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NOTAS DEL DIRECTOR...
En diciembre de 1998, leí un artículo de Skip Hollandsworth en el Texas Monthly sobre Bernie Tiede, Marjorie Nugent y la ciudad de Carthage, y algo hizo clic en mí. Es difícil explicar qué te hace sentir atraído por una historia y qué te impulsa a asumir la larga y a menudo infructuosa tarea de intentar
construir una película a partir de una historia real. Quizá era porque soy nativo del Este de Texas y sentía que conocía a todos los implicados. Quizá era por la personalidad única de Bernie y la compleja relación que tenía con Marjorie. Él asumió diversos roles en su vida, desde ejercer como su chófer a ser su cocinero, pero también era su mejor amigo y confidente. Quizá fue por el interesante juicio legal que se estaba desarrollando en aquel momento. Quizá fue por el humor negro que rodeaba toda la historia. Llamé a Skip y
empezamos a hablar de cómo podía funcionar como película. Me hice con los derechos y poco después acudimos al juicio, y allí pude ver por primera vez al Bernie real, a Danny Buck, a Scrappy, a un montón de lugareños de Carthage y a los jueces de San Augustine donde se había trasladado el juicio. Todo terminó para Bernie del modo contrario al que se presentía en el artículo. En la película, es muy evidente que durante el juicio los que estaban al lado de Bernie creían realmente que él no había hecho nada malo y que no merecía ser castigado. Uno de los testigos llegó incluso a decir: “No era tan malo como la gente dice; solo le disparó cuatro veces, no cinco.”
Skip me pasó todos sus apuntes periodísticos y el misterio se puso al descubierto: con Marjorie muerta y Bernie en la cárcel, sin poder conceder entrevistas, había muchos ciudadanos que querían hablar sobre ellos. Te guste o no, a nivel de apariencia, tú eres lo que los demás dicen que eres, sobre todo en una ciudad pequeña. La mayor parte de la historia está contada a través de los comentarios de la gente del pueblo sobre lo que pasó, así como sus sentimientos hacia Bernie y Marjorie. Ellos son los narradores. Nunca he visto una película narrada desde la perspectiva de un grupo de cotillas, pero en este caso parecía la técnica narrativa adecuada para revelar todo lo que había que saber tanto sobre la ciudad como sobre la gente implicada. ¡Y vaya personajes!
No hay ninguna historia como la de un ciudadano del Este de Texas, con ese profundo acento sureño. Fue también esta inusual técnica narrativa la que casi hace imposible de convertir en realidad la película. Pero con el tiempo, diez años más tarde, una vez que Jack Black, Shirley MacLaine y Matthew McConaughey se embarcaron al proyecto, la historia de Bernie, Marjorie y Carthage por fin pudo ser contada.