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Titulo original: Cats
Año Producción: 2019
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 109 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Drama, Musical
Director: Tom Hooper
Guión: Lee Hall, Tom Hooper. Basados en el musical de Andrew Lloyd Weber. Basados en la obra de T.S. Elliot
Fotografía: Christopher Ross
Música: Andrew Lloyd Weber
FECHAS DE ESTRENO
España: 25 Diciembre 2019
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures


SINOPSIS

Una tribu de gatos decide anualmente cuál ascenderá a un estadio superior y volverá a una nueva vida...

INTÉRPRETES

IDRIS ELBA, JUDI DENCH, IAN McKELLEN, JAMES CORDEN, TAYLOR SWIFT, JENNIFER HUDSON, LAURIE DAVIDSON, METTE TOWLEY

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LA GÉNESIS...
    En 2012, Tom Hooper estaba en Londres supervisando la posproducción de la adaptación de Los miserables, para Universal Pictures, nominada a ocho Oscar®, Mejor Película entre ellos, y ganadora de tres, cuando Debra Winger le habló de la posibilidad de realizar una versión de “Cats” para la gran pantalla. La idea le dejó intrigado. “Acababa de pensar en que me apenaba no volver a hacer un musical después de todo lo que había aprendido con Los miserables”, reconoce el director.
   De niño quedó maravillado con el musical “Cats”, de Andrew Lloyd Webber. “Tenía diez años la primera vez que vi ‘Cats’, pero se me quedó grabado, me pareció extraordinario”, dice. “Sentí que me iniciaban en el mundo secreto de los gatos, como si me ofrecieran un acceso privilegiado a otra forma de mirar el mundo”.
   En el musical estrenado en 1981, “Cats” transcurre en la noche del baile anual Jélico, cuando Deuteronomy, el gato de más edad y el líder, escogerá a uno para que ascienda a la Capa Celeste y renazca a una nueva vida. Los gatos que desean competir deben interpretar una canción delante de Deuteronomy. Pero el siniestro y peligroso Macavity, decidido a ser el escogido, interrumpe el proceso haciendo desaparecer a sus competidores por arte de magia hasta que solo queda él. Aun así, Deuteronomy rehúsa escogerle y Macavity se lo lleva. Cuando todo parece estar perdido, el mágico Mr. Mistoffelees hace acopio de sus poderes para liberar a Deuteronomy. El musical acaba con Grizabella “la glamurosa”, a la que el clan de los Jélicos despreciaba, cantando la canción “Memory” y con Deuteronomy escogiéndola para ser la gata que renacerá.
   La longevidad, el éxito inigualable y el atractivo mundial del musical “Cats” eran indiscutibles; sin embargo, una adaptación cinematográfica planteaba serias dificultades. El espectáculo casi carece de una estructura narrativa tradicional; se trata esencialmente de una serie de poemas cantados que unen los espectaculares números musicales. Los actores van vestidos de gatos y llevan un maquillaje felino exagerado. Pero sí había potencial para crear una experiencia cinematográfica tan innovadora como extraordinaria.
   Tom Hooper había trabajado con Debra Hayward en Los miserables, y una vez estrenada la película, los dos empezaron a desarrollar posibles ideas para CATS. “Nos reunimos con Andrew Lloyd Webber después de tomar la decisión de seguir adelante”, recuerda Debra Hayward. La suerte les acompañó, ya que Universal tenía los derechos de “Cats” y acababan de hacer Los miserables con el estudio. Pero hubo más: los productores de esta última, Eric Fellner y Tim Bevan, de Working Title, estaban dispuestos a participar en la adaptación cinematográfica del musical. “Todas las personas con las que habíamos hecho Los miserables, la presidenta del estudio y Working Title, apoyaron el proyecto de CATS”, explica Debra Hayward. “Era como volver a reunir al grupo para salir de gira”.
   Working Title nunca había producido una película musical antes de Los miserables, pero los copresidentes Eric Fellner y Tim Bevan eran conscientes de la atracción que podía ejercer una película que transportase al público a un mundo mágico nunca visto antes. “Los musicales tienen mucho atractivo para la familia”, explica Eric Fellner. “Nos alejan del mundo real, como hacen las películas de superhéroes. Los musicales cautivan al público mediante decorados irreales, oníricos”.
   En opinión del productor, los elementos poéticos del musical podían suponer una ventaja en vez de un reto. “Por eso es un musical extraordinario”, añade. “Apenas se reescribió ni modificó nada y nos enorgullece haber hecho lo mismo en la película. El legado de T.S. Eliot y sus poemas forman parte del ADN de toda la película”. Más aún, el productor sabía que Tom Hooper era el cineasta perfecto para encargarse de la adaptación: “Tom Hooper aporta tramas y emociones a historias que parecen carecer de ambas. Para un proyecto como este, hace falta un director como él, que haga surgir una historia emotiva que encaje con los elementos musicales”.

EL GUION...
   Trabajando con Tom Hooper, el guionista Lee Hall se enfrentó a una adaptación donde las canciones debían ser parte íntegra de la estructura. Ya se había encargado del guion de Billy Elliot/Quiero bailar y, posteriormente, de escribir las letras para el exitoso musical. Puede decirse que había pasado por este proceso, aunque a la inversa.
   “Lo genial del musical ‘Cats’ son los fantásticos números musicales”, dice Lee Hall. “Cada canción supera a la anterior. Hay una estructura, pero carece de historia. En cine, la historia es comparable a un viaje, y fue lo que nos ayudó a imaginar un viaje por Londres. Tom y yo escribíamos en el barrio del Soho y aprovechábamos para pasear por las calles mientras hablábamos del guion hasta que nos dimos cuenta de que el recorrido que hacíamos por el barrio era fascinante, caminando por las callejuelas y calles del Soho y del centro. Además, estábamos en el Londres de T.S. Eliot. Fue el primer paso”.
   Aunque el musical transcurre en los años ochenta, decidieron que la película CATS tendría lugar en los años treinta, la época en que vivió el escritor. Esa decisión no solo afectó a los distintos diseños de la película, sino a la narrativa y a muchos otros temas a todos los niveles. “Los años treinta del siglo pasado marcaron el final del género de ‘music-hall’”, explica Tom Hooper. “El género murió en el periodo de entreguerras. Eve Stewart, la diseñadora de producción, es un verdadero genio y encontró maravillosas fotografías del Soho y del West End de la época, con teatros medio abandonados. En cierto modo, ‘Cats’ también podría equipararse al género de la revista o incluso del vodevil, con un montón de intérpretes de estilos diferentes apareciendo para entretener al público. Andrew Lloyd Webber me contó que algunos poemas de T.S. Eliot se basaban en el ritmo de canciones famosas de esos “music-halls”, lo que me pareció muy evocador de la estructura de estilo de cabaret, donde todos los gatos cantan para demostrar que son el mejor al mismo tiempo que esa forma de hacer teatro ya empezaba a desaparecer”.
   El siguiente paso fue buscar a un personaje que enganchara al público. “Cuando se empieza a pensar en viajes y recorridos, surgen los cuentos de hadas y su estructura clásica”, sigue diciendo Lee Hall. “Se me ocurrió que podíamos seguir a un gato a través de toda la historia. Y pensamos en una gata joven, Victoria, que realiza un viaje hacia la madurez por Londres”.
   El personaje de Victoria ya aparece en el musical original como una de las bailarinas principales, pero sin mucha trascendencia, ni siquiera tiene una canción. El director y el guionista decidieron darle un mayor papel para guiar la narración. “Victoria se convierte en el hilo conductor de CATS”, explica Debra Hayward. “Sigue la tradición de los cuentos de hadas: Alicia que cae en la madriguera del conejo, Dorothy que asciende con el tornado o Wendy que se va por la ventana con Peter Pan”.
   Victoria guía al espectador por el increíble mundo de CATS. “Cuando meten a Victoria dentro de un saco de esparto, entra en el mundo nocturno de los Jélicos y empieza una odisea”, explica Debra Hayward. “A lo largo de su viaje conoce a toda una serie de maravillosos personajes”.
   Para apoyarla, Tom Hall y Lee Hooper le dieron un compañero narrativo, Mr. Mistoffelees, un personaje de importancia en el musical al que cambiaron para adaptarlo a la película. “Tenía que ser un personaje con el que Victoria pudiera viajar”, explica Lee Hall. “Mistoffelees es un tontorrón patoso y divertido; Victoria es inmadura, pero va a descubrir su sexualidad”.
   Victoria entra en un mundo extraordinario lleno de personajes, cada uno más alucinante que el anterior, que entre todos la adoptan y la familiarizan con el mundo felino, pero ella también les enseña algo. A través del personaje de Grizabella, una gata despreciada por todos, y de cómo se comporta Victoria con ella, el director y el guionista crearon un arco emocional central equiparado a la historia. “En realidad, CATS habla del poder de una comunidad”, explica Tom Hooper. “Cuenta la historia de Grizabella, una gata que vive al margen de la sociedad, un poco como si representara a una “sintecho”. Vemos que el grupo no quiere tener nada que ver con ella. Pero Victoria, una ingenua recién llegada, pone a prueba los prejuicios de la pandilla. Les demuestra que el clan es aún más fuerte si incluimos y perdonamos a todos. Así, en el centro de un musical divertido, fantástico, entretenido, que nos lleva a otro mundo, hay una pequeña historia acerca de la inclusión, el perdón y la redención”.

LA VISIÓN...
   “Soy un gran defensor del espectáculo en vivo, del canto y del baile en vivo”, dice Tom Hooper. “Mi fortaleza como director es conseguir que el rayo entre en una botella. Al igual que en Los miserables, las imágenes de esta película necesitan interpretaciones en directo para conseguir una increíble conexión con los actores”.
  Por encima de todo, el cineasta quería que el público sintiera el mismo entusiasmo y la misma emoción que el niño de diez años que vio el musical tiempo atrás y, además, elevar el espectáculo a una extravagancia cinematográfica envolvente y entretenida. “Quiero ofrecer esa experiencia a cualquier niño de 10 años -como lo fui yo-, y también a los padres y a los abuelos de ese niño”, explica. “Lo extraordinario de ‘Cats’ es que sigue emocionando a varias generaciones. Todos adoran la música y hemos respetado la partitura al pie de la letra. En mi opinión, una de las mejores de Andrew Lloyd Webber”. Pero la película le permitió a Tom Hooper y al equipo hacer cosas imposibles en un escenario. “Los bailes pueden ser a mayor escala, en decorados reales y siempre cambiantes”, sigue diciendo. “En el musical todo transcurría en Tierra Baldía, mientras que en la primera mitad de la película recorremos el Soho de los años treinta del siglo pasado. Los números de baile son mucho más épicos y su contexto es mucho más realista”.
  “Épico” y “realista” fueron dos palabras clave en la visión de Hooper que llegaron a englobar los decorados e incluso el aspecto mismo de los gatos. “En el mundo de las imágenes generadas por ordenador, un intérprete puede hacer lo que sea”, explica Debra Hayward. “No pasa nada si saltan desde arriba de un edificio y aterrizan en la calle. Pero Tom estaba interesado en ver hasta qué punto los bailarines se movían como gatos sin tener que recurrir a muchos efectos visuales. Para él, las interpretaciones en vivo son muy importantes”.
  La idea de Tom Hooper acabó por atraer al grupo de artistas más extraordinario delante y detrás de la cámara que jamás ha reunido una película musical, englobando la música y el baile, la fotografía e iluminación, los efectos visuales, el diseño de producción, el vestuario, el sonido y mucho más.
  “La responsabilidad de trabajar con una obra tan querida y admirada como esta, y llevarla a la gran pantalla, es enorme, pero es una responsabilidad que todos nos tomamos muy en serio”, sigue diciendo Debra Hayward. “Dedicamos mucho tiempo, mientras nos documentábamos y desarrollábamos el proyecto, a estudiar cómo conservaríamos la integridad del espectáculo y de la partitura, a pesar de contar la historia de un modo nuevo. El trabajo nos entusiasmó porque nunca se había hecho nada parecido”.

COREOGRAFÍA Y MOVIMIENTO...
  “Dirigir CATS fue como dirigir a un grupo de atletas de primera categoría”, dice Tom Hooper. “La película demuestra lo que estos bailarines son capaces de hacer con su cuerpo y a qué nivel llevan el vocabulario físico”.
   El baile es intrínseco en CATS, como lo es la música. El coreógrafo Andy Blankenbuehler, ganador de tres premios Tony, se encargó de guiar al reparto para que captara los más mínimos detalles de la historia y de los personajes, y los comunicara a través de la emoción, y de diversos ritmos y estilos.
   “En el musical de Broadway ‘Hamilton’, Andy reinventó el género mediante el hip-hop”, explica Tom Hooper. “En otras palabras, demostró que podía verse un periodo histórico a través de una ‘jerga’ moderna. Andy aporta la sensibilidad del hip-hop y del baile urbano al lenguaje de CATS”.
   Andy Blankenbuehler también tenía una historia previa con el musical “Cats” al haberse encargado de coreografiar la reposición en Broadway unos años atrás. Sin embargo, su amor por la música de Andrew Lloyd Webber y por el musical había empezado mucho antes. “Compré una casete de la música de ‘Cats’ unos cinco años antes de verlo por primera vez en Broadway”, recuerda. “Me había hecho una idea de cómo debía ser el espectáculo. Fue curioso descubrir que a veces acerté, pero otros números eran totalmente diferentes. La magia del teatro es que hace volar la imaginación a lugares que ni sabías que existían, y eso mismo intento hacer con las coreografías, crear cuadros que permitan a la mente evadirse”.
Su amor por la danza empezó cuando era muy joven. “Vi muchas películas musicales de niño, y recuerdo perfectamente las panorámicas de los bailarines volando por los aires o cómo la cámara enfocaba a los bailarines desde arriba, a través de la arquitectura del decorado”, explica. “Esas cosas siempre me impresionaban. Es verdad que me he dedicado al baile en escenarios, pero estoy convencido de que los musicales en teatros o en cine se dan la mano”.
   Lo que más le gusta a Andy Blankenbuehler del musical original es la forma en que la coreógrafa Gillian Lynne utilizó la danza contemporánea y moderna para comunicar la historia. “El musical original de ‘Cats’ está en una categoría aparte”, dice. “Era una maravilla y una novedad. Me gustó muchísimo que los bailes fueran una mezcla de narrativa y de abstracción”.
   La adaptación a la gran pantalla ofrecía una gran oportunidad y, a la vez, representaba un enorme reto: “Sabía que esta película requeriría un esfuerzo titánico”, dice el coreógrafo. “Empecé por aprenderme la partitura y los personajes hasta el más mínimo detalle”.
   Dada la cantidad de números de baile y los más de 50 intérpretes, Andy Blankenbuehler decidió basarse en una gama amplia de bailes, además de adoptar el intenso realismo requerido por CATS. El director y el coreógrafo estaban de acuerdo en usar un abanico que incluyera estilos muy diversos, como el claqué, el hip-hop, el baile urbano y el ballet.
   “Los bailarines fueron maravillosos manteniendo la disciplina sin cansarse”, dice Andy Blankenbuehler. “Entendieron inmediatamente que cualquier toma podía valer para la película y que no bastaba con hacerlo de maravilla una vez, sino que debían repetirlo a la perfección una y otra vez, lo que les obligaba a mantener una disciplina mental para asegurarse de que su comunicación física fuese realmente emotiva”.
   Cada bailarín ofrece algo muy diferente, por lo que el enfoque coreográfico también debe serlo. “Ajusté la coreografía para que destacase la habilidad de cada uno”, sigue diciendo Andy Blankenbuehler. “Por ejemplo, cuando la música crecía, me aseguraba de que un ‘acróbata’ capaz de elevarse estuviera en primera línea”.
   Aunque el coreógrafo y el reparto trabajaron con una gran variedad de bailes, también se aseguraron de que todos estaban conectados con los felinos. “Hubo momentos en que me perdía pensando en cuál sería la interpretación física perfecta para comunicar la historia, pero después me acordaba de que eran gatos. Entonces me preguntaba qué haría un gato en una situación semejante”, recuerda el coreógrafo. “Me fue de gran utilidad hacerme esta pregunta. Algunos de los mejores momentos ocurrían cuando nos entregábamos del todo al físico del gato y olvidábamos por completo los pasos de baile tradicionales”.

EN BUSCA DEL FELINO QUE LLEVAMOS DENTRO...
  Antes de que empezara el rodaje, todos los miembros del reparto sin excepción debieron aprender el lenguaje corporal de los gatos y estudiar en la bien llamada “Escuela gatuna” bajo la tutela de la coreógrafa SARAH DOWLING, especializada en movimientos felinos. Cada semana, los actores/bailarines participaron en sesiones de grupo para estudiar el comportamiento y los movimientos de gatos reales, además de trabajar para encontrar al gato que llevaban dentro con el fin de canalizar el comportamiento emocional y psicológico de los personajes a través de movimientos felinos. “Lo gracioso es que son seres humanos que encarnan a gatos”, dice Tom Hooper. “Ahora podremos ver a algunos de los mejores bailarines del mundo interpretar a gatos”.
   Sarah Dowling se encargó de que cada intérprete encontrara los movimientos más acordes a su personaje felino. “En esta película hay una gran variedad de estilos de baile”, dice. “En vez de hacer una versión genérica de los gatos, me centré en localizar el ritmo y los movimientos peculiares de cada uno de los personajes y enseñarles cómo moverse. Pasamos semanas enteras en el estudio buscando el estilo de baile de cada uno. Las reglas de cómo ser gato cambiaban constantemente porque necesitaban adaptarse a los requisitos específicos de cada intérprete”.
   El tiempo pasado con Sarah Dowling fue clave para que los intérpretes crearan los personajes y se metieran en la piel de un gato. Aunque algunos quizá se lo tomaron un poco demasiado en serio. “Tuvimos que asistir a la escuela gatuna, pero decidí ir mucho más allá”, explica James Corden. “Me metí literalmente en la piel de un gato durante ocho semanas. Tenía una caja de arena al lado de la cama y un rascador enorme en mi despacho; también contraté a alguien con un puntero láser para que pudiera seguirlo donde fuera”.

LA ADAPTACIÓN DE LAS CANCIONES...
   T.S. Eliot es el autor de los poemas que sirvieron de base al musical “Cats” y Andrew Lloyd Webber insufló vida a las palabras del gran escritor a través de la música, incorporándolas a un musical visto por millones de personas en todo el mundo. Desde el primer momento, todos estaban convencidos de que la adaptación a la gran pantalla debía mantener íntegras las canciones del musical original. “Hemos sido fieles a la maravillosa música que compuso Andrew Lloyd Webber, a esa extraordinaria partitura que me parece estar entre sus mejores obras”, dice Tom Hooper. “Andrew tiene un don especial: un increíble sentido de la melodía, una melodía accesible para un público muy amplio, pero que nunca cae en los clichés. Sabe sorprender, sabe ir más allá de los límites. Basta con escuchar la partitura de “Cats” compuesta para el estreno de 1981 y el uso absolutamente innovador que hace de la música electrónica. Incluso ahora puede decirse que está un paso por adelante”.
   Andrew Lloyd Webber produce la música de la película con el músico, compositor y productor musical GREG WELLS, ganador de varios Grammy, que ha producido discos de Adele, Rufus Wainwright y Pharrell Williams, entre otros, y que junto a Andrew Lloyd Webber y Tom Hooper también ha producido el nuevo tema “Beautiful Ghosts”, cantado por Taylor Swift. NILE RODGERS, el legendario productor musical, premiado por los Grammy, que forma parte del Salón de la Fama del Rock and Roll, se unió al proyecto para mejorar los temas “Rum Tum Tugger”, “Macavity” y “The Jellicle Ball”. La intención siempre fue mantener la integridad de la música, al tiempo que se añadía un toque refrescante. “El reto consistía en cómo enfocar la música desde una perspectiva contemporánea, conservando al mismo tiempo el original”, explica el productor Eric Fellner.
   Las grabaciones realizadas en el plató fueron supervisadas por MARIUS DE VRIES (La ciudad de las estrellas/La La Land, Moulin Rouge), que se ha ocupado de algunas de las grabaciones y bandas sonoras más famosas de las últimas tres décadas, y por el productor asociado DAVID WILSON, que también trabajó con Andrew Lloyd Webber en la orquestación.
   Antes de empezar a rodar, el reparto trabajó con Marius de Vries y David Wilson para preparar sus interpretaciones. “La química fundamental en una interpretación filmada depende íntegramente de la relación entre el director y el intérprete”, explica Marius de Vries. “Mi objetivo es dirigir la música sin hacerme notar demasiado durante el proceso de rodaje, por lo que era importante que pasara tiempo con cada uno de los miembros del reparto para determinar exactamente dónde era necesario guiarlos o en qué punto debíamos adaptar la música para encajar con el talento individual de cada uno. En algunos casos, el proceso duró varias semanas de ensayos e intensivo entrenamiento vocal. Sin embargo, en otros apenas fue necesario entrenar, sino más bien hablar y explicar. En cada caso, me esforcé en preparar la máquina lo mejor que pude antes de ponerla en marcha”.

UNA CANCIÓN NUEVA “BEAUTIFUL GHOSTS”...
   Debido a la ampliación del papel de Victoria por parte de Tom Hooper, el personaje también tiene una canción propia, “Beautiful Ghosts”, escrita y compuesta por Taylor Swift y Andrew Lloyd Webber. Tom Hooper recuerda que escuchar la letra de la cantante y la música del compositor por primera vez fue una experiencia muy emotiva. “Era como si hubieran entrado en el mundo que estábamos creando y consiguieran destilar la esencia de lo que Lee Hall y yo intentábamos comunicar a través del personaje”, explica el cineasta.
   Francesca Hayward interpreta la canción en la película, pero también lo hace Taylor Swift en los créditos finales. Francesca Hayward cree que el tema capta a la perfección el recorrido de Victoria en la película. “Victoria le canta ‘Beautiful Ghosts’ a Grizabella”, explica. “Es su manera de conectar con ella y de intentar sacarla del pozo de dolor donde se ha sumido. Pero también hay un momento precioso en el que la canción le da fuerzas porque se da cuenta de la maravillosa amistad que tiene con el clan de los Jélicos. Jamás había cantado en público antes de esta película. Reconozco que estar en la misma sala que Andrew Lloyd Webber y que me dirigiese fue algo extraordinario. Creo que cualquier generación debería crecer rodeada de la poderosa y maravillosa música que compone”.

CÓMO ENCONTRAR SUS VOCES. EL REPARTO ENSAYA...
   Los intérpretes dedicaron varios meses a ensayar las canciones mientras preparaban sus papeles, ya que en algunos casos debían cantar bailando once horas diarias durante tres meses muy intensos. La entrenadora vocal Fiona Grace McDougal ya había trabajado en numerosos musicales de Andrew Lloyd Webber y ayudó al reparto a prepararse para el equivalente de una maratón vocal.
   “En el teatro, los intérpretes cantan una misma canción una o dos veces al día, pero tratándose de un rodaje, puede que tengan que repetirla varias veces seguidas, lo que requiere mucho entrenamiento”, dice. Se centró en ayudar a los actores en reforzar las cuerdas vocales y aumentar la resistencia, además de enseñarles a controlar la voz. Pero lo más importante fue que les comunicó la confianza suficiente para se atreviesen a hacerse con algunos de los temas más icónicos del género musical. “Es un fenómeno”, dice Judi Dench. “Es capaz de convencerte de que eres la Callas”.

EL SONIDO EN DIRECTO DE CATS...
   Desde el primer fotograma hasta el último de CATS, los actores cantan y al igual que en Los miserables, lo hacen en directo. Pero además de cantar, en este caso también bailan. “Cada día del rodaje de CATS era aún más complicado que en Los miserables porque añadimos el elemento del baile”, explica el editor de sonido SIMON HAYES, ganador del Oscar por su trabajo en Los miserables. “Además, también teníamos percusión en directo para que los bailarines no perdieran el ritmo. En Los miserables solo había un piano”.
   El percusionista y el pianista estaban en dos cabinas separadas pegadas al plató. Simon Hayes se encargaba de pasar el sonido de ambos a los cantantes o a los bailarines mediante monitores “in-ear” con pinganillos hechos a medida para cada intérprete, evitando así que pudieran caerse mientras bailaban o cantaban. Los micrófonos estaban incorporados a los trajes de captura de movimiento de los actores y colocados en su frente para captar hasta la última nota que emitieran. A su vez, un transmisor en cada uno de los actores retransmitía el sonido del micro a Simon Hayes, lo que permitía al editor y a su equipo grabar el sonido absolutamente limpio. Solo Hayes y los actores oían el piano o la percusión; todos los demás en el plató solo oían las voces cantando.
   Una grabación en directo realizada con este sistema permite que los actores tengan libertad absoluta, además de poder controlar su interpretación, pero lo más importante es que no coarta la espontaneidad, algo básico en una gran actuación. La emoción de la canción está al mismo nivel que la emoción que comunican sus gestos. “No hay un momento exacto en el que deben cantar”, explica Simon Hayes. “Pueden escoger cuándo empezar basándose en sus decisiones como actores; no están obligados a seguir la pista pregrabada que oyen. El piano les acompañará cuando ellos decidan cantar, no al revés”.
   En cuanto al ruido de ambiente producido por los bailarines moviéndose en el plató mientras alguien cantaba, Tom Hooper y el equipo de sonido decidieron integrarlo en la banda sonora. “Tom no quiso limpiar los elementos sonoros que surgían en cada escena”, explica Simon Hayes. “Cree que mientras el sonido de ambiente coincida con lo que se ve en la pantalla, aporta una emoción adicional a la escena. Cuando se oye a un bailarín recuperar la respiración después de un baile, da un toque de realismo que permitirá al público darse cuenta de que está viendo algo real, que ocurre en ese momento”.

EFECTOS VISUALES: LA CREACIÓN DE LOS GATOS...
   Mucho antes de que se escogiera al primer intérprete o de que se construyera el primer decorado, el director y los productores ya estaban pensando en el aspecto de los gatos protagonistas. El musical original estaba acorde con su época, mucho maquillaje, peinados elaborados, vestuario de los ochenta, pero lo que funcionó en los escenarios probablemente no tendría tanto éxito en el siglo XXI. Tom Hooper empezó a pensar en opciones con la diseñadora de producción Eve Stewart, su colaboradora habitual, con la que trabajó por primera vez en 2005 en la miniserie “Elizabeth I” y que se ha ocupado de todas sus películas desde entonces. “Eve es una creadora muy importante”, dice el director. “Se involucró desde el principio en el diseño de los gatos. Mucho antes de que supiéramos cómo crearlos, ya tenía unas imágenes increíblemente evocadoras que atrapaban el humor, la alegría, el dolor, la tristeza y el drama de los personajes”.
   Tom Hooper y Eve Stewart tienen la curiosa habilidad de entenderse sin necesidad de hablar. “Tom y yo formamos un gran equipo”, dice la diseñadora. “Sabe tomar las decisiones correctas en el momento exacto y yo soy de esas personas que presentan un montón de ideas. Cuando me llegan 32 ideas por minuto, necesito a alguien que diga: ‘No, para, esa es la buena’. Es una mezcla genial de exuberancia y exactitud”.
   Tom Hooper estableció una serie de guías precisas. “Tom siempre supo que quería rodarlo todo en directo”, explica la productora Debra Hayward. “No quería una versión de ‘Cats’ generada por ordenador”. Los actores debían bailar, moverse como gatos, pero el cineasta quería que esos movimientos procediesen de la interpretación, no de la tecnología. “Siempre se opuso a traspasar la línea de la creación mediante efectos visuales”, sigue diciendo la productora.
   Al principio, el equipo pensó en maquillaje y vestuario, pero no tardaron en darse cuenta de que si los intérpretes estaban en movimiento constante, el maquillaje no aguantaría y los trajes les impedirían moverse con total libertad. Aquí es donde los efectos visuales de última generación podían ayudar a Tom Hooper a hacer realidad su visión.
   Durante el rodaje, el oscarizado supervisor de efectos visuales STEVE PREEG y el productor de efectos visuales RUPERT SMITH encabezaron el equipo que encontraría la forma, entre tanta complejidad técnica, de conseguir el efecto deseado. Otra de las condiciones que estableció Tom Hooper fue que debían verse los rostros de los actores y sus expresiones, así como sus manos y pies. Steve Preeg y su equipo solo tenían una solución para satisfacer los requerimientos del director, y era crear una tecnología híbrida que fusionara la realidad con la animación.
   Durante la posproducción, PHIL BRENNAN, JASON BILLINGTON y MATT JACOBS se unieron al equipo de efectos visuales formado por varios cientos de artistas procedentes de varios continentes. Todos trabajaron al unísono para crear el aspecto final de los gatos y los alucinantes ambientes en que se mueven.

EL MAQUILLAJE...
  Mientras el supervisor de efectos visuales Steve Preeg y su equipo se ocupaban de la parte técnica, el auténtico diseño de los gatos recayó en los departamentos de vestuario, maquillaje y decoración, con los que el supervisor estuvo constantemente en contacto durante la fase de desarrollo. La diseñadora de maquillaje SHARON MARTIN (Okja, Blancanieves y la leyenda del cazador) y su equipo se ocuparon de los ojos, de la boca y del tono de la piel que siempre se verían en la pantalla. “Cuando vimos los primeros diseños conceptuales, hablé con Tom y el equipo de efectos visuales acerca de los detalles específicos para cada personaje”, explica Sharon Martin. “El maquillaje ayuda al equipo de efectos visuales a dar mayor sutilidad a los movimientos faciales y a la textura de la piel. Tom tenía muy claro que el maquillaje debía ser sumamente preciso porque sabía que ayudaría a comunicar ciertas emociones”.
   Bastaría con una línea o un punto fuera de lugar para entorpecer el trabajo del equipo de efectos visuales. “Habíamos hecho diseños específicos de la cara de varios gatos”, recuerda la diseñadora. “Las líneas debían ser impecables y estar exactamente en el mismo sitio cada día. Se nos ocurrió usar máscaras en las que cortamos el diseño exacto para que nos sirvieran de referencia”.

EL ARTE DE VESTIR A UN GATO...
   Durante el rodaje tan solo un puñado de personajes llevaba en el plató el traje que se ve en pantalla. Concretamente solo lo vestían Deuteronomy, Mr. Mistoffelees, Grizabella, Gus, el gato del teatro, Bustopher Jones, Macavity, Jennyanydots y Rum Tum Tugger. “En esta película no todos los personajes tienen un traje”, explica el famoso diseñador Paco Delgado, que ya había trabajado con Tom Hooper en La chica danesa y Los miserables. “Tom y yo hablamos muy al principio para decidir qué personajes llevarían algún tipo de traje y cuáles solo llevarían un collar. Asimismo, trabajamos con el departamento de efectos visuales para el vestuario y los trajes que llevarían los intérpretes. También nos aseguramos de que cada traje fuera una extensión del pelo del gato”.
   Paco Delgado rediseñó los trajes de captura de movimiento de la marca Xsens que llevaban los actores para que los cartuchos que contenían los sensores no fueran demasiado rígidos y se adaptaran a la gama de movimientos de la coreografía. “Fue una aventura en el mundo de los efectos visuales”, dice Paco Delgado. “Estudiamos qué elementos debían incluir los trajes para grabar los movimientos. Todo era muy técnico. Empezamos a diseñar prototipos con la ayuda del equipo de efectos visuales hasta que dimos con el traje que se adaptaba a la perfección”.
   Cada traje se hizo a medida para cada intérprete a partir de la fibra Lycra más fina y suave, que ofrecía comodidad y flexibilidad. Dado que los trajes debían recopilar mucha información, el equipo de vestuario instaló los sensores, las conexiones y las baterías de forma que no impidieran los movimientos de los bailarines y los actores.
   El equipo de Paco Delgado trabajó con el Royal Ballet para volver a concebir los trajes, realizando incluso ocho versiones hasta llegar al traje perfecto que incorporaba todos los requisitos técnicos a la vez que ofrecía una total flexibilidad a los bailarines.

LA CREACIÓN DEL LONDRES DE LOS AÑOS 30...
   “Una de las cosas realmente mágicas de esta película son los decorados, nos llevan a otro mundo. Basta con pisar el plató para que las dimensiones cambien, todo es enorme, casi inabarcable”, dice Tom Hooper. CATS transcurre durante una noche en el centro del Londres de los años treinta del siglo pasado. Desde el momento en que abandonan a Victoria en el páramo, el público inicia un agitado recorrido que va desde oscuros cementerios, callejones llenos de basura y la cocina de una casa hasta una cafetería iluminada con neones, un ruinoso teatro y Picadilly Circus. “Tom siempre quiso homenajear el mundo que T.S. Eliot creó en sus poemas, e intentamos reproducirlo en la película”, explica Debra Hayward. La diseñadora de producción Eve Stewart se esforzó en capturar el Londres en el que vivía T.S. Eliot cuando escribió El libro de los gatos sensatos del viejo Possum. “Mucho antes de que empezáramos a rodar, Eve me enseñó unos increíbles dibujos de otro mundo, inspirados en el Soho de antaño, con cielos nocturnos en tonos rosados, malvas y violetas, y neones invadiendo la niebla londinense de los años treinta”, recuerda Tom Hooper. “Siempre empieza haciendo dibujos increíbles que no solo me inspiran a mí, sino también a todo el equipo”.
   Según la diseñadora, la inspiración es mutua. “Lo primero para Tom y para mí fue pensar en la época en que está situada la película”, dice Eve Stewart. “Y eso es más o menos el año que T.S. Eliot publicó El libro de los gatos sensatos del viejo Possum, por lo que estábamos empeñados en captar el Londres de finales de los años treinta”.
   CATS es la sexta colaboración de Eve Stewart con Tom Hooper. El éxito de su relación profesional se debe a que ambos se sumergen en las vidas de los personajes. “Para empezar, dibujo cada una de las escenas para que podamos visualizarlas y hablar”, explica. “También hago modelos muy detallados, coloreados, para que todos sepan qué tenemos en mente”. Eve Stewart cree que es vital que un cineasta viva y sienta los mundos que diseña, y nunca ha sido tan evidente como en los decorados de CATS. “Eve siempre logra un profundo realismo en los mundos que crea”, dice Tom Hooper. “En este caso, lo equilibró con el ingenio, el humor y la escala que necesitábamos, añadiendo a la magia una sensación polvorienta y algo ruinosa”.
   Los decorados están diseñados desde una perspectiva felina para que los actores parezcan del tamaño de un gato, y la escala es realmente asombrosa. Todo está aumentado a proporciones extraordinarias.
   “Tardamos bastante en descubrir la escala idónea de nuestro mundo”, explica Debra Hayward. “Nos documentamos para saber el tamaño de los gatos en comparación a los seres humanos y llegamos a una proporción de dos y medio a uno”.
   Pero hay excepciones, según Eve Stewart. “Los objetos y los muebles no siempre son de la misma escala”, dice. “Todo se construyó a mano. Algunos objetos tienen tres veces su tamaño real, pero otros no eran creíbles. Por ejemplo, las sillas son tres veces más grandes que una silla normal para que los gatos pudieran saltar encima. Pero enseguida vimos que un ladrillo no parecía realista a esa escala. Lo ajustamos todo paso a paso hasta conseguir que estuviera perfecto”.
   A pesar de que el mundo de CATS sea fantástico y teatral, está anclado en la realidad. La calle principal de la película es Meard Street, en pleno barrio del Soho, y la sala de fiestas es una recreación de un pequeño local donde actuaban magos detrás de Picadilly, en Trafalgar Square Lion. “Hablamos de la idea del gran páramo de T.S. Eliot, y del hecho de que en el periodo de entreguerras los teatros de revistas musicales empezaban a desaparecer”, dice el director. “Nos pareció que una versión de un Londres algo destartalado daría incluso mayor libertad a los gatos para recorrer la noche”.

UN DISEÑO PARA CANTAR Y BAILAR...
  La creación de un auténtico mundo gigantesco – no se usó ni una sola pantalla verde en esta película -, resultó una verdadera proeza, sobre todo porque la construcción debía acomodar a intérpretes que bailaban y cantaban. Los decorados se diseñaron y construyeron para minimizar el sonido, pero debían ser lo bastante resistentes para acomodar a cincuenta bailarines actuando a la vez y ofrecer al mismo tiempo suficiente elasticidad para permitir las acrobacias felinas. El reto era enorme, sobre todo porque cuando se empezaron a construir los decorados, nadie sabía exactamente en qué zonas exactas tendrían lugar los números de baile.
   “Una de las mayores dificultades al diseñar y construir los decorados era que no sabíamos por dónde pasarían los gatos”, dice Eve Stewart. “Teníamos a algunos de los mejores bailarines del mundo y no iban a quedarse quietos en un sitio, por lo que debimos asegurarnos de que cualquier superficie, cualquier tubería en una pared, cualquier manillar, cualquier cajón pudiera soportar el peso de un bailarín”. Y para complicar las cosas aún más, absolutamente todo el atrezo debió ser hecho a medida: cada tenedor, mesa, silla, cojín, bol, teléfono… Lo que fuera.

EL RODAJE DE CATS...
    Filmar decorados enormes, números de baile desproporcionados y a un reparto tan numeroso requería a un director de fotografía muy experimentado que supiera hacer frente a las dificultades inesperadas que se presentarían. Por suerte, Christopher Ross acababa de rodar Yesterday, donde trabajó con seis mil personas cantando en directo. Tom Hooper y Christopher Ross concibieron un plan para filmar el mundo de CATS. “En esta historia hay números de baile, canciones y el recorrido de la joven Victoria”, dice el director de fotografía. “Mi idea era mostrar los números de baile con elegancia, los enormes números corales a gran escala y los momentos vocales más íntimos con una emoción visceral. Para los momentos íntimos o de confrontación, rodamos cámara en mano. Cuando se trata de un drama habitual, los decorados – naturales o no – y la historia que se cuenta suelen ser relativamente lineales. Pero tratándose de un musical, se pueden dar saltos enormes en cualquier dirección. Reconozco que disfruto mucho con la posibilidad de experimentar visualmente”.
   Además, Christopher Ross también ajustó su estilo a cada número musical y a cada decorado. “La escena de Mungojerrie y Rumpleteazer en la alcoba tiene un ritmo muy jazzístico, de stacatto, que se presta a más cortes para aumentar los momentos en los que los personajes se entregan a su pasatiempo favorito, robar”, explica.
   Como hemos dicho antes, la película transcurre desde el anochecer hasta el amanecer. Cada canción se compuso en un estilo diferente para personajes y decorados diferentes. “La historia de Victoria y la coreografía nos indicaban dónde colocar la cámara y cómo rodar”, sigue diciendo. “Hice un desglose de cada ámbito para decidir cómo iluminar cada decorado y cada personaje, y decidir quién sale a la luz o desaparece en la sombra”.
   El cineasta y el director de fotografía trabajaron con el coreógrafo con el fin de que los decorados estuvieran adecuadamente iluminados para que los números de baile se vieran en todo su esplendor. “No solo debíamos fijarnos en la ambientación de las escenas, sino también en las siluetas, en las luces cenitales, las laterales y las cruzadas, sobre todo durante los números musicales”, explica Christopher Ross. “Algunos movimientos quedan mejor como siluetas, pero otros deben ser iluminados lateralmente”.
   Londres también acabó siendo una piedra angular en el proceso creativo. “Cuando me incorporé al proyecto, la diseñadora de producción Eve Stewart y Tom Hooper ya habían hablado de la visualización, los decorados y la escala de la película”, recuerda. “Que la historia transcurra en el Londres de los años treinta ayudó a que fuera más realista, más visceral. Los decorados son muy coloridos e influyen en la forma de contar la historia visualmente”.
   Para subrayar la escala y la perspectiva de los decorados, y de los gatos en esos decorados, Christopher Ross debió contar con diferentes escalas. “Siempre teníamos en cuenta que los intérpretes eran de tamaño humano, pero que debían aparentar ser del tamaño de gatos”, explica. “Y para que fuera consistente, siempre había algún objeto en el cuadro, como una basura, una acera o una puerta, que ayudará al espectador a no olvidar la escala del mundo en que se mueven los personajes”.
   La inspiración le llegó de sitios inesperados. “Vimos películas como Toy Story y Wall-E, que nos dieron ideas de cómo recordarle al público la escala constantemente”.
   Debido a la escala de los números y de los decorados, Christopher Ross cuidó el encuadre y la iluminación, sobre todo en los rostros de los actores. “Desde una perspectiva técnica, si se intenta iluminar un número de baile con focos colocados a menos de diez metros de los bailarines, enseguida se quedan sin espacio para bailar”, explica. “Dado que se decidió que los bailarines dispondrían de todo el espacio, tuve que encontrar la forma de hacer que el público se enamorase de un personaje sin restar espacio a los bailarines para que se lucieran”.
   La principal aspiración del director de fotografía era centrarse en la historia y en los personajes. “Desde un punto de vista fotográfico, lo más complejo era contar la historia sin dejar que los efectos visuales se entrometieran o ensombrecieran lo que Tom quería conseguir con las interpretaciones”, explica Christopher Ross. “Para conseguirlo, trabajamos toma a toma, intentando obtener el contorno más nítido posible de los bailarines con un mínimo de restricciones, a sabiendas de que alguna restricción que otra era inevitable para captar la interpretación más evocadora”.

EL REPARTO DE CATS...
   “CATS también es fantástica porque, debido a la naturaleza de la película, permite contar con un reparto maravilloso”, dice Debra Hayward. “Los personajes están muy bien definidos. Los poemas de T.S. Eliot contienen muchísimas pistas acerca de cómo son, quiénes son y cómo viven. Lo primero que hicimos fue volver a leer los poemas, estudiar a los personajes y pensar en qué actores encajarían mejor con los papeles”.
   Los productores y el director recurrieron a la experimentada directora de casting LUCY BEVAN (Fast & Furious: Hobbs & Shaw, Asesinato en el Orient Express) para ocuparse del reparto. A partir de ese momento empezó un largo e intenso proceso de dos años en el que se buscaron bailarines que pudieran cantar e interpretar, y actores que pudieran cantar y bailar. Los productores Tim Bevan y Eric Fellner nunca habían visto algo parecido en su larga carrera. “El reparto de nuestras películas no suele incluir bailarines o cantantes; esto era algo totalmente nuevo para nosotros”, reconoce Eric Fellner. “La brillante directora de casting, Lucy Bevan, busco literalmente en el mundo entero, no solo para encontrar a los mejores intérpretes, sino también a los mejores bailarines y cantantes”. La productora Debra Hayward añade: “Hicimos pruebas a actores y cantantes procedentes de todas partes, bailarines de todas las escuelas, de todas las organizaciones profesionales”.
   Sin embargo, el resultado es casi inigualable en la historia del cine musical: “Trabajar a diario con un reparto así, no tiene precio”, dice Tom Hooper.

Victoria - Francesca Hayward:
   Victoria, la más joven de los gatos, acaba de incorporarse al grupo e introduce al espectador al mundo de los Jélicos. Pero Victoria viene de otro mundo, no entiende este y debe aprender a adaptarse. Es generosa, comprensiva, pero también fuerte y con un fuego interior. “Victoria es el hilo conductor de la historia”, explica Debra Hayward. “La intérprete debía saber cantar, bailar y actuar a un altísimo nivel. No hay muchas personas que puedan hacer esto en el mundo, y menos aún en Reino Unido”.
   La búsqueda les condujo hasta Francesca Hayward, primera bailarina del Royal Ballet, que nunca había trabajado en cine antes. “Sabíamos que era la mejor bailarina del país, pero lo que más nos entusiasmó fue que estuviera dispuesta a hacer una prueba bailando y cantando”, recuerda la directora de casting Lucy Bevan. “En la prueba realizó un solo de ballet; fue uno de los momentos más inspiradores de mi carrera, algo maravilloso”.
   Maravilloso y memorable. “La prueba se ha convertido en un recuerdo legendario para nosotros”, recalca Debra Hayward. “Francesca bailó un pequeño solo del ballet clásico ‘Giselle’ y, a continuación, Tom lo dirigió de otra forma. Su virtuosismo, elegancia y control nos asombró a todos”.
   “Desde el primer día, Francesca supo instintivamente controlar la cámara, lo que le permitió estar a la misma altura que Judi Dench e Ian McKellen, dos genios con muchísima experiencia”, dice Tom Hooper. “Lo que más me fascinó y sorprendió trabajando con ella y con los otros bailarines fue cómo, incluso cuando la cámara estaba muy cerca de sus rostros, intensificaban sus movimientos a través de las expresiones faciales. Era casi ridículo el talento que tenían”.
   El productor Eric Fellner reconoce que no esperaba semejante nivel: “Todos sabíamos que Francesca era muy importante en el mundo del ballet, pero cuando la cámara se encendió una mañana y se centró en su cara, fue como si se apagaran miles de bombillas de golpe. Era asombroso. No solo es una maravillosa bailarina y una gran cantante, también es una actriz nata. Tengo la impresión de que el público se sorprenderá al descubrir que una actriz debutante se muestre tan fuerte, tan segura de sí misma y tan brillante como Francesca Hayward en esta película”.
   Al principio de la historia han abandonado a Victoria en un callejón. Descubre el fantástico mundo felino la noche del baile anual. Aunque la han abandonado, no es una víctima. Necesita que la ayuden, pero no está indefensa.
   “Cuando la conocemos, aún no ha superado el dolor de ser abandonada, pero emprenderá un viaje en el que conocerá a muchos compañeros”, explica Francesca Hayward. “Victoria se da cuenta muy pronto de que cada uno de los gatos que conoce ensaya una canción o una danza para el baile Jélico. Será el gran momento de demostrar de qué son capaces ante Deuteronomy, interpretada por Judi Dench, que escogerá a uno para ir a la Capa Celeste. Durante ese recorrido también descubre que ella realmente pertenece a ese clan de gatos”.
   Victoria se encariña de otra gata, Grizabella (Jennifer Hudson), a quien los otros gatos rechazan abiertamente, y la ayuda cuando los demás se burlan de ella. Sabe que Grizabella tiene mucho mérito y consigue que los gatos vuelvan a quererla e incluirla en el grupo. “Hay una conexión entre Victoria y Grizabella porque las dos han sufrido y han pasado por un trauma”, dice Francesca Hayward. “Victoria es más joven que Grizabella y aún tiene la posibilidad de una vida mejor; por eso ayuda a Grizabella a ver más allá de su dolor y a tener esperanza”.

Deuteronomy - Judi Dench:
   Deuteronomy, la matriarca del grupo, es un personaje femenino al contrario que en el musical original. Es fuerte, sabia y se rumorea que ha tenido 99 vidas. Desde un principio, la única elección del director y de los productores era la legendaria Judi Dench. “Decidí cambiarle el sexo a Deuteronomy porque, en 2019, la idea de que la figura de la autoridad debe ser un hombre no me parece la mejor forma de ver el mundo”, explica Tom Hooper. “Además, basta con ver a Judi Dench entrar en el decorado de esa forma tan extraordinaria, verla en la calle en esa primera escena rodeada por todos los jóvenes actores y bailarines eleva la escena y se convierte en la más memorable de la película, se sostiene. Judi tiene un don mágico e increíble que le permite crear un personaje indeleble con la más mínima pincelada”.
   Lo curioso fue descubrir que la actriz tenía una fascinante relación con el musical original: “Me escogieron para hacer de Grizabella y de la gata Gumbie en el espectáculo de 1981. La gata Gumbie tenía muchos números de claqué, y pocos días antes del estreno me rompí el tendón de Aquiles. Trevor Non, el director, y Andrew Lloyd Webber me dijeron que podía seguir con el personaje de Grizabella, ya que no se mueve nada en comparación a Gumbie. Me reincorporé, - ya ensayábamos en el New London Teatro -, y al subir al escenario me caí por la rampa porque llevaba el pie enyesado. En ese momento pensé que ahí se acababa mi historia con ‘Cats’, pero años después, Tom Hooper contactó conmigo con un nuevo proyecto. El círculo se ha cerrado”.
   En el baile Jélico anual, Deuteronomy es la encargada de decidir qué gato renacerá. “Deuteronomy es la más vieja de todos y su palabra es ley”, dice la actriz. “Es la juez que decide qué gato ascenderá a la Capa Celeste y ayuda a Grizabella a superar el rechazo de los gatos Jélicos para que la acepten de nuevo”.
   El teatro, el baile y los musicales han interesado a Judi Dench desde joven. “De niña quería ser bailarina”, dice. “Mis padres eran maravillosos, nos llevaban al teatro a ver obras y musicales. Una buena historia realzada por la música y el baile siempre conquista al público. Recuerdo llevar a mi hija, cuando era muy pequeña, a ver ‘La calle 42’. El telón se alzó y todo el mundo bailaba claqué; ella estaba eufórica y desde entonces adora los musicales”.
   La oscarizada actriz apreció el punto de vista diferente de Tom Hooper y la calidad de las interpretaciones. “El público siente mucho cariño por la música de ‘Cats’”, dice. “La película no ha tocado la música, se ha limitado a subrayarla con una historia muy bien pensada, la amistad entre Victoria y Grizabella, y el recorrido de cada uno de los personajes. Los bailarines son absolutamente maravillosos. Sus movimientos son sublimes y demuestran la profunda observación que se realizó de los gatos”.

Macavity - Idris Elba:
   Macavity, interpretado por Idris Elba, es el infame forajido del mundo felino, un ser persuasivo, carismático y profundamente peligroso. “Se nota que Macavity ha estado en unas cuantas peleas”, dice el actor. “Es un embaucador. Puede ser encantador, y un minuto después se convierte en un horrible personaje inseguro y desesperado. Además, mete las narices donde no le llaman”.
   Macavity tiene una única obsesión: ascender a la Capa Celeste, y es capaz de hacer lo que sea con tal de conseguirlo. Solo le queda una de sus nueve vidas [N.T.: En los países anglosajones, los gatos tienen nueve vidas en vez de siete], y debe demostrarle a Deuteronomy que merece ser el escogido. Interpreta su canción ‘Macavity’ con su seductora cómplice Bombalurina (Taylor Twist). “El tema ‘Macavity’ es icónico”, explica Idris Elba. “Solo tiene esta oportunidad para demostrar su talento y ser escogido para ascender a la Capa Celeste. La canción es muy del estilo del Hollywood clásico y fue un placer trabajar en este número con Taylor Swift”.
   Tom Hooper dice que forman un dúo mágico. “Soy un fan incondicional de Idris, hacía mucho que quería trabajar con él”, dice. “La química entre los dos en el plató era alucinante. El coreógrafo Andy Blankenbuehler se superó creando un número increíble para Taylor e Idris que encaja a la perfección con sus personajes”.
   Idris Elba no solo es actor, también músico. “Mi amor por la música empezó de muy joven, escuchaba mucha música. Mi padre y mi tío coleccionaban discos”, explica. “De adolescente fui miembro del National Youth Music Theatre e interpreté a Jule en ‘Guys and Dolls’. A través de las canciones se pueden evocar sentimientos que la interpretación por sí sola no permite, por eso los musicales me parecen tan especiales”.
   Idris Elba piensa que Macavity es un papel único y está convencido de que la película conectará con el público: “No cabe duda de que ‘Cats’ es uno de los grandes musicales de la historia. Creo que el espectáculo y la grandiosidad de la película hacen honor a ese legado. Es de esas películas que uno quiere tener en casa para verla una vez al año en Navidades”.
   “Como actor y director, trabajar en esta película ha sido como un máster genial de cómo llevar a cabo una producción a una escala tan enorme”, sigue diciendo. “Tom tenía una visión muy específica para esta película y queda claro que sabe mucho de música. Me ofreció el papel porque quería verme interpretar algo diferente y me convenció de que me metiera en la piel de un personaje como nunca había hecho”.

Grizabella - Jennifer Hudson:
   Grizabella, también conocida como Grizabella “la glamurosa”, vive sola, aislada, pero está llena de una fuerza y un don inesperado. Los otros miembros del grupo se burlan de ella y la han apartado, pero ella sueña con el pasado, cuando era joven y todos la querían.
   Grizabella canta una las canciones más notables de la producción original, la famosa “Memory”. El director y los productores siempre supieron que la icónica cantante y actriz Jennifer Hudson era la persona idónea para encarnar al personaje. “Cuando Grizabella entra en algún lugar, su presencia cambia el entorno”, dice la cantante. “Antaño fue la gata que unía a todos, que les hacía felices, pero ya no es bienvenida entre sus antiguos compañeros y compañeras. Hablé con Tom Hooper antes de que empezáramos a rodar y diseccionamos el personaje, lo que me ayudó a tener una idea de cómo debía ser Grizabella y de cómo debía moverse. Hablamos de su pasado y de cómo afectaba a su forma de andar y a sus expresiones. Queríamos que los espectadores se preguntaran qué le había ocurrido en el pasado”.
   Tom Hooper cree que sus dotes de interpretación y su espléndida voz la convertían en la persona ideal para el papel y el tema. “Los ensayos fueron increíbles; trabajamos mucho en la emoción que acompaña la canción, en prepararla para ese día”, explica el director. “Estoy convencido de que estaba nerviosa cuando llegó el momento, pero su interpretación fue brillante, alucinante. Supe inmediatamente que tenía la pieza emocional central de la película”.
   Pero ¿cómo se canta una canción que ha sido grabada por más de 150 artistas hasta la fecha? “’Memory’ es el corazón de la historia de CATS y del personaje de Grizabella”, dice Jennifer Hudson. “Es un clásico, un tema icónico. Quería reinventarlo, además de hacer un homenaje al original. Andrew Lloyd Webber confió en mí y me alentó a aportar a la canción lo que me decía mi personaje. Me conmovía siempre que ensayaba la canción, como si la música me hablara”.
   Una de las más entrañables relaciones de la película es la que une a Grizabella y a Victoria, a la que encarna Francesca Hayward. Victoria es amable con ella, pero hace mucho que nadie ha tratado a Grizabella con cariño. Le ayuda a recuperar la confianza en sí misma. “Victoria es una gata joven, recién llegada, que siente una conexión con Grizabella”, explica Jennifer Hudson. “Grizabella ha sufrido demasiado y desconfía de todos, pero Victoria la trata bien. La joven gata tiene cierta influencia entre el clan y la usa para ayudar a Grizabella a competir por ser la elegida y ascender a la Capa Celeste”.
   Jennifer Hudson explica que trabajó con los bailarines para que las interpretaciones estuvieran perfectamente unificadas. “Grizabella no baila, pero la coreografía es una pieza clave de la historia”, sigue diciendo la cantante. “La mayoría de la comunicación se realiza bailando y cantando, y el lenguaje corporal de los bailarines cuenta historias. Cuando canto, los bailarines y yo estamos conectados y nos fundimos. Reconozco que me alegro mucho de que Grizabella no tuviera que bailar porque solo unos bailarines de élite podían sacar adelante coreografías como estas”.
   “Procedo de orígenes muy musicales; la música es como un imán que me atrae a los proyectos en los que quiero participar”, acaba diciendo Jennifer Hudson. “CATS es un maravilloso tributo al arte. La película incluye y homenajea numerosas formas artísticas, como la poesía, la música, la danza, la interpretación”.

Jennyanydots - Rebel Wilson:
   Jennyanydots, a la que da vida Rebel Wilson, de Dando la nota, sueña con los escenarios. A primera vista quizá la tachen de perezosa porque se pasa el día durmiendo, pero de noche no para ni un momento mientras enseña a bailar a los ratones y a las cucarachas que viven en la cocina. “Jennyanydots es una gata Gumbie que lleva toda su vida en la cocina de su dueño”, explica Rebel Wilson. “Como se aburre, crea espectáculos con los ratones y cucarachas que viven en la casa. Podemos compararla a un coreógrafo frustrado que sueña con algo mucho más grande que una cocina”.
   Tom Hooper y Rebel Wilson no tardaron en descubrir que podían sacar mucho partido humorístico a la idea. “Nos gustó que Jennyanydots fuera una gata casera atrapada en la típica cocina inglesa en un sótano”, dice el director”, pero que necesita un escenario para expresar su creatividad”.
Rebel Wilson, como muchos de sus compañeros de reparto, vio su primer musical a una edad temprana, pero no fue el primer miembro de la familia en subirse a los escenarios. “Mi primer musical fue ‘La calle 42’ porque le hicieron pruebas a nuestro perro para que formara parte del reparto”, explica. “Volvieron a llamarle dos veces y casi tenía el papel, pero se hizo caca en el escenario y ahí acabó todo. Mi madre estaba empeñada en saber qué perro había conseguido el papel, así que toda la familia fuimos al teatro. Los bailes, las canciones y la música me parecieron increíbles y me quedé enganchada”.
   “La primera vez que estuve en Londres tenía 21 años”, recuerda la actriz. “Nada más llegar, fui a una taquilla TKST y compré entradas para ‘Cats’ y ‘Starlight Express’, dos musicales de Andrew Lloyd Webber. En esa época estaba estudiando, no podía comprar entradas buenas, pero los dos espectáculos me parecieron asombrosos. La coreografía, los movimientos, los trajes me dejaron boquiabierta”.
   Rebel Wilson, Tom Hooper y Andrew Lloyd Webber trabajaron juntos para asegurarse de que Jennyanydots fuese exactamente como la habían imaginado sin perder al personaje original. “Fui la primera cantante a la que Andrew Lloyd Webber vino a ver rodar, sencillamente porque mi número fue el primero que se rodó”, explica Rebel Wilson. “Estaba muy preocupado por el tempo y el ritmo especial de la canción. En los escenarios la cantan tres chicas en una armonía a tres, así que fusioné las tres partes para la versión cinematográfica. Tom y yo queríamos añadir toques de humor a mi personaje sin dejar de ser fieles a la asombrosa música compuesta por Andrew y a los poemas de T.S. Eliot. Ya que no hay nada de playback, probé diferentes técnicas de canto para descubrir con cuál sería más graciosa Jennyanydots”.
   Rebel Wilson admira la visión de Tom Hooper. “Antes de que empezase el rodaje, Tom nos reunió y nos dijo con mucha pasión que había visto el musical ‘Cats’ a los diez años, que ese día había cambiado su vida y es lo que le había inspirado para hacer la película”, dice la actriz. “Me di cuenta de que no era una idea que se le había ocurrido un buen día, sino un proyecto nacido de la pasión y que llevaba años preparando. Me he sentido muy feliz al formar parte de este sueño. Además, Tom ha sido increíblemente comprensivo y colaborador en todo el proceso”.

Bustopher Jones - James Corden:
   James Corden, conocido por su programa nocturno de entrevistas en Estados Unidos, ganó un Premio Tony en 2012 por su interpretación en Broadway en “One Man, Two Guvnors”, además de coprotagonizar la película musical Into the Woods. En CATS encarna a Bustopher Jones, el sibarita glotón de los Jélicos. A pesar de su experiencia pasada, descubrió que trabajar en CATS no tenía nada que ver con anteriores musicales. “Parte de las interpretaciones de Into the Woods eran en directo, pero también había playback”, dice. “En CATS no hay una sola nota en playback, todo es en directo, y el único instrumento que nos acompaña es el piano. Sabíamos que luego habría una orquestación, pero debíamos sentir la música, vivirla sin ningún otro instrumento”.
   Bustopher es un dandi, siempre va vestido de modo impecable y disfruta con lo mejor de la vida, especialmente la comida. “Bustopher Jones es un gato grande y gordo que vive en Saint James”, dice James Corden. “Sabe que no está en los huesos y alardea de ello. Le gusta el lujo, es extravagante, cuando se trata de comida no perdona. Siempre está dispuesto a pasárselo bien. También es muy ágil, a pesar de su tamaño, y sutil. Tom y yo estábamos de acuerdo en que el personaje tuviera muchos momentos de comedia. Le dije a Tom que quería ser muy físico en el papel y estuvo totalmente de acuerdo; añadió que no imaginaba a Bustopher quedándose quieto”.
   James Corden, que también se enamoró del teatro muy pronto, apreció enseguida de la pasión y entrega de Tom Hooper. “Tom entiende el significado del espectáculo de ‘Cats’, sabe que gira en torno a los bailes y las interpretaciones musicales”, dice. “En algunas escenas, otro director se habría inclinado por generar las imágenes con un ordenador, pero Tom estaba entregado a la idea de rodar escenas que surgieran en el momento. La película es una combinación de cantantes y bailarines interpretando, una de las formas más antiguas de entretenimiento, con una tecnología absolutamente innovadora. Me entusiasmó ser parte de este proyecto. Es del todo original y el público quiere eso, originalidad. No se ha hecho nada igual y no se hará nada igual”.

Gus, El gato del teatro - Ian McKellen:
   Gus, el gato del teatro, es un gato anciano que ha pasado su vida en el escenario, interpretando a todos los grandes personajes gatunos. Su gran papel fue el de “Firefrorefiddle, the Fiend of the Fell” (Firefrorefiddle, el terror del páramo), pero han pasado los años y ahora es un anciano débil con problemas de audición. Gus, al que los otros gatos admiran mucho, está interpretado por Ian McKellen, de la trilogía El señor de los anillos. “Nadie habría podido encarnar a Gus, el gato del teatro, como Ian McKellen”, dice el productor Eric Fellner. “Le llamamos para proponerle el papel, Tom fue a verle y aceptó inmediatamente”. Judi Dench, su compañera de reparto, añade: “Hace muchos años que Ian y yo nos conocemos y hemos trabajado numerosas veces en los escenarios. Sin embargo, no rodamos una película juntos hasta el año pasado, El último acto, de Kenneth Branagh. Fue maravilloso reencontrarnos tan pronto”.
   Tom Hooper reconoce que la idea de trabajar con Ian McKellen le entusiasmó. “Llevo toda la vida queriendo trabajar con él”, dice. “Tener esta oportunidad a sus ochenta años fue como cumplir sueño. Es un genio, un hombre y una persona maravillosa. Su forma de interpretar a Gus, el gato del teatro, es profundamente conmovedora; realmente supo evocar la vida del personaje en los escenarios”. Cuando Ian McKellen y Judi Dench cantan juntos es un momento único, según el director. “Ver a estos dos colosos del teatro y del cine británico hablar de sus vidas profesionales a través de una canción fue algo profundamente especial para mí”, acaba diciendo.

Mr. Mistoffelees - Laurie Davidson:
   Laurie Davidson, conocido por su encarnación de Shakespeare en la serie “Will”, emitida en 2017 por TNT, da vida a Mr. Mistoffelees, un aprendiz de mago que aún no ha descubierto todos sus poderes. Mistoffelees es muy popular entre el grupo y está enamorado de Victoria. “Los gatos Jélicos pueden intimidar a cualquiera”, explica Laurie Davidson. “Victoria se encuentra de golpe en un mundo del todo desconocido para ella, pero Mr. Mistoffelees parece más amigable, más tranquilo que los otros. Por su parte, él cae rendido a sus pies y reconoce en ella la misma ingenuidad que ve en sí mismo. En la historia, Mistoffelees siempre está al lado de Victoria y le da consuelo”.
   Mistoffelees es uno de los gatos más patosos y tímidos del grupo, y no tiene mucha fe en sus habilidades como mago. No sabe que sus poderes ayudarán a todos cuando menos se lo espera. “A Mistoffelees le gusta hacer trucos de magia, aunque suelen salirle mal porque se distrae o le da vergüenza”, sigue diciendo el actor. “Tiene poca confianza en sí mismo, pero durante su número musical, Munkustrap y los demás gatos intentan animarle”.
   Laurie Davidson no tenía experiencia en la danza antes de unirse al proyecto, pero se puso en forma con bastante rapidez e hizo unos cuantos amigos en el proceso. “Lo mejor de esta película fueron las amistades que nacieron”, dice. “Tres meses de ensayos nos permitieron crear vínculos, conocernos y estar cómodos los unos con los otros. Durante mi primera lección de ballet estaba entre Robbie Fairchild, que interpreta a Munkustrap, y Francesca Hayward. Nunca había dado un paso de ballet en toda mi vida y puedo asegurar que no salí airoso, pero lo intenté. A medida que avanzaban los ensayos fui ganando control sobre mi cuerpo. He hecho mucho deporte, pero aprendí a moverme con la fluidez de un gato, algo a lo que no estaba acostumbrado”.
   Como muchos miembros del reparto, le sorprendió la visión nítida que Tom Hooper tenía de la película. “Cuando hablé con Tom por primera vez, me explicó claramente lo que quería”, recuerda Laurie Davidson. “Quería crear algo nuevo a la vez que homenajeaba el musical, y llevar la historia de los personajes más allá de lo que se cuenta en el escenario. Se acuerda como si fuese ayer de cuando vio el musical siendo niño y esto le permitió aportar un entusiasmo genuino al proyecto. Ha sabido encontrar la pureza en las historias de los personajes”.

Bombalurina - Taylor Swift:
   Bombalurina es la poderosa y preciosa cómplice de Macavity. Tiene mucho carácter y una fuerte personalidad. Le encanta ser el centro de atención y siempre hace una entrada majestuosa, sea donde sea. Es la líder de la banda de Macavity y tiene a todos los gatos en trance gracias a su hierba gatera. En el musical original, el tema “Macavity” lo cantan dos gatos, pero Tom Hooper prefirió ampliar el papel de Bombalurina y se volvió a pensar el número para una sola intérprete, dando un enfoque nuevo a la película. El papel requiere a una intérprete que mantenga en vilo al público con su personalidad y que posea una inmensa capacidad vocal, además de ser buena actriz y bailarina. El director y los productores pensaron inmediatamente en la superestrella musical Taylor Swift, galardonada con varios Grammy. “Solo teníamos un nombre para Bombalurina”, dice Eric Fellner. “Tom había conocido a Taylor durante el casting de Los miserables, y al surgir la posibilidad, se puso en contacto con ella. Fue una gran alegría cuando aceptó”.
   Tom Hooper estaba encantado de haber aprovechado esta segunda oportunidad. “Hacía tiempo que quería trabajar con Taylor”, dice. “Solo ella podía aportar lo que necesitaba el personaje. Fue una experiencia asombrosa trabajar juntos y dirigirla como actriz, pero también como cantante y bailarina”.

Rum Tum Tugger - Jason Derulo:
   Rum Tum Tugger es un gato apuesto y carismático, un auténtico rompecorazones entre las gatas más jóvenes. Es otro miembro muy popular del clan de los Jélicos y le encantan las fiestas. El papel recayó en el cantante y bailarín Jason Derulo, que debuta en la gran pantalla. “Siempre había querido trabajar en cine, pero tenía muy claro que no debía equivocarme al escoger la primera película”, dice Jason Derulo. “Me pareció que el papel de Rum Tum Tugger era la oportunidad perfecta porque presentaba dificultades y me permitía experimentar con el personaje”.
   Rum Tum Tugger es muy indeciso, a pesar de desplegar una tremenda energía. “Rum Tum Tugger proporciona los interludios cómicos a la historia”, sigue diciendo. “Siempre pasa de un extremo a otro sin decidirse, es adorable e incapaz de tomar una decisión. Por desgracia, eso no le impide disfrutar de lo mejor de la vida”.
   El baile y el canto no son novedades en la vida de Jason Derulo, que disfrutó mucho trabajando con el coreógrafo Andy Blankenbuehler. “Andy es un coreógrafo maravilloso”, dice. “Tiene una imagen clara en la cabeza de cómo deben ser los números, y cada día que pasaba en los ensayos conseguía acercarnos más a esa imagen. Nos obligaba a aprender nuevas técnicas y pasos nuevos en el momento. Es un gran artista que adapta la coreografía a las capacidades de cada uno. Estudié Teatro Musical, que incluía ballet, jazz y claqué. Disfruté recuperando todo esto y aprendiendo pasos nuevos”.
   Para el solo de Rum Tum Tugger, Jason explica la diferencia de interpretar en un decorado o en un escenario: “El tema ‘Rum Tum Tugger’ es algo diferente de las otras canciones de la película. Es vibrante y divertido, pero también explica las dificultades a las que se enfrenta el pobre Rum Tum Tugger. Cantar delante de una cámara no tiene nada que ver con hacerlo en el escenario porque cuando se da todo en una canción, se suele esperar aplausos al final, pero aquí solo se cortaba y punto. Lo único que no cambia es que me dejé la piel al cantar”.
   Al igual que sus compañeros, disfrutó de la nueva perspectiva de Tom Hooper para la historia. “Pasé mucho tiempo sentado al lado de Tom y aprendí de él”, reconoce. “Verle dirigir me dio una visión diferente y es muy probable que cambie mi forma de rodar videoclips. Los vídeos musicales son bidimensionales, pero esta película está rodada de forma circular, lo que permite hacer entrar al público en otro mundo. La película integra todo lo que gusta del musical original añadiendo un nuevo sabor. Es innovadora y usa tecnología punta. Creo que cambiará la forma de ver los musicales”.

Munkustrap - Robbie Fairchild:
   Munkustrap, encarnado por Robbie Fairchild, del musical de Broadway “An American in Paris – The Musical”, es el jefe de los gatos Jélicos y el heredero de Deuteronomy. Protege a los más jóvenes y le abre las puertas de un nuevo mundo a Victoria. Es digno, energético y el perfecto anfitrión del baile Jélico. “Munkustrap es compasivo y muy sabio”, explica Robbie Fairchild. “Disfruta viendo a sus compañeros en sus mejores momentos y todos le respetan. Es mayor y tiene sus costumbres, pero le entusiasma ver a Victoria en el baile Jélico. Munkustrap ve el potencial de Victoria, sabe que es especial y se esfuerza en protegerla”.
   Después de haber sido el primer bailarín del New York City Ballet, no tuvo ningún problema en moverse y bailar como un gato. “He dedicado gran parte de mi vida a la danza y a contar historias a través del movimiento”, dice. “Esta película combina a la perfección una narrativa a través del canto y de la danza, dos formas en las que me siento muy cómodo. La coreografía es un híbrido entre movimientos humanos y felinos. No podíamos ser demasiado ‘gatos’ porque perderíamos movimientos de danza, pero si éramos demasiado ‘humanos’, tampoco funcionaba. Hubo que encontrar el equilibrio entre ambos. Andy y Tom hicieron un gran trabajo con los movimientos”.
   Tom Hooper, al igual que con Francesca Hayward, descubrió que Robbie Fairchild tenía un don natural para comunicarse a través de la cámara. “Lo que más me enorgullece es haber descubierto que estos grandes talentos no tienen fronteras”, dice el cineasta. “Hemos derribado las divisiones entre diversas formas artísticas, lo que nos ha permitido descubrir que son capaces de bailar, cantar y actuar a la vez”.

Plto y Socrates - Larry y Laurent Bourgeois:
   Los famosos bailarines de hip-hop Larry y Laurent Bourgeois (Men in Black: International), conocidos profesionalmente como Les Twins, se unieron al elenco para dar vida respectivamente a Plato y a Socrates. Pero Tom Hooper tuvo que usar su poder de convencimiento. “Nunca había hecho una prueba en la que el actor me dejara claro que quien hacia la prueba era yo”, recuerda, riendo. “Larry me dijo claramente que nunca habían bailado en una película y que debía convencerle de por qué mi película iba a ser la primera. Me pasé media hora vendiéndoles la película cuando uno de ellos empezó a moverse de una forma increíble. Era un gato. Estaba decidido a convencerles. Seguí hablando, y al cabo del rato uno dijo: ‘Bien, ahora bailaremos’. Pusieron música y los dos se lanzaron a bailar dejándome alucinado”.
   Pero cuando llegaron al plató, los que se quedaron alucinados fueron ellos ante la escala de los decorados. “¿Sabes esa sensación la primera vez que vas a Disneylandia?”, pregunta Larry Bourgeois. “Pues es exactamente lo mismo que sentí cuando entré en el plató. No hacía falta conocer la historia, el decorado ya lo decía todo. Nunca habíamos formado parte de algo parecido. Era…” Laurent Bourgeois acaba la frase: “…icónico”.
   Les Twins dicen que no dudaron en unirse al proyecto. “Ser parte de CATS representa una responsabilidad enorme”, dice Laurent Bourgeois. “Nunca habíamos trabajado en algo tan grande, pero confiábamos en Tom Hooper, sabíamos que sería un gran líder. Larry toma la palabra: “Nuestra madre no habla inglés, pero se sabe una canción de ‘Cats’ y nos entusiasmó la idea de pertenecer a un fenómeno tan icónico y que gustaría a nuestra madre”.
   Larry y Laurent Bourgeois han competido en concursos de baile en todo el mundo, y en este caso han utilizado su experiencia para aportar nuevos toques a sus papeles. “Lo genial de bailar en esta película es que todo es real”, dice Laurent Bourgeois. “Lo que se ve en la pantalla somos nosotros. Incluso controlamos los efectos visuales en posproducción”. Larry añade: “El movimiento es el más importante de los lenguajes. Cuando no existen palabras para describir una emoción, se puede expresar mediante el baile”.

Cassandra - Mette Towley:
   Mette Towley, una bailarina que ha trabajado en vídeos musicales de Rihanna y en la película Estafadoras de Wall Street, es Cassandra, una gata sin pelos en la lengua decidida a defender al grupo de los Jélicos pase lo que pase. “La fuerza y la voz de Cassandra hacen que todos la escuchen”, explica Mette Towley. “No da nada por hecho y obliga a los demás a moverse. Al aparecer Victoria, Cassandra no se fía de ella simplemente porque quiere proteger a sus compañeros. Es una de los líderes de los Jélicos y quiere que les vaya bien. Pocas veces deja aparecer sus emociones y la llegada de Victoria le ayuda a comprender que ser un poco vulnerable no tiene nada de malo”.
   A pesar de que la actriz/bailarina no había cantado profesionalmente antes de participar en la película, la entrenadora vocal FIONA GRACE McDOUGAL se encargó de ayudarla a encontrar su voz. “En el instituto me pidieron que encarnara a un hombre en ‘Los piratas de Penzance” porque tengo una voz grave”, explica Mette Towley. “Se me quedó grabado y cuando empecé a ensayar CATS pensé que las notas eran demasiado agudas para mí, pero Fiona me borró esa idea de la cabeza. Me proporcionó las herramientas y la confianza necesarias para que pudiera hacer el papel”.
   Hablando de las relaciones que nacieron durante los ensayos y el rodaje, dice: “Trabajar en esta película fue como ser parte de un grupo de personas convencidas de que debían darlo todo. Había un auténtico sentido de comunidad y fue algo grande ver a tanta gente con experiencias tan diferentes unirse y trabajar junta. Confería una energía palpable a las interpretaciones. Más aun, todos aprendimos los unos de los otros.

Growltiger - Ray Winstone:
   Growltiger, el gato más duro de Londres, conocido con el mote de “El terror del Támesis”, vive en una barcaza en el río y se dedica a aterrorizar a cualquiera que se cruce en su camino. Ayuda a Macavity en su siniestro plan cuando secuestra a los otros gatos y canta el asombroso tema “Growltiger’s Last Stand”. No cabía duda de que Ray Winstone era el actor ideal para darle vida.

Skimbleshanks, El gto del tren - Steven McRae:
   Skimbleshanks, el gato del tren, es el enérgico guardián del correo de medianoche, el tren que va de Londres a Escocia. Siempre protege a los gatos jóvenes, alejándoles de cualquier peligro. También es un gato alegre y bromista que interpreta un épico baile de claqué mientras lleva a todo el clan en la estación de tren y canta su número.
   Tom Hooper escogió a Steven McRae, uno de los solistas del Royal Ballet, que como su compañera, la bailarina Francesca Hayward, jamás había cantado profesionalmente. Desde un principio, el director quiso que la mayoría del reparto se sintiera cómodo bailando, cantando y actuando. “Convencer a un bailarín para que cante, convencer a Steven McRae, el príncipe del Royal Ballet, para que cantara y actuara fue un auténtico placer”, reconoce el cineasta. “Creo sinceramente que ayudó a crear un ambiente de trabajo diferente, lleno de entusiasmo”.

Mungojerrie & Rumpleteaser - Danny Collins & Naoimh Morgan:
   Mungojerrie y Rumpleteazer son los dos pillos del grupo de los Jélicos, a los que encarnan, respectivamente, Danny Collins, de la serie “Curfew”, de Sky One, y Naoimh Morgan, que debuta en la gran pantalla. “La danza evoluciona constantemente”, explica Danny Collins. “Siempre hay coreógrafos dispuestos a abrir fronteras y a realizar coreografías más atrevidas. No me sorprendió que un proyecto de la envergadura de CATS fuese algo totalmente nuevo, innovador, y a la vez, atemporal”.
   Naoimh Morgan está de acuerdo: “Efectivamente, la danza cambia sin cesar. Si echamos la vista atrás unos pocos años, el hip-hop no era considerado un estilo y ahora es uno de los géneros de mayor influencia. No hay límites a lo que puede hacer el cuerpo humano y tiene sentido que se descubran nuevas formas artísticas, nuevos géneros dentro del mundo de la danza. Esta película demuestra lo mucho que ha evolucionado la danza sin por eso borrar el espectáculo original. Al contrario, se han revivido ciertos bailes, ofreciendo al público un poco de todo”.
   Trabajar con el coreógrafo Andy Blankenbuehler fue una experiencia enriquecedora y productiva. “Lo pasé muy bien trabajando con Andy para mejorar los personajes de Mungojerrie y Rumpleteazer”, reconoce Danny Collins. “Ensayábamos en el estudio pequeño y nos indicaba movimientos que había preparado o, en algunos casos, que acababa de inventar. Hay muchas clases de danza en CATS, pero estas sesiones estaban dirigidas únicamente al lenguaje corporal de Mung y Rump. Nos dimos cuenta enseguida de que los tres hablábamos el mismo idioma, y cuando eso ocurre, es mágico. Hasta entonces, cada uno había desarrollado su personaje por separado. El estilo de Andy era descarado, enérgico, con carácter y encajaba a la perfección con la juguetona naturaleza del dúo”. Naoimh Morgan añade: “Mungojerrie y Rumpleteazer deben hacer los mismos movimientos en la película. Durante los ensayos, nos sorprendió descubrir hasta qué punto Danny y yo teníamos la misma idea de cómo se mueve un gato”.

Alonzo - Bluey Robinson:
   Alonzo, encarnado por la estrella en ciernes Bluey Robinson, es un felino algo distante, pero no siempre fue así. “Alonzo, mi personaje, se desarrolló durante las semanas que asistimos a la escuela gatuna”, explica el cantante. “Pasamos tiempo en la escuela gatuna para meternos en el papel y ver cómo nos moveríamos siendo gatos. Decidimos que Alonzo era un gato reservado que lo mira todo desde una cierta distancia. Es uno de los protectores del clan. Lo pasó muy mal en el pasado, pero ahora está cómodo entre los Jélicos y siente mucho cariño por ellos”.
   Bluey Robinson es ante todo cantante y letrista, pero sabía que también debería bailar en la película. “Tenía mucha menos experiencia en danza que la mayoría”, dice, “y no me quedó más remedio que someterme a un curso intensivo. Un poco como si reuniese tres años de preparación en seis meses, pero al final me enamoré de la danza. Me ayudó a sentirme más cerca de todos en el plató porque podía expresarme libremente sin preocuparme de que me juzgaran”.
   A pesar de su inexperiencia en danza, Bluey Robinson está de acuerdo en que los diversos talentos reunidos por Tom Hooper formaron un reparto inigualable. “Cada uno teníamos un talento diferente”, explica. “Mi fuerza era aportar mi voz al proyecto, pero para otros, era el baile. Fue muy interesante ver como todos se atrevieron a salir del cascarón y meterse en zonas desconocidas en algunos casos”.

LA HISTORIA DE “CATS”,EL MUSICAL...
   En la historia del teatro y del cine se han reinterpretado grandes obras literarias para un público nuevo, y el testigo de diferentes obras ha ido pasando de una generación a la siguiente de guionistas, directores y actores para que ofrezcan su visión personal de las historias que forman parte de nuestra cultura. Novelas como Drácula, de Bram Stoker; Alicia en el país de las maravillas, de C.S. Lewis; Orgullo y prejuicio, de Jane Austen; Guerra y paz, de Tolstói, o poemas como Beowulf, The Wallace o La Odisea de Homero han sido llevados a los escenarios y a la pantalla e imaginados nuevamente. Al igual que una partitura musical, expresan el espíritu de cada época y aportan algo más personal a los artistas que la reinterpretan. El libro de los gatos sensatos del viejo Possum, de T.S. Eliot, no es una excepción.
   Publicado por primera vez en 1939, es una recopilación de poemas que describen la vida de varios gatos absolutamente extraordinarios, como la gata Gumbie, Deuteronomy, Macavity, Bustopher Jones y los gatos Jélicos. En principio, los poemas no iban destinados a ser un libro, eran regalos para sus ahijados. Además, Ezra Pound, también escritor y gran amigo de T.S. Eliot, solía llamar cariñosamente a este último “Old Possum” (N.T.: una traducción aproximada sería “Vieja zarigüeya”)
   El primero en darse cuenta del potencial musical de los poemas fue Alan Rawsthorne, que en 1954 compuso una obra para orador y orquesta titulada “Practical Cats”. Pero los poemas no se convirtieron en un fenómeno global hasta la adaptación realizada por Andrew Lloyd Webber.
   Después del estreno de las primeras composiciones en Sydmonton, Hampshire, Reino Unido, en 1980, Valerie Eliot, la viuda del escritor, entregó a Andrew Lloyd Webber varios poemas sin publicar, entre los que aparecía Grizabella, la gata glamurosa.
   Los poemas fueron escritos para niños, pero T.S. Eliot estimó que la historia de Grizabella era demasiado triste y no quiso incluirla en la colección. El compositor vio inmediatamente el potencial narrativo del poema. La tragedia de Grizabella daba cuerpo al mundo alocado de los gatos de Old Possum y abría el camino para que Andrew Lloyd Webber convirtiera los poemas en un musical para el teatro.
   El musical transcurre en un enorme desguace descrito como “El páramo”, donde se reúnen toda una serie de personajes felinos que han alcanzado fama mundial, como Rum Tum Tugger, Mr. Mistoffelees, Macavity, Jennyanydots, Deuteronomy, Grizabella y Skimbleshanks.
   La historia habla de un grupo de gatos a los que llaman “Los Jélicos” que, una vez al año, durante una noche muy especial, compiten ante su líder Deuteronomy contando la historia de su vida con la esperanza de ser el escogido para ascender a la Capa Celeste y así renacer a una nueva vida jélica.
   Más allá de los escenarios, la increíble canción “Memory” ha sido grabada por más de 150 cantantes, desde Barbra Streisand a Johnny Mathis, pasando por Liberace y Barry Manilow. Las bandas sonoras de los espectáculos de Londres y de Broadway ganaron el Grammy a la Mejor Grabación de Reparto. “Cats” se convirtió en una industria en el mundo del espectáculo, pero al contrario de otros grandes musicales, como “West Side Story”, “Los miserables” o “Evita”, nunca se había adaptado a la gran pantalla… hasta ahora.
   Treinta y ocho años después de que el musical “Cats” se estrenara en el New London Theatre del Covent Garden, el director Tom Hooper ha vuelto a imaginar la obra maestra de Andrew Lloyd Webber esta vez para la gran pantalla.

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