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El guionista, productor y director Scott Cooper, él mismo un sureño, metido en los entresijos de leyendas y agridulces temas de la música country, siempre vio al enorme personaje principal de Bad Blake en CORAZÓN REBELDE, como a un espejo de los héroes del country que creció idolatrando, a pesar de sus vidas amorosas locamente imprevisibles y de las batallas contra sus oscuros impulsos. Había estado durante algún tiempo a la caza de un proyecto con tema de música country crudo y realista para escribir un guión y dirigir una película hasta que se encontro con la novela aclamada por la critica.
La historia de CORAZÓN REBELDE comenzó con el guión, pero eso fue, efectivamente, sólo el comienzo. Bad Blake no es más que su música, razón por la que la música de CORAZÓN REBELDE era parte central de la narración, y tenía que ser ciento por ciento real y creíble, como si saliera del alma y de la experiencia de un reverenciado, aunque algo gastado, cantante de country. No había nadie mejor para conseguir eso que T Bone Burnett, que escribió muchas de las canciones de Blake junto al difunto Stephen Bruton.
A los realizadores les llevó casi un año encontrar al siempre ocupado Burnett, pero cuando Scott Cooper por fin pudo reunirse con él, congeniaron inmediatamente. Burnett se unió a la historia no sólo para escribir y producir las canciones de la película sino también como productor.
Durante todo el proceso de escribir las canciones, fue una gran inspiración para Burnett y Bruton el inquebrantable compromiso de Jeff Bridges con cada sutileza del papel.
La grabación de la música de CORAZÓN REBELDE fue tan específica como la composición de las canciones, dejando de lado las modernas técnicas digitales y optando por el sonido cálido, más sucio de las grabaciones analógicas.
Para completar la música casi de rabo a rabo de la película, Burnett llenó el resto de la banda sonora con lo que él denomina “música country auténtica”. “Cada una de las canciones que elegimos cuenta una historia diferente”, afirma Burnett.
La historia de Bad Blake se despliega en el mundo sin orden ni concierto que él habita, rodando entre Colorado, Nuevo Méjico y Texas. Se sugirió que Cooper rompiera las escenas interiores íntimas de la película equilibrándolas con el alivio de los cielos interminables y las vistas infinitas del paisaje.
Waldemar Kalinowski se centró en más de veinticinco localizaciones en las zonas de Santa Fe y Alburquerque, atraído por un desafío que él describe como “crear una porción clásicamente hermosa de la vida americana de un modo nuevo e interesante”.
Para crear los interiores tanto de Bad Blake como de Jean Craddock, Kalinowski se centró en las historia de fondo.
Durante el trabajo con localizaciones prácticas que tuvieran una sensación hogareña, el único plató que Kalimowski tuvo que construir fue el exterior de la sala de bolos en la que Blake se encuentra con Tony y los Renegados.
El diseñador de vestuario Doug Hall se dejo guiar por el personaje y por la larga historia del estilo de la música country. “Me dedique a ver cantidad de metraje de viejos conciertos para tener una idea de la vestimenta que llevaba puesta la gente”, cuenta él, “También me inspiré en la fotografía del Oeste de Texas de Richard Avendon”.
El rodaje de CORAZÓN REBELDE estuvo lleno a tope de este tipo de pequeños placeres, desde las actuaciones musicales en vivo que tocan la fibra, hasta los detalles menores que se desarrollan en emociones puras, y eso, resume Judy Cairo, es lo que la hace tan especial. Concluye ella: “Este es un estudio íntimo de personajes con una gran historia que tuvo la suerte de contar con un increíble reparto de actores ganadores de premios y realizadores que crearon bellos personajes y diálogos, y todo un mundo que ni siquiera existía hace sólo unas pocas semanas”.