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BABY DRIVER
INFORMACIÓN
Titulo original: Baby Driver
Año Producción: 2016
Nacionalidad: Inglaterra, EE.UU.
Duración: 112 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Acción, Comedia
Director: Edgar Wright
Guión: Adolfo Arrieta
Fotografía: Bill Pope
Música: Steven Price
FECHAS DE ESTRENO
España: 7 Julio 2017
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Sony Pictures - Columbia Films


SINOPSIS

Baby es un especialista en fugas dada la habilidad que tiene al volante. Un buen día conoce a la chica de sus sueños por lo que ve la posibilidad que esperaba para dejar su vida delictiva, pero este es forzado a trabajar para un mafioso. Ahora tendrá que ingeniárselas para salvar su vida, a la chica y su libertad cuando el atraco en el que anda metido está condenado al fracaso... 

INTÉRPRETES

ANSEL ELGORT, LILY JAMES, JON BERNTHAL, JON HAMM, KEVIN SPACEY, EIZA GONZALEZ, JAMIE FOXX, R. MARCUS TAYLOR, FLEA, SKY FERREIRA, JEFF CHASE, MARISOL CORREA

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¿QUIÉN ES BABY DRIVER?...
   Es molón pero algo ingenuo. Joven pero mayor de espíritu. A veces algo graciosillo pero muy centrado cuando es necesario. Increíblemente bueno en su trabajo pero no siempre consciente de las repercusiones de lo que hace. Ese es Baby, interpretado por Ansel Elgort, un personaje creado por Edgar Wright para que el espectador mire a través de los ojos de un criminal, pero que también experimente las verdaderas consecuencias de ese mundo.
  “La película empieza con el sueño de ser conductor experto en fugas, pero rápidamente se convierte en la pesadilla de ser un criminal” dice Wright. “La persecución que abre la cinta está organizada con una precisión de pieza de relojería. Todo funciona a la perfección. De repente las cosas empiezan a torcerse y no tardan en aparecer consecuencias sangrientas. Nubes de tormenta se han ido acumulando a lo largo de la película. En cualquier momento la suerte de Baby se va a acabar”.
  El Baby que conocemos al principio de la película, escondido tras unas gafas de sol, enchufado al iPod y un diablo al volante, es probablemente el mejor aprendiz de una banda de la historia. “Este niño es un crack, pero no es el núcleo duro de la banda” dice Wright. “De hecho se sienta lo más alejado posible de ellos porque no quiere ser parte del grupo. Piensa, erróneamente, que puede ser el conductor pero no un criminal. Tipo, ‘Yo sólo soy el mensajero. No tengo nada que ver con lo que se está cociendo’. Las escenas de acción son el día a día de Baby y creo que muchas personas en trabajos parecidos se acaban protegiendo con un personaje que crean. Después cuando llegan a casa son totalmente distintos”.
  Cuando Wright empezó a esbozar el papel se imaginó al tipo duro y silencioso que personifica Clint Eastwood y Steve McQueen, pero con la tensión que aparece al pensar que puede que todo sea una máscara. “Le conoces y es el tipo duro en su trabajo, e inmediatamente después empiezas a conocer al verdadero niño que hay dentro. Es una interesante antítesis, que sea tan bueno en un trabajo que no debería estar haciendo”.
  La música que guía a Baby es, según Wright, un indicativo de su doble personalidad. Poner a todo trapo sus canciones favoritas mientras hace su trabajo es muy guay, pero en realidad oculta un lesión. “Tiene un defecto en el oído, acúfenos, unos pitidos constantes causados en un accidente de tráfico cuando era pequeño” dice Wright. “Lo que resulta en que no quiera hablar mucho, ya que la gente con defectos en el oído se puede sentir más cohibida al hablar. Aunque la verdadera razón es que con la música parece amortiguar los pitidos de los acúfenos. Empieza siendo algo que le da seguridad y acaba convirtiéndose en pura obsesión. Tiene que ponerle una banda sonora a su vida literalmente, porque en realidad no puede hacer nada si no suena la canción correcta”.
  Su padre adoptivo (CJ Jones), que es mayor y sordo, le anima a escapar de esa vida. Cuando conoce a la simpática y preciosa camarera Débora (Lily James) esta sensación se acrecienta y descubre cuanto mejor su vida podría ser. Así que Baby tiene que dar el paso y decide cortar relaciones con su profesión. ¿Pero a qué coste?
  “Simplemente me gusta la idea de que un personaje tenga que elegir entre algo que se le da muy bien o lo que en realidad quiere llegar a ser” dice Wright.

PONTE EL CINTURÓN, ARRANCA Y DALE AL PLAY...
  Edgar Wright era un conductor de 21 años cuando escuchaba “Bellbottoms” de John Spencer Blues Explosion y pensaba “Esta canción quedaría genial en una persecución de coches”.
  Años después, Wright ha conseguido hacer la persecución, y toda una película alrededor de ella, algo que el llama “una labor de amor y un proyecto de ensueño. Dos de mis grandes pasiones juntas en una película. Siempre quise hacer una película de acción al ritmo de buena música”. Con los productores Nira Park, Eric Fellner y Tim Bevan a bordo, todo el mundo estaba emocionado de coger los ingeniosos temas y fusionarlos en una experiencia cinemática coreografiada única.
  “Puede haber música, y puede haber coreografía, pero ¡esto no es un musical al uso!” ríe Wright. “Al mismo tiempo tuvimos que mantener la cantidad correcta de intensidad y suspense, pero sobretodo que fuese divertida y excitante”.
  Según el director de fotografía Bill Pope, viejo colaborador de Wright, “es un musical posmoderno. Por lo que no hay gente cantando y bailando en la calle, pero el mundo entero se sincroniza con la música”.
  Conocido por sus proyectos innovadores, Wright disfruta de los retos que acaban creando películas únicas. “Las películas de Edgar son siempre un reto. Son complejas, y esta en particular mucho más, en la que no sólo tienes una escena de robo de un banco con tiroteo, policías y coches estrellándose, también tienes lluvia. Tienes relámpagos. Y la sorpresa de todo es que está sincronizado, el limpiaparabrisas se mueve al ritmo de la música. La gente se muere al ritmo de la música. Cada disparo está al ritmo de la música. Y es tan osado que se atreve a tener todo eso coreografiado” continúa Pope.
  El coreógrafo Ryan Heffington relata el primer día de rodaje, que incluía una de las secuencias más largas. “Fue una escena de calle, en la que Baby recorrería tres manzanas dentro de la ciudad y en una sola toma. Teníamos que coreografiar a los peatones. A los camareros, niños y perros que paseaban. Es como una gran obra en la que todo es muy realista pero que también ocurre al ritmo de la música”.
  La productora Nira Park nos relata, “La música no sólo es primordial en la película porque le guste a Edgar. Es una forma de meter a la audiencia dentro de la mente del protagonista y ver el mundo a través de sus ojos y oídos. Baby siempre se hermetiza del mundo exterior escuchando música de los iPods que roba como forma de hacer frente a su traumático pasado”.
  “Es un thriller de acción común ejecutado de una forma que no se había hecho antes. Hay persecuciones, secuencias de acción intensas, tiroteos... y todo al ritmo de más de 30 canciones que Edgar había reunido incluso antes de terminar el guion” continúa Park.
  Cuatro años antes Wright se sentó con el editor Paul Machliss y juntaron una lista de más de 30 canciones que inspirarían el guion. “Es algo que ha sido parte de mis películas anteriores, y pensé en la idea de llevarlo un paso más allá creando un personaje que escucha música todo el tiempo”.
  Ansel Elgort, quien interpreta a Baby, recuerda cuan singular fue el proyecto desde el comienzo. “Al principio el guion se entregó en un iPad que tenía pequeños emojis sobre los que podías hacer click y la música sonaba mientras lo leías. La música motivó el guion, y así es básicamente como la película funciona. Cuando lo lees puedes incluso sentir el ritmo en las escenas”.
  “El elemento de musical que incluye Edgar, que es muy interesante, le permite realmente jugar con las habilidades tan desarrolladas que tiene” dice Jon Hamm, quien coprotagoniza la cinta en su papel de Buddy.
  El director de segunda unidad y coordinador de dobles Darrin Prescott dice “Edgar es un visionario y su estilo es único; este proyecto es un verdadero testamento de su creatividad. Siempre he dicho que sería un gran ejercicio para una escuela de cine, coger una canción popular y coreografiarla con cualquier cosa, una escena de lucha o una persecución. No es nada fácil lo que estamos haciendo aquí. Hay muchos inconvenientes. Creo que puedes ver esta película una docena de veces y cada vez encontrar algo nuevo, algún detalle sutil subyacente en las películas de Edgar Wright”.
  Wright estaba tan involucrado que hasta se reunió con un consultor sobre atracos llamado Joe Loya, quien al principio de los 90 fue sentenciado a siete años de prisión por atracar un banco. Loya escribió el libro “El Hombre cuya Prisión se le Quedó Pequeña: Confesiones de un Ladrón de Bancos” por el que Wright quiso conocerle. “Loya ayudó a darle autenticidad a cada atraco” dice Park. “Aún con todos los añadidos, Edgar quería estar seguro de que cada golpe fuese muy real y creíble”.

JUNTANDO AL EQUIPO PERFECTO PARA UN ATRACO...
  Edgar Wright estuvo pensando durante años en el casting de BABY DRIVER, mucho antes de que entrase en producción. Aunque inicialmente se había imaginado a Baby bajito, “porque yo soy bajito” añade entre risas, cambió de idea cuando conoció a Ansel Elgort y se dio cuenta de que nadie más podía hacer el papel protagonista.
  “Lo que realmente me enamoró de él es que le encanta la música y puede tocar muchos instrumentos” dice Wright. “En una de mis escenas favoritas con Ansel, él tiene los cascos puestos y está escuchando a Dave Brubeck, cuando se pone a tocar el piano sobre la mesa. Es algo cautivador e hipnótico ver a un actor de 21 años tocar al ritmo de jazz de los 50. Ansel es fascinante en este aspecto”.
  Elgort explica que fue su amor y el de Edgar por la música lo que les conectó en su primera reunión en Los Ángeles. “Edgar y yo nos conocimos en Los Ángeles y comimos juntos, y en todo el tiempo sólo hablamos sobre música” recuerda el actor. “Entonces yo todavía ni sabía de qué iba la película, pero los dos compartimos la pasión por la música”.
  “Ansel en realidad está obsesionado con la música, al igual que el protagonista de la película. Su vida está totalmente controlada por la música y vive al ritmo de la música que escucha, y encima Ansel tiene experiencia en baile. Y bueno, que también es un gran actor y un buen tío” dice Wright.
  Elgort estaba emocionado de interpretar a Baby, y explica “Me encantó lo ecléctico que es este papel. Es un conductor experto en fugas así que tuve que aprender a conducir, tiene un padre adoptivo sordo con el que habla con signos, así que tuve que aprender lenguaje de signos, y toda su vida gira alrededor de la música, así que ahí están también los retos de baile y coreografía”.
  “Baby está constantemente teniendo que probar su valía a todos los criminales que Doc recluta. Tienes a personajes letales y peligroso juntándose para terminar un trabajo y todos alucinan cuando ven a un crío” explica el coprotagonista Jon Hamm, que interpreta al colega criminal Buddy.
  Hamm continúa, “Buddy se da cuenta desde el principio de que Baby tiene un talento innato. Y estas bandas que roban bancos dependen totalmente de que el tío que les lleva también les saque de ahí de la forma más efectiva posible, así es que Baby tiene que demostrar todo el rato que es el mejor y más rápido”.
  “Ansel tiene un buen reto a lo largo de toda la película” explica Hamm. “Baby es un personaje con sus propios pensamientos, que lleva gafas de sol, auriculares y que no habla mucho. Es interesante y complicado intentar darle forma a un personaje a través de la música que elige en cada situación. En el primer atraco le vemos rockeando en el coche mientras sacamos las pistolas y la gente grita. Hay cierto humor macabro en su personaje, pero también la oscura habilidad de continuar con estos criminales” concluye Hamm.
  Para Lily James, quien interpreta a la chica por la que Baby está colado (Débora), Elgort hace que sea muy fácil sentirse identificado con Baby. “Te pones del lado de Baby porque tiene un gran corazón. Le vemos en casa con su padre adoptivo Joe y tienen una relación preciosa. Él está haciendo todo esto para conseguir una vida mejor para los dos, por lo que quieres es que le salga bien todo pero que ese mundo horrible no le corrompa. Creo que tiene un corazón enorme, que brilla a través de la actuación de Ansel, que encuentro bonita y vulnerable en cierto modo, pero muy guay”.
  Cuando se hizo el casting del resto de actores, Edgar Wright dice que siempre pretendió que BABY DRIVER fuese una película coral, de la misma forma en que a Baby le gustaría escapar de sus colegas pero no puede. “La idea es: coge a este tío solitario y júntale con una banda con la que realmente no quiera estar” dice Wright.
  A la cabeza del grupo de robos está el cerebro que organiza a todos, Doc. Necesita gente que no esté en esto por la emoción, sino que lo hagan porque es su trabajo y se lo tomen en serio. Quién mejor para este papel del increíblemente serio jefe criminal que el premiado por la academia Kevin Spacey, quien últimamente está deleitando a las audiencias como el presidente Frank Underwood en el éxito de Netflix House of Cards.
  “Tenía una lista realista para el papel, y luego estaba Kevin en la lista de ni-en-tus-mejores-sueños” dice Wright, un fan de Spacey desde que irrumpiese en la escena cinematográfica con Éxito a Cualquier Precio, Seven y Sospechosos Habituales. “Pues tuve tanta suerte que conseguí una de las opciones de ni-en-tus-mejores-sueños. Volé a Baltimore y me reuní con él mientras estaba grabando House of Cards. Dijo que sí y me pareció increíble. Me emocionó mucho imaginármelo desgarrando el diálogo que había escrito. Es muy divertido ver a Kevin ser malo. Le quieres sin importar lo malvado que sea”.
  “Doc no se anda con chiquitas, es el líder del equipo. Y supongo que si no estuviesen robando bancos sería un entrenador increíble, ya que consigue juntar a un grupo de extravagantes, locos y sociópatas y Baby”.
  “Doc es en cierto modo un manipulador y Kevin lo interpreta a la perfección, matizando todas las distintas capas del personaje” explica Jamie Foxx, en su papel de colega atracador, Bats. “Es un pedazo de artista que trae muchísima vida a un personaje como este”.
  Aunque Doc tiene un control absoluto sobre los servicios de Baby, le tiene cierta simpatía al chico. “Es como uno de esas horrorosas figuras paternas que pueden ser increíbles en raras ocasiones” dice Wright, “pero que en la mayoría del tiempo tiene una influencia corrosiva”.
  Con el jefe y el conductor en el carro, ya se pusieron con el resto del equipo, un grupo que tenía que parecer peligroso pero que también se moviese al ritmo. “Hacer el casting para un reparto coral es muy complicado” explica la productora Nira Park. “En este caso tuvimos que encontrar siete atracadores, hombres y mujeres, incluyendo a Baby. Queríamos un grupo que amenazase al mismo nivel que los tiroteos y la acción, pero también necesitábamos que se pudiesen mover al ritmo de la música”.
  Sólo hubo una parte que se escribió con un actor en la cabeza, y esa fue la de Buddy, para la cual Wright siempre tuve en la cabeza a Jon Hamm. El ganador de un Emmy por Mad Men estuvo en la primera lectura de guion de BABY DRIVER, allá por 2012, y ha sido el único actor que ha permanecido hasta el final.
  “He conocido a Edgar y he sido fan suyo desde hace ya algún tiempo” explica Hamm. “Edgar me pidió personalmente que hiciese la primera lectura de guion en su versión primigenia y me sumé al carro inmediatamente. Esto fue cinco o seis años antes de empezar a grabar. El guion me gustó de primeras y sabía que era una idea muy interesante que podía llegar a convertirse en algo increíble”.
  Hamm estaba encantado de unirse al equipo de Wright e interpretar la otra cara de la ley después de coprotagonizar Ciudad de Ladrones como el agente secreto del FBI ‘Adam Frawley’. “Es bastante divertido hacer el papel de un obstinado tío malo” admite Hamm.
  Más conocido por su icónico papel de Don Draper, publicista de mitad de siglo en Mad Men, Hamm dice que desde entonces se basa en buscar roles distintos. “En mi carrera post Mad Men busco cosas que sean completamente o algo distintas de Don, quien iba siempre inmaculado y abotonado hasta arriba, aunque sin duda también tenía un lado turbio. Pero esta oportunidad es definitivamente un ejemplo del cambio que estaba buscando”.
  Para Hamm, Buddy es alguien ansioso por cambiar las cosas. “La historia de trasfondo de Buddy es que era un corredor de bolsa de éxito que tuvo una serie de malas decisiones. Esto hizo que aterrizase en el otro lado de la ley. Ahora utiliza su inteligencia y encanto para triunfar haciendo dinero pero de forma ilegal”.
  “Buddy conoce a su novia, Darling, y empiezan a vivir esa emocionante y romántica, aunque inevitablemente condenada, vida con la adrenalina y peligro que ella conlleva” continúa Hamm.
  El papel de Darling, el bombón de pelo castaño, fue a parar a Eiza González quien vino recomendada por el amigo de Wright, Robert Rodríguez. “Me decía, ‘Esta chica va a ser enorme, tienes que conocerla’. Y tenía razón. La cosa de Eiza es que es guapísima, dulce y muy graciosa, pero cuando se pone seria es aterradora. Es algo parecido a lo que transmiten Jon y Eiza en la película. Parecen chicos buenos, pero cuando se sienten amenazados atacan que da miedo”.
  “Darling es un personaje único, está loca y algo desconectada de la realidad y eso me encanta. Creo que un criminal tiene que ser así de alguna manera si quiere llevar acabo todas esas actividades tan peligrosas como atracar un banco o matar gente. Definitivamente tienes que estar algo desconectado para eso. Pero me fascina como aún así es muy femenina”.
  Para prepararse para el papel González explica, “Realmente quería representar a una mujer que entiende este mundo, así que estuve investigando a Candice Martínez, más conocida como ‘La ladrona del móvil’ porque siempre estaba hablando por teléfono en los atracos. Era importante para mí intentar entender qué podía motivar a alguien para elegir este tipo de vida, así que leí mucho sobre ella y escuché su historia y sus antecedentes”.
  Representando otro temperamento completamente distinto dentro del grupo de ladrones de Doc está Bats, atento e impasible, alguien que Wright recuerda como “probablemente el personaje más divertido de escribir. Él es seguramente el malo malísimo dentro del grupo de los más malos”. Y al mando del personaje más oscuro de la película está el oscarizado Jamie Foxx.
  “Estaba tan emocionado” dice Wright sobre el casting de Foxx. “Le interpreta como alguien extremadamente simpático, pero ese encanto es sólo una treta para embaucarte. Es uno de esos tipos que te quiere cerca para poder apuñalarte. Jamie tiene mucho magnetismo, y Bats es un sociópata sonriente en el que nadie debería confiar. Baby se da cuenta de que su llegada son malas noticias y hace todo lo posible por mantenerse al margen. Me encanta la idea de que Jamie sea el agente del caos, alguien que disfruta generando destrucción”.
  “Nunca había visto algo así antes” relata Foxx, “y me impresionó lo determinado que estaba Edgar de arriesgarse con algo tan fresco y único. En lo que respecta a la personalidad, Bats es un tipo muy simple. Él quiere hacer dinero pero no quiere tener que conocer a nadie ni hacer amigos. Si queda algún cabo suelto, él lo soluciona a su manera”.
  Antes de que Bats entre en escena, el que desempeña su rol en el grupo de atracadores es Griff, interpretado por Jon Bernthal. Personificando la otra cara de la moneda después de actuar en la cinta de Marvel El Castigador vista en Netflix, Bernthal emprende el reto de interpretar a Griff.
  “Griff es una mosca cojonera” dice Bernthal. “Es un tipo complicado con el que tratar y creo que lo único mejor que no tener que tratar con él, es tenerle de tu lado. Mejor tenerlo de tu lado que en tu contra. Son tipos que pertenecen a los bajos fondos de la delincuencia donde te das a conocer por tu reputación. Estos tipos no son simples criminales, ni mucho menos”.
  Cerrando el grupo de atracadores están Lanny Joon y Flea, el bajista de los The Red Hot Chilly Peppers, que conocía a Wright y estaba emocionado de unirse al reparto. “Leí el guion y me quedé alucinado” explica Flea. “Es una visión tan alocada, única y genial la que Edgar ha tenido, que esa mezcla de música, acción y momentos conmovedores es excepcional”.
  Sobre los elementos musicales de la película, Flea dice, “La música es lo más importante de mi vida y Edgar ha hecho de ella el elemento crucial de la película. Es un concepto tan interesante y excitante que ha sido muy divertido ver como Edgar ha traído todo a la vida”.
  Después de tan formidable elenco de criminales, encontrar la contraposición dulce en el reparto acabó siendo un reto. ¿Quién daría vida a Débora, la tierna y simpática camarera que da a Baby esperanzas de que la vida puede significar algo más? Wright la encontró en la actriz británica Lily James, la Cenicienta en la última película de Disney.
  “Me dejó fascinado” dice Wright sobre Lily. “En la audición hizo básicamente lo que hace en la película. Se adueña del personaje, ese rallo de luz en la introvertida vida de Baby. Le mandé el video de su prueba a Bill Pope, mi director de fotografía, cuya opinión respeto especialmente cuando es sobre actores y actrices. No le dije porqué se la estaba mandando ni lo que pensaba de ella. Sobre media hora después me respondió con un email que simplemente decía, ‘Contrátala’”.
  Débora tiene un trabajo sin mucho futuro y se hace bastante evidente de que no hay nada que le retenga en este punto de su vida. No tiene familia y es como una nómada que quiere escapar. Es una soñadora y ama la música con locura, razón por la que ella y Baby conectan de verdad” dice James sobre su personaje.
  Con tanta música y percusión, hay una nota en la película que va al ritmo de un latido, y es la que proviene de CJ Jones en su papel de Joe. Padre adoptivo de Baby y su ferviente consciencia, Joe está ahí para celebrar sus alegrías pero también para recordarle que quien la hace la paga. Los directores sabían que Jones, un renombrado artista sordo, era perfecto para este papel tan crucial.
  “CJ desprende una energía positiva increíble y tiene una química especial con Ansel, quien tuvo el reto de aprender lenguaje de signos ya que el personaje de CJ en la película es también sordo. Este detalle añade un elemento muy especial a la relación entre Baby y Joe, ya que Baby padece de acúfenos después de un traumático accidente y sufre de un constante ruido de fondo. Así que es bonito que tenga una relación tan íntima con alguien que tiene una profunda pero silenciosa y reconfortante presencia en su vida”.
  Wright dice que trabajar con Jones ha sido una experiencia reconfortante pero también “muy graciosa. CJ es un cómico sordo que es muy muy gracioso”. Una consecuencia inesperada de dirigir a Jones, explica Wright, ha sido la mejora de sus propias habilidades de comunicación. “Si estás trabajando con alguien que está leyendo tus labios, te das cuenta muy rápido de que el 50 por ciento de lo que dices es absurdo. Debía ser mucho más conciso e ir directo al problema. Me encanta trabajar con él”.
  Wright juntó también a varias estrellas del rock que hacen alguna aparición breve, como Jon Spencer (cuyo tema “Bellbottoms” está incluido en la película), Big Boi, Killer Mike, Sky Ferreira (vista brevemente como la madre de Baby en un flashback) y Paul Williams, por nombre algunos. “Pensé que sería divertido tener músicos de verdad en el proyecto” dice Wright, “ya que la música es la piedra angular de la película”.
  “Edgar es un seguidor de Outkast y de mi trabajo y yo del suyo, así que cuando me contactó estuve encantado de subir a bordo” dice Big Boi.
  Killer Mike está igual de emocionado que Big Boi por unirse al proyecto de Wright, especialmente por el peso de la música. “Me encantan las películas que giran entorno a la música, siempre queda mucho mejor y acompaña a la acción. Soy músico, así que me encanta la idea, por supuesto. Formar parte de algo así es un verdadero regalo”.

SUBE EL VOLUMEN...
  Para una película alimentada por la música, y cuando está elegida por su protagonista especialmente, no sorprende que Wright hubiese elegido canciones mucho antes incluso de que hubiese escrito ni una sola palabra del guion. Temas como “Bellbottoms” de The Jon Spencer Blues Explosion, “Neat Neat Neat” de The Damned, “Brighton Rock” de Queen y “Hocus Pocus” de Focus sirvieron a Wright como inspiración para imaginarse secuencias totalmente coreografiadas. “La estructura de las canciones es lo que empieza a dar forma a cada escena” dice Wright. “‘Bellbottons’ tiene una introducción de dos minutos antes de que la canción realmente empiece, lo que encaja perfectamente con el tiempo que tiene que estar esperando un conductor en la puerta de un banco antes de fugarse. Entonces, a los dos minutos, es cuando la persecución empieza”.
  Pero no solamente está coreografiada la acción dentro del coche, Baby también tiene un ‘número musical’ improvisado cuando va a por café por las calles de Atlanta, todo a ritmo de “Harlem Shuffle”, e incluso los tiroteos están sincronizados con ciertos temas. “El verdadero germen de la idea fue ¿cómo podía hacer una película de acción totalmente marcada por la música?” dice Wright. “La música es lo que motiva todo el resto”.
  En este aspecto, encontrar al coreógrafo idóneo fue tan crucial como cualquier otro trabajo de la película, lo que llevó a contratar a Ryan Heffington. Ryan es más conocido por ser la mente detrás de los videoclips de Sia “Chandelier” y de Arcade Fire “We Exist”. Heffington aceptó encantado el reto de unirse al equipo de Wright para coreografiar por primera vez actores y equipo en su primer largometraje. Su compañero en todo el proceso como asistente de coreógrafo fue Ryan Spencer, quien hizo su debut a los tres años y empezó su andadura profesional por libre a los 15 años, actuando y coreografiando a nivel nacional e internacional.
  “Edgar es muy preciso en lo que quiere y conoce hasta el más mínimo detalle de la película, aunque es capaz de confiar en el equipo que ha juntado y darme margen para trabajar, lo que le convierte en un gran colaborador y un director increíble” explica Heffington.
  “Creo que la historia es lo que más influenció nuestro trabajo. Edgar tenía una idea muy clara de lo que quería en cuestión de movimiento y ritmo y del tono en general. Tuve la oportunidad de incluir muchas ideas y movimientos originales. Creo que eso, junto con la dirección de Edgar, va a darle mucha riqueza a la película”.
  Elgort, junto con sus seis colegas atracadores, tenía algo de experiencia en música y coreografía, algo que los productores tuvieron muy en cuenta cuando eligieron al reparto. “En las pruebas, los actores y actrices sabían que no sólo tenían que tener talento musical sino que tenían que ser capaces de aprender la coreografía bien” explica Park.
  “Todos los actores trabajaron muy duro con las coreografías de sus escenas, aunque en el resultado final parezca que todo ha sido fácil. Creo que parte de mi trabajo es hacer que el resultado parezca fácil y al alcance de todos” añade Heffington.
  Wright le llama a Heffinton “un genio increíble”, quien ayudó a los actores a pensar contando, igual que hacen los bailarines. “Digamos que, por ejemplo, están disparando armas al ritmo de la música. Ryan entonces les haría memorizar esa parte del ritmo. Se acercaría a Hamm y le diría, ‘En la siguiente parte eres tú haciendo da, da, da, da, da, da’. Entonces se te queda en la cabeza y lo cuadras con la canción. Funciona de verdad”.
  “Empezamos con los ensayos cuando Ansel volvió a Los Ángeles, unos seis meses antes de empezar a grabar, para hacernos una idea del estilo que tenía al moverse de forma natural sin añadir mucho de Baby y así determinar hasta dónde podíamos llevar a su personaje” explica Heffington.
  A los nueve años, la madre de Elgort le metió en “The School of American Ballet” donde empezó oficialmente su formación como bailarín. Más tarde asistió al Professional Performing Arts School, al instituto Fiorello H. de LaGuardia y al campamento de verano Stagedoor Manor, lo que le consolidó como bailarín y artista. Cuando no está rodando, Elgort usa su talento produciendo música electrónica dance bajo el nombre de “Ansolo”.
  “Empecé las audiciones normales con diálogos antes de que Edgar me pidiese que bailase ya que Baby siempre se mueve al ritmo de la música, ya sea en su cabeza o bailando frente al espejo como si nadie estuviera viendo” dice Elgort.
  El resto del reparto tuvieron el reto de ir aprendiéndose la coreografía sobre la marcha a medida que avanzaba la producción. “Había tanto ocurriendo al mismo tiempo que teníamos que ir muy deprisa, pero a fin de cuentas todos son profesionales y al final lo clavan delante de la cámara” añade Heffington.
  “Iba todo muy rápido, razón por la cual era imperativo que todo el reparto tuviese conocimientos musicales y rítmicos y así pudiesen seguir los pasos sin problemas” dice Park.
  Eiza González, Darling en la película, admite que fue bastante complicado parecer estar cómoda disparando armas. “En mi caso encima con tacones” añade, “y al mismo tiempo haciéndolo al ritmo de la música”.
  Para Elgort la música de la película se convirtió en una extensión del personaje, de alguien que se maneja en su propio universo. “Baby no tiene ordenador. Está totalmente fuera de onda, así que la música que escucha la consigue de los iPods de distintas personas. Y es por eso por lo que tiene una banda sonora que es tan diferente y única” dice Elgort.
  Elgort explica que mucha de la música no la había escuchado nunca, pero que todo el conocimiento enciclopédico que Wright le mostró le sirvió como entretenimiento extra. “Musicalmente hablando la película toca todos los palos y eso es muy divertido. Va a mantener al espectador en vilo” dice Elgort.
  Aprovechándose de su experiencia como dj, Elgort aclara, “Un dj verdaderamente bueno es aquel que puede hacer que la gente se mueva sin tener que poner sólo temas de éxito, y para esta banda sonora no sólo se han juntado éxitos. Son una serie muy ecléctica de álbumes que son una pasada”.
  Wright explica que Elgort contribuyó con su propia canción, tema que surgió en su audición. “‘¿Qué letra de canción te sabes de memoria?’ le pregunté, y él me dijo que ‘Easy’ de los Commodores. A lo que le respondí, ‘¿En serio? Eso es increíble, porque tengo esa canción en mi iTunes’. Así que la puse y nos pusimos a improvisar distintas partes de la canción. Al final acabo formando parte de la película”.
  Pero no eran los actores principales los únicos que tenían encajar todos sus movimientos. El coreógrafo Heffington también tuvo que hacer audiciones para los figurantes de cada escena, del mismo modo que tuvo que asistir al equipo de cámaras para sincronizar sus movimientos alrededor de tanta acción.
  Wright mantuvo a su editor de siempre, Paul Machliss, en el set de rodaje para que cuadrase en tiempo real los disparos, efectos de luz, choques y movimientos de actores y cámara, y así quedase todo sincronizado con la música. “Con la excepción de una canción, estuvimos trabajando con música muy conocida a la que no podíamos alterar el tempo” dice Machliss. “El reto era encajar cada secuencia en lo que durase la canción y encima a la cadencia de cada nota”.
  “Va a ser una película como ninguna otra. No es un musical. Es un nuevo género que incluye una historia de amor y acción, persecuciones, violencia y baile. Es para todos los gustos, y tiene unos actores brillantes como guinda del pastel” concluye Heffington.

DETRÁS DEL VOLANTE...
  Era esencial una gran precisión en la conducción para hacer de BABY DRIVER una historia trepidante, pero también la mejor coreografía de acción, los coches correctos y el perfecto equipo de dobles. Wright y tres artistas gráficos empezaron a esbozar la secuencia de la persecución dibujo a dibujo, para luego animarla y tener una idea general de cómo podría ser el resultado final. “Esas animaciones se aproximan bastante a la película terminada” dice Wright. “El siguiente paso fue trabajar con el director de fotografía, el equipo de dobles y el de efectos especiales. ¿Qué partes requieren un especialista? ¿Cuáles pueden hacerlas los actores directamente? ¿Qué equipo utilizar en cada secuencia?”
  Lo que Wright se negaba era a simplificar la escena, significando esto que tendrían que grabar con múltiples cámaras y acabar con millones de metros de película, para acabar atando cabos en la sala de edición. “Las animaciones se convirtieron en una increíble guía, ya que con ellas sabíamos cuantas tomas necesitábamos para cada secuencia” explica Wright. “Todo se resumía en optimizar recursos”.
  Otra de las decisiones más importantes que tomo Wright fue la de hacer persecuciones a la luz del día, pues añaden una tensión extra por los choques. Además, los atracos a bancos se suelen hacer de día. “Probablemente sea mucho simple hacer una persecución de noche por una autopista, ya que es más fácil cerrar ese tramo de carretera. Hacerlo a plena luz del día lo complica todo mucho, pero hace que sea mucho más impresionante”.
  Cuando se pararon a decidir qué coches usarían, Wright tenía claro que no quería coches caros o tuneados, quería coches que fuesen prácticos a la hora de atracar un banco. Sean Ryan, responsable de los coches, explica que toda persecución en pantalla “tiene que ser grandiosa, pero sobretodo parecer real. Wright estuvo investigando cuáles eran los coches más robados en los Estados Unidos y esto fue determinante a la hora de elegirlos para la película. Hay más de 150 coches en este proyecto y cada uno de ellos tiene su función específica. Todo este proceso de selección acabó siendo como el desarrollo de un personaje en los ojos de Edgar”.
  “Un ladrón de banco de verdad robaría un coche que no se eche mucho de menos. Entonces lo abandonaría y escaparía en otro coche que pase desapercibido. Tal como relataron conductores expertos en fugas de verdad, la idea es conseguir un coche que se confunda entre el tráfico. Blanco, gris y rojo, los colores más comunes que se ven en la calle” explica Ryan.
  Para determinar el límite de cada coche, el equipo de dobles junto con los coordinadores Darrin Prescott y Jeremy Fry tuvieron que probarlos todos y luego comunicarle a Ryan qué cosas había que mejorar para que cumpliesen con lo planeado por Wright.
  “Este ha sido un proyecto muy excitante y diferente a la hora de conducir por varios motivos. Edgar es muy colaborativo y nos ha permitido y fomentado mucha libertad a la hora de desarrollar y coreografiar las escenas acrobáticas. Hemos intentado que toda la conducción sea real y no hayan efectos especiales” dice Prescott.
  Para el primer atraco se decidió que el coche sería un Subaru WRX. “Edgar tenía clarísimo que quería usar este coche por su sobresaliente manejabilidad, es rápido y ágil. Este es el tipo de coche con el que puedes escapar de la escena del crimen lo más rápido posible” dice Ryan. “Es como un coche de rallys” añade Wright, citando su investigación sobre el tema.
  “Una vez decidimos qué vehículos usaríamos, tuvimos que determinar qué trucos tendría que hacer cada uno y por tanto sus diferentes características mecánicas. Por ejemplo, teníamos cuatro Subarus. Uno de ellos tenía que tener tracción a las cuatro ruedas para acabar haciendo un trompo de 270 grados donde las ruedas traseras se bloqueasen, pero luego se tenían que poder desbloquear las delanteras para que cuando el conductor cambiase la marcha atrás el coche tirase” explica Ryan. Y continúa entre risas “es todo muy técnico”.
  “Todos estos coches vienen de serie con tracción a las cuatro ruedas. Esto significa que si tienes suficiente potencia y le das bien al pedal te pueden patinar las cuatro ruedas. En uno de tracción trasera, que no es como estos coches vienen de fábrica, se le aprietas sólo patinan las traseras. Esto es la mecánica de un derrape. Por lo que derrapar es algo completamente distinto con un tipo de tracción o con otra. Hay algunos movimientos que queremos que se hagan con tracción a las cuatro ruedas y otros que simplemente son mucho más fáciles y dinámicos con tracción trasera” dice Fry.
  Para los otros atracos Wright fue igual de exquisito. Eligió un Chevy Avalanche para el segundo, que encima tenía que poder subir un miro de ladrillo, y un Mitsubishi Galant para el último atraco. “Tuvimos que hacer muchos cambios y puestas en marcha con estos coches para que hiciesen todo lo que Edgar esperaba de ellos” explica Ryan.
  Para el personaje de Kevin Spacey se eligió un Mercedes-Benz S550, un modelo que le queda como un guante a un pez gordo, aunque no de la talla en manos de Baby. De cualquier forma, para hacer todo lo que querían que hiciese tuvieron que manipular el sistema de ordenador que lleva incorporado, ya que está programado para corregir la trayectoria cuando se descontrola. “Hay una escena en la que el coche hace un derrape increíble en un parking. Le metemos bastante caña a este coche” recuerda Ryan.
  Siempre que fuese posible, eran los propios actores los que conducían. A principio de 2016, antes de empezar con la producción, Ansel Elgort y Jon Hamm empezaron el entrenamiento para conducir, todo bajo la supervisión de Prescott y Fry. El objetivo era prepararles para las escenas donde el espectador pudiese ver las caras de los actores. “Estuvieron trabajando juntos intermitentemente durante un mes intentando enseñar a Ansel lo que los coches podían hacer y cómo conducirlos”. Después de su tiempo como conductor especialista, Elgort bromeaba comentando que aunque conduce un Tahoe en la vida real, está preparado en todo momento para un Subaru, ¡ahora que sabe lo que puede hacer con uno!
  De cualquier forma, lo que realmente fue complicado de coreografiar fueron las persecuciones de coches. “Primero empezábamos con una pre-visualización de las localizaciones en la que medíamos el espacio y hacíamos una réplica en el aparcamiento del circuito de carreras de Atlanta. Entonces condujimos por el recorrido exacto con los coches que Edgar quería usar porque necesitábamos saber cómo se movían y el tiempo que tardaban”.
  “Los cambios y las maniobras del coche tenían que coincidir con las notas de la canción usada en la escena, y esa canción no se iba a hacer más larga o más corta, así que teníamos que clavar los tiempos” continúa Prescott.
  Con respecto a los trucos que los conductores especialistas tenían que hacer algunos nunca se han visto antes en la gran pantalla, incluido el peligroso movimiento conocido como “180 dentro y 180 fuera”. “Muchos directores harían algo así en un gran aparcamiento de coches y recrear los edificios por ordenador, pero por supuesto Edgar quería que todo se hiciese in situ” explica Prescott.
  El hombre detrás del volante para ese truco fue Fry, quien ha conducido en algunas de las mejores escenas de persecuciones de la gran pantalla, como en John Wick, Hit and Run, and Drive. “Completamos la maniobra en un callejón estrecho del centro de Atlanta. La escena requería que el coche fuese a toda mecha por el callejón y hacer un giro de 180 grados a toda prisa entre dos edificios y después volver a hacer otro 180 para salir de él, y puedo decir que lo bordó” presume Prescott.
  El actor Jon Bernthal, cuyo personaje se ve envuelto en varias de estas espeluznantes situaciones, lo expresa de forma concisa: “Es mejor que una montaña rusa” dice entre risas.

DISEÑO DE VESTUARIO...
  Courtney Hoffman puede que haya sido una recién llegada al equipo creativo de Edgar Wright, pero no es ninguna principiante en esto de darle peso al vestuario de una película, habiendo recibido elogios por su trabajo en Los Odiosos Ocho de Quentin Tarantino y Captain Fantastic de Matt Ross. Desde su primer encuentro con Wright se podía oler en el ambiente una colaboración fructífera. “Es algo bastante raro recibir un guion tan vibrante” dice Hoffman. “Después de la primera entrevista con Edgar me dijo que me sentase a leer el guion y que escuchase la lista de reproducción que me dio. Me atrajo la originalidad de toda la experiencia desde el momento en que empezó a sonar la música”.
  La productora Nira Park aplaudió la decisión de atraer a Hoffman. “Sabíamos que el vestuario sería una parte fundamental a la hora de ayudar a definir los personajes, y Courtney aportó la audacia, entusiasmo y pericia necesarias. Ayudó a dar vida a los personajes de verdad”.
  Fue una experiencia colaborativa desde el principio. “Edgar es uno de los pocos directores que quiere estar en todas las pruebas de vestuario para dar su opinión y tener sugerencias mientras el actor o actriz se está probando las prendas por primera vez”.
  Esto desencadenó en un nivel de detalle que ensalza a cada personaje. “Llevamos unos segundos de película, la acción empieza y una de las primeras cosas que Edgar quiere que el espectador vea es a nuestros ladrones con unas zapatillas” dice Hoffman. “Están preparados para atracar un banco con zapatillas y gabardinas negras porque vienen aquí a hacer el negocio. Pero una de las cosas que realmente me emocionaron fue haber sido capaz de explorar en detalle esos momentos que definen la singularidad de cada personaje”.
  “Así que aunque todos estén llevando gabardinas negras y zapatillas blancas si paras un momento y te fijas hemos añadido elementos de la personalidad de cada personaje a su vestuario. Por ejemplo, puedes ver las zapatillas de Eiza con algo de plataforma, ya que quería que hubiese trazas de su personalidad incluso cuando se supone que está escondiendo su identidad” continúa Hoffman.
  Construyendo sobre la idea de que Atlanta debería parecer la misma ciudad en la gran pantalla por una una vez, Hoffman confiesa que la propia ciudad fue una fuente de inspiración clave en esta colorida historia. “Edgar quería que esta historia realmente representase a Atlanta” explica Hoffman. “Creo que es una decisión muy emocionante”.
  “Me gustó el hecho de que usásemos a la gente y las calles como inspiración para la paleta de colores, y una cosa que te das cuenta en cualquier parte de la ciudad es la cantidad de colores vibrantes que llevan los hombres. Esto nos llevó a pensar en Bats, interpretado por Jamie Foxx, y en cuáles eran los colores que representaban a cada personaje. Así que asignamos un color a cada uno e intentamos experimentar alrededor de él” dice Hoffman.
  Esto conlleva decisiones arriesgadas, algo que Wright y Hoffman coincidían era necesario si querían crear un contraste dramático entre, según dice Hoffman, “quien cada personaje es y quién pretende ser en cada escena. Y como diseñadora, eso fue lo realmente excitante, que el director me diese permiso para coger un personaje y vestirlo de rojo de pies a cabeza o ponerle una sudadera ridícula”.
  E igual de importante fue respetar el trabajo estético de Hoffman como honorar el acercamiento de Wright a la cultura pop.
“Si piensas en Scott Pilgrim y si piensas también en otras películas de Edgar, como Zombie Party tienen un vestuario muy sencillo que es justo lo que les dota de una naturaleza icónica”.
  A la hora de vestir al protagonista, Hoffman comenta que “queríamos que Baby no llevase nada valioso. Es un chico joven, pero no va a la última ni sigue ninguna moda. Queríamos que fuese contemporáneo pero no a la moda”.
  Después de que Elgort se probase más de 80 chaquetas, Hoffman y su equipo acabaron juntando partes de varias para crear el icónico look de Baby. Un sutil pero importante detalle de su apariencia es la camiseta que lleva. “Queríamos ilustrar la transición gradual de Baby, de cómo empieza siendo una víctima llevando a una camiseta blanca a cuando empieza a ensuciarse las manos (en sentido literal y figurado) y acaba pasándose a un lado más oscuro” explica Hoffman.
  De una forma imperceptible en la que probablemente sólo se dan cuenta diseñadores de vestuario, Hoffman explica, “teñimos sus camisetas en cinco tonos distintos de gris”.
  Preguntar a Hoffman sobre cuál ha sido su personaje favorito para vestir es como preguntar a una madre cuál es su hijo favorito. Aunque en este caso no pudo reprimir el entusiasmo con el vestuario de Darling, interpretada por Eiza González. “Eiza lleva literalmente un abrigo de pelo lila en un tiroteo. ¿Quién más puede decir que ha hecho eso?” se ríe Hoffman. “El vestuario de Darling es algo con lo que me apetecía mucho jugar”.
  El gusto hortera que suele venir de la mano con el nuevo rico fue la clave a la hora de vestir a Darling y a su novio Buddy. “Da igual el tacón que Eiza y yo eligiésemos, al final siempre era cuanto más alto mejor” añade Hoffman.
  La ropa que lleva la banda debía reflejar que en realidad eran prendas que podrían llevar en su día a día. “Ser un criminal es tu trabajo, pero no te tienes que vestir de criminal” dice Hoffman. “Así que personajes como Buddy o Darling se van a Atlantic City o Vegas entre atracos”.
  “Buddy es el novio de Darling y es algo mayor que ella así que es fácil darse cuenta de que está intentando aparentar ser más joven. Lleva joyería y sale con una chica más joven que probablemente le escoge la ropa y le alienta diciéndole que está muy guapo con lo que se pone” explica Hoffman. “Es algo superficial y proviene de un mundo corporativo donde sólo llevaba camisas y corbatas, pero ahora está viviendo el estilo de vida de un criminal”.
  Hoffman tuvo la impresión desde el principio de que el personaje de Jamie Foxx representa el estilo de Atlanta, cuyo gusto es explosivo, así que hicieron que su color fuese el rojo. “Quería estar segura de que estaba abordando el tema de la misma forma que una película de época. Esto es, aprende la historia, aprende lo que es real, aprende de dónde viene y quién lo lleva exactamente” dice Hoffman.
  Para investigar Hoffman visitó centros comerciales y paraba los locales para preguntarles por su marcas favoritas. Entonces se fue de compras. “Una de las primeras prendas que encontré que representaba a Bats perfectamente fue una sudadera que ponía ‘King’” recuerda Hoffman. “Él realmente piensa que es el rey y tiene un aire arrogante, así que la primera vez que se le ve en la película quería que el espectador entendiese que mantiene su estilo esté cometiendo un crimen o no”.
  A la hora de vestir a Débora, interpretada por Lily James, la afinidad del director por los años 50 salió a relucir. “A Débora le dimos una estética como si viviese en los años 50. Así es que aparece casi siempre con su uniforme de camarera, pero también es una chica que piensa y tiene opiniones propias. Así que le convencí a Edgar de que tenía que llevar unas botas desgastadas. Estas botas son un símbolo de que no está comprometida con esa vida de camarera y que se las puede quitar en cualquier momento.”
  Aunque Hoffman dice que la banda sonora de la película no influyó directamente en la elección del vestuario, sí admite que lo hizo el uso qué Wright hace de la música. “La música no guio mis decisiones más allá de motivarme a probar cosas nuevas. Las elecciones musicales de Edgar son tan eclécticas, pasando del rock clásico al hip hop o a canciones viejas. Pensé que si Edgar está tocando tantos palos como inspiración musical yo no debería limitarme a ninguna estética”.

EL RITMO DE ATLANTA...
  El diseñador de producción Marcus Rowland (Zombies Party, Scott Pilgrim Contra el Mundo, Arma Fatal, Bienvenidos al Fin del Mundo) confiesa que el hecho de colaborar con Edgar Wright por quinta vez en un largometraje era algo que no podía dejar pasar. Todo empezó en la mesa de dibujo. “A lo largo de los últimos dos años Edgar ha ido completando la animación y el guion gráfico, cosa que nos ha sido muy útil para empezar a buscar las localizaciones clave”.
  “Es una película con tres atracos principales, y queríamos que todas las localizaciones fuesen distintas. Así que cogimos los estilos de cada una e intentamos yuxtaponerlos. Era necesario que los bancos tuviesen un tono muy distinto, y en una de las ocasiones fue una oficina de correos” continúa Rowland.
  Un factor adicional que jugó un papel importante en la elección del sitio fue la representación. “La música y actuación a veces te llevan a un sitio en concreto, así que cuando estábamos mirando un espacio, Edgar se quedaba un buen rato pensando cómo se podría representar ahí, y a veces en ese proceso se tarda más que en encontrarlo”.
  En la escena del título, Elgort sale del edificio Healey construido en 1913 en el centro de Atlanta. La fachada del edificio se utilizó en el apartamento de Doc. Es un edificio precioso pero al decidir sobre las estructuras a usar en el proyecto Rowland explica: “Los edificios son importantes, pero lo que de verdad importa es lo que lo rodea. Casi toda la película gira alrededor de los coches, así que todo va más de calles, la vista que tienes desde los edificios y las intersecciones por las que pasa el coche”.
  “Tuvimos que cerrar calles y grabar una parte de la persecución y planificar la ruta de escape en una dirección, cuando de repente Edgar decide que vamos a grabar en otra dirección, así que nos tocaba cambiar todas las señales, cubos de basura... No es el trabajo más glamuroso pero tampoco trabajas todos los días con un genio como Edgar. Es un proceso divertido que te mantiene siempre en vilo” explica Rowland entre risas.
  “Uno de los espacios que fue más laborioso de montar fue la cafetería donde el personaje de Lily, Débora, trabaja. Cogimos un local abandonado cerca del aeropuerto de Atlanta y lo convertimos en una cafetería clásica americana preciosa” relata Rowland.
  Con el gusto de Wright por el estilo de los 50, se intentó meter referencias a esa década en la medida de lo posible. “El personaje de Débora sueña con estar en los 50 y le ves con un uniforme de camarera clásico, así que queríamos crear un espacio muy estilizado, nostálgico, un clásico americano, pero también queríamos que fuese genuino” dice Rowland.
  “Grabamos todo en Atlanta, así que los locales y aquellos que conozcan la ciudad van a encontrar muchos sitios que les resultan familiares. La verdad es que estuvimos por toda la ciudad y puedes ver calles, partes de la ciudad y restaurantes conocidos. Algunos de los restaurantes que salen en la película son Goodfella’s Pizza, Bacchanalia, JCT Kitchen y el famoso café Octane” añade Rowland.
  La producción también utilizó la icónica tienda de discos Criminal Records, parada frecuente de Baby en la película.
  “Atlanta es idónea para contar esta historia ya que es un sitio muy ecléctico. En algunos barrios hay casas exuberantes con mucha vegetación y otros están llenos de almacenes abandonados. Es urbano y rural al mismo tiempo. Y se junta gente de todo tipo, algo que vino al dedo para el grupo de atracadores. Tienes tipos como Bats, otros como Buddy y luego chicos como Baby” dice Ansel Elgort, Baby en la película.
  Douglas Dresser, encargado de las localizaciones, recuerda como “después de leer el guion por primera vez lo primero que pensé es que iba a ser un proyecto muy emocionante. Entonces, después de reunirme con Edgar, volví a leer el guion y pensé ¿cómo vamos a hacer esto? Me aterraba y emocionaba al mismo tiempo”.
  Dresser cogió el teléfono y comenzó lo que sería una larga colaboración con el departamento de transporte de Georgia. “Llegamos a cerrar 40 calles a lo largo de la producción. El corte más importante fue el de la parte norte de transitada interestatal 85. Aún siendo extremadamente exigentes, los responsables fueron extremadamente colaborativos a lo largo de todo el proceso” dice Dresser.
  Artistas como Jamie Foxx vieron gracioso que hasta algunas de las calles cortadas tenían vínculos con el mundo de la música. Para la persecución después del segundo atraco, la producción cerro al tráfico la ruta estatal 9, ahora conocida con la autopista Gladys Knight, la ‘Emperatriz del Soul’ que nació en Atlanta. “Aquí estamos, cortando calles, removiendo todo y quién te iba a decir que grabaríamos en la calle Gladys Knight” se ríe Foxx.
  Dresser añade que “lo más importante a considerar en la planificación del proyecto fue el corte de calles, por la posible repercusión en el pesado tráfico de la ciudad. Ya que estábamos en el centro de la ciudad, lleno de negocios y de gente que va a la ciudad entre semana, nos dimos cuenta de que era imposible grabar durante la semana. Acabamos estructurando la grabación de miércoles a domingo, con cortes de calles los fines de semana normalmente”.
  A lo que Rowland añade que “Atlanta es una ciudad realmente inspiradora y Edgar quería representar también el paisaje urbano, incluyendo los grafitis de artistas locales vistos en murales en fachadas y carreteras”.
  Y es por eso que Wright acabó contratando a artistas locales para pintar grafitis en el set de rodaje y convertirlo en la ciudad vibrante que Atlanta es. “Contratamos artistas locales para pintar el mural con un trompetista en la escena en la que Baby pasa de largo de camino al café. Así que de verdad da la impresión de que estás en Atlanta en esta película” dice el director de arte, Nigel Churcher.
  Todos estos ingredientes, junto con el prodigio de un director visionario, hacen que BABY DRIVER impacte a cualquier persona dispuesta a un viaje de emociones fuerte.

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