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BELFAST
INFORMACIÓN
Titulo original: Belfast
Año Producción: 2021
Nacionalidad: Inglaterra
Duración: 98 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Drama
Director: Kenneth Branagh
Guión: Keneth Branagh
Fotografía: Haris Zambarloukos
Música: Van Morrison
FECHA DE ESTRENO
España: 28 Enero 2022
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures


SINOPSIS

En el verano de 1969 Buddy, es un joven de clase obrera de nueve años, que vive un torbellino de vida y diversión en las calles de una comunidad donde todos sus familiares viven en la misma calle y donde todos se conocen, o al menos es lo que parece.Cuando los años sesenta tocan a su fin, los sueños de Buddy se transforman en una pesadilla, explotando en las calles el descontento social existente...

INTÉRPRETES

CATRIONA BALFE, CIARÁN HINDS, JAMIE DORNAN, JUDI DENCH, LARA McDONNELL, GERARD HORAN, TURLOUGH CONVERY, CONOR MacNEILL, BRID BRENNAN, GERARD McCARTHY, SID SAGAR, JOSIE WALKER, ZAK HOLLAND, BARNABY CHAMBERS, CLAIRE ASHTON

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LA PRODUCCIÓN...
   «Belfast es una ciudad de historias y, a finales de los sesenta, atravesó un periodo increíblemente tumultuoso de historia; fueron tiempos muy dramáticos, en ocasiones violentos, en los que mi familia y yo nos vimos envueltos», nos cuenta Branagh. «Me ha llevado cincuenta años dar con el modo correcto de escribir acerca de ello, de encontrar el tono que quería. Puede llevar mucho tiempo entender lo sencillas que pueden ser las cosas, y dar con esa perspectiva, años después, brinda un maravilloso punto de vista. La historia de mi infancia, que sirve de inspiración a la película, se ha convertido en una historia con la que cualquiera puede sentirse identificado, que narra el paso de la infancia a la madurez, cuando se pierde la inocencia. Ese punto de paso, en la Belfast de 1969, se vio acelerado por el tumulto que tuvo lugar a nuestro alrededor. Al comienzo de la película, experimentamos un mundo en transición, que parte de ser una comunidad idílica, cordial y donde reina la armonía, y que sufre un verdadero vuelco con la llegada de una multitud que pasa por todo aquello como un enjambre de abejas y pone fin a la paz reinante. Cuando se marchan, las calles quedan literalmente desgarradas por gente que ahora siente que tiene que protegerse de otros ataques, y eso es exactamente lo que yo recuerdo. Recuerdo todo cambiando en una tarde, casi a cámara lenta, sin entender lo que estaba oyendo, y luego girarme a mirar la muchedumbre que llenaba las calles y que nada volviera a ser nunca jamás lo mismo. Sentía que había algo dramático y universal en ese evento, porque es posible que la gente pueda identificar un punto de cambio en sus propias vidas, aunque no siempre se vea precipitado por acontecimientos externos».
  Branagh se sentó a escribir la película durante el primer confinamiento de la pandemia de 2020. «A medida que la historia se apoderaba de mí, me di cuenta de que no iba solo de una pequeña familia muy reconocible en una situación de estrés, afrontando grandes elecciones vitales. También era sobre otro tipo de confinamiento, dentro de las barricadas al final de nuestra calle, en 1969, y dentro de las limitaciones que estaban oprimiendo a la familia mientras lidiaba con la decisión de si quedarse o irse. Por eso, algunas de las circunstancias en las que se enmarca la historia se reflejan en las preocupaciones actuales en torno a la pandemia y recuerdan a ellas: confinamiento y preocupación por la seguridad propia y la de tu familia».
  Buscando un modo de describir su enfoque de la historia, Branagh quedó impactado por el modo en que Pedro Almodóvar describe su película Dolor y gloria: «Él lo llama autoficción. Es una película basada en su propia vida, pero convertida en ficción hasta cierto punto, y eso es lo que he hecho yo aquí. La he escrito en gran medida a través de los ojos de un muchacho, Buddy, que es una versión ficticia de mí. Está empezando a filtrar sus experiencias a través de su exposición a muchas películas y programas televisivos, y gran cantidad de encuentros e historias que imagina. Esas imágenes de la gran pantalla tuvieron un enorme impacto en el desarrollo de mi imaginación, y quería mostrar que Buddy tiene esas mismas experiencias. Adora los westerns, y Belfast, desde luego, tiene algo de ciudad del Oeste, así que, en ocasiones, sentía como si estuviera escribiendo un western que Buddy va creándose en su mente. La película de la que está siendo espectador tiene un claro sentido de buenos contra malos, bien contra mal, y a eso es a lo que se aferra cuando observa al tipo malvado que vive al final de la calle, a quien ha visto dar puñetazos a la gente y que puede que hasta tenga un arma. Pero, claro, no es una versión fiel de la vida de nadie, porque solo es la versión que se está reproduciendo en la cabeza de Buddy. A través de la lente del tiempo, 50 años después, no cabe duda de lo que Buddy ve no es precisamente lo que yo vi, aunque ciertamente hay una verdad poética que emerge, que nace de algo auténtico y que, creo, es la esencia de la mayor parte de los dramas. Pero el punto de partida en todo momento, para todo en la película, es la imaginación de un muchacho de nueve años.
  Espero que el público disfrute con la historia de Buddy. Belfast emana un cierto espíritu y vitalidad que espero que se vean reflejados en la película, junto con un humor decididamente vitalista. Espero que la gente sienta la alegría y, en ocasiones, el desconsuelo de la ciudad y de lo que le ocurre a la familia, y que puedan reconocerla y simpatizar con ella para entender, mirando los reflejos de otras vidas, con el fin de sentir que no estamos solos. Si eso es lo que la gente saca de la película, me emocionaría mucho».
  Una vez terminado el guion, en la primavera de 2020, el proyecto pasó rápidamente a producción. El casting y la preproducción tuvieron lugar en verano y la película fue una de las primeras en recibir permiso para un rodaje en localizaciones en Irlanda del Norte e Inglaterra. «Tratamos de encontrar los aspectos positivos de rodar durante una pandemia, y uno de ellos era que se generó un ambiente familiar muy rápidamente que resultó fundamental para conseguir el resultado deseado, todo gracias a que el reparto tenía que vivir en una burbuja», explica Branagh. «Los dos muchachos, Jude Hill (Buddy) y Lewis McAskie (Will), se hicieron prácticamente hermanos muy rápidamente y conectaron mucho con el personaje de Moira, interpretado por Lara McDonnell».

RECREANDO EL BELFAST DE LOS 60...
  Para recrear algo tan personal como la calle en la que creció, Branagh acudió al diseñador de producción Jim Clay, con quien ha trabajado en sus tres proyectos anteriores: Muerte en el Nilo, Artemis Fowl y Asesinato en el Orient Express.
  «Caminamos juntos por las calles de Belfast», recuerda Clay. «La calle que terminamos construyendo ya no existe, pero aún se puede captar cómo fue la ciudad a finales de los sesenta. También descubrí lo pequeña que es la ciudad. Una de las cosas que más llaman la atención es que en muchas calles puedes ver, en una dirección, las colinas y el campo por encima de los tejados, y en otra, los astilleros. Así que siempre sabes dónde estás».
«Rodamos un poco en Belfast, pero por la pandemia no era posible hacernos con una calle real y pedirle a la gente que se fuera de sus casas, así que dimos con un espacio muy amplio en el aeropuerto Farnborough en Hampshire (Inglaterra), y construimos allí toda la calle. Parece una locura construir el set al final de una pista en un pequeño aeropuerto internacional donde los aviones seguían volando, ¡pero salió bien! Y pudimos usar un colegio vacío cercano para las escenas del hospital y la escuela».
  Branagh estaba encantado con la libertad que el set le ofrecía. «Supuso que pudimos crear exactamente lo que yo quería y tener sitio para rodar desde cualquier ángulo. En particular, significó que pude filmar la calle exactamente como el Buddy de nueve años la vería, con todas las cosas que le llamarían la atención. Así que pudimos crear una especie de tensión entre la idea de que vives en un lugar real, crudo y absolutamente específico, pero que, para un crío de nueve años, se puede convertir en todo lo que él quiera: castillos, pueblos del Oeste y montañas por donde caminan dinosaurios. Podía reflejar que la imaginación de un niño de nueve años no tiene límites».
  La película está rodada en blanco y negro por el director de fotografía Haris Zambarloukos, un habitual de Branagh, con el que ha trabajado en sus siete films anteriores, incluidos Muerte en el Nilo, Asesinato en el Orient Express y Thor. «Crecí viendo tanto películas en color como en blanco y negro», cuenta Branagh, «pero existía lo que más tarde llamé el “blanco y negro de Hollywood”, una especie de blanco y negro aterciopelado, sedoso y satinado con el que todo el mundo parecía más glamuroso. Eso era lo que quería porque un chico de nueve años puede ver a sus padres como tremendamente glamurosos, y también porque permitía que todo pareciera más impresionante. Cuando vemos fotoperiodismo en blanco y negro, de autores como Cartier-Bresson, percibimos una autenticidad extra, aunque en realidad esa no sea la forma en la que vemos el mundo. Es una curiosa paradoja que obtengas un efecto más realista y crudo a partir de un tratamiento poético. Así que quise que ese “blanco y negro de Hollywood” formara parte de la mitología de esta historia, que hiciera que incluso los entornos más prosaicos resultaran glamurosos o épicos».
  En consonancia con esto, Branagh quería que el espectador viera a los padres de Buddy a través de los ojos del chico, por lo que exhortó a la diseñadora de vestuario Charlotte Walker y a la diseñadora de maquillaje y peluquería Wakana Yoshihara que no siguieran escrupulosamente el look de la época, manteniéndose, eso sí, dentro de lo que habría sido posible en aquel tiempo. «Recuerdo a Wakana mostrándome un collage de ideas para el aspecto de la madre de Buddy, que consistía en su totalidad en fotografías de Brigitte Bardot en los 60», cuenta el director. «Para Jamie Dornan era Marlon Brando. Me encantó la idea de llevar una versión de eso a una familia trabajadora de Belfast sin perder la autenticidad, que puedas dejar que la ropa y los peinados cuenten una historia invisible pero lo suficientemente tangible que nos permita experimentar el placer de viajar atrás en el tiempo a ese mundo».

EL CASTING...
  El elemento más importante del casting era el muchacho de nueve años que interpreta a Buddy y que aparece prácticamente en todas las escenas, ya que la película gira en torno a su punto de vista y su imaginación.
  «Siempre me ha resultado fascinante ver a grandes intérpretes de tan corta edad presentando ese momento en la vida en el que tienes que dejar de lado todo lo infantil», dice Branagh. «Sucede en la película de John Boorman Esperanza y gloria, en la que Blitz sirve de telón de fondo para una infancia acelerada. La actuación de Christian Bale en la película de Spielberg El imperio del sol es impresionante. Adiós, muchachos, de Louis Malle, resulta impactante por el modo en que sus protagonistas te rompen el corazón. Y se nota que cualquiera de esas películas es increíblemente personal e importante para su director. Eran historias que necesitaban contar, y todas ellas han tenido una enorme influencia en esta».
  Tras el éxito mundial de Juego de tronos, rodada en gran medida en Irlanda del Norte, el equipo de BELFAST se encontró con una gran infraestructura ya preparada para el casting. La primera lista de muchachos en presentarse a la audición rondó los trescientos candidatos. Mediante un periodo de intenso trabajo, con distancia social de por medio, el departamento de casting logró reducir la lista a treinta, y luego a doce chicos, y de ahí se pasó a una reducida lista final de candidatos que tuvieron que someterse a pruebas adicionales a través de Zoom hasta la elección final.
  «En Jude Hill, dimos con un muchacho cuyo talento estaba listo para explosionar, pero que aún disfrutaba mucho de su vida como un crío normal y corriente. Jugar al fútbol era tan importante para él como hacer la película, y eso era justo lo que buscábamos», explica Branagh. «Al mismo tiempo, se mostraba muy serio acerca del trabajo, muy preparado y muy abierto. Yo pedía una curiosa combinación; quería que fuese él mismo, sin más, pero también que fuera capaz de implementar los pequeños ajustes interpretativos que le iba pidiendo. Y la verdad es que hizo una labor excelente. Es extraordinariamente abierto y despliega un talento natural delante de las cámaras que hace que, en ocasiones, cueste creer que sea su primera película».
  Para el reparto adulto, el principal requisito de Branagh era un gran nivel de autenticidad. «Caitríona Balfe, que interpreta a la madre de Buddy, es de Irlanda, pero creció cerca de la frontera y entiende muy bien la jerga de la zona y la extensa vida familiar irlandesa», nos cuenta. «Jamie Dornan, que interpreta al padre, nació de verdad en Belfast, a las afueras justo de la ciudad. Ciarán Hinds, que hace del abuelo de Buddy, se crio a menos de dos kilómetros de donde yo vivía en Belfast.
  Judi Dench tiene sangre irlandesa; su madre era de Dublín, y, en todo caso, es una actriz de pura cepa que investiga meticulosamente y que es capaz de hacer lo que sea. Este grupo de actores, además, me ha conquistado con la energía proactiva que ha demostrado, una capacidad de extroversión que posibilitó que todos se convirtieran en una auténtica familia muy rápidamente».
  Una película ambientada en Belfast también suponía una oportunidad fabulosa para trabajar con excelentes actores de Irlanda del Norte como Colin Morgan, Turlough Convery y Conor McNeill.

LOS PERSONAJES PRINCIPALES...
  Buddy (Jude Hill) es un chaval de nueve años, el menor de dos hermanos. Adora a sus padres y a sus abuelos y, hasta el comienzo de lo que acontece en la película, tiene una vida prácticamente perfecta: juega sin peligro por las calles, donde todo el mundo lo conoce, colecciona coches de juguete que su padre le trae de Inglaterra y disfruta viendo películas en televisión y yendo al cine local de vez en cuando con su familia. Eso sí, le gustaría que en su vida hubiera más chocolate y menos misas. Asiste a la escuela primaria local donde suele estar entre los mejores de clase. Y precisamente ser de los mejores es lo que le permite sentarse junto al objeto de sus deseos, Catherine, la chica con la que está convencido que va a casarse cuando sea mayor, siempre y cuando consiga reunir el suficiente valor como para hablar con ella.
  «La primera vez que leí el guion me gustó mucho», dice Jude. «Me puse a buscar todo lo que no entendía, como parte de la jerga de Belfast, porque yo no soy de la propia ciudad. Ahora he aprendido mucho de ella. Buddy es como yo porque es rubio y le encanta el fútbol, aunque es hincha del equipo equivocado». Jude es fan acérrimo del Liverpool, mientras que Buddy es seguidor del Tottenham Hotspurs. «Y se le tuerce un poco la infancia, porque se ve arrastrado por toda la situación, pero al final no le salen mal las cosas».
  De su experiencia rodando BELFAST, destaca: «Fue muy divertido. Antes quería ser ingeniero informático, pero ahora tengo claro que de mayor quiero ser actor».
  Caitríona Balfe interpreta a la madre de Jude y de su hermano mayor Will. Es una madre de clase obrera de Belfast, de risa fácil, pero con mucho genio. Se trata de una amorosa esposa que no está por encima de lanzar un plato o dos cuando se desespera con su marido, y amante de sus hijos y de las calles en las que ha crecido, así como de la extensa red de familiares y amigos que le sirven de apoyo. Tiene un sutil glamour que la distingue ligeramente de la multitud. Con las limitaciones de su presupuesto y la escasa disponibilidad de posibilidades en lo que a moda se refiere, consigue no obstante vestir de un modo sencillo e informal, pero estiloso.
  «Es un personaje maravilloso y muy complejo», dice Catriona Balfe. «Es en gran medida la reina de su territorio y una auténtica fuerza destacable dentro de su unida comunidad. Puede afrontarlo casi todo, pero tiene sus limitaciones, porque le cuesta ver más allá de ese pequeño territorio que tan bien conoce, y el hecho de que se estén produciendo grandes cambios en su mundo la hace sentir un gran temor».
  La actriz conectó con el personaje de la madre a muchos niveles, pero especialmente cuando entendió la posición similar en la que su propia madre se había visto. «Vivíamos cerca de su familia, pero cuando trasladaron a mi padre cerca de la frontera con Irlanda del Norte, se vio obligada a mudarse. Por eso, el guion me hizo pensar mucho en lo que debió de suponer para ella cuando yo era aún muy pequeña. Me fui de Irlanda con 18 años y no he vuelto a vivir allí, así que sentí una gran conexión con la historia, con toda esa idea de alcanzar un punto en tu vida en el que te detienes y miras hacia tu infancia y la gente y los lugares que te han convertido en la persona en la que eres. Me pareció un guion precioso que dejaba una huella muy potente en mi recuerdo, así que me imagino lo emotivo que debe de haber sido para Kenneth Branagh la aventura de hacer esta película. Sin embargo, ha sabido coger esa experiencia y convertirla en algo lleno de alegría, risa y amor sin perder ni un ápice del drama de aquel momento.
  El padre de Buddy, interpretado por Jamie Dornan, es un carpintero que se ha visto obligado a buscar trabajo en Inglaterra, donde hay más empleo y todo está mucho mejor pagado, lo cual es importante porque ha tenido algún que otro problema con el fisco. Vuelve a Belfast cada semana o cada dos para ver a su amada familia e, instantáneamente, se convierte en un padre totalmente comprometido con sus dos hijos, que siempre tiene tiempo para jugar con ellos, llevarlos al colegio o salir al cine con la familia. También muestra una gran dedicación por sus padres, los abuelos de Buddy, que viven cerca. El personaje de Jamie Dornan es quien de verdad entiende los peligros a los que se enfrenta su joven familia en Belfast, y su obligada ausencia le hace temer por la seguridad de los suyos. Quiere y necesita protegerlos.
  «Es una buena persona que intenta hacer lo correcto por su familia en tiempos difíciles», asegura Jamie Dornan. «Y como yo soy de allí, sé perfectamente cómo es un hombre de Belfast. Reconocí su carácter en cuanto leí el guion. En Belfast, es posible vivir con miedo y, a la vez, encontrar alegría y risas en casi cualquier situación. Es una de las cosas que me han encantado de cada instante haciendo esta película, ese sentido del humor particular de Belfast que no solo está presente en el guion, sino en cada momento entre el reparto y el equipo técnico. Ha sido un enorme placer».
  La abuela paterna de Buddy, interpretada por Judi Dench, tiene un papel indispensable cuidando y criando al protagonista. Buddy va a casa de los abuelos todos los días y, a menudo, les habla de sus inquietudes sentimentales con la chica de sus sueños o de sus preocupaciones sobre sus padres. La abuela sabe dar consejos sabios y concisos, en contraposición al enfoque más romántico de la vida del abuelo, y es una mujer realista, fuerte, resiliente y la auténtica líder de su casa.
  «Adora a Buddy», dice Judi Dench. «Tengo un nieto al que me siento muy unida, así que entiendo bien la relación. Y Ken ha encontrado a una auténtica joya de niño. Jude tiene una sensibilidad natural e interior hacia todo lo que pasa delante de la cámara, y nada parece desconcertarlo. Es sensacional. Tengo que durar mucho para ver el actor en el que se convierte cuando sea mayor».
  Dench colabora habitualmente con Branagh; ha actuado sobre las tablas varias veces a sus órdenes, además de en varias películas de las que ha dirigido. «Trabajar con Ken siempre es muy divertido», nos dice. «Me apuntaría a cualquier cosa que me propusiera. Una vez me mandó un mensaje desde una reunión en la que estaba, pidiéndome que me pasara para hablar de un papel que quería ofrecerme, y le respondí que siguiera tranquilamente en su reunión, que haría lo que él quisiese, ¡y sin saber nada más al respecto!».
  La actriz recuerda que, para BELFAST, Branagh se acercó a su domicilio con el guion. «La vista ya no me da para leer», dice, «y Ken vino y me leyó toda la película, sin una sola pausa. Era obvio que significaba mucho para él. Por supuesto, habría aceptado antes de que me la hubiera leído, y ahora que hemos terminado de rodar, me gustaría hacer de nuevo toda la película porque ha sido maravilloso».
  Ciarán Hinds interpreta al abuelo paterno de Buddy, un hombre de Belfast de pies a cabeza. Encantador, romántico, cercano, tranquilo y con un discreto e irónico sentido del humor, adora a su mujer desde el primer día que la vio. Está entregado a Buddy y le ofrece consejos moralmente cuestionables sobre cómo debería hacer trampas en los exámenes de matemáticas. Igual que su hijo, de joven trabajó en Inglaterra para ganar más dinero, pero su labor en la mina se ha cobrado su peaje en sus pulmones. Es muy apreciado por su comunidad y su familia.
  «El vestuario tuvo un efecto extraordinario en mí en cuanto me lo puse», cuenta Hinds. «Las prendas eran una combinación de lo que habría llevado mi padre en los 90, ¡pero su estilo seguía siendo el de los 60!».
  Hinds creció en Belfast, en las mismas calles que Kenneth Branagh, aunque no se conocieron. «Yo era católico», explica el actor, «y Ken era protestante, así que nunca nos habríamos encontrado. Y yo soy mayor que él. Pero la película ha abierto cosas muy importantes en mi corazón acerca de la historia, el tiempo y la infancia. Es un guion tan delicado, suave, cálido y divertido... Y todo es exactamente como lo recordaba, especialmente la calidez, el buen humor y la cercanía de la gente. Pero también recuerdo lo repentinamente que surgió la violencia, igual que al comienzo de la película. Recuerdo que el hombre había llegado a la Luna justo un mes antes de que Belfast estallara en llamas. Reflexiono sobre qué habría sentido alguien para de la edad del abuelo de Buddy cuando dos acontecimientos tan extraordinarios tuvieron lugar con unas pocas semanas de diferencia».

LA MÚSICA...
  Para la película se pensó inicialmente en una banda sonora compuesta por los éxitos musicales de finales de los sesenta, pero después de que Branagh y Van Morrison conectaran, las canciones del músico de Belfast fueron cobrando protagonismo. Ahora, la banda sonora está ocupada casi en su totalidad por su música: ocho canciones de su repertorio, más una nueva escrita especialmente para la película, y algo de evocadora música instrumental.
  De esta forma, Branagh se ha visto trabajando con uno de sus héroes de la infancia. «Cuando yo tenía la edad de Buddy en la película», recuerda el cineasta, «Van Morrison ya era una leyenda de Belfast. Su voz, esa combinación única de folk, soul, country, jazz y rock, con esa agudeza suya, acababa de conquistar el mundo. Habíamos tenido al gran Ruby Murray, cuya música aparece brevemente en la película, pero Van fue un pionero, y su música ha alcanzado el estatus de atemporal, clásica. Me encantó que se describiera como un “chico de la calle”, alguien que escribe de lo que vive en la calle, porque encaja perfectamente con las vidas que vemos en BELFAST, que se desarrollan en las calles. Su música habla de lugares de la ciudad como la avenida Cyprus, o de personajes locales como Madame George. Así que su ciudad natal ya estaba en su repertorio, y poder contar con su música en una película titulada BELFAST, que trata sobre otra persona nacida en esas mismas calles y cómo estas forjan su carácter..., parecía una unión mágica, un auténtico regalo para la película».
  Van Morrison opina igual. «Ha sido mágico en muchos sentidos», afirma. «He disfrutado mucho siendo parte del proceso de realización de la película, y la amistad con Ken ha sido la guinda. En cuanto me contó el proyecto, supe que era perfecto para mí. Y cuando leí el guion, sentí una conexión personal con ello. Igual que Ken, siento un gran cariño por Belfast, y la película conecta con la calidez y el humor del hogar».

APUNTE HISTÓRICO...
  La isla de Irlanda quedó dividida en 1921. Seis condados de la provincia del Ulster se convirtieron en Irlanda del Norte y continuaron siendo parte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El resto de la isla se independizó como la República de Irlanda (Éire en irlandés). En 1967 había un considerable malestar político y civil en Irlanda del Norte por los derechos de la población católica, una minoría discriminada en temas como el acceso a la vivienda y el empleo. En agosto de 1969 estalló la violencia en Belfast, la capital de Irlanda del Norte. Numerosas familias de zonas obreras se marcharon de sus casas o recibieron amenazas para marcharse, en lo que fue el mayor desplazamiento de población desde la Segunda Guerra Mundial. En proporción, el norte de Belfast sufrió más muertes relacionadas con el conflicto, especialmente de civiles, que ninguna otra parte de Irlanda del Norte.

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