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SINOPSIS
El grupo de cuatro amigas viaja a Italia con su club de lectura para disfrutar del viaje de chicas que nunca tuvieron. Pero cuando las cosas no salen según lo planeado y algunos secretos salen a la luz, sus relajantes vacaciones se irán convirtiendo en una aventura única recorriendo todo el país...
INTÉRPRETES
DIANE KEATON, JANE FONDA, MARY STEENBURGEN, ANDY GARCIA, DON JOHNSON, CANDICE BERGEN, CRAIG T. NELSON, GIANCARLO GIANNINI, HUGH QUARSHIE, VINCENT RIOTTA, GRACE TRULY, ADRIANO DE PASQUALE, VERA DRAGONE
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SECUELAS:
Book Club (2018)
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
CAPÍTULO 1: UN COMIENZO FAVORABLE...
Cuando los guionistas Bill Holderman y Erin Simms escribieron y produjeron Book Club en 2017, no tenían ni idea de lo revolucionaria que resultaría ser. Lo más provocativo de la primera película de la saga, basada en lo ocurrido en la vida real cuando Holderman y Simms decidieron mandar a sus madres el mega best seller de E.L. James Cincuenta sombras de Grey (una novela romántica con una dosis de sadomasoquismo) y coprotagonizada por las leyendas de Hollywood Diane Keaton, Jane Fonda, Candice Bergen y Mary Steenburgen, no fue las sinceras conversaciones sexuales que las mujeres mantenían (aunque, desde luego, eran muy divertidas de presenciar). Lo más provocativo era que un gran estudio pudiera hacer una película con cuatro protagonistas femeninas de más de 65 años.
Es tan raro este tipo de reparto coral que la mayor parte de estas mujeres no habían tenido nunca la ocasión de actuar juntas, a pesar de conocerse desde hacía cincuenta años, en algunos casos. «Si piensas en cómo están estructuradas las películas, muy a menudo solo hay una protagonista femenina, y cada una de estas cuatro estrellas era precisamente esa protagonista», explica Simms. «Incluso bromean sobre los numerosos compañeros de profesión hombres con los que han trabajado a lo largo de los años y, a pesar de esta experiencia compartida de carreras profesionales largas y plagadas de éxitos, es asombroso pensar que ellas nunca habían compartido cartel anteriormente».
Gracias a lo mucho que se apreciaban entre sí fuera de pantalla, su relación en pantalla fue fácil e inmediata. «Creo que parte del asunto es que somos cuatro personas totalmente distintas. No nos parecemos nada en algunos aspectos», dice Steenburgen. «Pero, en las cosas más profundas, en términos de profesionalidad, amabilidad y amor a la actuación, tenemos muchísimo en común. La química estaba allí desde el primer día».
Con una recaudación de más de 100 millones de dólares en taquilla, el público respondió claramente al inusual placer de ver a estos iconos juntos, debido en gran parte a lo bien que se lo pasaron de verdad haciendo la película. «¡Uno de los mayores problemas que Bill tuvo para dirigirnos es que no conseguía que nos callásemos! Mientras esperábamos a que una escena comenzase nos poníamos a hablar, hablar y hablar. Le costaba un montón hacernos cerrar el pico y cumplir nuestro cometido», confiesa Fonda. Steenburgen corrobora sus palabras: «Creo que volveríamos loco a cualquiera. Nos llevamos todas tan bien que nos pasamos el día charloteando. Pero siempre somos puntuales y sabemos comportarnos. No somos capaces de guardar silencio, y a Bill le ha tocado aguantarnos. Y lo ha hecho con una paciencia infinita».
Pero no fue solo la novedad de ver a sus protagonistas juntas lo que hizo que Book Club funcionase, sino también el modo en que Holderman y Simms escribieron un guion para estos personajes tan especiales. En vez de enfrentarlas entre sí, cosa que no resultaba real en la experiencia de Simms y sus amigas, querían escribir sobre relaciones reales entre mujeres, de lo que surgió un material al que sus estrellas respondieron de inmediato. «Existe el mito de que las mujeres son siempre competitivas y de que se pelean mucho entre sí. En mi experiencia, no es en absoluto cierto», dice Fonda. «Claro que hay algunas mujeres que no sienten demasiada afinidad por otras, pero esta película muestra a mujeres llevándose bien, queriéndose y ayudándose, y eso me encanta».
Steenburgen se muestra de acuerdo y asegura que los temas tratados por la película original en torno a la amistad entre mujeres también conectaron mucho con sus compañeras. «Ya han pasado unos cuantos años y he podido escuchar opiniones de gente que la ha visto, y la reacción predominante es que a todo el mundo le encanta ver a mujeres que se quieren tanto y se apoyan en todo momento. Saben ser sinceras las unas con las otras, sin que eso signifique en ningún caso mostrar ningún tipo de maldad. En pantalla actualmente vemos mucha crueldad y mujeres que se imponen, pero esto es más sobre amistades verdaderas. He tenido relaciones de décadas de duración muy significativas para mí. Creo que a la gente le encantó ver eso».
Bergen también valoró positivamente que los personajes fueran mujeres complejas y tridimensionales, y en ningún caso caricaturas. Me entusiasmó que mi personaje fuera jueza de un tribunal federal, y una mujer con sustancia de verdad, muy inteligente y con una profesión muy distinguida. Pero también una mujer que sigue confiando en sus amigas para liberarse y sentir apoyo de las presiones del trabajo. Y además tiene sentido del humor bajo todo eso».
Desde luego, el derroche de humor y la calidez de la película fueron valores claves. La historia sigue a cuatro amigas a las que les cambia la vida drásticamente tras leer Cincuenta sombras de Grey y decidir lanzarse a disfrutar de cosas que nunca habían considerado. La magnate hotelera Vivian (Fonda) se permite ir en serio con un hombre tras una vida huyendo de cualquier tipo de compromiso; Diane (Keaton), que ha enviudado recientemente, se forja una vida ajena a las necesidades de su marido y sus hijos; la jueza Sharon (Bergen) decide tener una vida personal más allá del trabajo; y Carol (Steenburgen) llega al fondo de sus problemas de intimidad en su, por lo demás, feliz matrimonio.
Fue una película que brindó a cada una de las actrices historias y resoluciones igualmente complejas, pero dejando espacio para más: «La primera película era sobre cada una de nuestras cuatro historias y solo nos juntábamos en determinadas escenas, cuando nos reuníamos para el club de lectura. ¡Necesitábamos más tiempo juntas», dice Fonda.
CAPÍTULO 2: UNA NUEVA AVENTURA...
La idea para una secuela surgió casi de inmediato, antes de que la primera película se estrenase, de hecho, y no vino de Holderman ni de Simms. «Candice y yo tuvimos la idea durante un viaje a Las Vegas cuando estábamos promocionando la primera película en CinemaCon», recuerda Steenburgen. Simms nos preguntó a las chicas dónde nos gustaría ambientar la próxima película. «Candice y yo nos miramos y dijimos al unísono: “¡Italia!”. Desde entonces, lo dábamos por hecho y yo siempre les decía a Bill y a Erin: “¡No olvidéis que tiene que ser en Italia!”». Keaton también se mostró dispuesta a retomar la aventura. Afirma que trabajar en BOOK CLUB - AHORA ITALIA ha sido una gran experiencia porque «ya tenía mucha sintonía con nuestro director y había disfrutado mucho compartiendo tiempo con todas las personas que formaron parte de la primera, en especial las otras actrices, que son espectaculares», nos cuenta.
Con la localización totalmente decidida antes de llegar a ningún tipo de acuerdo, los guionistas se enfrentaron al reto de crear un viaje emocional a la altura de los personajes como vivencia para estas mujeres. «Como guionista, lo ideal es poder decir que ha sido superfácil, que la secuela se ha escrito sola y que la historia nos vino a la primera y fluyó con total naturalidad», dice Holderman. «Creo que debido a la presión que nos impusimos para hacer una secuela, no queríamos que el proyecto saliera adelante por el mero hecho de que la primera película había tenido éxito. Dudamos si llevarlo a cabo o no hasta que sentimos que teníamos una historia que de verdad nos apasionaba».
No sería una película de Book Club sin una novela en la que centrar la historia, y esta vez Simms y Holderman eligieron la odisea de autodescubrimiento de Paulo Coelho, El alquimista, tras sentirse atraídos por sus temas centrales: cuestionarse la fe, hacerse con las riendas del propio destino y ver las oportunidades que ofrecen los desafíos de la vida. «Nos encantaba la idea de que, a veces, poniéndote en la línea de fuego y abriéndote a situaciones increíbles, suceden cosas», dice Holderman. «Piensa en cuando te roban el equipaje o pierdes el tren. Puedes tomarte esos momentos de la vida en plan: “Ay, Dios mío, no me puedo creer que me haya pasado esto” o puedes aceptar que, si quieres vivir aventuras, es normal sufrir algún tropiezo, que eso es parte de la experiencia».
Simms afina aún más acerca de cómo El alquimista conecta con estas mujeres en ese momento preciso de sus vidas: «La clave es que no tienes por qué sentirte mayor. Sí, físicamente cumples años, pero puedes conservar tu juventud si te mantienes interesada e interesante. Tu vida siempre puede derrochar juventud, pero tienes que seguir aprendiendo cosas nuevas, tienes que seguir preocupándote por el mundo, tienes que seguir anhelando experiencias desconocidas».
Holderman y Simms estaban decididos a que la secuela no cayese en la trampa de hacer que sus personajes pareciesen perdidas a la hora de afrontar los nuevos tiempos o resignadas a dejar pasar la vida. En vez de eso, las mujeres de BOOK CLUB - AHORA ITALIA se arriesgan y cometen errores continuamente. «Tengo casi 85 años y me encanta interpretar a mujeres mayores que aún tienen mucha vitalidad, porque creo que eso ayuda a la gente joven a tener menos miedo a envejecer», dice Fonda. «Brinda esperanza a las mujeres de que hay vida después de los 60 y de que puede ser genial».
La acción de la película arranca al acabar el confinamiento y Carol (el personaje de Steenburgen) les recuerda a sus amigas que prometieron hacer un viaje a Italia a los veintitantos años, antes de que la vida de cada cual se interpusiera en sus planes comunes. Tras darle muchas vueltas, todas ellas acaban comprometiéndose con el plan. Dejando atrás sus compromisos románticos, familiares y profesionales, estas amigas se permiten centrarse en sí mismas de nuevo y en ese grupo que las ha acompañado durante gran parte de su vida.
«Bill y Erin no escribieron una película en la que hablemos constantemente de lo mayores que somos y de que no entendemos cómo funciona nuestro móvil. Escribieron algo mucho más profundo» , explica Steenburgen. «Es sobre afrontar ese momento en el que ya has vivido más de lo que te queda por delante, y lo que eso significa para tu alma, las cuestiones que plantea y cómo afecta eso a tus amistades, a tu vida amorosa y al deseo de experimentar cosas intensamente... ¡porque no quieres perdértelas!».
Fue un nivel de cuidado que a Fonda no le pasó desapercibido: «Bill tiene bastante claro lo que quiere y es muy majo y paciente con los actores, y junto con su socia Erin, que también coescribió el guion, te hacen sentir de verdad segura, comprendida y cuidada», dice.
Para Keaton, además de reunirse con su director de confianza («Bill es la razón por la que estoy aquí y le agradezco eternamente que haya creado todo esto», dice), poder rodar en Italia fue lo que hizo que la secuela resultara verdaderamente especial. «¿Te puedes creer que tuvimos la suerte de estar allí dos meses y medio? ¡Me quiero mudar ya! Vivir allí fue maravilloso, absolutamente maravilloso. Si tienes algún proyecto para mí en Italia, yo encantada. Es un país lleno de gente increíble y lugares inimaginables», cuenta entusiasmada.
Y qué mejor lugar que Italia para un esperadísimo viaje de chicas y para convertirlo en un fin de semana de despedida de soltera, cuando Vivian se encuentra inesperadamente prometida tan solo unas semanas antes de que decidan irse. Aunque estén diciendo adiós a los días de soltera de Vivian, estas vacaciones también brindan a cada una de las amigas la oportunidad de reconectar con su pasado y cuestionar su futuro, zanjar asuntos pendientes y abrir sus corazones a otros. ¡E incluso pasar una noche en la cárcel! Por el camino, comen mucha pasta, beben mucho vivo, al menos una de ellas acaba vestida de novia y todas viven una aventura inolvidable en Italia.
CAPÍTULO 3: LAS CUATRO MAGNÍFICAS CONQUISTAN ITALIA...
A Holderman y Simms siempre les atrajo cumplir su palabra de llevar al reparto de Book Club a Italia, aunque no fuera del todo fácil. Holderman recuerda cuando ellas tramaron el plan en Las Vegas: «Llegaron de su vuelo con un aspecto fantástico, muy animadas y dijeron: “Eh, vamos a hacer una secuela y va a ser en Italia”. Yo respondí: “¡Genial!”, y entonces Erin y yo nos miramos en plan “¿Cómo demonios vamos a dar con la historia que las lleve allí?”».
«Eso nos puso en el brete de tener que imaginar toda la parte de Italia», añade Simms. «En realidad no teníamos por qué, podríamos haberlo cambiado, pero la idea de Italia tenía algo que nos encantaba, así que nunca la abandonamos».
Para conseguir la estética de BOOK CLUB - AHORA ITALIA, Holderman reclutó a un equipo de dos Stefanos —el diseñador de producción Stefano Maria Ortolani y el diseñador de vestuario Stefano De Nardis—, que con gran acierto conservaron el aire elegante y cercano de la película original y lo impregnaron del escapismo y sensualidad de su nativa Italia.
«Fue muy bueno poder contar con estos jefes de departamento y un equipo italianos, que no solo conocían su país y su ciudad, sino que también los amaban, y siempre les estábamos preguntando: “¿Cómo podemos homenajear a Roma aún más? ¡Decidnos a qué otro lugar deberíamos ir, qué otras calles deberíamos filmar!”. Queríamos rendir homenaje a todo lo que Italia tiene, y ponerlo en la pantalla», dice Holderman. «Además, al poder volver a salir tras haber experimentado aquel increíble confinamiento, quisimos que la película tuviera un aspecto visual que resultara expansivo (el director no pudo evitar sentirse inspirado al rodar partes de la película en los legendarios estudios Cinecittà, donde Federico Fellini rodó La dolce vita, Fellini, ocho y medio (8½) y Amarcord). «Fue muy especial salir del plató cada día y sentir la historia de este estudio», confiesa Holderman.
El trabajo de Ortolani no era fácil: hacer una película que ofreciera a los espectadores los seductores paisajes de Italia, pero evitando los planos y lugares más trillados. «Intentamos que no quedara turístico, al tiempo que aprovechamos lugares hermosísimos como el antiguo Castello della Castelluccia», cuenta el diseñador al respecto de una localización usada en varias escenas claves. «Nos pidieron encontrar todo lo posible en torno a Roma, y te sorprenderías con los lugares que hallamos, sitios en los que yo nunca había rodado», continúa. «Por ejemplo, una tienda de antigüedades junto a Via dei Coronari, una calle muy céntrica de Roma, que era más elegante que la típica tienda donde irían los turistas; una villa del siglo XVI justo a las afueras de la ciudad... También capturamos el encanto de las serpenteantes carreteras secundarias».
Uno de los lugares más especiales donde rodar fue Venecia. «La villa de Venecia tenía unos jardines tan, tan, tan increíbles... También viajamos en lancha motora por los canales de la ciudad», rememora Ortolani. «Y sus tradiciones, su hermosa luz... Los espectadores de fuera de Italia van a querer venir a visitarla, ¡te lo aseguro!».
Con un pasado como diseñador de moda, De Nardis no podía creer su buena suerte al poder vestir a las estrellas de BOOK CLUB - AHORA ITALIA con las mejores prendas que Italia ofrece. «Las cuatro han sido, en diferentes momentos de sus vidas, iconos muy importantes de la moda. Era una oportunidad única en la vida», afirma el diseñador. «Quería crear un mundo propio para cada una, y Bill, Erin y las actrices me permitieron hacerlo».
Cada una tenía una noción muy clara de su personaje y de cómo vestiría, lo que las convirtió en unas colaboradoras de ensueño —aunque algo intimidantes— para De Nardis. «Jane sabía perfectamente qué le quedaba mejor y lo que quería: una línea de hombros específica, una cintura específica. Diane es la que más miedo me daba porque es un icono de estilo y tiene un gusto increíble para todo. Candice es muy sofisticada y tiene un gusto fabuloso, y Mary es una belleza bohemia espectacular».
CAPÍTULO 4: LOS HOMBRES DE BOOK CLUB...
En lugar de evitar la realidad de la COVID, el comienzo de la película tiene lugar en mitad de la pandemia, cuando los personajes —y muchos espectadores— usaron los clubes de lectura virtuales para mantenerse cuerdos y sentirse conectados. «Ya no das por sentado que alguien estará ahí, ya que has estado mucho tiempo encerrada en tu casa sin muchos de tus seres queridos», reflexiona Steenburgen. «El guion comienza justo en ese momento, y creo que por eso todo el mundo se siente tan identificado».
En cuanto a la trama, es también la pandemia la que pone en marcha el viaje a Italia. Cuando Arthur —el personaje de Don Johnson— le pide matrimonio a Vivian (Fonda), su idea de irse de vacaciones se convierte en una despedida de soltera para celebrar que la sempiterna soltera ha encontrado el amor de su vida —¡de nuevo!— estando ya jubilada. «Arthur le pidió matrimonio a Vivian cuando eran veinteañeros, pero ella le dijo que no porque no tenía intención de casarse», explica Fonda. «Pero cuarenta años más tarde, después de toda una vida de libertad y amantes sin compromiso, reconectamos y resulta que la chispa sigue ahí. Así que cuando llega la COVID, Vivian está confinada con él en su apartamento en Nueva York, y lo que ella descubre es ¡que la cosa no está nada mal! Así que él la convence de que se casen».
Entonces, lo que iba a ser una relajante escapada de fin de semana se convierte en un viaje internacional que sigue a estas cuatro mujeres en aviones, trenes y automóviles por la bella campiña italiana antes de llegar a Roma. «Cada noche, al llegar a casa, pensaba: “¡No me puedo creer lo viva que está esta ciudad!”», dice Bergen. «Hay gente, vespas, todo el mundo yendo y viniendo a todas horas. Solo con pasear por sus calles sientes esa gran vitalidad».
Sería hacer un spoiler explicar cómo y por qué Andy Garcia y Craig T. Nelson llegan a Italia para reunirse con sus parejas, Keaton y Steenburgen, pero Bergen apunta enseguida que sus papeles son más que un adorno: «No quiero hacer de menos a los chicos diciendo que solamente son guapos porque ¡también son unos intérpretes maravillosos!», comenta la actriz.
«Craig y yo trabajamos juntos por primera vez en 2009, en La proposición, con Sandra Bullock, Ryan Reynolds y la gran Betty White, y nos caímos muy bien», cuenta Steenburgen. «Así que me entusiasmé cuando me dijeron que sería mi marido en Book Club. Cada ensayo con él y cada momento fue divertido. Es un actor genial y una grandísima persona».
Por su parte, Fonda y Johnson tienen una relación detrás de las cámaras aún más larga. «Conozco a Don desde los primeros 70, cuando fundé una organización pacifista llamada The Entertainment Industry for Peace and Justice [«La industria del entretenimiento por la paz y la justicia»]. «Entonces este tío tan guapo empieza a venir a las reuniones, y aunque creo que estaba en contra de la guerra, realmente iba buscando ligues», dice Fonda entre risas. «Era y sigue siendo muy carismático, muy profesional y muy agradable para trabajar con él... y para contemplar».
Andy Garcia también reaparece en la secuela como Mitchell, el novio de Keaton, con la que ahora vive. «Me encanta Andy Garcia, es muy especial y tengo la suerte de besarle un montón», dice Keaton. «Sé que a él no le gustaba, pero a mí sí, ¡y no me importa torturarle un poco! Pedí todas las tomas que pude, ¡todas las que me permitían!». Garcia insiste en que fue una absoluta delicia reunirse con su vieja amiga: «Me encanta Diane, me encanta trabajar con ella, y cuando me enviaron el guion y ponía que se rodaba en la Toscana fue como cerrar un bonito círculo, ya que conocí a Diane en el rodaje de El padrino. Parte III, en Roma, en 1989».
Además de Garcia, Johnson y Nelson, hay dos hombres más en la película, aunque uno de ellos es técnicamente una visita inesperada del pasado. Vincent Riotta, conocido por su encantador papel en Bajo el sol de la Toscana, regresa a terreno familiar interpretando a Gianni, el hombre que se alejó de Carol (Steenburgen) cuando él fue a los EE. UU. a estudiar cocina y luego regresó a Roma.
Y no hay que preocuparse por Sharon (Bergen), que aparece en algunas de las escenas más memorables e hilarantes de BOOK CLUB - AHORA ITALIA junto a Hugh Quarshie, cuyo personaje, Ousmane, está empeñado en ofrecerle una auténtica e inolvidable noche en Italia.
Con todo, lo más importante de la franquicia no ha cambiado: «Espero que los fans se queden con el valor de la amistad; en nuestro caso, la importancia de la amistad entre mujeres y el consuelo que ofrece, lo que da a la gente», dice Bergen. «¡Y espero que disfruten de los paisajes! Italia es tan bonita... ¡Y los hombres son muy guapos, además!».
CAPÍTULO 5: BUENAS AMIGAS PARA SIEMPRE...
«La mitad del tiempo somos como una pandilla de cuatro jovencitas, básicamente», dice riéndose Steenburgen. «Nuestra maravillosa amistad ha crecido con el tiempo. Nos escribimos, nos llamamos, nos preguntamos, quedamos para cenar en nuestras casas. Conocer a estas mujeres ha sido un regalo increíble».
Jane Fonda sobre Diane Keaton:
«No hay nadie como Diane Keaton. Tiene un estilo de vestir único, también de actuar, de publicar en Instagram... Todo lo que hace es único, y es muy, muy divertido verla trabajar, aportar a su personaje esa espontaneidad y locura».
Jane Fonda sobre Candice Bergen:
«Todo el mundo lo sabe: Candy es puro ingenio. Tiene un sentido del humor muy seco, muy especial, y eso es lo que hizo que Murphy Brown tuviera tanto éxito, y eso es lo que aporta a su papel. Es muy, muy divertida. Es la única de nosotras que no está emparejada en la película con ningún hombre en particular, pero hace más cosas sexis que las demás».
Jane Fonda sobre Mary Steenburgen:
«Para mí, Mary es el gran descubrimiento. Antes no la conocía bien, y tengo que decir que me he enamorado de ella. Es una de las personas más mágicas que he conocido en toda mi vida. Tiene algo que es profundamente bueno y divertido. Le encanta reírse, compone música, toca el acordeón, sabe bailar claqué. Es diferente a todas las demás personas que he conocido y vamos a seguir siendo amigas el resto de mi vida».
Mary Steenburgen sobre Jane Fonda:
«Jane es demasiado amiga para decir que es mi mentora, pero emocionalmente he aprendido de ella de muchas formas, y es la persona más honrada que he conocido. A veces lo es demasiado, pero es gloriosa. Asombrosa. Hay momentos, cuando estoy actuando con ella, que miro esos ojos azules suyos y pasa de ser mi amiga a ser de pronto Jane Fonda, el icono. Y me quedo en plan: “¡Guau! ¿Cómo he llegado hasta aquí?”. La quiero mucho».
Mary Steenburgen sobre Diane Keaton:
«Diane es una artista salvaje, libre e increíblemente dulce. Tiene arte hasta en la última molécula de su cuerpo, desde su forma de expresarse con la ropa a su forma de expresarse con el diseño de su casa. Ambas estudiamos en la escuela de teatro Neighborhood Playhouse. Ella fue alumna antes que yo y recuerdo ver su fotografía en la pared todos los días cuando entraba. Y recuerdo pensar con 18 años: “¿No molaría conseguir trabajar con ella algún día?”. Tuvieron que pasar muchos años hasta que pude hacerlo en Book Club, pero ha merecido la pena».
Mary Steenburgen sobre Candice Bergen:
«Candice es divertidísima y pícara, y cuando la miro, la mitad del tiempo veo a una niña traviesa de 12 años. Veo a esa niña en ella todo el tiempo. Es una mujer que emociona, brillante, bella y muy buena amiga».
Candice Bergen sobre Diane Keaton:
«Diane aporta tanto a los proyectos que alucino con ella. Se compromete totalmente con el personaje, con todo lo que hace. Aporta detalles y una gran viveza y vitalidad. Hace que todos sus personajes sean sorprendentes, ingeniosos y emotivos. Convierte todo lo que hace en algo muy especial».
Candice Bergen sobre Jane Fonda:
«Jane aporta más que las demás. Investiga muchísimo. Yo le decía: “¿También te has preparado todo eso?”. Tiene un nivel de compromiso mucho mayor que la mayoría de los actores».
Candice Bergen sobre Mary Steenburgen:
«Es la única persona que conozco que toca el acordeón. Tiene esas cosas que no te esperas, como que compone música, y es tremendamente cálida, y tiene una gran vitalidad. Es encantador trabajar con una persona tan cercana, buena y divertida».
Diane Keaton sobre Jane Fonda:
«Jane Fonda es espectacular. La he seguido toda mi vida, y cuando he tenido ocasión de trabajar con ella... Es increíble. Ha sido un honor».
Diane Keaton sobre Candice Bergen:
«Candice Bergen es muy, muy divertida. No hay nadie como ella. ¡Nunca sabes lo que se le va a ocurrir!».
Diane Keaton sobre Mary Steenburgen:
«Mary Steenburgen es asombrosa. ¿Habéis escuchado su nueva canción? La ha compuesto ella y es genial. Mary está, por supuesto, de lo más encantadora en esta película. Es la mejor».
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