica McQueen. “Utilizamos propano, muchos cañones lanzadores de escombros, y pusimos a dos especialistas a que saltaran por los aires en el momento de la explosión”.
 
Otras localizaciones sudafricanas podían hacer las veces de Chile, que ejerce de país anfitrión de un mundial de fútbol al final de la película. Por ejemplo, en Ciudad del Cabo hay un estadio que podía servir. Con ayuda de la tecnología digital, unos cuantos cientos de extras reales se convirtieron en 80 000 hinchas eufóricos.
 
En lo referente al vestuario, como hijo de Catherine Leterrier, una famosa diseñadora de vestuario nominada al Óscar, a Louis Leterrier le interesaba mucho el aspecto de los personajes, al igual que a Baron Cohen. “La imagen de los personajes de Sacha está muy claramente definida; puedes dibujar a esos personajes”, señala Leterrier. “Borat tiene ese bigote y el pelo rizado. Ali G tiene la perilla y las gafas. Bruno, la cresta. Así que queríamos una imagen muy clara para Nobby y, entre Paco Delgado, nuestro diseñador de vestuario, y Katy Fray, nuestra diseñadora de peluquería y maquillaje, llegamos hasta su imagen”.
 
Delgado ya había colaborado anteriormente con Baron Cohen en “Los miserables”, en la que Baron Cohen interpretaba a Thénardier, el “amo y señor de la casa”. En AGENTE CONTRAINTELIGENTE, Baron Cohen y Delgado llegaron rápidamente a dos conclusiones. “La primera era que su aspecto tenía que ser congruente a lo largo de toda la película, y la segunda es que debía llevar ropa de fútbol”, comenta. “Así es como viste mucha gente en el norte de Inglaterra: se compra la ropa en tiendas de deportes. Decidimos que Nobby tuviera un poco de panza cervecera; la silueta debía resultar un poco caricaturesca, con ese corte de pelo y las patillas”.
 
También se pensaron mucho el diseño del vestuario de Mark Strong. “Lo que creamos es un simple traje con un jersey, siguiendo las líneas de su cuerpo. Es un tipo muy discreto, de clase media alta, que no quiere llamar la atención por muchos motivos”.
 
Rebel Wilson también se encontró con un aspecto muy particular para su papel. “Forzamos un poco su imagen, porque es un personaje cómico”, comenta, “pero todavía quieres que resulte genuino y no pasarte de la raya. Tiendo a llevar ropa bastante ajustada, que no es la que más favorece. Y con el diseño de peluquería y maquillaje, hicimos algunas cosas sutiles y otras no tan sutiles; las extensiones de pelo son a propósito más largas y no son del mismo color exacto que mi pelo de verdad, mientras que el maquillaje no hace precisamente resaltar todo mi glamur”.

  Con Baron Cohen en el papel principal, y Strong como su hermano, el equipo de producción pudo atraer a un elenco muy variado de compañeros de reparto divertidísimos.
 
“Ver a Sacha hacer comedia es como ver a Michael Jordan jugar al baloncesto”, proclama Isla Fisher, que interpreta a Jodie, el interés romántico de Sebastian en la película. “Resulta muy instructivo en cuanto a cómo resultar divertido y he aprendido mucho. El resto de nosotros, sin embargo, teníamos que ir en serio; el personaje de Sacha es tan exagerado que hacía falta que todo el resto del mundo pareciera muy real”.
 
Fisher se formó en una escuela de payasos, así que la posibilidad de trabajar en AGENTE CONTRAINTELIGENTE fue como un auténtico regreso. “Una vez me meto dentro de un personaje gracioso, hay muchas oportunidades de dejar salir a la luz mi idiota interior. Nunca me lo había pasado tan bien”, afirma.
 
Fisher ya había colaborado anteriormente con el director Louis Leterrier en el filme de éxito “Ahora me ves...”. “Es genial verlo probar cosas nuevas y hacer una comedia, porque Louis tiene una forma emocionante y fresca de filmar”, aduce. “No deja de mover la cámara constantemente; da una sensación animal, volátil. Es capaz de crear este mundo de espías, pero no deja de tener un gran sentido del humor”.
 
Por supuesto, Fisher está casada con Baron Cohen en la vida real, y asegura que Nobby es uno de sus personajes favoritos de cuantos ha adoptado su marido, por sus propios motivos. “He tenido mucha suerte con este personaje, porque Sacha llevaba una peluca”, explica. “Tuve que dormir con alguien con un bigote estilo Dalí mientras hacía de Borat; tuve a un rubio anoréxico con cresta en la cama mientras hacía de Brüno. Nobby fue mi preferido de todos sus alter egos para llevarme a casa, pese al acento del norte que no llegó a quitarse nunca, pero al menos tenía su aspecto”.
 
Aunque Fisher sea la mujer de Baron Cohen en la vida real, en la película, la novia de Nobby, Dawn, está interpretada por Rebel Wilson. “Lo que a todo el mundo le encanta de las comedias de Sacha es que se atreven a ir más lejos”, opina Wilson. “Me encanta el material arriesgado –soy famosa por hacer monólogos y sketches muy atrevidos– pero esta película va realmente un paso más allá”.
 
Wilson se incorporó a AGENTE CONTRAINTELIGENTE tan solo dos semanas después de terminar su trabajo en “Dando la nota - Aún más alto” y comenta que se puso directamente a “documentarse”. “Sacha quería que Dawn fuera una chica del norte auténtica, así que emprendí un enorme viaje de documentación de seis días por el norte de Inglaterra”, comenta. “Fui a peluquerías y salones de manicura y pedicura, e incluso trabajé una tarde en un local de pescado rebozado con patatas de Blackpool. Fue intenso, y ahora ya sé todo lo que hay que saber sobre cómo hacer pescado rebozado con patatas... bueno, ¡más o menos!”. Después de empaparse del ambiente, Wilson trabajó con un tutor de dicción para perfeccionar el acento del norte. “Tenía a Sacha encima: ‘Sabes, Rebel, me llevó un mes conseguir el acento. Tienes que esforzarte mucho si pretendes conseguirlo y si quieres que quede perfecto’. Me esforcé al máximo, así que espero que mi acento quede realista en la película”.
 
La historia de cómo se incorporó Gabourey Sidibe al reparto es una de esas anécdotas que podría haber escrito un publicista de Hollywood de la vieja guardia. En la exclusiva fiesta posterior a la entrega de los Óscar organizada por Madonna y su representante, Guy Oseary, se encontraban Sidibe y Baron Cohen, un nominado al Óscar charlando con otro (Sidibe nominada por su interpretación en “Precious”, Baron Cohen por escribir el guion de “Borat”), sobre un posible papel en una futura película. “Me estaba diciendo lo graciosa que yo le parecía, y yo no me lo creía”, recuerda Sidibe. “Pero me preguntó si podía poner acento africano, así que mentí y le respondí que sí, entonces me preguntó quién me representaba, y estaba allí con mi agente, así que se la señalé y hablaron. Dos semanas después, mi agente me escribe por correo electrónico: ‘¿Recuerdas esa película de la que hablaste con Sacha Baron Cohen en la fiesta?’. Bueno, supongo que lo decía en serio y que realmente me encontraba graciosa”.
 
Penélope Cruz completa el reparto principal como Rhonda George, jefa de una organización internacional de la salud. “Estaba entusiasmada por formar parte de esta película porque no hay nadie como Sacha”, afirma Cruz. “Es divertido olvidarte de tus inhibiciones”.
 
También forma parte del elenco Annabelle Wallis. “Interpreto a Lina Smit, es un personaje bastante travieso y descarado”, comenta. “Es una de los malos, a quien le ordenan que seduzca a Sebastian para sonsacarle cierta información, y todo acaba saliéndole terriblemente mal. Pero es un papel fantástico y llamativo, con mucho glamour”.

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