PREMIOS Y FESTIVALES

- Festival de Sitges 2016: Mejor película

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INFORMACIÓN EXCLUSIVA

LA DIRECTORA RESPONDE...
Antes de "Crudo"…
  Hice 'Mangue', una película para televisión realizada para Canal Plus, y Junior, un corto de 21 minutos. Todos mis proyectos cinematográficos tratan de transformaciones físicas. Mangue era muy punk, con mucho sexo y drogas. La clasificaron para mayores de 16 años en Canal Plus. Trata de una chica obesa que se encuentra con la persona que le hizo la vida imposible en el colegio y quiere vengarse. Junior va de la mutación reptiliana de una adolescente de aspecto masculino en una joven mujer. CRUDO sigue el mismo patrón que mi corto. En ambos casos, la protagonista se llama igual, Justine, y los dos personajes los interpreta Garance Marillier.

Metamorfosis...
  CRUDO arranca cuando Justine está empezando la carrera de Veterinaria en la misma facultad en la que estudiaron sus padres, y se encuentra con su hermana mayor, Alexia. Se siente totalmente confiada, no sospecha el shock que va a tener que afrontar. Es vulnerable porque no impone ningún tipo de barrera. Lo que ocurre marca el fin de la inocencia para ella. El primer impacto es el que más duele. Le pedí a Garance que mantuviese una postura muy erguida y el mentón alto, sugiriendo una especie de confianza en sí misma totalmente pura e inocente. Gradualmente, su mirada y su postura cambian. La cabeza va cayendo, y la mirada adquiere así un carácter oblicuo, penetrante y perturbador. Cuando dirijo, tiendo a dar indicaciones físicas, principalmente.

"Grave" título original...
  'Grave', el título francés de mi película, es una palabra que se utiliza de forma excesiva e incorrecta en el francés coloquial, y, en el proceso, ha perdido su fuerza y su verdadero significado. Sin embargo, “grave” viene de gravedad, en el sentido físico: algo que nos cae encima, que no nos permite alzar el vuelo, que nos pesa. Es real, concreto e imponente. Solo uso la palabra en una escena de mi película, cuando Adrien le pregunta a Justine si está en un “viaje sadomasoquista” o si le pasa algo más grave. Justine no contesta. Se va a su cuarto, vuelve y le dice que es grave. E, inmediatamente después, hacen el amor. Ese acto de sinceridad entre ellos es lo que les permite abrirse físicamente al sexo.

Justine...
  El nombre de de mi personaje es una referencia a Justine o los infortunios de la virtud del Marqués de Sade, la historia de una inocente joven que se convierte en objeto de deseo sexual y acaba disfrutándolo. CRUDO gira en torno a la construcción de la propia identidad y de los estándares morales dentro de un sistema pervertido, el de las novatadas y el de la familia. Si el sexo es significativo, lo atávico es un aspecto central. Mi Justine irá modelándose de acuerdo a sus necesidades y deseos, una maldición familiar. Mediante el contacto con su hermana mayor, que sufre su misma aflicción, se hará más asertiva y descubrirá su verdadero ser, su propia individualidad distintiva, que tendrá que aceptar o rechazar.

Garance...
  Conocí a Garance Marillier durante el casting de mi corto Junior. Su madre se puso en contacto con nosotros. Nuestro anuncio era muy específico: no quería que se presentasen montones de chicas angelicales, así que hice hincapié en el aspecto masculino y crudo del personaje. Y apareció ella: tímida, delgada como una espiga. Pero cuando comenzó a actuar, su carisma y su fuerza nos dejaron impresionados. Garance tiene un físico interesante: parece una niña, pero también una joven adulta. Emana cierta inocencia, pero tiene un algo inquietante. Me resulta muy sencillo proyectarme en ella: somos muy parecidas.

Autobiografía...
  Mi madre es ginecóloga, mi padre es dermatólogo y sí, tengo una hermana mayor. ¡Supongo que eso ya lo explica todo! Sin embargo, dejando ese aspecto a un lado, mis personajes no se parecen en nada a mi familia. Desde pequeña, siempre he escuchado hablar de medicina a mis padres sin ningún tipo de tabú. Era parte de su rutina diaria. Me pasaba el día curioseando sus libros. Recuerdo la foto de un chaval con lepra al que le habían adherido la oreja… ¡con ayuda de sanguijuelas! Me produjo un doble efecto: normalizar la muerte y la putrefacción en mi mente, y volverme hipocondriaca. Fantaseaba constantemente con enfermedades. Vi mi primera película de miedo con 6 años, por casualidad. Mis padres no tenían ni idea, claro. Luego me enteré de que había visto La matanza de Texas. Me intrigó, más que asustarme, como si estuviera preparada para esa clase de imágenes. De hecho, creo que Leatherface está representado como un artista en su propia cámara de los horrores. Por otro lado, mi madre es una feminista acérrima. Mediante su trabajo, me ha inculcado su preocupación por el desarrollo de las mujeres y su sentido de la solidaridad. Siempre me decía que no hay nada que un hombre pueda hacer y una mujer no.

Físico...
  Cuando eres joven, construyes tu identidad como forma de rebeldía contra tus padres y tus mayores, en general. Una hermana es una cómplice con quien compartes tu intimidad sin ningún tipo de vergüenza. Justine y Alexia, por ejemplo, se divierten haciendo pis juntas en el tejado. Solo dos hermanas pueden compartir un momento así. Me gusta que mis personajes femeninos tengan una relación orgánica y desinhibida con su físico, y una intimidad vinculada a sus fluidos corporales.  Entre hermanas, el cuerpo nunca es causa de ningún tipo de pudor.

Trayectorias...
  Justine se desarrolla moralmente en consonancia con su hermana, que representa una forma de abandono y desinhibición. Suponemos que Alexia ha pasado por lo mismo que su hermana. Al principio, Justine se comporta como ella, de un modo animal e instintivo, sin ningún tipo de cortapisa moral. Por eso no acumula ira e indignación. Si tiene hambre, come. Gradualmente, se irá distanciando de su hermana al darse cuenta de que no quiere ser así. Para Alexia, por otro lado, la llegada de su hermana, que sufre el mismo tipo de aflicción que ella, desencadena una caída en picado. De sentirse única, especial, pasará a sufrir una tremenda conmoción que le hará forzar el horror al límite para reafirmarse en su diferencia. Justine y Alexia siguen trayectorias opuestas que se cruzan en cierto punto.

Género...
  Abogo totalmente por la naturaleza cambiante de mi película, y prefiero que nadie la encierre en una categoría específica. Tampoco creo en las etiquetas de hombre y mujer en la vida, y menos aún en las que tratan de establecer definiciones sexuales inequívocas. Yo veo una constante metamorfosis en todo. La vida es demasiado corta para ser una sola cosa.

Cronenberg...
  Es un director muy importante para mí. En sus películas vemos muchos cuerpos mutilados y heridos. Podría parecer excesivamente violento, pero no hace concesiones a la muerte. No usa palabras para tratar de racionalizarla o suavizarla, sino imágenes. Es muy real. Eso me gusta. Si una imagen expresa algo, no hay razón para añadir explicaciones verbales. Cronenberg es el director que mejor ha sabido captar cinematográficamente el aspecto psicoanalítico de la metamorfosis.

Novatadas...
  Las novatadas son el antihéroe de mi película. Es lo que nos permite aceptar la violencia dentro de Justine. Cuando quieres que el espectador asuma una personalidad envenenada en el personaje principal, los otros, los que supuestamente representan la norma, tienen que ser peores. Las novatadas siguen unas reglas muy precisas, fijas e injustas, por eso el público se rebela contra eso. Nos permiten ver a Justine como una víctima que trata de dar con su personalidad en mitad de todo ese caos organizado. Pero, tal y como Adrien dice, las novatadas son humo. Es como una obra de teatro o una película: tiene una determinada duración y, cuando todo acaba, podemos volver a la realidad. Para los estudiantes, no es más que un juego; no ocurre nada terrible. Para Justine, sin embargo, es la vida real. Lo melodramático y lo artificial desencadenan para ella una realidad.

Veterinaria...
  Al principio, pensé en ambientar la película en la facultad de Medicina, pero enseguida lo deseché: no funcionaba. Era demasiado simple y no daba de sí. Además, la idea de rodar todo el rato escenas con cadáveres no me resultaba muy inspiradora. No me gustan las películas sórdidas. Espero que mi película no transmita eso en absoluto, sino que resulte un soplo de aire liberador.

Cámara lenta...
  Es difícil dar con la medida exacta. En este caso, lo veo como un compartimento estanco, un modo de sumergirnos en el subconsciente de uno o varios personajes.

Iluminación...
  El director de fotografía es Ruben Impens, compañero inseparable de Felix Van Groeningen (Alabama Monroe, Bélgica…). Me encanta su trabajo en The Misfortunates, esa iluminación desnuda, cruda, de gran contraste. No me gustan esas iluminaciones tan pulidas que lo embellecen todo. Yo quiero ver sudor, poros, ojeras bajo los ojos… sin caer en un tipo de imagen fea o turbia. Tiene que ser colorida, y que las sombras y los matices tengan presencia. Mi enfoque es expresionista, así que no me asustan los errores de continuidad en lo que respecta a la iluminación.

Música...
  Jim Williams es británico. Ha compuesto varias bandas sonoras para Ben Wheatley (Kill List, Turistas, etc.). La música tiene que contrastar con la acción; hay que reducirla a la mínima expresión. Jim tuvo varias ideas fabulosas, como añadir música de órgano a la “escena del dedo”, para darle un toque gótico. Por otro lado, le pedí que no escatimara en lirismo para el final. Para mí, CRUDO es una tragedia griega de la actualidad.