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CRITICA
Por: PACO CASADO
La narración de esta historia comienza un 15 de agosto de 1969 en Belfast, Irlanda del Norte, en unos momento tumultuosos entre los vecinos, embarcados en una especie de guerra civil entre católicos y protestantes, visto a través de los ojos del pequeño Buddy, un chico de nueve años, que tiene un hermano, Will, que es mayor que él, una madre que cuida del hogar y un padre que con frecuencia se ausenta durante un par de semanas a trabajar a Inglaterra, ya que venir cada siete días le resulta más caro.
A poco de empezar se produce una revuelta al grito de "¡Fuera los católicos!" en la que se queman coches y se tiran piedras rompiendo los cristales de las ventanas, con gran violencia entre los manifestantes.
El guion nos ofrece el retrato de una familia obrera humilde, inspirado en la infancia del director, con personajes muy bien dibujados, que hacen una vida normal, que cuida de los abuelos que viven cerca, los chicos van al colegio y de vez en cuando asisten al cine donde ven películas como 'Hace un millón de años' (1966) de Don Chaffey con Rachel Welch o 'El hombre que mató a Liberty Valance' (1962) de John Ford, con James Stewart, o 'Chity Chity Bang Bang' (1968), de Ken Hughes, con Dick Van Dyke, y 'Solo ante el peligro' (1952) de Fred Zinneman en la TV entre otras, para el film más personal del cineasta norirlandés Kenneth Brannagh, mientras chocan las ideas de fe y nacionalismos.
Buddy es un niño listo, que suele estar entre los primeros puestos de la clase, al que le gusta Catherine, una compañera que es tan lista como él y ambos rivalizan con sus notas por el primer lugar, pero eso no les hace enemigos, todo lo contrario, aunque ella sea católica y él protestante.
Tiene una estupenda relación con su abuelo con el que consulta cosas y éste le da muy buenos consejos con su experiencia.
Ante los disturbios y el tener que ir a trabajar a Londres, a su padre le han hecho una oferta, con un puesto fijo, aunque su esposa tiene querencia por vivir en Belfast donde ha estado siempre y por no dejar a los abuelos solos, y Buddy tampoco se quiere ir, pero han de contestar antes de que llegue Navidad.
Afortunadamente el tema de la lucha religiosa y política se abandona pronto tan sólo dado en una pincelada que describe el ambiente, aunque subyace en el fondo, pero en realidad lo que vemos es el devenir de esa decente familia trabajadora, sus dificultades del día a día y las relaciones de amor y cariño entre todos sus miembros.
Es una bonita y emotiva historia que muestra la vida de Buddy de cómo va siendo mayor y teniendo que vivir en ese mundo de odios y luchas por culpa de las creencias religiosas, en lugar de conceder la libertad a su vecino que crea en lo que quiera.
El protagonista absoluto es el pequeño Colin Hill que sirve de conductor del relato, sin olvidar la presencia de la siempre incombustible Judi Dench en el papel de la entrañable abuela y Ciarán Hinds en el personaje del abuelo con tiernos momentos.
En los créditos finales la película está dedicada "Para los que se quedaron, para los que se fueron y para los que se perdieron".
Es importante la sensibilidad que ha puesto Sir Kenneth Branagh en la realización de este film con la sabiduría del más experimentado director, manejando a los protagonistas con la experiencia propia como actor durante muchos años ahora puesta al servicio de la filmación.
Estupenda la fotografía de Hans Zambarloukos muy bien empastada de grises, con algunas imágenes en color.
Globo de oro al guion. Premio especial AFI. Premio Hamilton a la fotografía. Premio Harland a la película. Premio a Jude Hill de la crítica de Hollywood. Premio Hollywood a la música. Premio del público en los Fest. Middleburg, de Mill Valley, de Montclair y de Newport. Premio NBR a Ciarán Hinds. Premio al reparto en Palm Springs. Premio en el F. de Santa Barbara a Caitriona Balfe y Jamie Dorman. Mejor película en Toronto. 6 premios de los críticos de Phoenix.
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