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NOTAS DEL DIRECTOR...
La película Claret ha sido sin duda uno de los retos más grandes a los que me enfrentado como Director.
Primero por la magnitud de la figura de Antonio María Claret y Clará, un hombre de gran relevancia durante el siglo XIX, empresario catalán del textil, trabajador incansable, sacerdote, misionero, Arzobispo de Santiago de Cuba, Primado de las Indias, abolicionista de la esclavitud, Confesor de la reina Isabel II, fundador de la Congregación de los Misioneros del Inmaculado Corazón de María, uno de los escritores más prolíficos del siglo XIX, Patrón de los Inventores…
Claret es multidimensional, es un personaje rico y profundo, con una espiritualidad arrebatadora, gran comunicador y con una extensa y prolífica vida. Resultaba por tanto complicado escoger que rostro mostrar, es en este punto dónde descubrí, que casi nadie conoce a este Claret. El mundo conoce al Claret que sus enemigos dibujaron, un personaje caricaturesco, deformado a través de una serie de biografías y obras apócrifas. Es decir, que después de la muerte de Claret, su figura sufrió una brutal campaña de desinformación que adulteró durante décadas la verdad de su ser y su obra. Azorín en los años 30 del siglo pasado descubrió el engaño, y gracias a él, yo pude resolver la forma en la que mostrar Claret al mundo.
En segundo lugar, la gran dificultad a la que me he enfrentado, ha sido al tamaño de la producción, es una historia de viajes, con decenas de lugares distintos, con cientos de personas, con un presupuesto muy ajustado, pero con un gran equipo, un grupo humano de profesionales que han ofrecido lo mejor de si mismos, y este ha sido el gran milagro de Claret, una película realizada con cariño, con localización espectaculares, con grandes interpretaciones, un bonito arte y una fotografía brillante, un proyecto que merece la pena.
Solo me quedar invitar al espectador a acudir a las salas y descubrir al auténtico Claret, invitarle a disfrutar viendo esta película, como nosotros hemos disfrutado haciéndola.