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SINOPSIS
Una noche después de una fiesta, la hermana de Sarita desaparece. Convencida de que Andrés, el peligroso ex novio de su hermana, tiene algo que ver, Sarita se convierte en su amiga y se infiltra en su pandilla. Con una determinación inquebrantable por descubrir la verdad, Sarita se involucra cada vez más con Andrés y el mundo implacable de esta violenta pandilla...
INTÉRPRETES
KAREN MARTINEZ, RUDY RODRIGUEZ, PAMELA MARTINEZ, BRANDON LÓPEZ, JUAN PABLO OLYSLAGER, RENÉ GUIROLA PATZÁN
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BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
NOTAS DEL DIRECTOR...
Guatemala ha sido mi segundo hogar desde el año 2016, cuando me mudé para ayudar a iniciar una escuela de cine en la capital. El desarrollo de CADEJO BLANCO comenzó un año después de mi llegada, cuando fui invitado a visitar Puerto Barrios, una pintoresca ciudad portuaria en la costa caribeña del noreste de Guatemala. Fui invitado por uno de mis estudiantes, un joven cineasta que quería discutir la posibilidad de hacer una película juntos en su ciudad natal. Mientras pasaba los días mostrándome posibles lugares de rodaje, me presentó a muchos hombres y mujeres jóvenes involucrados en "clicas", pequeñas bandas desorganizadas de jóvenes que se dedican a actividades ilegales (robos, tráfico de drogas, violencia y a veces asesinatos) para sobrevivir y ganar dinero.
A lo largo de los dos años siguientes, generé amistades con miembros activos y retirados de estas clicas. Entrevisté a docenas de ellos (algunos se mostraron muy abiertos y me permitieron grabar nuestras conversaciones, y otros sólo hablaron extraoficialmente). Recorrí sus barrios, sus casas y sus negocios ocultos (llamados "casas seguras") e incluso llegué a conocer a las familias de algunos de ellos. En un desayuno al que me invitaron, me senté junto a un hombre divertido y carismático, que luego descubrí que era un sicario profesional. Inspirado por todas las historias que me contaron los jóvenes que conocí, elaboré un guión de largometraje sobre una adolescente de la capital, Sarita, que llega a Puerto Barrios en busca de su hermana desaparecida. Sarita sigue la pista del ex novio de su hermana, Andrés, que es miembro de una banda criminal de Puerto Barrios. Convencida de que Andrés tiene algo que ver con la desaparición de su hermana, Sarita utiliza un nombre falso y encuentra la manera de unirse a su clica, con la esperanza de descubrir lo que sucedió. Viendo los noticieros desde mi hotel, quedé asombrado por la regularidad de las noticias sobre chicas desaparecidas, vistas por última vez en un autobús que había sido robado o sacadas de sus casas durante la noche. Pero también aprendí que, a diferencia de lo que ocurre en otras partes de Centroamérica, donde las mujeres dentro de las pandillas suelen estar relegadas a la venta de drogas o sexo, en las clicas de Puerto Barrios las mujeres pueden tener mucho poder.
Al escribir el guión, me basé en gran medida en las experiencias reales que me contaron algunas jóvenes afiliadas a las bandas criminales de Puerto Barrios. Me hablaron de los peligros de ser una mujer obligada a unirse a una clica para sobrevivir en una ciudad con muy pocas oportunidades. Habían perdido amigos y familiares a causa de la violencia y la delincuencia, también habían visto desaparecer a otras amigas que se unieron a las clicas.
Una vez terminado un borrador completo, Mauricio Escobar me presentó al cineasta guatemalteco César Díaz, ganador del Premio de la Semana de la Crítica y de la Cámara de Oro del Festival de Cannes 2019 por su película NUESTRAS MADRES, quien me asesoró en las reescrituras del guión, aportando su perspectiva como cineasta guatemalteco, y me ayudó a darle forma a la película en la postproducción como mi co-editor. César también se involucró como productor ejecutivo.
A principios de la preproducción, conocí a Rudy Rodríguez, un joven de veintiún años que respondió a una audición abierta, llegando en su hora de almuerzo del taller de automóviles donde trabajaba. En su audición, Rodríguez, que no era actor y tenía un historial de participación en pandillas, habló abiertamente de sus antiguas afiliaciones con las clicas de Puerto Barrios, de la hija que acababa de tener con su novia y del significado de los tatuajes que tenía en cada hombro, estrellas de tinta negra, que se hizo para recordar a su madre fallecida y a su padre asesinado.
Cuando decidí escoger a Rodríguez para el papel de Andrés, el protagonista masculino de la película, planifiqué varios viajes a Puerto Barrios para pasar más tiempo con él. Llevé conmigo a la actriz principal, Karen Martínez, a la que había escogido tras admirar durante mucho tiempo su trabajo en la película LA JAULA DE ORO. Con la ayuda de Tatiana Palomo, una entrenadora de actores que estudió en la escuela de cine de Carlos Reygadas en México y que se especializa en la formación de actores no profesionales para actuar en cine, Karen y yo trabajamos con Rodríguez para que se sintiera cómodo ante la cámara.
Mi productor principal guatemalteco, Mauricio Escobar, de La Danta Films, pudo establecer una asociación entre la película y Movimientos de Esperanza, una ONG que opera algunos programas en Puerto Barrios, que patrocinó parcialmente la experiencia de Rudy trabajando en la película. A través de donaciones, la ONG pudo traer a Rodríguez a la capital para que viviera durante meses antes del rodaje, para entrenar conmigo y con Tatiana Palomo. La ONG también pudo proporcionar a Rodríguez asesoramiento psicológico y capacitación financiera durante la preproducción y la producción.
El resto del proceso de casting duró dos años más y requirió meses de reuniones con la población local en centros juveniles, iglesias, escuelas y parques. También busqué la participación directa de miembros actuales y antiguos de las pandillas con los que me había entrevistado previamente, ofreciendo a algunos de ellos papeles importantes en la película interpretando versiones de sí mismos. Durante más de un año antes del rodaje, organicé talleres y ensayos para que se sintieran cómodos improvisando frente a las cámara.
Una vez que tuve un borrador del guión en español con el que me sentía cómodo, se lo envié a algunos miembros del reparto no profesional y les pedí que lo re-escribieran conmigo, para que cada escena se ajustara a la propia voz de cada intérprete y la película mantuviera la autenticidad de su ciudad. Animé a cada uno de ellos a revisar el guión como considerasen oportuno, incluso durante el rodaje. Fue un proceso que causó retrasos e incluso debates, pero ayudó a garantizar que las realidades de sus vidas fueran representadas adecuadamente en la pantalla.
También añadí al reparto a algunos actores profesionales de Ciudad de Guatemala. Brandon López, el coprotagonista de Karen Martínez en LA JAULA DE ORO, que compartió el mismo premio en Cannes y también ganó un premio Ariel por su actuación en esa película y fue el único actor entrenado en ser elegido como miembro de la pandilla. López dirigió mis ensayos con los actores no profesionales de Puerto Barrios, sirviendo también como su entrenador de actuación en el set. Le admiraban por haberle visto en películas y en YouTube. Juan Pablo Olyslager, al que había visto en las películas de Jayro Bustamante TEMBLORES y LA LLORONA, y la veterana actriz de teatro Yolanda Coronado, también fueron elegidos para los papeles secundarios.
Después de ver la película COCOTE en un festival de cine, contacté al director de fotografía, Román Kasseroller, y compartí con él un primer borrador del guión. Aceptó trabajar en la película y en pocos meses pudo reunirse conmigo en Guatemala. Mientras buscábamos locaciones en Puerto Barrios, Roman conoció a la mayoría de los lugareños a quienes les había asignado un papel. Para que se sintieran cómodos con el hecho de que Roman les pusiera una cámara enfrente y acercarnos como equipo, organizamos varias sesiones de fotos e incluso filmamos una escena del guión con una cámara réflex digital, a modo de teaser y ejercicio.
A lo largo del proceso de desarrollo, volvía periódicamente a Los Ángeles para compartir material con el productor Ryan Friedkin, de Imperative Entertainment, que nos dio comentarios del guión y de reparto, y nos asesoró y ayudó con la estrategia para conseguir la financiación completa de la película. Una vez que confirmamos al reparto y finalizamos el guión, Friedkin incorporó al productor Jack Hurley, de The Orange Company. Fue así que, junto a Escobar, de La Danta Films, se encargó de conseguir el resto del financiamiento.
Unos meses después del rodaje, uno de los miembros del reparto de Puerto Barrios, Geobanny Alvarado, fue trágicamente asesinado. Se desconocen la mayoría de los detalles de su muerte, pero fue un valioso colaborador de la película, ya que pasó meses con el equipo, ayudándonos a encontrar lugares de rodaje, así como ofreciendo revisiones del guión, no sólo de sus propios diálogos, sino de otras partes del guión que tenían lugar en Puerto Barrios.
La película estará dedicada a la memoria de Alvarado, para honrar el importante papel que desempeñó en el proyecto, tanto en la pantalla como fuera de ella. La ONG Movimientos de Esperanza, en colaboración con la película, también asegurará una serie de becas financieras y oportunidades de trabajo para los actores. Se entregarán en nombre de Alvarado.
Una de las pequeñas esperanzas que tengo para quienes vean CADEJO BLANCO es que puedan sentir que han vivido en Puerto Barrios durante unas horas. También espero que al ver la película sientan que han conocido a Alvarado, y a sus compañeros de reparto, y que echen de menos pasar tiempo con ellos cuando la película termine, como yo.
GALERÍA DE FOTOS
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