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SINOPSIS
Una profesora en la cincuentena crea un perfil falso en Facebook, como si se tratase de una joven chica, con la sana idea de espiar a su pareja. Pero éste tan solo acepta invitaciones de mujeres que conoce personalmente, por lo que la profesora utiliza a un amigo en común para que pique...
INTÉRPRETES
JULIETTE BINOCHE, NICOLE GARCIA, FRANÇOIS CIVIL, MARIE-ANGE CASTA, GUILLAUME GOUIX, CHARLES BERLING, JULES HOUPLAIN, JULES GAUZELIN, FRANCIS LEPLAY, PIERRE GIRAUD, SONIA MOHAMMED CHERIF, CLAUDE PERRON, FRANÇOIS GENTY
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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
Clara y Claire es una adaptación de la novela homónima de Camille Laurens. ¿Cómo descubriste la historia?...
Descubrí el lanzamiento de la novela en la newsletter de Gallimard, y me entraron unas ganas locas de leerla incluso antes de que se publicara. Así que devoré el libro. La novela me cautivó y, mientras la leía, pensé inmediatamente en "Rashomon", la película de Akira Kurosawa donde cada personaje narra su versión de la historia. También pensé en "Vértigo (De entre los muertos)" de Alfred Hitchcock, en la que James Stewart está enamorado de la visión del fantasma de una mujer. Me vinieron a la mente "Las falsas confidencias" de Marivaux, así como "Las relaciones peligrosas" de Choderlos de Laclos, y también historias de Borges y Pirandello... Michel Saint Jean, mi productor, estaba tan entusiasmado como yo. Así que decidimos ponernos a trabajar y escribir un guión. Clara y Claire es nuestra tercera película juntos, después de La marca del ángel y Comme un homme.
No es tu primera adaptación de una obra literaria; De hecho, Comme un homme se basaba en una novela de Boileau-Narcejac. ¿En qué se diferencia esta película de las demás?...
El desafío era tremendamente estimulante, ya que la novela de Camille Laurens era compleja e inexorable, muy parecida a la estructura de un reloj. Se trata de una narración secuencial, con una primera historia interrelacionada con una segunda y ambas giran alrededor de un problema de identidad. La mentira, el engaño, la verdad, la manipulación y el amor: estos son los deliciosos ingredientes que conforman el laberinto de esta narración. Más allá de su lado romántico, que hace numerosas alusiones al género del thriller, la historia también tiene una potente dimensión social. Es una novela complicada con múltiples tramas que cuentan varias voces. Así que ofrecía muchas posibilidades de adaptación para el cine y todas ellas eran atractivas. Después de todo, una sala de cine es un lugar que nos obliga a creer que la ficción es la realidad.
Resulta fácil comprender lo que te sedujo desde un punto de vista formal, pero ¿qué pasa con el contenido? Tu película refleja una conexión profunda con Claire, la solitaria protagonista que crea una doble ficticia en el mundo virtual de Internet...
Claire quiere resolver un conflicto convirtiéndose en otra persona. Al principio, lo que me conmovió de ella fue su estatus de mujer invisible, algo que le sucede en la mayoría de las mujeres mayores de 50 años. Pero mi propósito no era protestar abiertamente o buscar un enfoque militante. Para mí, Claire es una especie de "anti-heroína", compleja y paradójica al mismo tiempo. Por lo tanto, su dimensión trágica está teñida de un sentimiento destructivo de culpa. Sin embargo, supera su humillación y su tristeza dando rienda suelta a su fuerza vital a través de otra mujer imaginaria. Es una persona angustiada, en cierto sentido una víctima de nuestra sociedad actual. En todo caso, la sensación de no estar “en la flor de la vida" o de sentirse rechazado, de ser consciente del paso del tiempo y de que nos han dejado al margen, no se limita a las mujeres, es universal...
Pero lo cierto es que has trabajado con una mujer, Julie Peyr, para escribir el guión...
Sí, pero además de ser mujer, la elegí por sus cualidades como guionista y por su trabajo con Arnaud Desplechin (Jimmy P., Tres recuerdos de mi juventud y Los fantasmas de Ismael). Pero dicho esto, ¡nunca se me pasó por la cabeza escribir esta película con un hombre! La paridad era un imperativo. Lo gracioso es que Julie Peyr vive en Los Ángeles; así que tuvimos que trabajar a distancia durante más de un año usando Skype y WhatsApp. En cierto sentido, ¡ya estábamos inmersos en el contexto de la película!
En efecto, Clara y Claire es una reflexión fascinante sobre las posibilidades humanas -y románticas- que ofrecen las redes sociales. ¿Es el nuevo terreno de juego para las relaciones peligrosas?...
Desde luego, ¡aunque suele ser menos romántico! Pero la expresión "relaciones peligrosas" resulta muy apropiada porque Claire es profesora de literatura comparada en la universidad. ¿Cómo no pensar en el texto de Laclos al examinar los juegos de poder y manipulación que se han convertido en algo común en las redes sociales hoy en día? Al amparo del mundo virtual, es fácil inventarse una nueva identidad y una nueva vida: la que nos gustaría vivir... Las redes sociales ofrecen un sinfín de posibilidades para crear, cultivar y alimentar varios tipos de "relaciones peligrosas”. Es muy probable que las nuevas tecnologías acaben generando nuevas patologías...
Nos da la sensación de que este tema te incumbe de forma muy personal...
Es cierto, ¡porque a mí también me engañó una mujer en las redes sociales! Una mujer que tenía la edad de Claire y pretendía ser más joven, lo mismo que Claire. Este affaire -toma nota de que utilizo la palabra "affaire"- me sucedió cuando estaba escribiendo la adaptación de El secreto de Claire. ¿No es increíble? Estuve tres meses en contacto con esta impostora antes de descubrir la cruda realidad. Al igual que Claire, utilizó la foto de otra persona. Reconozco que me inspiré mucho en esta experiencia para escribir el guión. De hecho, reutilicé algunas de mis conversaciones con ella.
En esta aventura, la realidad se entremezcla con la ficción en muchos niveles...
Sí, es bastante absurdo, pero también lógico. Podríamos decir que Claire, al igual que la mujer que me engañó, es una guionista porque escribe su propia vida, asignándose un papel, como si fuera una actriz o una directora de cine. Ahí es donde se produce el principal punto de convergencia con el cine, y con mi película en particular. Por otra parte, y puede que no sea por casualidad, El secreto de Claire es la más cinematográfica de mis películas, con algunas humildes alusiones a Hitchcock en la primera mitad y a Truffaut o Sautet en la segunda.
Tu enfoque narrativo es muy visual, multiplicando tomas de ventanas, espejos, pantallas...
La película tiene una dimensión de "género" que asumo totalmente y que está muy alejada del estilo naturalista. Es necesario aceptar esa opción para sumergirse completamente en la historia. Estamos siempre ante una forma de expresión simbólica, lúdica y metafórica. Por ejemplo, el objetivo de la pantalla del ordenador es obligarnos a enfrentarnos a nosotros mismos ya que vemos reflejada nuestra propia imagen. Pero esa pantalla también oculta la realidad al sumergirnos en un mundo virtual. La película juega con ese efecto de espejo. Además, la narración pasa constantemente del mundo real de Claire a la vida virtual de su personalidad en Internet. Trabajamos intensamente con Gilles Porte, el director de fotografía, para lograr este efecto. Y también con Cyril Gomez-Mathieu, el director artístico, buscando similitudes y correspondencias no solo en las imágenes, sino también en la iluminación y el ritmo. Esa es la razón por la que los iconos o las pantallas coincidentes aparecen continuamente. Además, queríamos que la expresión visual de la vida cotidiana estuviera impregnada con la idea de perfección. También hemos querido ofrecer una visión contemporánea de París, con arquitectura y zonas urbanas recientes que muestran el cuerpo y el espacio que lo rodea de una manera muy consciente. Me refiero en particular al piso de Claire. Vive en un rascacielos moderno, rodeada de ventanas, una especie de caja de cristal. Cuando cae la noche, su reflejo aparece en las ventanas y así es como su doble entra en juego... la imagen adopta una dimensión casi fantasmal.
Esto me da pie para hablar de Juliette Binoche, tu Clara/Claire ideal... ¿Pensaste en ella desde el principio?...
¡Inmediatamente! Pensé en ella mientras escribía el guión, y cuando se lo envié, lo leyó en tres horas y me dijo "sí" inmediatamente. Ajustamos el guión de forma sencilla y constructiva. En lo que respecta a la narración, Juliette tiene un punto de vista que es amplio y extremadamente preciso a la vez. Propuso un montón de ideas. Conectamos muy bien desde el principio y se creó un clima de confianza entre nosotros. Sentía que había algo, más allá de la historia y el papel, que le tocaba como mujer. En el set es un Stradivarius, pero con una honestidad y un coraje extraordinarios. No ha perdido la intuición de la niña que jugaba a ser actriz. Es generosa y no tiene nunca miedo de ponerse en peligro o exponerse. Se enfrenta cara a cara a su edad; por eso está tan radiante. Para mí fue un placer extraordinario filmarla.
François Civil, en el papel del joven amante engañado, y Nicole García, como la terapeuta, también se apropian de la pantalla con una intensidad maravillosa...
François es un actor en ciernes con un talento descomunal. No conocía su trabajo en un registro más serio. Aceptó realizar unas pruebas y se convirtió en una elección obvia para mí. Se apoderó del personaje con bastante humildad y una gran sensibilidad. Durante la primera mitad de la película, tiene que expresar muchas emociones por teléfono, ¡y eso no es nada fácil! Para crear las condiciones que se aproximaran lo más posible a la situación real de Juliette y François, rodamos esas secuencias siguiendo la continuidad de la película, en directo en el set, sin que se hubieran encontrado, y funcionó bastante bien. En lo que respecta a Nicole García, fue un sueño trabajar con ella. Es una actriz y también una directora de gran talento lo que, por desgracia, no suele ocurrir muy a menudo. El hecho es que su mera presencia realza el papel de la terapeuta en la película. Pero además añadió fragilidad y sutileza al personaje, que se ve atrapado en una transferencia, ya que la terapeuta se vuelve disfuncional y empatiza demasiado con su paciente. Me gusta la idea de la solidaridad femenina.
El tercer gran tema que aborda Clara y Claire es evidentemente el amor, sobre todo cuando está idealizado. ¿Se trata también de una proyección?...
Sí, es probable... En la primera mitad, el amor entre Clara y Alex es un amor imposible y que se basa únicamente en mentiras. Es cierto que su vínculo es ficticio, pero también es real. En la segunda parte, el amor entre Claire y Alex existe, ¡pero sigue siendo ficticio!
Me gustaría citar a Antonioni, con una frase que también encontramos en la novela de Camille Laurens: “El amor es vivir en la imaginación de otra persona”. Intenté hablar un poco sobre el amor, a través de la vida imaginaria de esta mujer polifacética.
¿Podríamos llegar más lejos y retomar la famosa frase (apócrifa) de Flaubert sobre Emma Bovary, y decir que Claire eres tú?...
A su manera, Claire rechaza la idea de perder tiempo negándose a renunciar a su deseo. Así que sí, espero que Claire sea yo, tú, todos nosotros...
ENTREVISTA A JULIETTE BINOCHE...
¿Conocías la novela de Camille Laurens en la que se basa el guión de Clara y Claire?...
Solo la leí después de leer el guión. Me impresionó la estructura de la historia y quería ver si el libro giraba en la misma espiral emocional. Me sorprendió ver cuánta libertad se había tomado Safy, como si se hubiera apropiado de la historia. También extraje algunos momentos maravillosos de la novela y a él le encantó incorporarlos en el guión. Para transformar un libro en una película como la levadura; no sólo son ideas, son temas y pensamientos a los que debemos insuflar vida; deberían que debemos llevar a la vida, que deberían estimular a las personas, y no solo intelectualmente. Me encantó conocer a
es necesario traicionarlo. Pero volver a leerlo durante el rodaje es una excelente fuente de información para recordar el contexto, una emoción, un tono o un paisaje interior que enriquece la actuación, porque algo que parece vivo debe permanecer. Las palabras deberían funcionar como la levadura; no sólo son ideas, son temas y pensamientos a los que debemos insuflar vida, que deberían estimular a las personas, y no sólo intelectualmente. Me encantó conocer a Camille Laurens. Fue muy abierta, sincera y amable. Después vino al set para darnos su apoyo, aunque lo hizo muy discretamente.
¿Qué te atrajo más cuando leíste el guión por primera vez? ¿Su formato (alucinante) o el papel en sí (doble o incluso múltiple)?...
Se necesita algo más que eso para hacer una película y especialmente esta, teniendo en cuenta lo apasionante y peligrosa que es la historia. Lo desconocido despierta tu curiosidad. Para mí, significaba sumergirme en un mundo con el que no estaba muy familiarizada, el mundo de Facebook y sus posibilidades. La estructura del guión me permitió introducirme gradualmente en el estado emocional y psicológico de mi personaje cuando se embarca en esta aventura, con períodos diferenciados: el tiempo que pasa con la terapeuta, el tiempo tal y como figura en la novela y después su vida, que seguimos a medida que avanza la película, y que va transformándose a lo largo del camino. Esta mujer tiene varias edades, o eso es lo que ella cree. Te preguntas cómo es posible que una mujer que ha estudiado literatura durante tantos años y que trabaja como profesora universitaria, se pegue de repente a su iPhone como una adolescente. Parece que vive vidas contradictorias. A pesar de todo su saber académico, persiste una de las necesidades fundamentales de la infancia: que te tranquilicen y que te quieran. La sensación de abandono parece actuar como desencadenante de su pérdida de identidad. Lo que me pareció sorprendente fue ver que, por decepción o venganza, utiliza un perfil falso y logra olvidar la mentira sumergiéndose completamente en esta nueva vida. Por lo tanto, sus numerosas facetas me permitieron explorar conceptos complejos como el deseo, el miedo a dejar que se nos escape la juventud, el poder de la imaginación y también a comprender cómo se puede crear ese mundo que anhelamos pero que también nos asfixia. Claire consigue volver a tener una vida cuando todo ha sido destruido... Eso es lo que cuenta la película.
De hecho, Claire es un personaje que se derrumba, se levanta, tropieza, etc. Alguien que arrastra sus miserias...
Al final, cuando tocas fondo, cuando lo pierdes todo y no puedes recuperar el pasado, es cuando aparece otro estado de conciencia. La verdadera miseria es cuando experimentas una situación cercana a la muerte; puede ser devastador, pero te hace más humano. El orgullo no basta para salvarte; tienes que renunciar a tus creencias, a esos valores que parecían esenciales. Cuando la miseria no te aplasta, puede convertirse en una verdadera guía interior. Al principio de la película, a Claire la rechazan dos personas: su marido y su joven amante. Después de estos reveses tan aplastantes, la creación de una personalidad virtual le permite mantener la cabeza fuera del agua, sentir que no es una perdedora. Se atreve a ser la conquistadora: siente su fuerza, su poder, su placer, pero cuando la obligan a regresar al callejón sin salida de su engaño, tiene que escenificar el suicidio de esa fantasía. El supuesto suicidio de su amante ficticio que anuncia su primer amante (interpretado por Guillaume Gouix) demuestra la importancia de su amor. Es una prueba de amor que la consuela pero que también la destruye. Después, se hunde en una depresión que la permite reconectarse con su verdadero yo, aunque se niega a aceptarlo durante bastante tiempo.
¿No es doblemente extraño para una actriz interpretar a una mujer que, en algún momento, deja de distinguir entre realidad y ficción?...
¡No es la primera vez! En Viaje a Sils Maria (de Olivier Assayas), Copia certificada (de Abbas Kiarostami) y Código desconocido (de Michael Haneke) estaba entre la realidad y la ficción... Es un tema que gusta mucho a los directores y que resulta muy divertido para los actores, ya que necesitas mantener cierta distancia aunque estás totalmente implicado, algo que sucede en la vida real. Tal vez se debe a que estas historias dentro de la historia nos muestran un espejo, nos ayudan a entender lo que estamos haciendo, a jugar según las reglas. Todos nos contamos historias, ¿no? La subjetividad es la base de nuestras vidas, aunque sabemos que la "Realidad" está en otra parte porque podemos sentirla y entenderla. Sin embargo, no sabemos muy bien qué es la "Realidad", cuál es su definición. La película nos ofrece varias perspectivas diferentes de la historia. Al personaje de la terapeuta también le conmueve que esta mujer le pregunte sobre la vida, la feminidad, el deseo y el tiempo que se escapa.
El sexismo cotidiano también es uno de los temas que se abordan en esta película tipo muñeca rusa. Cuando Claire crea en Facebook una personalidad virtual que tiene la mitad de sus años, es difícil verlo como una mera coincidencia, ¿no?...
Sí, por supuesto, su personalidad en Internet es joven y hermosa, y lo usa como un arma mágica. Este alter ego es su enemigo número uno, pero también es su máximo poder, lo que le permite manipular, divertirse y formar parte de esa sociedad que la ha dejado de lado. También hay cierta ironía cuando publica la foto en su perfil falso, la ironía del destino reservado a las mujeres de su edad. No sólo se trata de volver a ser joven a través de esa foto, también de usar esa juventud para recuperar la dignidad y la fuerza. Pero le llevará bastante tiempo recuperar su verdadera fuerza, la de la independencia más arraigada, liberada de sus temores y de lo que se espera de ella. Aceptar perder es una cualidad que llega con la madurez y permite crear un espacio interior nuevo donde la felicidad se vive de otra manera.
Otro tema destacado en la película: las redes sociales y las relaciones peligrosas que implican...
Yo tengo una cuenta de Instagram; es una forma directa y divertida de compartir mis inquietudes, los rodajes de mis películas, mis fotos y algo de poesía con personas de todo el mundo. Esta conexión cosmopolita me tranquiliza. Las redes sociales han cambiado totalmente la forma de comunicarse. Ahora somos mucho más escépticos sobre lo que lo que los medios clásicos intentan hacerte creer. La información prolifera en todos los rincones de la tierra y tenemos la impresión de que todo va muy rápido. Volver a centrarse en tu propia energía exige sabiduría y autoconocimiento, ya que estamos siendo observados y contaminados de todas las maneras posibles.
En Clara y Claire es la primera vez que trabajas con Safy Nebbou en una colaboración creativa, según vemos. ¿Es algo que sueles hacer?...
Al principio, sentíamos el mismo entusiasmo por hacer una película que es peligrosa y arriesgada; nuestra confianza mutua se fraguó en el camino. Ambos estábamos abiertos a cuestionarnos el uno al otro y también a nosotros mismos, así que la sensación de libertad era mutua. Al principio él se mostró bastante cauteloso, debido a los coaches con los que trabajo. ¡Me parece que creyó que no podría llegar a mí!
¿Qué quieres decir?...
Me sorprende que en Francia la preparación de un actor antes del rodaje asuste a los productores y a los directores; Es muy extraño. Muy al contrario, debería ser una ventaja contar con un actor que se prepara de antemano, como lo hace el realizador con su director de fotografía y su escenógrafo. Un actor que hace un trabajo de preparación tiene más libertad y está más disponible; Sobre todo, y eso es lo interesante, el actor conoce el proyecto del derecho y del revés, y participa plenamente en el proceso creativo, enriquecer el proyecto, impulsar la inspiración del director y, posiblemente, del equipo.
Al final, Clara y Claire es un retrato inteligente de la psique femenina...
¡Es el retrato de una mujer compleja pero que no está lastrada por los complejos! Safy sabe cómo abordar la esencia femenina de sus personajes, no le da miedo: en realidad le fascina, aunque no está seguro de entenderlo completamente. Lo que quiero decir es que no las convierte en una especie de "cosa alienígena", incluso si está fuera de su alcance. ¡Creo que su amor por el cine de Bergman lo ha ayudado a comprender la complejidad de su percepción!
Da la impresión de que el personaje de Claire te toca personalmente y de forma significativa. ¿Es así?...
Cuando interpretas un papel en una historia, el personaje te permite explorar una nueva parte de ti mismo. Ocurre cada vez. Para mí, la idea de ponerse en peligro, de abordar un tema incómodo, no se puede desvincular de la creación. Por otro lado, es cierto que Claire es uno de los papeles en los que más me he atrevido a perder el equilibrio y a aceptar mi propio envejecimiento. Hay un momento en el que Claire está desfigurada por el dolor y se abandona. Ya no le importa tener el pelo gris. Es entonces cuando entiendes el viaje que ha vivido, los estados físicos y emocionales que ha atravesado. Me divertí mucho interpretando los contrastes de las diferentes vidas de Claire, aunque las escenas con la terapeuta fueron difíciles. Cuando estábamos llegando al final, ¡quería que se terminara ya! Por un lado está Claire, de 50 años, abandonada, envejecida, despreciada; y entonces surge Clara, rebosante de deseo, y deseable; está la Claire de la novela, segura de sí misma y hermosa, mientras que en el lado opuesto está Claire, de 50 años, con su cabello gris, que ya no le importa; y por último, está Claire, purificada, saliendo de la tormenta, liberada de sus viejos miedos. ¡Fue muy emocionante mostrar y tener tantas caras diferentes a la misma edad!
Sin embargo, ¿no es paradójico tener la sensación de dejarse llevar en una película tan bien estructurada como Clara y Claire?...
Es cierto, hay algo muy claro y directo a ese respecto... ¡aunque la película es un juego de escondite! Afortunadamente, había una estructura hecha. Pero la posibilidad de dejarte llevar, a ambos lados de la cámara, surgió de la confianza que reinaba entre Safy y yo. Se impuso la alegría de trabajar juntos, y creo que tanto el equipo técnico como de producción se beneficiaron de esa chispa que compartíamos. No hay nada más hermoso que esa cosa indefinible que te abruma y te supera, pero que te hace sentir conectado con los demás.
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