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INFORMACIÓN
Titulo original: Captain Fantastic
Año Producción: 2016
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 118 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Comedia, Drama
Director: Matt Ross
Guión: Matt Ross
Fotografía: Stéphane Fontaine
Música: Alex Somers
FECHAS DE ESTRENO
España: 23 Septiembre 2016
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Entertainment One

SINOPSIS

En los bosques del Pacífico, un padre está dedicado en cuerpo y alma a la educación física e intelectual de sus seis hijos, viéndose obligado a abandonar el paraíso para entrar en un mundo lleno de desafíos...

INTÉRPRETES

VIGGO MORTENSEN, GEORGE MacKAY, SAMANTHA ISLER, ANNALISE BASSO, NICHOLAS HAMILTON, SHREE CROOKS, CHARLIE SHOTWELL, KATHRYN HAHN, FRANK LANGELLA

MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS

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Festivales y premiosPREMIOS Y FESTIVALES

- Oscar 2017: Nominación Mejor actor, Mejor guion
- Festival de Cannes 2015: Mejor director Un Certain regard

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Informacion exclusivaINFORMACIÓN EXCLUSIVA

   En los bosques del Noroeste del Pacífico, Ben Cash, el patriarca vehementemente independiente de CAPTAIN FANTASTIC, se dedica a criar a su familia tan lejos como puede de la influencia de la cultura consumista moderna. Ben llena los días de sus seis hijos con una rigurosa educación, una exigente preparación física y una intensa instrucción para sobrevivir en la naturaleza, lo que le ha permitido criar a una tribu de “reyes filósofos”, con la resistencia muscular y cardiovascular de atletas de élite y una comprensión de los textos clásicos muy superior a la de los jóvenes de su edad.
  Para Matt Ross, guionista y director de CAPTAIN FANTASTIC, la historia es una exploración de las decisiones que toman los padres por sus hijos. “Me fascinan todos los asuntos que giran en torno a la paternidad”, comenta Ross. “Ben ha renunciado al mundo exterior y cualquier posible ambición personal que pudiera tener para sí mismo, para dedicar su vida a ser el mejor padre que cree que puede ser. La cuestión acaba siendo: ¿es este el mejor padre del mundo, o el peor? ¿Es lo que está haciendo una locura, o una descabellada genialidad?”.
  Algunas de las experiencias de la familia Cash tienen su origen en la propia educación de Ross. “A mi madre le interesaban los estilos de vida alternativos”, recuerda. “De niño, no se llamaba vivir ‘desconectado del sistema’, pero sí que vivimos en comunas en el norte de California y en Oregón. Vivíamos en medio de la nada, sin televisión ni apenas tecnología moderna”.
  Al igual que la familia de CAPTAIN FANTASTIC, la infancia de Ross fue en cierto aspecto una gran aventura y, en otros, una experiencia desconcertante para un niño. “Se hizo especialmente dura durante la adolescencia”, señala. “Estaba apartado de otros chicos de mi edad cuando empecé a sentirme atraído por miembros del sexo opuesto. Mis amigos estaban muy lejos. Quería tener ese elemento social en mi vida. El hijo mayor de los Cash, Bo, se encuentra en ese momento durante la película, mientras que los niños más pequeños aún encuentran esa vida estimulante”.
  Ross admite que, al escribir el guion, también estaba lidiando con sus propias dudas sobre cómo ser padre en la sociedad actual. “¿Es inteligente permitir a nuestros hijos estar conectados electrónicamente en todo momento?”, se pregunta. “También podrías preguntar: “¿Es responsable permitir a tu hijo jugar al fútbol americano de contacto, al que yo jugaba de niño? Hay muchas pruebas que indican lo peligroso que es. No hace falta vivir en el bosque e ir a escalar con tus hijos como hace Ben para asumir riesgos”.
  El personaje de Ben es para Ross alguien a quien aspirar. Ojalá fuera lo bastante valiente y abnegado como para renunciar a mis objetivos creativos y a mis ambiciones profesionales por mis hijos”, asegura. “Para Ben, lo que quiera que hiciera antes de esto es algo secundario comparado con educar a sus hijos. Lo que hace tiene un precio y de eso trata precisamente la película”.
  Las elecciones de Ben son mucho más extremas de lo que la mayoría de los padres se plantearía siquiera. Durante diez años, Ben y su familia han vivido completamente apartados del mundo civilizado, en un campamento aislado, donde cazan y cultivan su propia comida. Su mujer, Leslie, y él han decidido criar a su prole de una forma tan distinta de lo que podría considerarse normal que plantea dudas sobre si el fin justifica los medios. “Hace cosas que podrían legítimamente argumentarse que ponen sus vidas en peligro”, señala Ross. “Las dudas sobre la mejor forma de educar a los hijos son muy reales”.
  Dejando a un lado esas cuestiones tan serias, CAPTAIN FANTASTIC es una aventura emocionante, conmovedora y a menudo graciosa, ambientada en parte en un rústico país de las maravillas creado por Ben, donde celebra junto con sus hijos sus singulares logros, ya sea dominar determinadas artes marciales o demostrar sus prodigiosos conocimientos sobre el pensamiento político estadounidense. “Nuestra prioridad fue siempre hacer la película amena, a la vez que sincera y realista”, asegura Lynette Howell Taylor, productora de CAPTAIN FANTASTIC.
  Taylor, que también fue productora de la ópera prima de Ross, “28 Hotel Rooms”, dice admirar la forma que tiene el director de abordar la realización cinematográfica. “El largo historial de éxitos de Matt como actor lo ha convertido en un director excelente”, explica. “Cuando te encuentras en una habitación con Matt, hay una calidez y una energía en el ambiente. Como actor, sabes que será seguro experimentar con él. Siempre es una experiencia de colaboración, a diferencia de, ‘Aquí tienes tu guion, di tus líneas y muchas gracias’. Eso es parte de lo que nos permitió conseguir un reparto tan estupendo para la película”.
  A Taylor la acompaña su socio en la producción, Jamie Patricof, así como la productora Shivani Rawat, consejera delegada de ShivHans Pictures, y la productora Monica Levinson, presidenta de producción de ShivHans. Para Patricof, el guion de Ross lo tocó muy de cerca. “La primera vez que leí el guion, me entusiasmó de inmediato”, afirma. “Como padre, sé que educar a tus hijos de la forma correcta, sobre todo en la actualidad, es una de las cosas más difíciles que puede hacer una persona. El guion de Matt ponía en entredicho todas las convenciones que tenía sobre la crianza de los hijos. Me dejó impresionado”.
  “Recibimos el proyecto a principios de 2014 y nos interesó hacerlo desde el primer instante”, agrega Rawat. “Ver la determinación de Matt Ross y todo el esfuerzo que había invertido en la película resultaba una inspiración. Era uno de esos guiones que no podíamos rechazar”.
  “La fuerza de la historia parte del propio deseo de Ross de ser el mejor padre posible”, opina Taylor. “Todos tenemos nuestros propios valores y nuestro propio barómetro moral. CAPTAIN FANTASTIC te mueve a pensar qué clase de comportamiento, sobre todo como padre, crees que es aceptable o no aceptable. Ben se encuentra en un extremo del espectro, con ideas radicales sobre la crianza de sus hijos, pero se hace las mismas preguntas que todos los demás”.
  El filme planteará muchas preguntas a los espectadores, que no siempre estarán de parte de Ben, agrega la productora. “En última instancia, es un viaje sumamente emotivo y transformador para una familia muy unida que ha elegido vivir de una forma insólita. Solo espero que haga hablar a la gente. Es muy amena, que es lo más importante, y si anima a hablar sobre estos temas, es que hemos hecho bien nuestro trabajo”.

  Como Ben, Viggo Mortensen proporciona una base sólida para su familia, y para la película. “Sea cual sea el personaje que interprete Viggo, consigue hacer que los espectadores crean que es él”, aporta Rawat. “No podría imaginarme a otro actor en este papel. Es sumamente carismático y trabajador. Conseguirá que la gente crea en Ben”.
  El actor, que complementa su carrera de grandes éxitos en el cine con una obra igualmente impresionante como músico, escritor, fotógrafo y pintor, se implicó estrechamente en el desarrollo del proyecto en cuanto aceptó protagonizarlo. “Viggo fue un colaborador fundamental en cuanto a sus ideas para el guion”, recuerda Ross. “Tenía ideas maravillosas y perspicaces sobre todo, incluso la de añadir su propia música original a la película. Para mí, ejemplifica un nivel muy elevado de habilidad e integridad. Es una de las cosas que lo convirtieron en mi primera opción para interpretar a Ben. Física y temperamentalmente, encajaba a la perfección”.
  Después de leer el guion, Mortensen respondió con anotaciones muy concretas. “Sus ideas no eran solo sobre precisión, sino también sobre la narración”, comenta Ross. “Trabajé un tiempo en el guion a partir de sus aportaciones”.
  Mortensen se sintió intrigado por lo que opina que es un guion excepcional sobre una familia extraordinaria. “No es solo inteligente, sino que además está muy bien construido y es muy emotivo”, explica el actor. “Me reí tanto como lloré y confío en que lo mismo les sucederá a los espectadores. Fuimos fieles al guion e intentamos reforzar todos los aspectos positivos que filmamos. Esperemos que haga cuestionarse al público sus propias suposiciones”.
  El actor resultó estar mucho más preparado para el papel de lo que Ross podría haber imaginado. El director envió a Mortensen una caja enorme de libros de lectura recomendada, entre ellos textos de Tom Brown, el famoso naturalista y autor de “Tom Brown’s Field Guide to Wilderness Survival”, del lingüista y filósofo Noam Chomsky y del científico y escritor ganador del premio Pulitzer Jared Diamond, con todos los cuales le parecía que Ben estaría íntimamente familiarizado. “Pensé que sería una forma estupenda de crear un marco general de los conocimientos que poseería esa familia”, recuerda Ross. “Resultó que Viggo ya había leído todos los libros”.
  El actor reconoce que la experiencia vital y la visión del mundo de Ben no distan mucho de las suyas propias. “No tuve que documentarme mucho sobre vivir en el bosque y sentirse cómodo en la naturaleza”, comenta. “Solía vivir en el norte de Idaho, en un lugar que no se diferencia mucho de donde vemos por primera vez a la familia Cash. Mientras me preparaba para este papel, volví a donde solía vivir y pasé un tiempo allí. Acabé conduciendo hasta Washington desde Idaho en una camioneta llena de toda clase de cosas que me parecieron que podrían resultar útiles. Cuando llegué, parecía algo salido de los ‘Rústicos en Dinerolandia’”.
  Mortensen llegó al set de rodaje con semanas de antelación con la intención de ayudar a dar forma a la localización. Aportó ideas sobre el diseño del jardín y ayudó también a plantar. “Incluso viví allí un poco”, aporta. “Muchos de los libros que se ven en el autobús y en nuestra casa los traje yo. También está mi canoa, algunas bicicletas, cosas de la cocina, cuchillos y ropa. Traje muchas plantas para el jardín cercano al tipi. Me gusta ofrecer cosas mías que puedan resultar apropiadas”.
  La productora Taylor no había experimentado nunca semejante entrega por meterse en la piel de un personaje. “Le alquilamos una habitación de hotel, pero no la usó nunca”, comenta. “Sabíamos que estaba en algún lugar del bosque. Ese nivel de compromiso se puede apreciar de verdad en su trabajo”.
  El actor reconoce que le resulta muy atractivo el estilo de vida que adoptan Ben y sus hijos al principio de la película. “Es un tipo de existencia un poco de locos obsesionados con la supervivencia, sin teléfonos ni mucha comunicación con el mundo exterior”, señala. “Viven de la tierra, sin ninguna tecnología avanzada, sin móviles, ni iPads, ni ordenadores. No sé si me atrevería a hacer algo así, pero me fascina la idea de criar a tus hijos en un ambiente tan orgánico”.
  Ben no pretende ocultar la realidad a sus hijos, y responde a cualquier pregunta con toda la sinceridad posible, tratándolos como adultos. “No sé si es el enfoque correcto, pero tiene mucho a su favor”, opina Mortensen. “Para algunos, resulta escandaloso. ¿Cómo se te ocurre hablar de filosofía, ciencia, sexo o muerte con un niño de 7 años? Esta familia posee una franqueza maravillosa”.
  La idílica existencia de la familia se ve interrumpida cuando Leslie, la mujer de Ben y madre de los niños, muere lejos de casa y los Cash tienen que abandonar su pequeño paraíso para asistir a su funeral. “A partir de ese momento, CAPTAIN FANTASTIC se convierte en una road movie, mientras viajan hasta Nuevo México, donde viven los padres de Leslie”, prosigue Mortensen. “Entramos en conflicto con ellos por nuestro estilo de vida”.
  Como señala Bo, el hijo mayor, a su padre, pese a su avanzada educación, pese al hecho de que incluso los más pequeños son capaces de hablar de manera inteligente sobre Noam Chomsky y poseen profundos conocimientos y una excelente comprensión de la constitución de los Estados Unidos, saben muy poco de la gente fuera de su familia.
  Encontrar a seis actores jóvenes extraordinarios para interpretar a la familia Cash exigió una búsqueda mundial de talentos, con candidatos procedentes de Gran Bretaña, Australia, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda. Para interpretar a personajes de edades comprendidas entre los 7 y los 18 años, el equipo responsable del proyecto buscó actores capaces y dispuestos a aprender habilidades como escalada, caza, artes marciales, idiomas extranjeros, tiro con arco y otras. Tenían que ser capaces de manejar conceptos mucho más avanzados que los de sus correspondientes niveles actuales de estudios. Tenían que ser capaces de desenvolverse tanto en la comedia como en el drama. Y los chicos tenían que ser creíbles como hermanos e hijos de Mortensen.
  “Nos tomamos mucho tiempo para elegir a cada uno de los actores”, comenta Rawat. “Matt hizo un trabajo excelente familiarizándose con ellos y comprendiendo lo que podrían aportar a sus respectivos papeles”.
  El proceso de casting fue complicado, en opinión de Taylor, pero también muy divertido. Cada uno de los seis niños ha sido criado con todo el cariño para ser tan individualistas y originales como los nombres que sus padres se inventaron para ellos. “Una de las cosas que más me gustan del guion es que cada uno de ellos tiene su propio viaje”, comenta Taylor. “Pero eso también suponía tener que dar a cada niño tiempo y espacio suficientes para contar su respectiva historia. Todos tienen un momento en el que se puede apreciar en qué punto se encuentran de sus vidas. Los actores no solo tienen todos un talento inmenso, sino que también estaban muy entregados. Aportaron su propia magia especial a la película”.
  Patricof se muestra de acuerdo: “Reunir a la familia fue uno de los procesos de casting más complicados que he visto nunca”, afirma. “Pero la capacidad de Matt para crear a esa familia desde cero es la base de lo que hace que esta película funcione”.
  Bo, el hijo mayor, interpretado por el actor británico George MacKay, ha llegado a un punto en su vida en que ansía separarse de la familia. Pero, pese a su gran capacidad física e intelectual, Bo es tristemente consciente de sus carencias sociales. “A medida que Bo se convierte en un hombre, afronta una crisis de identidad”, explica Ross. “No sabe nada de cómo sobrevivir en el mundo civilizado, sobre todo en lo referente a las chicas. En ciertos aspectos, su viaje es tan importante como el de Ben. Es hora de que el joven abandone la aldea y se busque la vida en el mundo”.
  MacKay quedó cautivado desde el primer instante por el guion, empezando por la secuencia inicial, en la que Bo alcanza simbólicamente la mayoría de edad cazando un ciervo para su familia. “Recuerdo leer el guion e intentar asimilar la descripción del paisaje, del ciervo y de la familia”, aporta. “Ves a ese chico salvaje, cubierto de barro, y una pandilla de chavales que lo siguen. ¿Quién es esa gente? ¿Qué hacen? Y entonces aparece de la nada la figura paterna. Era todo muy surrealista. Me atrapó por completo”.
  Bo está aprendiendo a seguir su propio camino, según el actor. “En muchos aspectos, su vida familiar ha sido perfecta hasta ahora”, opina el actor. “Pero se está dando cuenta de que hay muchas lagunas en su educación que es necesario llenar. Por mucho que quiera y respete a su padre, puede ver que no va a aprender lo que necesita saber hasta que se separe de ellos y experimente por sí mismo parte del mundo exterior”.
  Las siguientes son las hermanas mellizas de 15 años de Bo, Vespyr y Kielyr, interpretadas por Annalise Basso y Samantha Isler. Vespyr y Kielyr son un par de adolescentes con mucho carácter, tan capaces como Bo de valerse por sí mismas en el bosque, a la vez que también ocupan el hueco de su madre ausente. “Sabía que quería contar con personajes femeninos que fueran la bomba”, comenta Ross. “Las dos chicas son físicamente tan fuertes y competentes como sus hermanos, pero tienen responsabilidades adicionales por ser las mujeres de más edad de la familia”.
  Basso, que se crió en el Missouri rural, siente una clara afinidad con su personaje. “También me educaron en casa durante un tiempo”, recuerda. “Mis hermanos y yo pasábamos la mayor parte de nuestro tiempo libre jugando al aire libre. Nunca vimos mucho la televisión, así que me resultó fácil identificarme con Vespyr. Ahora vivimos en el pueblo, pero parte de mí desearía que pudiera vivir como vive Vespyr. Creo que hay un punto medio óptimo entre donde vivimos ahora y vivir completamente separados de todo”.
  Después de leer el guion, Isler se sintió impulsada a agradecer a Ross que escribiera personajes tan realistas e inteligentes para actores jóvenes. “Creo que no es nada corriente, sobre todo con chicas adolescentes”, explica. “A menudo, parecen simplemente cabezahuecas y estereotipadas. Mi personaje es realmente dura e increíblemente lista, pero a la vez es muy femenina. Está llegando al punto en que empieza a querer encajar, aunque sin olvidar de dónde procede. A medida que avanza la historia, la ves observar a otras personas y cambiar ciertos detalles de sí misma”.
  A sus 12 años de edad, Rellian, interpretado por el actor australiano Nicholas Hamilton, es el niño rebelde, que cuestiona constantemente las decisiones que han tomado sus padres por él y sus hermanos. De todos los hijos, es quien ansía llevar una vida más convencional. “Mira a su alrededor y pregunta: ¿Por qué vivimos así?”, observa Taylor. “Sabe que otras personas llevan una vida distinta. Sabe que el mundo celebra la Navidad pero, por alguna razón, los Cash celebran el Día de Noam Chomsky. Ya no quiere seguir haciendo eso”.
Ross concedió a sus jóvenes estrellas una libertad inaudita para crear, comenta Hamilton. “Matt es un guionista y director alucinante. No había hecho mucha improvisación hasta ahora, pero él nos dejó a nuestro aire. Si no le gustaba algo, nos lo decía y hacíamos algo distinto. Me encanta eso”.
  Los dos niños más pequeños, Zaja y Nai, han vivido toda su vida en el bosque. Al no haber recibido ninguna consideración especial por ser tan pequeños, están creciendo fuertes y luchadores. “Los dos niños pequeños siguen disfrutando con este entorno”, comenta Taylor. “Ese es su viaje a estas alturas. Resulta interesante ver cómo las decisiones de los padres afectan a esos hijos de formas distintas a edades diferentes”.
  Shree Crooks, que interpreta a Zaja, asegura que le encanta la idea de vivir en la naturaleza con una gran familia. “Esa fue una de mis partes favoritas de la película. Vivo en Los Ángeles, pero me encanta la naturaleza y la idea de sobrevivir por mis propios medios. No hay tantos sitios buenos donde comprar, pero hay bosques preciosos, ríos preciosos, lagos preciosos. Además, soy hija única, así que me encantó tener un montón de hermanos. Pasamos por momentos difíciles, pero nos seguimos teniendo los unos a los otros. Es una historia muy buena”.
  Con nueve años, Zaja se encuentra en una edad en la que ha empezado a entender que las cosas mueren y que todo el mundo es mortal. “Como consecuencia, se ha aficionado a la taxidermia y desarrolla una fascinación morbosa por la muerte”, explica Ross. “Sus temas favoritos, como el Holocausto o Pol Pot y los Jemeres Rojos, podrían parecer poco apropiados para una niña pequeña. Todos los niños tienen intereses que no son nada normales para sus respectivas edades, porque no tienen videojuegos, ni televisión, ni ordenadores. Todos sus conocimientos proceden de los libros”.
  El más pequeño de todos, Nai, interpretado por Charlie Shotwell, solo tiene siete años. “Es una especie de nudista”, comenta Shotwell. “Supongo que le interesa mucho el cuerpo humano. Vive en un tipi, lo que me encantó, porque dentro es muy acogedor. Hay una parte que es exactamente igual a la cabaña en la que vivía mi mamá con su padre. También vivían apartados de la civilización, así que esto era igual a como vivió ella. También había libros que estaban muy bien, como “Nancy Drew”, “La casa de la pradera” y “Hardy Boys”, que mi madre seguramente habría leído”.
  Todos los jóvenes actores asistieron a un campamento de naturaleza para adquirir algunas de las habilidades básicas que necesitarían para sobrevivir en el bosque. “Les enseñaron a encender un fuego, despellejar un ciervo, seguirle el rastro a un animal y escalar, así como unos conocimientos básicos de artes marciales”, aporta Ross. “Annalise y Samantha aprendieron esperanto. Shree aprendió un poco de taxidermia. No tenían que ser expertos, pero tenían que aprender lo suficiente para que pareciera que sabían lo que estaban haciendo”.
El director también les proporcionó una lista de lecturas, que incluía “Lies My Teacher Told Me: Everything Your American History Textbook Got Wrong”, de James W. Loewen y “The People’s History of the United States”, de Howard Zinn. “Intenté contextualizar la película para ellos, de modo que al menos supieran quién es Noam Chomsky”, prosigue. “También les hice firmar un contrato ridículo por el que se comprometían a no tomar comida basura ni a usar sus iPads ni sus móviles en el set de rodaje. La verdad es que no me molesté en obligarles a respetarlo, pero quería que pensaran en cómo vive la familia”.
  Mortensen admite que la idea de trabajar con seis niños al principio le imponía un poco. “Me quedé impresionado, y aliviado, al ver no solo el gran talento que poseían, sino lo mucho que se esforzaron por prepararse”, reconoce el actor. “Los chicos respondieron a la amabilidad y el respeto de Matt y se lo devolvieron con creces. Hasta los más pequeños, Charlie y Shree, tienen un verdadero don para improvisar de una forma muy particular que es la adecuada para la escena. Está todo en la película y es hermoso”.
  Durante un breve tiempo para ensayos que se reservó en Seattle antes del rodaje, el director trabajó individualmente con cada uno de los jóvenes actores, repasando con ellos sus papeles y asegurándose de que entendieran su parte de la historia. “Hicimos mucha improvisación”, recuerda. “Tuvimos la suerte de contar con padres que brindaron todo su apoyo y unos chicos asombrosos. A lo largo de los muchos meses que trabajamos juntos, me quedé entusiasmado con todos ellos”.
  Después de abandonar su querido campamento, Ben tendrá que afrontar las tentaciones del mundo contemporáneo, desde la comida rápida al ocio electrónico. Mientras intenta proteger a sus hijos de la tentación y ceñirse a sus principios, se topa con resistencia de sus suegros, Jack y Abigail, así como de su propia hermana, Harper, y su marido, Dave.
  “No puedes conseguir una película como esta sin grandes personajes secundarios interpretados por actores maravillosos”, opina Taylor.  “Contamos con enormes talentos: Frank Langella, Ann Dowd, Kathryn Hahn y Steve Zahn son todos asombrosos y se mostraron dispuestos a venir a rodar unos cuantos días gracias a la calidad del guion y a la idea de trabajar con Viggo”.
Harper, interpretada por Kathryn Hahn, y su marido, Dave, interpretado por Steve Zahn, creen en proteger a sus hijos de las duras realidades de la vida, lo que los lleva a entrar directamente en conflicto con Ben. El choque de culturas entre ellos ofrece momentos divertidos, pero que también dan que pensar.
  “El guion es magnífico”, afirma Hahn. “Matt tiene una visión sumamente apasionante y singular. Sabía que esto iba a ser una profunda exploración de lo que ya había escrito en la página y eso me tenía entusiasmada. Harper no es un simple estereotipo. Es un ser humano real, que quiere a su hermano y su familia. Simplemente quiere que estén a salvo y sean felices”.
  Como hermana pequeña de Ben, Harper se esfuerza al máximo por hacer de intermediaria entre el mundo y su hermano. “Vive en una burbuja maravillosa con su familia”, agrega Hahn. “Harper lo admira por eso. Cuando muere Leslie, es un momento crítico. Mi madre siempre decía: ‘El amor es como el mercurio. Si intentas apretarlo entre las manos, se te escurre entre los dedos, pero si te limitas a abrir la mano, se quedará ahí”. Esa es la lección que tiene que aprender Ben. Tiene que dejar a sus extraordinarios hijos abandonar el nido. Es espantoso, y doloroso, y hermoso, y puro”.
  Zahn señala que Harper y Dave representan un punto de vista más moderado, intentan educar a sus hijos de forma responsable, protegiéndolos a la vez que les permiten encajar en el mundo que los rodea. “Curiosamente, nos sale el tiro por la culata”, comenta. “Hay muchos aspectos en los que Ben está haciéndolo mejor que nosotros. Es una línea muy delgada. Quieres ayudar a tus hijos a ser individuos y que tengan sus propias pasiones e integridad, pero también quieres que estén seguros”.
  Un guion así no aparece a menudo, opina Zahn, por lo que se sintió honrado de poder formar parte de él. “Muy rara vez tienes ocasión de leer algo así. Es divertido y conmovedor pero de una forma natural. Cada personaje es tridimensional y los diálogos eran estupendos”.
Para interpretar a los padres de Leslie, bastiones de la corrección en su comunidad conservadora y acaudalada de Albuquerque, el equipo responsable del proyecto recurrió a los veteranos actores Frank Langella y Ann Dowd. Cuando Jack y Abigail pierden a su única hija, culpan de la tragedia a Ben y el estilo de vida que ha elegido.
  “Jack es un reflejo de lo que buena parte de los espectadores estarán pensando”, explica Levinson. “Representa el punto de vista contrario de la discusión y Frank lo expresa maravillosamente. Jack tenía que estar interpretado con mucho cuidado para hacerse oír. Nadie podría haberlo hecho mejor que Frank Langella”.
  En el papel de Jack, un padre afligido que está vehementemente en contra de la forma en la que Ben está criando a sus nietos, Langella es autoritario e inflexible, pero, en última instancia, simpatizamos con él. “Se trata de un guion muy inteligente”, opina el actor. “También es muy bonito en cuanto a las cosas que dice sobre los padres y sus hijos. Jack está sufriendo ira, culpa, pesar y tristeza. Todas ellas son emociones complicadas, que siempre son muy buenas de interpretar”.
  La oportunidad de trabajar con Ross y Mortensen también fue un elemento que resultaba muy atractivo para el actor. “Un set de rodaje funciona según la personalidad del director y Matt proyectaba en todo momento calma y confianza”, sostiene. “También estaba deseando trabajar con Viggo. Hace mucho tiempo que admiro su trabajo. Su personaje no es un héroe y el mío no es un villano. Ambos somos hombres complicados, que quieren a la misma mujer y a los mismos niños. En realidad, no se diferencian tanto y esa es probablemente la base de su desacuerdo”.
  Para Patricof, la interacción entre Ben y su suegro era una de las más fascinantes de la película. “Fue emocionante ver filmar las escenas con Frank y Viggo”, recuerda el productor. “Sus personajes representan verdaderamente mundos opuestos, y eso se pudo apreciar en el rodaje. Como todos los buenos actores, se trajeron consigo al rodaje una parte de sí mismos y de sus propias creencias sobre lo que está bien y lo que está mal”.
  Ann Dowd aporta a Abigail la clase de aguante y dulzura necesarias para pasar toda una vida junto a un hombre con tanto carácter como Jack. “Tuvimos mucha suerte de conseguir a Ann”, asegura Levinson. “Es la personificación perfecta del personaje. Es una actriz de enorme talento y está maravillosa en la película”.
  A Dowd le atrajo el reflexivo análisis que realizó Ross sobre lo que significa ser padre. “Nunca había visto un guion así”, señala. “La inteligencia que había detrás de todo y los personajes tan curiosos e insólitos, todos ellos distintos, lo hacían único. No conozco a ningún padre que criaría a sus hijos en el bosque. No conozco a seis niños que hayan sido educados de una forma tan extraordinaria. Y no se me ocurre a ningún otro actor que no sea Viggo que pudiera hacer justicia a este papel. Es atento y generoso en grado sumo, sin exhibir nunca el más leve atisbo de ego”.

  La acción de CAPTAIN FANTASTIC se extiende aproximadamente por unos 2400 km, desde los bosques azotados por la lluvia del Noroeste del Pacífico al desierto alto de Albuquerque, así como las serpenteantes carreteras entre medias. El rodaje comenzó en Seattle y alrededores, y se fue desplazando por el estado de Washington, hasta embarcarse en su propio viaje real por carretera, a imagen de la odisea que vive la familia Cash.
  “Fue complicado de hacer con nuestro presupuesto”, reconoce Taylor. “Fue complicado con un equipo de rodaje tan numeroso y fue complicado porque teníamos que tener en cuenta a todos los niños. A Matt le interesaba mucho contar con tiempo para improvisar y creo que tuvo oportunidad de hacerlo, pero todos tenían que estar muy entregados con el proyecto para conseguir tenerlo todo hecho en el tiempo previsto y dentro del presupuesto. Tuvimos una suerte increíble con los miembros clave de nuestro equipo, empezando por nuestro director de fotografía, Stéphane Fontaine”.
  Fontaine, que ha ganado tres premios César por su trabajo en “De óxido y hueso”, “Un profeta” y “De latir mi corazón se ha parado”, aportó dos habilidades complementarias que Ross sabía que serían esenciales para lograr la sensación que quería para esta película. “Queríamos poder seguir a los niños de una forma que resultara natural, pero que aún nos ofreciera imágenes bonitas”, explica Ross. “Sus películas son obras maestras de la cinematografía, en mi opinión. Sabe cómo contar la historia con su cámara. Yo quería crear un ambiente en el que siguiéramos a los actores, en lugar de ponerles indicaciones en el suelo, así que necesitábamos a alguien con verdadera sensibilidad para la interpretación. Stéphane se cargaba la cámara a cuestas y perseguía a los niños por el bosque. Eso es en última instancia lo que hacía falta para captar las interpretaciones que queríamos en imágenes magníficamente iluminadas”.
  “A veces tuvimos que replantearnos algo sobre la marcha, pero es un artesano muy sofisticado”, prosigue el director. “Siempre quiero trabajar con gente que sabe más que yo y puede aportar algo inesperado al trabajo. Me obligan a expresar por qué considero que tengo razón, o a darme cuenta de que me equivoco”.
  El diseñador de producción Russell Barnes se encargó de crear desde cero el campamento improvisado de la familia Cash, prestando especial atención para asegurarse de que todo lo que contuviera estuviera basado en la realidad. Ross compartió con el diseñador sus ideas iniciales sobre cómo debía ser el campamento y quedó encantado al descubrir que Barnes tenía sus propias y sólidas ideas. “La conversación siempre giraba en torno a conseguir que resultara real”, aporta. “A Russell se le ocurrieron ideas que no estaban en el guion, como contar con energía solar. Preguntó: ¿Dónde está la fuente de agua corriente? ¿Qué clase de saneamientos tiene? ¿Cómo cocinan? Se trataba de resolver todos esos problemas de una forma que tuviera sentido”.
  Desde el tipi que da cobijo a la familia, a los intrincados sistemas de poleas y plataformas que los transportan por las copas de los árboles, Barnes construyó un entorno práctico minuciosamente detallado. “Russell fue todo un hallazgo”, declara Taylor. “Construyó todo un mundo que sigue ahí, en el bosque. Se ha convertido en un destino turístico, porque es así de alucinante. También tuvo que crear un segundo mundo, completamente distinto, en Nuevo México, en una gran casa muy formal, lo que hizo igualmente bien”.
  Criarse en una isla con una población de 7000 personas y una red eléctrica poco fiable hizo que Barnes estuviera excepcionalmente cualificado para recrear el entorno silvestre de los Cash. “Tenía que hacer esta película”, proclama Barnes. “Sintonicé mucho con la historia. Estaba entusiasmado con la idea de diseñar el campamento, así como a ‘Steve’, el autobús de la familia Cash. Matt siempre se mantuvo optimista. Me quedé sorprendido con lo cultivado e inteligente que es. Me impulsó a llevar más lejos mi diseño y a investigar todos los elementos que iban a incluirse en el set”.
  Su prioridad fue asegurarse de que todo fuera práctico y funcional. “Primero, me pregunté cómo podría vivir y trabajar en este entorno una familia de siete miembros”, explica el diseñador. “Tuve que calcular cuánto espacio precisarían, cuánta agua requerirían y todas las demás necesidades básicas. Lo calculé mentalmente a groso modo y una vez lo tuve claro, empecé a trabajar en el aspecto estético. Acumulé cientos de fotografías distintas de propiedades supervivencialistas y desconectadas del sistema, que estaban llenas de formas ingeniosas de vivir de la tierra”.
Según Levinson, ver el campamento en persona resulta más impresionante aún que verlo en la pantalla. “Ojalá hubiera una forma de poder mostrarlo entero en un solo plano, pero no era posible, ya que se encontraba en pleno bosque y se valía de toda la naturaleza que lo rodeaba. Russell creó un hogar que funcionaba de verdad para la familia Cash, así como un entorno seguro en el que los actores pudieran hacer su trabajo”.
  “El campamento era una creación extraordinaria”, asegura Patricof. “Russell construyó una ciudad de verdad. Todos los detalles y complejidades que incluyó servían para mostrar cómo Ben había creado esa utopía para sus hijos, con todo lo que podrían llegar a querer o necesitar. La primera vez que lo vi en el mundo real, lo único que quería era tener allí a mis hijos conmigo. Y para Steve hizo algo comparable”.
  Para Steve, la autocaravana de los Cash, Barnes adaptó un viejo autobús escolar. “Steve fue uno de los decorados más complicados que he tenido que hacer”, asegura. “Tenía que ser plenamente operativo para el viaje, pero también tenía que poder acomodar a un equipo de rodaje. Buscamos durante semanas, intentando encontrar el vehículo adecuado, hasta que llegamos al Bluebird, el clásico autobús escolar americano”.
  A partir de un modelo a escala de cartón, Barnes creó plantillas para literas, espacio de almacenamiento, una clase y todos los demás accesorios que podría necesitar la familia. “Podía cambiar la distribución de todo en el acto”, comenta. “Era como jugar a Tetris. Ayudó mucho a llegar al diseño final”.
  Barnes trabajó en estrecha colaboración con Courtney Hoffman, la diseñadora de vestuario del filme, para crear una estética común para toda la película. “Desarrollaron el mundo de maneras que a mí no se me habían ocurrido”, apunta Ross. “Gracias a ellos, se convirtió en un mundo más rico, más real y más complejo”.
  La vívida imaginería del guion enganchó al instante a Hoffman. “El hecho de que la historia tenga tanto sentimiento es otra ventaja más”, opina. “Desde el instante en que leí la primera página, en la que salen del bosque cubiertos de barro, me convenció, no importa adónde fuera a partir de ahí”.
  Hoffman llegó con un libro de imágenes lleno de ideas y habló de definir a los personajes a través de su ropa, lo que encajaba perfectamente con las ideas del realizador. “La primera vez que me reuní con ella, repasó conmigo los detalles del vestuario de todos los personajes”, recuerda Rawat. “Lo que entendió a la perfección era que, viviendo como viven, no vestirían ropa de diseño. Todo el vestuario que presentó Courtney estaba muy bien pensado y ayudaba a definir aún mejor a los personajes”.
  También tuvo en consideración la historia de la familia, con la intención de contarla visualmente. “Intenté imaginar qué clase de cosas se habrían llevado Ben y Leslie cuando se fueron inicialmente al bosque y cómo eso podría influir en cómo visten sus hijos en la actualidad”, explica. “Las dos chicas mayores están en una edad en la que podrían estar llevando la ropa de Leslie. Los más pequeños llevan prendas heredadas y remendadas. Llevan ciertas pieles de animales que han cazado. Queríamos que tuvieran muchas cosas hechas a mano, ya que saben cómo hacer punto, ganchillo y zurcir. Si perdieran algún botón de una camisa o se hicieran un jirón en unos vaqueros, no tirarían la ropa, la arreglarían”.
  Hoffman recorrió incansablemente tiendas de segunda mano, mercadillos, eBay y Etsy en busca de artículos que encajaran con su concepto, según Levinson. “Encontró algunas cosas increíbles, sobre todo para los niños. Tienen todas una cualidad mágica que va perfecta para esta película”.
  El objetivo, según la diseñadora, era crear un vestuario que pareciera llevar diez años haciéndose. “Ese reto resultó muy interesante. Todos en mi equipo estaban llenos de amor, la clase de amor que siente una madre cuando pone una rodillera a un pantalón y le pone una cara de monstruo, en vez de limitarse a remendarla sin más”.
  Hoffman señala una prenda de ropa hecha a mano del filme que representa esa idea. “La prenda de la que me siento más orgullosa es el chaleco funerario de Bo. En realidad está hecho de retazos de todas las demás prendas de ropa que arreglamos, les hicimos el dobladillo o las cortamos. Es un símbolo de reencarnación y del círculo de la vida. Creamos una prenda de ropa que es literalmente la manifestación de la reencarnación del resto de la ropa”.
  Hoffman también se mostró muy audaz con la ropa del funeral de Ben. “Pensé que debía llevar lo que fuera que llevara a su boda”, explica. “Cuando quise darme cuenta, Viggo me había enviado una camisa clásica de los 70, estilo Oeste, con estampado rojo y botones a presión, que llevó a su primera boda. Así que busqué por todas partes en Internet un esmoquin color guinda que le pegara”.
  Contar la historia de CAPTAIN FANTASTIC le ha brindado a Ross la oportunidad de plantearse qué haría en el lugar de Ben. “Esa cuestión es realmente la génesis de la película”, señala el director. “Ben ha renunciado a todo con tal de poder educar a sus hijos de esta forma. Pero al prepararlos para sobrevivir en su mundo, los ha hecho incapaces de funcionar en el mundo real. Esta película trata realmente sobre un hombre en busca de equilibrio”.
  “Espero que resulte divertida y triste, te invite a reflexionar sobre tu propia vida y tus ideas, y resulte en última instancia conmovedora”, concluye Ross. “Existe la idea de que los filmes ‘artísticos’ independientes ofrecen sustento intelectual. Giran en torno a los personajes, son menos estereotipados, con más matices e intelectualmente más estimulantes. Por otro lado, está la idea de que las producciones de Hollywood tienden a no ser complejas ni tener matices, a estar llenas únicamente de la emoción y la energía de una montaña rusa. Ambas están condenadas si eso es todo lo que tienen que ofrecer. El santo grial, para mí, es una película que sea a la vez conmovedora y haga pensar, pero también sea una forma amena de pasar dos horas. Espero que hayamos creado un viaje divertido y entretenido, que te haga reír y llorar, pero que también ofrezca algo en lo que merezca la pena pensar”.

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