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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hubo una película anterior que se tituló Book Club (2018), dirigida por Bill Holderman en la que cuatro amigas, ya maduritas, acudían al Club del libro, al que hace alusión el título, en el que cada semana una de ellas comentaba el libro que había leído tras lo cual hacían un coloquio.
Ellas son Vivian (85 años), Diane (77), Sharon (76) y Carol (69). interpretadas por Jane Fonda, Diane Keaton, Candice Bergen y Mary Steenburger respectivamente que son ya unas auténticas leyendas del cine norteamericano.
La historia fue distinta cuando esa semana una de ellas había leído Cincuenta sombras de Grey, la novela de corte erótico escrita por E. L. James.
Debido al éxito en taquilla de más de cien millones de dólares se decidió hacer estas secuela.
En este próximo capítulo, como figura en el título original de este nuevo film, las cuatro mismas amigas se reúnen, una vez más, y en esta ocasión, aparte de contarse sus respectivos problemas, conocen que Vivian va a contraer nuevo matrimonio, cuya boda está próxima a celebrarse, y deciden hacer ese viaje, que no tuvieron ocasión de realizar cuando eran más jóvenes, a Italia y visitar la Toscana, entre otros lugares, convirtiéndolo en la despedida de soltera de su amiga.
Una vez decidido y todas de acuerdo se ponen en camino y tras aterrizar el vuelo en el aeropuerto entregan ingenuamente las maletas a dos chicos que se ofrecen muy amables a llevárselas y se quedan con ellas, así que lo primero que hacen al llegar a Roma es denunciarlo a la policía.
Todo lo que ocurre a partir de ahí, los monumentos y lugares que visitan y demás incidencias y aventuras es lo que constituye el argumento de esta ingenua comedia que está en la misma línea de la anterior, realizada por el mismo equipo técnico y mismos actores protagonistas con algún añadido local, como es el caso del veterano Giancarlo Giannini, pero con idéntico soso guion, sin mucha gracia y poco interés, que no saca partido ni siquiera de lo que podía haber sido un divertido documental turístico sobre Roma, Venecia y la Toscana.
Da pena ver a tan cuatro grandes actrices metidas en una comedia tan poco atractiva.
Es una comedia muy de mujeres y a lo largo de la trama hacen cosas propias de mujeres, quedando el elemento masculino casi totalmente al margen.
Según parece las cuatro veteranas actrices se llevan muy bien fuera del plató, lo que hizo que también lo hiciera durante su actuación en el rodaje, por lo que la dirección no debió más que dejarlas sueltas para que actuaran a su aire, dada la bisoñéz de su director, Bill Holderman que debutó en la dirección con el film anterior a este que configura el segundo capítulo.
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