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NOTAS DE LOS CREADORES DEL PROYECTO Ibon Cormenzana y Manuela Vellés...
Orígenes de Culpa y desarrollo...
Manuela Vellés: “Culpa nace de la necesidad que sentimos Ibon y yo de hacer cine juntos como pareja profesional, pero sobre todo como pareja en la vida real. La idea de hacer esta la película surgió antes de mi primer embarazo. En aquel momento no me vi capaz de afrontar un proyecto tan delicado y que me exigía estar tan preparada psicológicamente para afrontarlo. No sabía cómo podría afectar aquella experiencia a mi bebé y no quisimos arriesgarnos.
Poco a poco fuimos retomando la idea. En mi segundo embarazo ya me sentía preparada y llena de amor, mucho más segura de poder enfrentarme a un papel tan difícil. Fue entonces cuando decidimos ponerlo en marcha.”

¿Qué propone la película?...
Manuela Vellés: "La película habla de la desolación, la culpa y la vergüenza que sufre una mujer que es agredida sexualmente y que encuentra como única salida aislarse en una cabaña perdida en el bosque.
Cuando es consciente de que está embarazada de su agresor, se queda totalmente anulada, sin voz ni capacidad de reacción. Está tan bloqueada que no es capaz de pedir ayuda ni de contar su historia y, durante meses, va desarrollando odio a lo que crece
dentro de ella, entrando en una espiral de dolor y desprecio constante. El silencio, la naturaleza y un personaje solitario acompañan a la protagonista en este duelo de varios meses, en los que se transforma y enajena sin remedio"

¿Cómo ha sido rodar juntos?...
Ibon Cormenzana: “Rodar con Manuela es una aventura. Es la segunda película que hacemos juntos y en esta es la protagonista absoluta. He visto a una actriz entregarse sin filtros, bella y sincera. Valiente y descarnada. Creo firmemente que es uno de sus mejores trabajos. El proceso de guion fue duro porque nos hizo, de algún modo, vulnerables. Nunca habíamos escrito juntos y los dos somos muy apasionados y pusimos mucho de nosotros.
Escribíamos a contrarreloj por las circunstancias que exigía la trama, y eso hacía que fuera aún más difícil y emocionante.”

Manuela Vellés: “Al principio discutíamos de forma apasionada. Eran procesos creativos muy complicados a los que no estábamos acostumbrados siendo pareja. Poco a poco fuimos encauzando la historia y preparándonos mentalmente para el rodaje. Ibon es una de las personas más sensibles que conozco. También es un hombre callado y observador y creo que eso marca la película. La belleza y honestidad que consigue de cosas pequeñas y el ritmo en el que suceden las cosas la hacen realista, delicada y cruda a la vez.
Es una película sin apenas diálogos, con matices sutiles y una problemática muy profunda.
Todo ello ha supuesto para mí una gran dificultad como actriz y como persona, por la situación personal que los dos estábamos viviendo, sin la que no habría trama. Ha sido un viaje profesional, artístico y personal, que no podría haber hecho nunca si no hubiera ido de su mano.”

¿Qué supone la película en vuestra carrera?...
Ibon Cormenzana: “Con ella he vuelto a mis inicios como director: siempre me han gustado las historias sencillas y profundas, con cierta tensión y dramatismo. También he vuelto a filmar con un pequeño equipo lo que me permite mayor libertad creativa. Me encanta improvisar y aprovechar la magia que ofrece el momento como, por ejemplo, la increíble nevada que cayó y que aparece al final de la película”.

Manuela Vellés: “Ha sido con diferencia el papel más duro al que me he enfrentado. Estar embarazada y ver crecer mi barriga a tiempo real durante el rodaje hacía que a veces confundiera mis emociones. Además, mi cuerpo era cada vez más pesado y torpe, y subíamos montañas heladas. Mi hermana tuvo que hacer de mi doble para las escenas de acción. Nunca me hubiera entregado en cuerpo y alma, si no hubiera tenido tanto amor y apoyo con un equipo de plena confianza, entre ellos mi pareja, mi hermana y mi madre.”

¿A que retos os habéis enfrentado?...
Ibon Cormenzana: “La personas que rodamos Culpa, cabíamos en un coche. Un equipo de cinco personas y muy pocos recursos. Esto hacía que todos tuviéramos que ocuparnos de tareas a las que no estábamos acostumbrados y nos exigían mucho.
Para Juana Vellés, la hermana de Manuela, era su primera película y se encargó de la producción y arte. Alejo Levis, director y amigo, de la dirección de fotografía y operación de cámara, Ove Hermida-Carro, hizo el sonido directo y Manuela también se encargó del vestuario y el maquillaje. Elegimos el Pirineo catalán como escenario. Llegábamos mareados por una carretera de curvas a -5°C”.

Manuela Vellés: “Fue un rodaje muy duro. Rodábamos los fines de semana durante meses, jornadas larguísimas y muchas noches. Para mí fue un papel muy exigente que requería la máxima concentración. El mayor reto era que no me afectara emocionalmente a mi misma, pero tenía mucha fuerza y estaba totalmente mentalizada de que aquello era un rodaje y de que no me estaba pasando a mí. Una vez gritaban corte, conseguía volver a ser yo misma. Formamos un equipo de plena confianza, y eso hizo posible que me entregara sin pudor y que prestara mi gestación al proceso.”

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