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LOS TITULARES COBRAN VIDA...
    Es algo que sucede a diario. Leemos artículos en las noticias sobre agresiones y transgresiones y, mientras suspiramos aliviados, nos preguntamos: “¿Y si nos sucediera a nosotros?”. Así se le ocurrió al productor Irwin Winkler la premisa inicial y, junto con el guionista Karl Gajdusek, se pusieron a elaborar el tenso estudio de personajes de ‘Bajo amenaza’.
   “Creo que unos intrusos que te asalten en tu casa es algo que todo el mundo teme, pero esto va mucho más allá”, prosigue Schumacher, que dedicó dos semanas a ensayar el guión con todo su reparto antes de empezar el rodaje.
   La dinámica entre los personajes resulta clave para que el público se identifique con todos, “porque, en una película como esta, el peligro que corres es que el público no conecte con ciertos personajes porque son gente adinerada”, señala el productor René Besson.
   Aunque el guión se envió en un primer momento a Nicolas Cage pensando en el papel de Elias, “empecé a considerar el papel de Kyle, porque me parecía un personaje con el que podía hacer algo casi subversivo”, comenta Cage.
   Schumacher ya había trabajado anteriormente con los actores por separado, con Cage en ‘Asesinato en 8mm.’, y con Kidman en ‘Batman Forever’, pero ‘Bajo amenaza’ es la primera vez que estas estrellas forman pareja en la gran pantalla. “Sabe manejar perfectamente a los personajes y la cámara”, señala Kidman sobre Schumacher.
  “Para mí, ‘Bajo amenaza’ trata básicamente sobre dos familias que se encuentran exactamente en el mismo trance, en el sentido de que sus elecciones los han conducido a una situación desesperada”, afirma Joel.

UN CHOQUE ENTRE DOS MUNDOS...
  “Creo que la mayoría de los problemas surgen cuando hacemos suposiciones en las relaciones, y eso es exactamente lo que ha hecho esta gente”, explica el guionista sobre las especulaciones y desinformados conceptos que ponen en marcha esta historia.
Kidman, que se encargó de realizar algunas de sus propias escenas arriesgadas, agrega: “Yo solo quería hacer algo que fuera peligroso, y me gustaba que el guión tuviera todos esos giros y sorpresas, me pareció algo diferente”.

40 DÍAS PARA RODAR UNA NOCHE...
   La terrible experiencia de los Miller tiene lugar a lo largo de una sola noche y se limita fundamentalmente a su casa. Aunque eso resulta clave temáticamente para la historia, “las restricciones presentan oportunidades creativas”, asegura Richbourg, que ya había trabajado anteriormente con Joel Schumacher en ‘Última llamada’. “Estás limitado en cuanto a lo que sabes sobre la gente. Todos los giros y sorpresas surgen de la historia, dentro de este espacio muy reducido. La duración de la historia es breve, lo que sabes es lo que las personas que tienes delante te presentan. Eso es lo divertido; los secretos y mentiras son lo que te mantienen haciendo conjeturas. Nadie es exactamente como aparenta”.
Durante el rodaje, Richbourg trabajaba con los actores en los diálogos durante sus descansos.
   Para la mayoría de los actores, esta era su primera experiencia con un rodaje cronológico. “Para mí, la interpretación cinematográfica siempre ha sido como hacer un puzle”, explica Cage.
   “El trabajo artístico es imposible de explicar”, señala Schumacher sobre el tema de fichar al director de fotografía Andrzej Bartkowiak. “Decidió filmar en anamórfico, de modo que queda glamuroso. No sé cómo hace exactamente lo que hace, pero es perfecto. Es tal como creo que deberían usarse las luces y las sombras”.
   “Sabe cómo pasar de un aspecto muy sofisticado y elegante a uno muy crudo, cámara en mano, estilo ‘cinéma vérité’”, agrega Besson. “Andrzej es capaz de usar eso para crear un lenguaje y un viaje que nos lleva de un lugar muy seguro y protegido a un lugar aterrador y emocionante”.
   Joel necesitaba un movimiento fluido, “para poder usar la steadicam y subir las escaleras, meterse por el cuarto de la chica, luego pasar al dormitorio de los padres, bajar, cruzar y dar la vuelta”, explica Besson, sobre la necesidad de mostrar la acción de muchas formas distintas y dinámicas. “Joel pudo rodar una película entera en una cabina y hacer que resultara emocionante, así que le dimos una caja mucho más grande en la que poder jugar, pero en esencia es el mismo concepto”.
   “Uno de los mayores desafíos que planteaba el guión”, apunta el diseñador de producción Nathan Amondson, “era cómo mantener ese lugar lo suficientemente interesante para quedarse sentado mirándolo durante más de la mitad de la película, e idear algo que no dejara de estimular tus sentidos mientras la acción seguía desarrollándose”. Tomando el guión como punto de partida, y usando como referencia a grandes arquitectos como Richard Meier, Bussier o Louis Kahn, Amondson y Schumacher empezaron a pasarse fotos y los dos se reunieron en Shreveport para localizar exteriores que pudieran usar en la película.
   En menos de seis semanas (y algo más de ocho mil horas de trabajo) se construyó el interior de una casa de dos plantas de más de 900 metros cuadrados, dentro del Centro de Convenciones de Shreveport. Para que coincidiera con el exterior existente de la casa, se incluyó en el decorado del centro de convenciones una piscina de tamaño real. “Solo tiene unos 20 cm de profundidad, pero nos proporciona una superficie suficiente como para que se vea por la ventana y conseguir también los estupendos reflejos que ofrece”, agrega Amondson con una sonrisa.
   El director artístico William Budge y el responsable de escenografía Steven Kerlagon se encargaron de diseñar las suntuosas superficies naturales del hogar de los Miller.

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