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NOTA DEL DIRECTOR...
   El proceso de hacer películas sobre los años 60 se está convirtiendo cada vez más en el proceso de restaurar la autenticidad histórica de la época, una tarea bastante difícil en sí misma. Recientemente todos hemos visto muchas películas en las que los años 60, 70 y 80 del siglo XX parecen falsos y artificiales, sin ningún parecido con las películas soviéticas de la época, como "Cuando pasan las cigüeñas" o "La balada de un soldado". Así que mi objetivo era reproducir escrupulosamente y con gran detalle la época de la URSS de los años 60. Creo que el pueblo soviético de la posguerra, los que lucharon en la Segunda Guerra Mundial hasta la victoria, merecen tener una película que rinda homenaje a su pureza y a la trágica disonancia que siguió a la realización de lo diferentes que eran los ideales comunistas de la realidad que los rodeaba.
  Mi objetivo en QUERIDOS CAMARADAS era reproducir escrupulosamente y con gran detalle la época de la URSS de los años 60. Creo que el pueblo soviético de la posguerra, los que lucharon en la Segunda Guerra Mundial hasta la victoria, merecen una película que rinda homenaje a su pureza y también a la trágica disonancia que siguió al momento en el que se hizo patente lo diferentes que eran los ideales comunistas de la realidad que los rodeaba.

SOBRE LA PELÍCULA...
  La película "¡Queridos camaradas!" está basada en una historia real que ocurrió el 1 y 2 de junio de 1962 en Novocherkassk y se mantuvo en secreto hasta los años 90. La primera investigación oficial se inició 30 años después, en 1992.
  En junio de 1992 Yuri Bagrayev, que era asistente del Fiscal Militar jefe en ese momento, fue asignado como jefe del equipo de investigadores para aclarar las razones y circunstancias de la muerte de las personas en los eventos de Novocherkassk y para localizar los restos. Para entonces, ya era uno de los investigadores más experimentados y respetados del país. El propósito de la investigación era averiguar las razones y circunstancias de los acontecimientos y hacer una evaluación jurídica de las medidas que habían adoptado los funcionarios.
  El caso se cerró en septiembre de 1994. Como los principales culpables estaban muertos en ese momento, nunca fueron condenados. 60 años después de la masacre de Novocherkassk, el Mayor General de Justicia Yuri Bagrayev actuó como asesor en el proceso de escritura del guión de la película.
  Incluso en la etapa del guión, Andrei Konchalovsky pensó en formas de lograr una percepción especial y particular de la película. El director se esforzaba por acercarse lo máximo posible a la imagen de las películas soviéticas de esa época, así que desde el principio se decidió rodar en blanco y negro, con un ratio de 1:33, común a las películas de la época.
  Desde el principio del proyecto, Andrei Konchalovsky decidió no utilizar actores rusos conocidos en la película: esto iría en contra del propósito de recrear los auténticos años 60 soviéticos. El director pensó sólo sería posible si los rostros del reparto no se asociaban a grandes producciones modernas. A pesar de que el resto del elenco estuvo formado en gran parte por actores no profesionales, el papel principal de la película sí que fue interpretado por una actriz con experiencia, Julia Vysotskaya.
  La búsqueda del cast se hizo vía dos equipos de casting con objetivos muy diferentes. El primer equipo funcionaba de forma tradicional y hacia audiciones a actores de teatro rusos no muy conocidos por el público en general. El segundo equipo utilizó un enfoque de casting en la calle y durante unos meses estuvo buscando el tipo adecuado de rostros entre los trabajadores de la Planta Electromotriz de Novocherkassk y los residentes locales de las zonas de Novocherkassk, Rostov y Adiguesia.
  El guión de la película se basa en los acontecimientos reales de la masacre de Novocherkassk en 1962, por lo que aparecen un montón de personalidades históricas como personajes. Andrei Konchalovsky insistió en que los actores que representaban a los altos mandos del Partido debían tener un parecido facial perfecto con sus prototipos históricos. Otra cosa inusual del proyecto era el hecho de que los figurantes también tenían su propio casting. En las complejas escenas de disturbios y masacres, el director se preocupaba por cada rostro que la cámara pudiera captar.
  Considerando la especificidad histórica de la película, inicialmente se querían rodar los exteriores en Novocherkassk y sus alrededores.
El rodaje comenzó el 25 de junio de 2019 en el territorio del Complejo Olímpico Luzhniki en Moscú, donde se construyó una plaza como la principal de Novocherkassk.
  El rodaje terminó el 19 de septiembre de 2019 en un estudio de sonido "Mosfilm", donde se habían construido algunos de los interiores.
La tarea más difícil de la etapa de preproducción fue encontrar un lugar adecuado para rodar la masacre de Novocherkassk: el plan del director era recrear meticulosamente los verdaderos eventos que ocurrieron ese día en la plaza de la ciudad. La plaza central de Novocherkassk, así como el palacio de Atamán que era el cuartel general del Partido Comunista en ese momento, tienen una arquitectura muy específica. En los años que pasaron desde la tragedia, la plaza real fue reconstruida en gran parte, haciéndola inutilizable para la película. Después de una larga búsqueda, se decidió construir un set a escala 1:1 del palacio Atamán en uno de los callejones centrales del Complejo Olímpico Luzhniki en Moscú, un área lo suficientemente grande para un rodaje y equipada con la infraestructura adecuada para albergar un gran número de extras.
  Otras escenas sí que se rodaron en Novocherkassk y en la zona de Rostov. En particular, Novocherkassk acogió los episodios de los piquetes de trabajadores y la huelga masiva en la Planta Electromotriz de Novocherkassk, que preparó el escenario para los trágicos acontecimientos que se desarrollaron. El equipo también logró encontrar algunos lugares en las regiones de Moscú y Tula.
  El interior del piso de la protagonista se construyó en un escenario del estudio "Mosfilm", ya que era necesario preparar el espacio para un rodaje multicámara, conservando al mismo tiempo la sensación proporcionada por un apartamento típico de los años 60.