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SINOPSIS
Evan Hansen es un estudiante de último año de secundaria con un trastorno de ansiedad social grave. Un dia escribe una carta para sí mismo pero cae en las manos equivocadas de un compañero de clase que, como resultado, se suicida. Este incidente envía a Evan a un viaje de autodescubrimiento y le da la oportunidad de ser finalmente aceptado por sus compañeros y vivir la vida que nunca soñó que podría tener...
INTÉRPRETES
BEN PLATT, JULIANNE MOORE, KAITLYN DEVER, AMY ADAMS, DANNY PINO, COLTON RYAN, AMANDLA STENBERG, NIK DODANI, ISAAC POWELL, AVERY BEDERMAN, GERALD CAESAR, DeMARIUS COPES, LIZ KATE, TOMMY KANE, MARVIN LEON
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EL ORIGEN DE "EVAN". LA GÉNESIS DE UNA SENSACIÓN EN BROADWAY...
Cuando Benj Pasek y Justin Paul coincidieron el verano antes de empezar a estudiar en la Universidad de Michigan, les unió su pasión por la música. “Los dos nos habíamos apuntado al mismo programa de teatro musical y teníamos muchas clases juntos”, recuerda Justin Paul. “Estudiábamos interpretación, dos ingenuos convencidos de que algún día pisaríamos las tablas de Broadway como cantantes, actores y bailarines”.
Pero los dos amigos no tardaron en darse cuenta de que componer música se les daba muy bien. “Teníamos puntos de vista diferentes”, sigue diciendo, “pero a los dos nos apasionaba. Siempre acabábamos de noche en una pequeña sala de ensayos en la Facultad de Música, trabajando en temas musicales que debíamos cantar en clase, y dejando para mañana todo lo demás”.
Y pronto empezaron a escribir canciones. “Era algo totalmente orgánico”, explica Justin Paul. “Componíamos juntos desde nuestro primer año en la universidad, pero no compusimos nada ‘oficialmente’ hasta el segundo año, y si lo hicimos fue para no tener que centrarnos en estudiar otras cosas”, reconoce. Fue el principio de una colaboración que cambiaría su vida profesional. “Ese segundo año de universidad compusimos una serie de canciones para el escenario titulada ‘Edges’”, recuerda Benj Pasek. “En clase nos habían aconsejado concentrarnos en descubrir qué musical queríamos escribir realmente y en cómo contar una historia coherente mediante canciones”.
Los dos jóvenes artistas jugaron con una idea inspirada en sus recuerdos del instituto durante 11S y de lo que era la universidad con la reciente explosión de las redes sociales. “Fuimos testigos y participantes de una enorme pérdida colectiva, pero también queríamos entender por qué tanta gente estaba empeñada en hacer pública su participación en una tragedia nacional y explotarla para obtener algo más”, explica Benj Pasek. “Nos preguntamos por qué la epidemia de soledad en nuestra sociedad y nuestra naturaleza cada vez más aislada nos empuja a intentar apoderarnos personalmente de ciertas tragedias. ¿Tan necesitados estamos de contacto con otros que estamos dispuestos a buscarlo a través de medios que jamás habríamos considerado antes?”
El dúo estudió la idea e intentó descubrir hasta qué punto puede la desesperación empujar a alguien a inventarse una amistad con la víctima de una tragedia. “Ya había ocurrido en nuestros respectivos institutos, y a los dos nos parecía un fenómeno preocupante”, sigue diciendo Benj Pasek. “En la época, los suicidios incrementaban – de hecho siguen haciéndolo – y también la sensación de soledad y aislamiento social, a pesar de estar más conectados que nunca. La demostración pública de dolor y aflicción aumentó a la vez, como si con eso pudiera uno insertarse en la historia de otro. Era un tema apasionante sobre el que componer y escribir”.
Los dos músicos investigaron en serio la necesidad de inventarse una conexión a través de la pérdida, la tragedia y el dolor de otros, así como la búsqueda de una aflicción común. Ninguno de los dos pensó que pudiera ser un tema comercial, pero querían hacerlo para sí mismos. Años después conocieron a un libretista interesado en el tema tanto como ellos que decidió ayudarles a convertir estas ideas en una sensacional obra musical.
“RENT” Y EL NUEVO MUSICAL. OTRA VISIÓN DEL TEATRO...
Los musicales fascinaron al dramaturgo Steven Levenson desde que siendo niño, cuando vivía en las afueras de Washington DC, vio “El violinista en el tejado” y “Starlight Express”. “Había algo en los patines y la partitura de Andrew Lloyd Webber que me conquistó desde el principio”, recuerda, riéndose.
Pero fue el osado e innovador espectáculo que vio a los 12 años en el Kennedy Center el que le conectaría con sus futuros colaboradores. “Aunque me encantaba la interpretación, siempre había algo que no acababa de convencerme del todo tratándose de un musical”, reconoce. “Entonces llegó ‘Rent’ y barrió todos mis reparos. No sabía que los musicales podían ser así antes de verlo. Era directo, urgente, subversivo. Aportaba frescura, era diferente, y estaba hecho para gente joven, para mi generación”, recalca antes de hacer una pausa. “Ahora que lo pienso, ¡me doy cuenta de que estaba dirigido a gente que me doblaba la edad!”
El explosivo musical le hizo entender el poder de ciertos espectáculos. “Fue como una droga que me enganchó a un teatro musical desconocido para un niño de doce años de las afueras de una gran ciudad”, dice Steven Levenson. “No tenía la menor idea de quiénes eran Stephen Sondheim y Jonathan Larson antes de verlo. Ignoraba que algunos espectáculos rompían barreras musicales y temáticas, y que podía disfrutar escuchando los temas una y otra vez. Antes, muchos musicales parecían deberes escolares, escritos exactamente en el mismo estilo que hacía 30 ó 40 años”.
Steven Levenson creció, fue al instituto y luego a la universidad, y al igual que Benj Pasek y Justin Paul, no resistió a la fascinación de las redes sociales y a la necesidad de aferrarse a las tragedias, transformando auténticas catástrofes en algo personal. “Cuando fallecía alguien famoso, la gente empezaba a colgar inmediatamente fotos de sí misma con esa persona, y todo entraba en el éter”, dice,
En 2011, Stacey Mindich, que acabaría produciendo “Querido Evan Hansen” para el teatro y siendo productora ejecutiva de la película, presentó a Steven Levenson a Benj Pasek y Justin Paul. “Stacey descubrió muy pronto a Benj y a Justin, le encantaba lo que componían”, recuerda Steven Levenson. “Les preguntó si les apetecería hacer algo diferente a lo que les encargaban. Y añadió que, fuese lo que fuese, quería ser parte y apoyar el proyecto”.
Los dos le dijeron que buscaban a un dramaturgo que les ayudase a desarrollar una idea. “Nos conocimos después de que leyeran unas cuantas obras mías”, sigue diciendo Steven Levenson. “Y eso fue el principio de ‘Evan’ y de la idea original que se nos ocurrió juntos”.
En mayo de 2011, los tres dieron forma a una historia acerca de un chico que cuenta una mentira para crearse una conexión con un suceso realmente trágico y que posteriormente se ve obligado a enfrentarse a consecuencias inesperadas. “Pero de golpe, dos o tres semanas después, me ofrecieron mi primer trabajo como guionista de televisión y me trasladé a Los Ángeles”, dice el libretista. “Benj, Justin y yo acabamos viéndonos cada pocos meses y rompiéndonos los sesos durante 36 horas seguidas antes de que tuviera que subirme a un avión y volver al trabajo”.
Los tres se preguntaron qué les atraía de esta idea y qué tipo de personajes podían surgir de estos temas. “Nuestro primer gran descubrimiento fue que, hablando del instituto, nos dimos cuenta de que había una historia que contar sobre la tragedia y el oportunismo, y que nos sonaba mucho”, explica Steven Levenson.
Entonces se les ocurrió que la atracción que representa identificarse con la tragedia de otros puede ser una profunda de necesidad de conexión, y que la gente es capaz de inventarse cosas con tal de formar parte de algo más grande. En cuanto les vino esto a la mente, se preguntaron qué pasaría si el personaje central fuera incapaz de conectar con los demás. “Eso nos llevó por el camino del trastorno social: alguien atrapado dentro de sí mismo desesperado por conectar con otros, pero incapaz de hacerlo”, sigue diciendo. “Evan nació de todo esto, era la buena dirección”.
Después de siete meses ya tenían la estructura de la historia. “Decidimos probarlo”, añade. “Me dediqué a escribir la historia y las escenas como si se tratara de una obra de teatro. Había momentos en la historia en que podía haber una canción. Cuando llegaba a uno de esos momentos, siempre ponía: ‘Buen sitio para una canción’ o escribía un largo monólogo para imitar lo que a mí me parecía ser una canción”.
Entregó lo que había escrito a Benj Pasek y a Justin Paul. “Muy pronto dejé de tener claro dónde acababa mi trabajo y empezaba el suyo, y viceversa”, dice. “Contestaron diciendo: ‘Creemos que aquí cabe una canción, pero si es así, la escena debe cambiar a…’ Y cuando la escena cambiaba, aparecía otra canción. Al final hablábamos los tres a la vez y terminábamos las frases de los otros”.
Benj Pasek y Justin Paul, ganadores del Premio de la Fundación de Artes Interpretativas Jonathan Larson en 2007, habían encontrado en Steven Levenson a un colaborador ideal que entendía instintivamente sus motivaciones musicales. Todos los caminos empezaron a llevar a “Rent”. “Para los tres, el musical ‘Rent’ fue como una iniciación”, explica Benj Pasek. “Tenía sentido. Los personajes eran mayores que nosotros, pero hablaban de un mundo en Nueva York con complicadas cuestiones de identidad y de moral. Los personajes, la forma en que estaba escrito, el estilo del musical – una fusión de pop con narrativa –, todo nos influyó muchísimo”.
El espectáculo se convirtió en su piedra angular. “La música de ‘Rent’ se diferencia mucho más en cada tema”, explica Justin Paul. “Hay grandes diferencias con ‘Evan’, pero fue muy instructivo descubrir un musical que tocaba un tema serio, actual, usando música pegadiza y letras relevantes para expresar y captar ideas con la estructura o forma de una canción pop”.
LA FUSIÓN ENTRE EL ACTOR Y EL PERSONAJE...
Cuando los tres escribían el musical entre 2013 y 2014, Benj Pasek les hablaba a menudo de un joven actor llamado Ben Platt. Se había presentado a las pruebas para el espectáculo anterior de Pasek y de Paul, “Dogfight”, pero entonces era demasiado joven para darle un papel realmente importante. No se plantearon que fuera Evan hasta que le vieron en “The Book of Mormon”. “Benj y Justin estaban convencidos de que era perfecto para el musical que estábamos creando”, recuerda Steven Levenson. “En la primera lectura que hicimos con actores, Ben encarnó a Evan. Siguió siendo Evan hasta que abandonamos Broadway en 2017. Él es Evan”.
El ADN de Ben Platt forma parte del personaje. “Ben es de esos actores a los que adoro como escritor”, dice Steven Levenson. “Siente un profundo respeto por la palabra escrita, posee la habilidad de hacerse con una frase y mejorarla. Sabe cómo contar historias. No se limita a centrarse en el papel, tiene en cuenta toda la historia, algo poco habitual y nada fácil para un actor. Siempre me fio de su instinto”.
Ben Platt nunca se había involucrado tanto en el desarrollo de un musical hasta “Querido Evan Hansen”. “Hablando de musicales modernos, no conozco ninguno en que el libreto y la música fluyan con tanta facilidad”, dice el actor. “Ver a Steven Levenson conservar su estilo en los diálogos y, a la vez, integrar las letras de Benj Pasek y Justin Paul, consiguiendo una naturalidad perfecta, me dejó impresionado. Y como actor reconozco que me facilitó la tarea y me ayudó mucho porque no tuve que cambiar de idioma cuando debía cantar. Había un solo lenguaje y una sola percepción”.
EL CAMINO A BROADWAY...
El productor Marc Platt vio “Querido Evan Hansen” por primera vez cuando en 2014 fue invitado a una lectura en un taller de teatro en Nueva York, el invierno antes de que se presentara en Washington DC. Ya habían colaborado con los compositores Justin Paul y Benj Pasek en La ciudad de las estrellas/La La Land, y conoció al dramaturgo Steven Levenson en el taller.
Poco después, Pasek, Paul y Levenson solicitaron la experiencia de Marc Platt y este les asesoró durante todo el desarrollo final. “La primera vez que vi ‘Querido Evan Hansen’, me pareció que tenía momentos fuertes y maravillosos, además de una música fantástica”, dice el productor.
La fuerza creativa del desarrollo, ejecución y evolución del musical “Wicked”, Marc Platt, aconsejó a los tres creadores durante el afianzamiento de su espectáculo. “Les ayudé de muchas formas”, dice Marc Platt. “Me encantaba la música, los diálogos. Seguía evolucionando y me alegró poder contribuir en una obra tan apasionante”.
El trio quedó agradecido por la ayuda. “En el desarrollo de ‘Querido Van Hansen’ para Broadway, Marc se convirtió en un colaborador y un mentor para nosotros, primero en La ciudad de las estrellas/La La Land y después en casi todo lo que teníamos entre manos”, reconoce Justin Paul. “Fue muy influyente. Nos ayudó mucho y funcionó un poco como cuando un escritor tiene un bloqueo mental y llama a un amigo, normalmente otro escritor, y le pide consejo. Marc fue una versión del amigo a la enésima potencia: un brillante creador que conocía a la perfección el funcionamiento de nuestro musical”.
Marc Platt demostró ser muy generoso retocando detalles de las canciones y del libreto. “Fue nuestro guía creativo, y es parte de la familia del musical”, añade el compositor. “Y ahora, con QUERIDO EVAN HANSEN, estamos aún mucho más unidos. Todo nos ha llevado hasta el punto de realizar esta película juntos, siendo socios oficialmente. Ha sido muy satisfactorio, como cerrar el bucle, ya que hicimos gran parte del recorrido juntos”.
Después de años de talleres, tanteos y retoques, el musical ‘Querido Evan Hansen”, dirigido por Michael Grief, se estrenó por fin en Broadway en 2016. El espectáculo fue un absoluto éxito de público y se llevó nada menos que seis premios Tony, entre ellos el de Mejor Musical y el de Mejor Actor Principal en un Musical para Ben Platt.
QUERIDO VAN HANSEN, LA PELÍCULA. BEN PLATT REGRESA AL PAPEL...
Una vez estrenado “Querido Van Hansen” en Broadway, todos estaban de acuerdo en que el musical tenía mucho potencial para transformarse en una película. Los tres creadores, Marc Platt y su socio productor Adam Siegel ofrecieron los derechos a Universal Pictures. “Muchos estudios estaban interesados”, dice Marc Platt, “pero Universal se apasionó por el material y no se rindieron hasta conseguir los derechos cinematográficos”.
Una de las condiciones de Universal era que Ben Platt estuviera dispuesto a encarnar en la gran pantalla el papel que había inmortalizado en Broadway. Desde su concepción, había ayudado a desarrollar a Evan Hansen, y nadie entendía mejor al personaje. “Evan era la materialización de numerosos problemas que los músicos y el libretista querían plasmar”, explica el actor. “En todos estos años he tenido la oportunidad de descubrir quién es Evan y cómo encaja conmigo, cómo le doy vida física, vocal y emocional. Se ha convertido en un joven muy específico en mi mente, un poco como una segunda naturaleza”.
Desde que el musical dejó Broadway, la carrera de Ben Platt había sido de lo más exitosa, pero consideró un honor que le pidieran que volviera a ser Evan. “Era una oportunidad para inmortalizar esta historia, una historia que puede tocar a mucha gente, sobre todo a los jóvenes”, explica. “Es obvio que una película va a afectar a un público mucho más amplio en un espacio de tiempo más corto”.
Además, aceptar el papel tenía otro aliciente, el de trabajar con su padre, el productor Marc Platt. “Nunca había trabajado realmente con mi padre”, añade Ben Platt. “Era la primera vez que los dos íbamos a contribuir en un mismo proyecto, cada uno en nuestro papel. Está claro que de todos los productores posibles, tenía que ser mi padre el que se encargara de esta adaptación. Unimos nuestras fuerzas de forma natural. Para mí fue una oportunidad muy especial. Personalmente, no iba a perdérmelo por nada del mundo”.
STEPHEN CHBOSKY TOMA LAS RIENDAS...
Los productores Marc Platt y Adam Siegel sabían que para llevar el musical “Querido Evan Hansen” a la pantalla debían encontrar a un director con una visión y sensibilidad emocional muy especial. El realizador ideal no podía ser otro que Stephen Chbosky. No solo había escrito el guion para la adaptación cinematográfica del musical “Rent” y coescrito el guion de La bella y la bestia, también es el coguionista y director de Wonder, y el guionista y director de Las ventajas de ser un marginado, basada en su novela. Además, tiene una idea muy clara de las complejidades de la adolescencia.
“Stephen sentía una conexión personal con esta historia, y ya había rodado dos películas en torno a la adolescencia y el aislamiento”, dice Marc Platt. “Estos dos elementos nos hicieron pensar que sería el narrador idóneo para la película, y no nos equivocamos”.
Tanto el reparto como los creadores del musical habían recibido cartas de fans diciendo que el musical les había ayudado e incluso salvado personalmente o a alguien conocido. También habían escrito cartas parecidas a Stephen Chbosky después del lanzamiento de la novela y del estreno de Las ventajas de ser un marginado. El potencial de la película QUERIDO VAN HANSEN para ayudar a adolescentes y a sus padres le pareció un aspecto importante.
El director había visto el musical en Broadway ya sin Ben Platt, pero aun así le había cautivado. Meses después seguía sin poder sacárselo de la cabeza.
Mientras estaba en Los Ángeles se reunió con Marc Platt y Adam Siegel para explicarles por qué le interesaba dirigir la película. “Llevo 15 años de mi vida dirigiendo películas reflexivas para empoderar y entender a los jóvenes”, dice Stephen Chbosky. “Basándome en mi experiencia con Las ventajas de ser un marginado, sé hasta qué punto puede influir en los jóvenes un entretenimiento popular”.
Para el director, QUERIDO EVAN HANSEN era la oportunidad de dirigirse directamente a los problemas mentales de los jóvenes, el aislamiento al que los someten las redes sociales y sus compañeros, ahora aún más extendido que en la época de la creación del musical. “Desde luego, se ha vuelto mucho más intenso después de la pandemia”, dice Stephen Chbosky.
Cuanto más escuchaban las ideas del director, más inspirados se sintieron los dos productores por su pasión. Adam Siegel aún recuerda una frase que pronunció Stephen Chbosky en esa primera reunión. “Nos dijo: ‘Solo se hacen equis películas en una vida, si voy a dirigir una cuyo guion no es mío, tiene que ser esta’”.
La profundidad, los matices y la visión de futuro director también impresionaron a Marc Platt: “A Stephen se le da muy bien dirigir a los actores y entiende a la perfección la dinámica existente entre padres e hijos. No tardó nada en encontrarla en el guion”.
Evan es, no cabe duda, el personaje principal, pero todos – Cynthia, la madre de Connor, su hermana Zoe, su padrastro Larry, entre otros – intentan sobrevivir al dolor. “Me identifiqué con la rabia de Larry y de Zoe, y también con Cynthia, que quiere mantener vivo el recuerdo de su hijo, y todo lo que eso implica”, dice Stephen Chbosky.
Los productores sabían que Stephen Chbosky era un cineasta que aportaría emociones vivas a QUERIDO EVAN HANSEN evitando los lugares comunes y el sentimentalismo. “Stephen tiene un barómetro interno que le indica lo que está bien y lo que está mal”, explica Adam Siegel. “Conoce íntimamente a los personajes, como un guionista. El realismo emocional con el que cuenta una historia es lo que más nos gustó. Esta historia toca algo en todos nosotros, y Chbosky se dio cuenta enseguida. Se dejó llevar por el corazón”.
Cuando Benj Pasek, Justin Paul y Steven Levenson concibieron el musical, solían decir que debía parecer una película independiente en un escenario. “No teníamos ni idea de lo que queríamos decir”, reconoce Pasek ahora, “pero era la estrella que nos guiaba”. Con Stephen Chbosky habían encontrado a un director que sabía reconocer el corazón independiente, intimista y emotivo del musical. “Ha sido maravilloso lo que ha hecho Stephen con el musical llevándolo a la gran pantalla”, sigue diciendo el músico. “Es mucho más que un director porque también es escritor. Supo cómo estructurar la historia en la adaptación”.
LA ADAPTACIÓN DE "EVAN" A LA GRAN PANTALLA...
La adaptación de una novela, un relato o una obra de teatro a la pantalla siempre implica cambios. Lo que funciona contado de una forma no lo hace igual de bien en otro medio. Sin embargo, muy a menudo estos cambios son una oportunidad para enriquecer o dar más importancia a algunos personajes, y todos los responsables de QUERIDO EVAN HANSEN estaban entusiasmados con la idea. El núcleo central del musical permanece intacto, pero la película ha hecho posible que se profundizara en algunos aspectos de la historia y se mejoraran varias cosas.
EL HUERTO DE EVAN. FANTASÍA Y REALIDAD...
El productor Marc Platt estudió cómo trasladar el musical a la gran pantalla y habló en repetidas ocasiones con Steven Levenson: “Steve es un gran dramaturgo, y también un guionista genial”, dice. “Empezamos con una idea muy cinematográfica centrada en la historia de Evan en el huerto de frutales – y el hecho de que se había inventado la historia de su rescate por parte de Connor cuando se cayó del árbol. No se descubre realmente qué ocurrió en el huerto hasta el final del musical. En el escenario no se ve lo que pasa en el huerto, solo se oye a Evan contarlo”.
“Lo primero que le dije a Steve fue que imaginaba el principio de la película con imágenes fragmentadas de un niño corriendo”, sigue diciendo Marc Platt. “No se sabe lo que pasa, pero trepa por un árbol y se cae. Por fin aparece la cara del personaje, que mira a cámara desde el suelo, y empiezan a oírse las primeras notas de ‘Waving Through a Window’”.
Marc Platt sugirió que esta misma escena volviera a verse a mitad de la película, pero desde una perspectiva diferente. “Esta vez no se ve una imagen fragmentada, sino toda la historia tal como la cuenta durante la canción ‘Forever’. Es la versión inventada de Evan. Trepa al árbol y se cae, pero esta vez, cuando mira hacia arriba, su amigo le rescata. Y en la tercera y última escena del huerto, por fin vemos lo que ocurrió realmente porque Evan acaba confesando la verdad en la canción ‘Words Fail’. En cine podemos enseñar las tres versiones. Se lo dije a Steven y él hizo el resto”.
UNA ESTRUCTURA EN TRES ACTOS...
La adaptación cinematográfica hizo posible explorar la historia en formas imposibles de utilizar en un escenario. “¿Qué pasa con Evan cuando por fin reconoce que ha mentido?”, comenta Marc Platt. “¿Cómo se supera algo así? ¿Quién era realmente Connor y cómo saber más de él? Se podía sacar mucho partido de estos estupendos personajes y de una historia tan profunda. El recorrido emocional y la vida de los personajes se cruzan y se afectan mutuamente, lo que nos abría un sinfín de posibilidades”.
Volver a trabajar con las soluciones que habían encontrado para el escenario fue un reto para Steven Levenson. “Todo puede mejorarse, pero habíamos resuelto algunos retos creativos de la mejor manera posible”, explica. “Y de pronto, hay que encontrar otras soluciones para los mismos problemas en un medio diferente. Para eso hace falta recordar lo que funcionó bien y estar dispuesto a reinventarlo si hace falta. Utilicé ambas posibilidades”.
DETALLES, DETALLES. DETALLES...
Steven Levenson también debió tener en cuenta aspectos muy específicos para la película. En un escenario, mucho se basa en la abstracción. Por ejemplo, dos paredes hacen un dormitorio, una mesa es un comedor. “En un guion, el mundo es mucho más detallado”, dice. “En una obra de teatro se tiende a quitar un máximo de detalles. Pero al centrarme en el guion me esforcé en buscar los detalles que llenarían ese mundo”.
Ocurre lo mismo con los personajes. En el musical, unos cuantos actores representan a los compañeros de Evan y tres adultos hacen el resto. Pero la película requería llenar de gente el mundo de Evan. Fue una oportunidad para reflejar la realidad actual de los institutos de barrio y de las zonas de las afueras. Los adolescentes de hoy son la generación más diversificada racialmente de toda la historia de Estados Unidos, incluso la más diversificada de cualquier país, y la película lo refleja.
METERSE EN LA CABEZA DE EVAN...
Algunas técnicas narrativas funcionan de maravilla en los escenarios, pero son totalmente artificiales en una pantalla, algo que afectaba a las funciones de Connor Murphy. En el musical, Steven Levenson explica que “Connor regresa como una voz en la cabeza de Evan, lo que nos permite entrever las emociones que vive Evan en su recorrido. Decidimos muy al principio que no era factible para una película, era demasiado teatral. Tuvimos que encontrar otra forma de meternos en la cabeza de Evan”.
CANCIONES QUE SE PIERDEN, CANCIONES QUE APARECEN...
No todas las canciones del musical han llegado a la gran pantalla. “Cualquier canción en un musical realiza una función muy concreta propia del personaje, el relato y la puesta en escena”, explica Marc Platt. “Pero eso no significa que vaya a funcionar en una película”.
Las canciones “Anybody Have a Map?”, “Disappear”, “To Break in a Glove” y “Good for You” no están incluidas en el guion cinematográfico.
“Lo curioso es que esto me gustó”, dice Steven Levenson. “Lo más difícil fue no tirarlo todo por la borda y empezar desde cero. Tuve una charla con Adam Siegel y le pregunté con cierta preocupación si debía adaptar cada frase. Me contestó que no. Y añadió: ‘Si adaptaras la obra de otra persona, solo conservarías lo que te apeteciera’. Tenía la sensación de que debía volver a escribirlo todo, cambiarlo todo, hacer algo nuevo. Me sentí liberado cuando entendí que podía conservar lo que funcionaba”.
Benj Pasek y Justin Paul compusieron dos canciones nuevas para los personajes de Alana Beck (“Anonymous Ones”, cocompuesta con Amandla Stenberg) y Connor Murphy (“A Little Closer”). Pero Marc Platt y Steven Levenson se dieron cuenta de que no cabían todas las canciones en la película.
“Algunos temas son ‘de presentación’, el personaje no canta a nadie en particular, se vuelve hacia el público y canta”, explica el productor. La canción “Does Anyone Have a Map”, cantada por Cynthia Murphy y Heidi Hansen mirando al público, acerca de las dificultades de educar a un adolescente es un perfecto ejemplo. “En una película no tiene cabida, es demasiado forzada y teatral”, acaba diciendo Marc Platt.
Cualquier canción que no pareciera auténtica y espontanea, por muy buena o querida que fuera, debía desaparecer en la película. “QUERIDO EVAN HANSEN es una película musical acerca de la vida actual”, añade Marc Platt. “Al contrario de otros musicales, no es un mundo de colores brillantes y tampoco transcurre en una época pasada, todo ocurre ahora. Trata de temas reales muy importantes en los que la vida está en juego”.
EVOLUCIÓN DE LOS PERSONAJES...
Las expresiones de los actores en un escenario no pueden ser las mismas que en el ambiente más intimista de una película, donde deben matizarse más. Se adaptaron todos los personajes de QUERIDO EVAN HANSEN y algunos – como Larry Mora, Jared Kalwani, Connor Murply y Alana Beck – fueron revisados y/o ampliados para las necesidades de la película.
En el musical, Larry Murphy es el padre biológico de Connor, pero en la película se convierte en Larry Mora, su padrastro, encarnado por Danny Pino. Cambiar esto y dar el papel a Danny Pino refleja la realidad de muchas familias mixtas y abre una nueva dimensión a las relaciones familiares después de la muerte de Connor.
Jared Kleinman se ha transformado en Jared Kalwani, al que da vida Nik Dodani, y en la película es de ascendencia oriental y gay. Su amistad con Evan es aún más compleja y empática.
Connor Murphy, al que encarna Colton Ryan, tiene más importancia y peso en la película. En la obra de teatro es un solitario algo amenazante y enigmático, más real en la fantasía de Evan que en la realidad. Ahora vemos más al verdadero Connor y cómo era antes de que la rabia se apoderase de él.
En el escenario, Alana Beck parece una ambiciosa empollona, pero en la película se la ve desde detrás de su perfecta fachada. Interpretada por Amandla Stenberg, tiene más en común con Evan de lo que él imagina, y se descubrirá su soledad y aislamiento.
LOS PERSONAJES...
Evan Hansen (Ben Platt):
El papel de Evan Hansen se convirtió en parte íntegra del mundo de Ben Platt durante más de seis años. Sin embargo, para la película, ha tenido que pasar de un mundo más próximo a la fantasía a uno más intimista y realista. “Nos parecía una tarea casi imposible porque había interpretado a Evan cientos de veces en el escenario y estaba impreso en sus huesos”, recuerda Justin Paul. “¿Cómo iba a conseguir olvidar los movimientos, los gestos, para volver a crear desde cero una interpretación adecuada de Evan en la pantalla?”
Pero Ben Platt no lo dudó: “La auténtica pelea, el reto y lo mejor fue escuchar a mi instinto, recordar los detalles físicos, los manierismos, los gestos intuitivos, y a la vez escuchar otra voz que me obligaba a ser espontáneo, a crear algo nuevo y auténtico, algo lo suficientemente maleable y anclado para funcionar en la pantalla, pero sin perder la esencia del personaje que había creado en el escenario. Trasladarlo a la pantalla fue una experiencia única y dudo que vuelva a tener semejante oportunidad.
El director Stephen Chbosky ayudó a Ben Platt a conseguirlo. Era el único miembro del equipo que no le había visto interpretar a Evan en el escenario, lo que le permitió apreciar su trabajo con una mirada nueva. “Para mí se trataba de encontrar la actuación más honrada”, dice el director. “Ben me dijo que se sintió más libre porque sabía que yo no esperaba nada de antemano. Me limitaba a mirar lo que hacía. Fue como ver a Ben Platt la noche del estreno durante dos meses”.
Stephen Chbosky trató al protagonista como a un colaborador y le involucró en todas las decisiones de peso del rodaje. “Stephen entendió que el personaje significa mucho para mí”, reconoce el actor. “Cuando debíamos rodar una escena complicada o una escena difícil, me consultaba acerca de cuándo me venía mejor. ¿Prefería hacerla a primera hora? ¿Quería hablar con él antes? ¿O era mejor rodar otra cosa por la mañana y pasarla a la tarde? Le estoy muy agradecido por haber confiado en mí y darme la oportunidad de expresar lo que necesitaba para sacar lo mejor. Por eso mismo, la interpretación estuvo a la altura”.
El productor Adam Siegel, que conoce al actor desde que este tenía seis años, nunca dudó de que se adaptaría. “Ben es muy cálido, muy afectuoso, pero también es muy determinado y tiene una voluntad de hierro”, dice. “Puede aparentar una total vulnerabilidad a pesar de su fuerza interior. Ese contraste le convierte en un actor sumamente creíble”.
Cynthia Murphy (Amy Adams):
Cynthia Murphy es una madre que intenta sobreponerse a una terrible pérdida, a la confusión y sentimiento de culpabilidad que le produce el suicidio de su hijo Connor. Se esfuerza en seguir adelante y en mantener unida a su familia a pesar del dolor y la desesperación. El papel requería a una actriz sumamente capacitada, como Amy Adams, nominada en seis ocasiones a los Oscar. “Amy es naturalmente emocional”, dice Benj Pasek, “y cuando decide mostrarlo, resulta abrumador. Una de las razones por las que Amy conecta emocionalmente con tanta facilidad es porque siempre se esfuerza en superar los malos momentos que atraviesa su personaje. Es complicada, humana y muy real. Fue maravilloso que Amy aportara tanta complejidad a Cynthia”.
La actriz se enamoró del musical de Broadway cuando lo vio en verano de 2019 y recuerda que entonces pensó, al salir del teatro: “Si alguna vez hacen una película de esto, me encantaría ser parte del proyecto. Y así fue. Sabía que en el cine tendría la oportunidad de intimar más con la experiencia de Cynthia. Se trataba de homenajear a los que habían sido tan maravillosos en el escenario y, a la vez, intentar encontrar la forma de trasladar una sensación intimista y emocional”.
La actriz recalca que este pasado año le ha hecho ver aún más que la compasión y la comprensión son necesidades universales. “No solo es importante que las personas sientan que se las ve, debemos verlas”, dice. “Lo que hizo el musical y lo que hará la película – al crear una experiencia compasiva común – es palpable. Me parece sumamente importante aportar este tipo de empatía, compresión y compasión a las personas cuyas historias quizá desconozcamos”.
Con Evan, Cynthia recupera la esperanza de aferrarse a un hijo que se había convertido en un misterio y en un extraño. Con Cynthia y su familia, Evan puede ser una nueva versión de sí mismo. Cynthia ve a Evan como a él le gustaría que todos le vieran, como le gustaría verse a sí mismo. Llegar a este nivel de comunicación requirió una fuerte confianza mutua entre Amy Adams y Ben Platt. “Me sentí inmediatamente atraída por Ben y su encarnación de Evan”, dice la actriz. “Como Cynthia, le doy a Evan la madre que él hubiera deseado tener y me creo la versión que él mismo quiere creer de sí mismo. Hay un intercambio maravilloso entre los dos sin necesidad de articular palabras”.
Todo el reparto estaba encantado con Amy Adams. “Amy Adams, una leyenda entre leyendas”, dice Kaitlyn Dever, que da vida a su hija Zoe Murphy. “La primera vez que la vi, se acercó a mí con los brazos abiertos y empezó a hacerme preguntas. Quería conocerme y también que la conociera. Pensé que trabajar con ella sería superestresante, pero nunca me hizo sentir así. Cuando estábamos en el plató, teníamos espacios en la casa de los Murphy y a menudo iba a verla para charlar un rato. O venía ella a verme. Casi no me podía creer que cantáramos juntas”.
En estas charlas, Amy Adams compartió su forma de enfocar la vida y el trabajo. “Le conté que los grandes proyectos me abrumaban, que me estresaban mucho. Me dijo que nunca perdiera la luz, que siempre recordara mantener la luz en mi interior”, dice la joven actriz. “Me pareció muy profundo y se me quedó grabado. En nuestra profesión, a veces no sabes qué dirección tomar, y puede dar miedo”. Parece ser que Amy Adams también disfrutó con las conversaciones: “Tenía que esforzarme para acordarme de que tengo 20 años más que Kaitlyn. Siempre me apetecía hablar con ella, tuvimos unas charlas geniales”.
Heidi Hansen (Julianne Moore):
La oscarizada Julianne Moore da vida a Heidi, la madre de Evan Hansen, que se esfuerza en conectar con su hijo a pesar de que este intente evadirse. La actriz, madre de dos adolescentes, entiende el problema de Heidi. “Una de las cosas que me gusta de Heidi es que quiere mucho a su hijo y está dispuesta a reconocer sus errores”, explica Julianne Moore. “Por eso dice que se equivocó en algunas cosas, que lo siente, pero que está aquí, que le ve. Son personajes que se entregan una y otra vez”.
Julianne Moore reconoce que adoró el musical. “Esta historia explora lo que significa vivir en un mundo donde se filtran tantas impresiones de lo que nos rodea y de nosotros mismos a través de las redes sociales”, dice. “¿Qué tiene de bueno? ¿Por qué nos aísla tanto? La experiencia humana cambia según la década en que vivimos. Esta película es moderna, muestra lo que viven los chicos actuales, pero también ofrece el punto de vista de los padres”.
La mayoría de escenas de la actriz son con Ben Platt y se rodaron en bloque. “Tuvimos un minirodaje en medio del gran rodaje”, dice Ben Platt. “Dedicamos dos semanas únicamente a Heidi, a Evan y a su relación. Julianne llegó y rodó todo lo suyo de un magnífico tirón”.
Haber reservado un periodo para estas escenas demostró ser muy útil. “Fue superimportante construir una relación afectuosa, cálida y segura”, explica Ben Platt. “Julianne puede ser muy abierta con sus emociones e hizo sentirme seguro mostrando mi vulnerabilidad con ella. Desde luego, por algo es una gran profesional y una leyenda: se metió en el papel inmediatamente y era muy auténtica”.
Zoe Murphy (Kaitlyn Dever):
Zoe Murphy, la hermana de Connor, intenta superar una montaña de emociones enfrentadas después de la muerte de su hermano. Su naciente romance con Evan Hansen es una ayuda, pero también le complica la vida.
Desde el momento en que Kaitlyn Dever, de Súper empollonas, se presentó a una prueba, el papel de Zoe Murphy fue suyo. “Es la perfecta unión entre una actriz y un papel”, dice Marc Platt. “Kaitlyn lo sacó todo en un instante, los mecanismos de defensa de Zoe, la tristeza mezcla de rabia por la muerte de su hermano, su necesidad de que la vean. Además, tiene una voz maravillosa. Puso el listón muy alto en su primera prueba”.
Más aún, durante la primera lectura con Ben Platt, todos se dieron cuenta de la química entre los dos. “Brilla”, dice Adam Siegel. “Kaitlyn y Ben compartieron la misma casa durante todo el rodaje y se convirtieron en amigos inseparables. Cuando no trabajaban, se dedicaban a decorar camisetas para el equipo. Se apoyaban mutuamente. Kaitlyn es muy especial”.
“Cenábamos juntos en casa y luego veíamos la serie ‘Love Island’ juntos. Era genial tener a una amiga durante un rodaje”, recuerda Ben Platt. “Fue muy especial y le debo mucho”.
La joven actriz también vio el musical en Broadway con su madre y tiene una foto para demostrarlo. “Me enamoré del musical inmediatamente”, dice. “Estaba en Londres cuando me llamó mi agente para decirme que buscaban a una actriz para encarnar a Zoe Murphy. Me precipité al West End para verlo de nuevo antes de hacer la prueba. Fue igual de mágico en Londres. Alquilé una sala de ensayos por horas para practicar “Requiem” y ”Only Us” sin molestar a los otros huéspedes del hotel”.
Kaitlyn Dever no esconde que siente una gran simpatía por su personaje: “Es mucho trauma para una chica de dieciséis años que lleva tanto tiempo sin que nadie se dé cuenta de que existe. Es una enorme tragedia para toda la familia y no sabe cómo procesarlo. Y tampoco tiene por qué saberlo a su edad”. Hace una pausa antes de seguir: “Es un personaje fuerte, se enfrenta a todo esto y lo supera”.
Al conocer a Evan, Zoe siente que alguien la ve por primera vez. “Zoe representa a la perfección lo que viven muchos adolescentes, el estrés de sentirse solos”, dice la actriz.
La comprensión que tiene Kaitlyn Dever de su personaje se nota en todas sus escenas. “Es totalmente auténtica”, dice Ben Platt. “Es imposible trabajar con ella y equivocarse. Reconozco que los días que actuamos y cantamos juntos fueron mis preferidos de todo el rodaje”.
Alana Beck (Amandla Stenberg):
Amandla Stenberg se dio a conocer con el papel de Rue en Los juegos del hambre, a la que siguieron aclamadas interpretaciones en películas como El odio que das. Cuando los cineastas buscaban a la actriz más capacitada para interpretar a Alana Beck en la pantalla, todos estuvieron de acuerdo en que era ella.
“Amandla tiene una cualidad etérea”, dice Stephen Chbosky. “Es una persona adorable y muy accesible”. La actriz se metió realmente en la piel de Alana y consiguió darle una gran profundidad convirtiéndola en un personaje poco habitual en el cine: la adolescente brillante que esconde una lucha interior. “Hay muchos adolescentes brillantes sometidos a una tremenda presión para conseguir ser los mejores”, explica el director. “Son de cualquier color, raza, credo y religión. Me gusta la idea de que sean como el resto. Con Amandla todos coincidimos en que Alaba sería mucho más compleja”.
Por debajo de la necesidad imperiosa que siente Alana por encajar y ser la más perfecta de sus compañeros, se esconde el deseo de que todos la acepten. “Con Alana quise explorar a un personaje que quiere destacar y canaliza toda su energía en ser la más activa, en impresionar a compañeros, profesores, familiares y a toda la gente que la rodea, pero este esfuerzo suele enmascarar un dolor muy profundo”, explica la actriz. “Esta película es única introduciéndonos en el lado secreto de las personas, en el lado más vulnerable, ese que no quieren compartir con nadie. Es importante compartir nuestras vulnerabilidades y, a través esto, encontrar conexiones, solidaridad y afecto”.
La idea que se hizo Amandla Stenberg de Alana llevó a que se compusiera una nueva canción para ella, “Anonymous Ones”, que la actriz coescribió con Pasek y Paul. “Aquí se fusiona la experiencia de Amandla como música y cantautora con el personaje”, explica Marc Platt. “Ha sido una colaboración muy especial”.
Jared Kalwani (Nik Dodani):
Para adaptar al ingenioso Jared era importante que la aparente seguridad del personaje enmascarara una enorme inseguridad. Cuando se escogió al humorista Nik Dodani para el papel, se cambiaron varios elementos del personaje del musical que no encajaban con su sentido del humor.
Jared, el personaje que encarna Nik Dodani, sigue siendo amigo de Evan Hansen, pero su apellido ha cambiado. Ya no es Kleinman, ahora es Kalwani, un chico de ascendencia india con un humor menos combativo. “En el escenario, Jared puede ir a por todas y es muy gracioso”, explica Stephen Chbosky, “pero en una película, los primeros planos aumentan las emociones, todo es mucho más cercano”.
Aunque Jared debía seguir siendo la vertiente humorística de la película, si era demasiado insensible, áspero y sarcástico, no caería bien al público. “Nik supo equilibrar a la perfección la parte cómica del personaje y el respeto requerido por la situación”, añade el director.
Chbosky trabajó con Dodani para desarrollar a Jared, lo que le llevó a hacer cambios adicionales. Nik Dodani es gay y lo dice en sus monólogos cómicos. “Hablé con Nik y le pregunté si le apetecía que Jared fuera gay”, dice Chbosky. “Nik se apuntó de inmediato y fue genial”.
Los creadores del musical sabían que Nik Dodani aportaría el nivel idóneo de humor. “Nik fue muy inteligente haciendo el papel; entendió que los insultos de Jared se deben a su inseguridad, que no proceden de la maldad”, dice Benj Pasek. “El papel requería un intérprete que dijera cosas bastante ridículas para esconder lo pequeño e inseguro que se siente. Solo un actor inteligente, adaptable y divertido como Nik sería naturalmente gracioso y revelaría a la vez los matices de su personaje”.
Nik Dodani se sintió atraído por la historia porque cree que toca muchos problemas que afectan a los adolescentes, pero que pocos se atreven a verbalizar. “La historia habla de temas difíciles, como el suicidio, el bullying, la depresión, los medicamentos antidepresivos. Es muy real, y el musical llegó a los jóvenes porque es auténtico como la vida misma”, dice. También le gustó que el personaje de Jared fuera aparentemente insensible para tapar su inseguridad. “A menudo, cuando se está en el instituto, solo piensas en ti mismo, y es normal”, explica. “Pero eso acaba afectando a las personas que te rodean, y Jared se da cuenta poco a poco”.
Nik Dodani era consciente de que le rodeaba lo mejorcito de Broadway y estaba dispuesto a aprender: “Rodar un musical es diferente de todo lo que he hecho hasta ahora. Si eres cantante y bailarín, genial. Si eres como yo, no es tan genial. Estaba dispuesto a aprender, pero no fue fácil. Siento un enorme respeto por las personas que actúan, cantan y bailan a la vez”.
Connor Murphy (Colton Ryan):
Aunque ha trabajado en series como “Little Voice”, el joven actor tiene un largo historial en los escenarios de Broadway. Mientras el musical estaba en Broadway, fue el suplente de Ben Platt para el papel de Evan Hansen, así como de los papeles de Jared y de Connor durante todo su recorrido.
En el escenario, Connor es una presencia volátil, errática e incluso enigmática. Pero para la película era necesario que el personaje fuera más terrenal. Colton Ryan creó una versión de Ryan llena de autenticidad y frescura. “Colton tiene una dulzura innata y, a pesar de la oscuridad y la rabia que lleva dentro, siempre deja entrever un rayo de luz”, dice Marc Platt. “Por eso, el personaje es aún más doloroso. A medida que Evan conoce a Connor y descubre cómo es realmente, la revelación se hace cada vez más agridulce”.
Connor está presente en la narración, bien como un recuerdo entre su familia o como la fantasía de Evan, pero es un personaje difícil de entender y de interpretar. ¿Es el típico acosador que roba la carta de Evan y pintarrajea su escayola? ¿El chico incomprendido luchando contra la depresión? ¿El chico dulce que se ha perdido? Colton Ryan ayudó a darle forma y definición. “Colton humanizó a Connor”, dice Adam Siegel. “Su madre Cynthia habla a menudo de lo luminoso que era Connor antes. Gracias a Colton, es posible ver otra cosa, no solo al chico del que todos se apartan por miedo en el colegio, sino un lado más amable. Y eso es muy difícil de conseguir para un actor”.
Cuando Ben Platt se enteró de que Colton Ryan había aceptado el papel, estaba encantado. “En todas las lecturas y las pruebas que hicimos juntos, dejé muy claro el gran cariño que sentía por él y lo genial que sería tenerle en el plató”, recuerda. “Colton entendía la dificultad de volver a este papel y me apoyó mucho. Es una estrella en ciernes”.
Al volver a interpretar a Connor, Colton Ryan comprendió que su idea del personaje había cambiado con el tiempo. “¿Qué fuerza hay que tener para aparecer cada día cuando se lleva un peso mental así encima?”, plantea el actor. “Antes consideraba a Connor como un triste, alguien por quien sentir compasión. Pero ahora siento sobre todo que el mundo no era bastante para él”.
En la película, los espectadores verán quién es realmente Connor gracias a la canción “A Little Closer”, escrita por Benj Pasek y Justin Paul. “Habla de lo que significa enfrentarse a la depresión y de lo complicado que es estar en un lugar tan oscuro”, explica Benj Pasek. “Habla de querer ser optimista a pesar de sentir que el mundo pesa y que es difícil abrirse camino en él”.
Larry Mora (Danny Pino):
Los cineastas decidieron que la versión cinematográfica reflejaría la diversidad de las familias actuales. “Nos planteamos qué hacer con el personaje de Larry en nuestra nueva idea de una familia”, recuerda Stephen Chbosky.
Optaron por transformar a Larry de padre a padrastro y que le encarnaría el actor cubanoamericano Danny Pino. “Danny fue una auténtica revelación”, reconoce el director. “Hablamos de personas con problemas mentales, y no se trata de un problema reservado a familias blancas residentes en urbanizaciones. El problema no sabe de razas ni de categorías socioeconómicas”.
La primera conversación entre Chbosky y Pino fue por Zoom y duró más de dos horas. “Me cayó muy bien”, dice el director. “Es de Miami, yo de Pittsburg. Casi hablamos más de béisbol que del personaje. Fue muy generoso y conmovedor encarnando a Larry. Supe que era él desde el principio”.
Sin embargo, para que Connor y Zoe tuvieran un padrastro, había que explicar la ausencia del padre. Stephen Chbosky le sugirió a Steven Levenson que el Sr. Murphy podría haber muerto cuando los niños aún eran muy pequeños. “En cuanto Steven introdujo esto en el guion, todo fue un poco más conmovedor”, dice. Zoe y Connor no recuerdan a otro padre que no sea Larry, pero no ocurre lo mismo con Cynthia, y esto produce una cierta brecha en su matrimonio. “Para Cynthia hay un fantasma en la casa”, dice Stephen Chbosky. Larry se ve como el padre de Connor, pero Cynthia no piensa lo mismo. “Lo que lleva a Cynthia a decirle: ‘No puedes entenderlo, no es tuyo’”, explica el director.
Stephen Chbosky le pidió a Danny Pino que interpretara a Larry como esos hombres que esconden sus sentimientos porque piensan que así deben ser los hombres, maridos y padres. “Es fácil pensar que Larry es un hombre frío”, comenta el director, “pero no es así. Me parece más interesante pensar que Larry se hace el duro porque piensa que ese es su papel. Es una tragedia para Larry, y Danny lo interpreta de forma admirable. Cuando se echa a llorar, es impresionante. No es débil, sencillamente es un hombre que ama demasiado”.
Danny Pino cree que Stephen Chbosky sabe cómo ayudar a un actor a llegar a lo más profundo de sí mismo para aportar más a su personaje. “Cuando rodamos ‘Requiem’, ensayamos un par de veces y Stephen me preguntó de golpe si estaba listo antes de gritar ‘¡Acción!’. Le dije que sí y añadió: ‘Por cierto, y no me refiero a Larry, sino a ti, Pino, eres un padre genial’”.
El comentario pilló a Danny Pino, padre de dos hijos, por sorpresa. “Me basé mucho en mi experiencia personal para interpretar a Larry”, reconoce. “Y en ese momento, todo se hizo muy personal. Demuestra la intuición y el poder de observación de Stephen. Es un don saber utilizar esas cosas. Siempre busca una forma de influir en los actores”.
SUPERVISIÓN VOCAL Y PRODUCCIÓN MUSICAL...
El supervisor vocal Ben Cohn y el productor ejecutivo de música Alex “Lac” Lacamoire, dos amigos incondicionales, ya eran parte de la familia “Querido Evan Hansen” antes de que se hubiera encontrado un título para el musical. “Lac y Ben Cohn son los maestros musicales de QUERIDO EVAN HANSEN”, dice Justin Paul. “Dado que su conocimiento de la partitura y de las canciones casi forma parte de su ADN, a todos nos pareció imprescindible que estuvieran en la película”.
Durante el rodaje, Ben Cohn trabajó en el plató de Atlanta, mientras Alex Lacamoire se quedó trabajando a distancia desde Manhattan. Fue una solución ideal. “Así yo podía estar trabajando con Kaitlyn Dever en una canción, mientras Ben estaba con Colton Ryan preparando otra”, explica Lacamoire.
Los actores no solo pregrabaron las canciones, también las cantaron en directo durante el rodaje. Para conseguir la mayor autenticidad posible, se utilizaron sobre todo tomas directas. “Las canciones están pensadas para ser extensiones de los diálogos”, dice Justin Paul. “Nos preguntábamos hasta qué punto se conseguiría esto en una película”. El objetivo era grabarlo todo en directo, pero antes se pregrababan los temas, ya que nunca se pueden prever las condiciones exactas de un rodaje. Debían estar preparados por si, por ejemplo, soplaba demasiado viento el día que Ben Platt canta “Words Fail” en un bosque, o si había ruidos incontrolables en el auditorio con “You Will Be Found”.
“Disponíamos de grabaciones por si acaso”, dice Justin Paul. “Pero queríamos que todo fuera natural, auténtico y no el típico sonido perfecto de un disco. Además, los diálogos debían transformarse en canciones y viceversa de forma absolutamente orgánica, por eso intentamos grabarlo todo en directo”.
Y así fue en la gran mayoría de canciones. En algunos casos, Ben Cohn acompañaba a los actores al piano desde donde no le veía la cámara. “El hecho de que Ben tocara el piano permitía al actor saber cuándo subir y cuándo bajar”, explica Justin Paul. “Ben era el apoyo secreto. Posteriormente se orquestaba la música de acuerdo con el piano de Ben. Nuestro enfoque siempre fue primero la historia, segundo la interpretación y todo lo que hacía falta para apoyarla musicalmente”.
LA COREOGRAFÍA...
La coreógrafa Jamaica Craft empezó bailando en las calles de Kansas City antes de trasladarse a Atlanta para bailar con los iconos del hip-hop TLC y acabar siendo parte del grupo. Conocida por su trabajo con Usher, Ciara y Justin Bieber, también ha realizado coreografías para las series “Empire” y “Lovecraft Country”.
A pesar de que le encantan las películas musicales, jamás había trabajado en una hasta QUERIDO EVAN HANSEN, pero la conexión con el director Stephen Chbosky fue inmediata. “Durante mi primera conversación con Stephen, seguimos hablando otra hora por teléfono después de haber acabado con la película”, recuerda. “A los dos nos encanta el mismo tipo de cine, sobre todo el de finales de los ochenta. Me enseñó mucho, sobre todo para conseguir que el número de baile encajara con la historia. Había mucho en lo que pensar y disfruté con cada momento”.
En apariencia, QUERIDO EVAN HANSEN no es una película en la que abunde la coreografía. Al contrario de otros musicales, no incluye una serie de números bailados y cantados, pero los personajes deben moverse de acuerdo con la cámara y la música. Este “trabajo de movimiento” era esencial en la película.
Desde un principio, Jamaica Craft demostró que no se dejaba de lado el más mínimo detalle. Para el tema “Sincerely Me”, que canta el trío formado por Evan, Jared y Connor, ofreció cinco opciones al director Stephen Chbosky. “Stephen escogió la que no me esperaba”, dice. “Estaba empeñada en que fuera un momento al estilo Gene Kelly y Fred Astaire, con los tres bailando con sus pinzas para coger basura, como si fueran bastones. Stephen me dijo: ‘Sí, me gusta, pero también tienes que hacerme reír’. Trabajando con él he aprendido a tener otras perspectivas y a ser más eficiente”.
La coreógrafa quiso conocer bien a los tres actores. “Colton es Gene Kelly y Ben es Fred Astaire”, dice. “Colton baila con los pies en la tierra, pero se adapta a cualquier nuevo movimiento sin perder su naturalidad. Es un bailarín nato”.
“Ben es tremendo”, sigue diciendo. “Tiene la memoria de un elefante, interpreta, sintetiza y se transforma. Los tres se esforzaron muchísimo y consiguieron una ejecución perfecta. Les recordé que los personajes no eran bailarines impecables y tuvieron que rebobinar un poco”.
Nik Dodani ocupa un lugar especial en el corazón de Jamaica Craft. “Bailar le daba pánico”, recuerda. “Le dije que podía enseñarle a bailar. Es alto, delgado, de movimientos naturalmente elegantes. Le demostré que podía usar sus dones naturales, y en cuanto le convencí, se lanzó”.
EL DISEÑO DE PRODUCCIÓN...
Los productores Marc Platt y Adam Siegel ya habían trabajado con la diseñadora de producción Beth Mickle en Drive y 2 Guns, y sabían desde el principio que era la persona ideal para diseñar QUERIDO EVAN HANSEN. “Lo que más me gusta de Beth es que se le dan igual de bien los superefectos especiales como utilizar pegamento y cinta adhesiva”, dice Adam Siegel. “Beth sale del cine independiente, y si hay una forma de resolverlo físicamente, lo hará”.
El enfoque de la diseñadora se centra en el personaje. “Ve una posible casa para un carácter e inmediatamente se pregunta si viviría allí, cuánto ganaría, en qué habitación dormiría”, sigue diciendo el productor. “Beth no escatima en los detalles. Aunque se trate del despacho del director del instituto y solo se ruede una vez allí, los expedientes en su mesa serán auténticos expedientes. Su equipo se esfuerza en crear un ambiente real para los actores. No hay nadie como ella”.
El diseño de una película musical:
Los decorados de una película musical no son los mismos que para un largometraje tradicional. “Son decorados más amplios que permiten el movimiento de los actores”, explica Beth Mickle. “Los muebles están colocados estratégicamente para que los personajes se muevan sin interrupciones”.
La diseñadora debía tener en consideración la altura de los techos de la casa que buscaba para los Connor. “Nos encantaron los techos altos de la casa de los Connor, son geniales para las canciones”, dice,
Aunque había que tener en cuenta los requisitos logísticos de un musical, QUERIDO EVAN HANSEN debía comunicar autenticidad y reflejar el mundo real. Se trata de una película intimista, y tanto Beth Mickle como Stephen Chbosky querían decorados naturalistas.
Hubo que diseñar tres decorados principales: el instituto, el hogar de los Hansen y el de los Murphy. “Son tres mundos donde pasamos gran parte del tiempo”, explica la diseñadora. “Permanecemos tiempo en el colegio de Evan; también en el bastante lujoso hogar de la familia Connor y, finalmente, en la casa más modesta de los Hansen”.
El instituto de Evan:
Evan y sus compañeros estudian en el instituto West View de Bethesda, Maryland. Dos colegios, Nuestra Señora de la Merced, en Fayetteville, y el instituto Sandy Creek, en Tyrone, cerca de Atlanta, hicieron las veces de West View. “Se mostraron muy amables con nosotros”, reconoce la diseñadora. “Rodamos fuera de las horas lectivas para no entorpecer a los alumnos, funcionó muy bien”.
La casa de los Murphy:
La familia de Connor vive en una casa lujosa y elegante que el equipo de Beth Mickle encontró en Alpharetta, Georgia. Los grandes salones y elevados techos de la casa, que atrajeron a la diseñadora tanto por su acústica como por su estética, fueron el escenario de uno de los momentos más memorables del rodaje.
Cuando ya se había rodado la canción “If I Could Tell Her”, cantada por Ben Platt y Kaitlyn Dever, el director Stephen Chbosky quiso rodar una versión a capella. “Durante unos tres minutos y medio escuchamos a Kaitlyn y a Ben cantar sin nada de música”, recuerda Beth Mickle. “El sonido se extendía por los pasillos, por las habitaciones. Yo estaba al lado de Stephen y los dos nos miramos, acabábamos de compartir algo maravilloso. Esas cosas solo pasan en nuestra profesión y fue un final fantástico para un duro día de trabajo”.
La casa de los Hansen:
La casa de Evan y de su familia es más modesta que la de su supuesto amigo. Beth Mickle y su equipo se inclinaron por un decorado ecléctico que comunicara sensación de autenticidad. “Bastó con mezclar un par de estilos, poner moqueta, unos sofás grandes y cómodos, alguna que otra herencia con piezas de Ikea y otras más nuevas, todo en colores suaves y terrosos para conseguir un hogar acogedor y cálido”, añade.
Indirectamente, la inspiración surgió de Ben Platt. Hablando con Stephen Chbosky acerca del decorado, este le contó que un día, hablando con Ben Platt de la relación de Evan con Heidi, le dijo que sería cálida, cómoda y acogedora. “Me sirvió para extrapolar cómo sería la casa”, dice. “Aunque sea una casa de la que Evan intenta alejarse, allí se siente cómodo. Eso me dio una pauta para el diseño”.
LA FOTOGRAFÍA...
El director de fotografía Brandon Trost jamás había oído hablar del musical “Querido Evan Hansen” antes de que su representante le mandara el guion. Lo que a primera vista podía parecer una desventaja acabó siendo todo lo contrario para la película. Su enfoque fue totalmente cinematográfico sin verse matizado por el musical. Los productores y el director le mandaron la música de la obra teatral con el guion para que pudiera escuchar las canciones en las escenas correspondientes.
Al principio dudó en cuanto al tono de la historia. “El guion estaba muy equilibrado, era ligero y divertido, así como fuerte y dramático”, dice. “No entendí la maravillosa fusión hasta escuchar las canciones. Al llegar a ‘You Will Be Found’, me quedé asombrado. No pude reprimir las lágrimas leyendo el guion y supe que era una película muy especial”.
Una película intimista ante todo:
Pensando en cómo llevar QUERIDO EVAN HANSEN desde los escenarios a la pantalla, Brandon Trost estudió varias posibilidades: “Siempre se proyecta más en el teatro, da igual que sean las interpretaciones, los movimientos, la iluminación. Necesitan proyectar hasta el fondo de la sala, el teatro funciona así. Pero la proyección debe ser más moderada en el cine”.
Ya que nadie quería perder la sensación de una actuación en directo, se le ocurrió filmar más de cerca. “La interpretación de Ben Platt fue clave para esto”, explica el director de fotografía. “Entiende a la perfección la diferencia entre el teatro y el cine. Encontró la forma de transformar una maravillosa e impactante actuación teatral en algo menos ostentoso, más tranquilo, pero incluso más preciso. Por mi parte, sabía que podía apoyarle con la intimidad requerida en ciertas escenas, o hacerlas más divertidas cuando era necesario. Mi enfoque no era el de una película musical, sino el de un drama”.
La historia es dramática y la iluminación debía equilibrar esta tendencia. “Nos pareció que debía sentirse el dramatismo de ciertas escenas, pero también entenderse que todo saldría bien”, explica Brandon Trost. “Aunque no es tarea fácil, ese era mi cometido”.
Movimientos de cámara y significado:
El director Stephen Chbosky y Brandon Trost se esforzaron en captar todas las emociones de las escenas. “Stephen apenas me hizo comentarios técnicos, pero sí hablamos de cómo utilizar un objetivo para acercarnos más a un actor, una interpretación, incluso un sentimiento”, dice Brandon Trost. “Disfruté mucho trabajando así. Es una interpretación física de ideas y emociones. Al cabo de unos días, no hacía falta que me dijera nada, me bastaba con mirarle para saber cómo debía corregirse la toma. Fue muy gratificante”.
Brandon Trost no trabajó directamente con Benj Pasek y Justin Paul, pero sus canciones fueron una poderosa influencia. “La música me indicaba en qué dirección ir”, explica. “Memorizamos todas las canciones para saber qué momentos debían resaltarse o hacia dónde debía ir la cámara. Los operadores de cámara y de travelling también debieron aprenderse la música, y todos escuchábamos los temas para estar sincronizados”.
Filmar a Ben Platt:
Muchas de las elecciones cinematográficas de Brandon Trost se vieron influenciadas por el protagonista de la película. “Ben lleva años conviviendo con Evan”, dice. “La película es otra vertiente de su personaje y vino preparado. La historia se cuenta desde la mirada y voz de su personaje, y la mejor forma de capturar eso era dándole espacio. Dejé que su instinto guiara a la cámara para que el espectador acabara en el lugar más íntimo posible, como si estuviera en la misma habitación viviendo ese momento. A pesar de tener un storyboard muy detallado y de preparar las escenas con todo lujo de detalles, gran parte del proceso fue instintivo y surgía en el mismo instante”.
EL MONTAJE...
La montadora Anne McCabe no solo procede de una familia musical, también es música y una gran amante de los musicales. Se relacionó con QUERIDO VAN HANSEN a diferentes niveles, pero especialmente en el humano. “Me alegré muchísimo de tener esta oportunidad”, dice. “La música es increíble, la historia es atrevida y, sobre todo, el tema principal, la ansiedad social, la aceptación de personas diferentes es algo que me importa mucho. Me pareció maravilloso formar parte de una película tan importante como especial”.
Las letras y la música de Benj Pasek y de Justin Paul tuvieron mucho que ver con el montaje de Anne McCabe. “Hay tantas canciones geniales. Cuando estaba montando ‘Waving Through a Window’, jugamos con el ritmo de los instrumentos y lo sincronizamos con el ruido del teclado usándolo como trasfondo de su ansiedad. Para ‘Forever’ utilicé las estrofas y el ritmo para el montaje de la familia descubriendo a ese nuevo Connor con los flashbacks. En ‘If I Could Tell Her’ y ‘Only Us’ utilizamos flashbacks para contar la historia del romance entre Zoe y Evan, y cómo este se aleja del ‘Proyecto Connor’ y de sus nuevos amigos”.
El montaje de las interpretaciones:
Anne McCabe y Stephen Chbosky centraron el montaje en los personajes. “Stephen y yo somos personas muy empáticas”, dice la montadora. “Hablamos de que nuestra empatía hacia otras personas nos ayuda en nuestro trabajo porque siempre estamos atentos a cómo se sienten. Cuando trabajamos en una escena, antes comentamos detalladamente cómo se sienten los personajes en ese momento”. También comparten el mismo sentido del humor. “Es genial montar con alguien que se ríe de lo mismo que yo”, añade. “Ayuda mucho con el ritmo de los cambios, y los momentos cómicos aparecen de forma natural”.
Uno de los retos del montaje de QUERIDO EVAN HANSEN fue asegurarse de que el espectador nunca dejara de sentir empatía por Evan, incluso cuando sus decisiones pueden ser moralmente cuestionables. Anne McCabbe y Stephen Chbosky nunca olvidan recordarle al público que Evan está solo, aislado y que no pudo contar desde el principio la verdad acerca de Connor a su familia, cuando creen que era su mejor amigo. “En realidad es que Evan empatiza con ellos”, explica la montadora. “La familia quiere oír exactamente lo que cuenta Evan, algo positivo acerca de Connor”.
Anne McCabbe reconoce que montar las escenas de Ben Platt como Evan fue algo único: “Ben es un actor notable y un cantante como pocos. Me asombra su capacidad de transformarse en ese adolescente torturado. Más aún, ofrece una elección diferente en cada toma. Su transición del escenario a la pantalla es impecable”. Después de una pausa, añade: “Sinceramente, es muy difícil quitarle tiempo en una escena, es demasiado bueno. Si no estuviera rodeado de otros grandes talentos, solo quedaría él”.
EL DISEÑO DE VESTUARIO...
La diseñadora de vestuario Sekinah Brown, afincada en Atlanta, trabajó desde un principio con el director y los actores centrándose en las peculiaridades de cada personaje. “Stephen se inclina por la ropa clásica y atemporal, mientras que yo tiendo a ser un poco exagerada”, explica. “Lo que más me gustó de Stephen es que siempre estaba dispuesto a escucharme”.
Al trabajar directamente con los actores, dice que “les mandé a cada uno mis sugerencias antes de que vinieran a las primeras pruebas de vestuario. Hablamos de la paleta de colores por Zoom y por teléfono. Fue un esfuerzo conjunto entre Stephen, los actores y yo. Quise asegurarme de que todos estuviéramos de acuerdo. Una vez que está en el plató, de lo último que debe preocuparse un actor es de la ropa que lleva. Se trata de que se transforme con el vestuario y que sirva de apoyo a su interpretación”.
Sekinah Brown cayó bien de inmediato a todo el reparto. “Cada uno de los actores que tuvieron pruebas de vestuario con Sekinah me llamó para decirme que jamás se lo había pasado tan bien en una prueba”, recuerda Adam Siegel. “Se molestó en hablar antes con ellos para pedirles su talla y preguntarles por su idea del personaje. Sabe imprimir autenticidad a lo que hace”.
Una vez empezado el rodaje, la diseñadora intentó adaptarse con rapidez. Cada mañana, Stephen Chbosky aparecía en el tráiler de vestuario y revisaban lo que llevarían los actores aquel día. “Se hicieron muchos cambios de último momento debido a la luz o al espacio emocional del personaje en una escena”, explica Sekinah Brown. "Por eso es importante tener otras opciones a mano y ser flexible”.
Vestir a Evan:
Cuando Ben Platt fue a ver a Sekinah Brown por primera vez, le trajo una sorpresa. “Ben tuvo la amabilidad de traer el niqui original y las zapatillas New Balance que llevaba en el musical”, recuerda la diseñadora. “Son dos prendas que significan mucho para él y me sentí feliz de poder incluirlas en su vestuario”.
En la película, el vestuario de Evan es mucho amplio que en el musical. “El personaje de Evan tiene más de 40 cambios de ropa”, recalca Sekinah Brown. “Me basé en las prendas más populares del musical y me cercioré de que todo encajaba para la película. Evan vive con su madre. No sigue la moda, por lo que evite los colores llamativos o cualquier cosa que fuera muy actual. Es el chico al que nadie ve en el colegio. Quise que resultara obvio en cuanto le vemos en la pantalla”.
El vestuario de un instituto:
Sekinah Brown no solo se encargó de vestir a los protagonistas, también a todos los alumnos y profesores del Instituto de Evan. “Stephen quería que los chicos vistieran como hoy en día y que todo encajara”, dice Adam Siegel. “¿Qué sabíamos nosotros de cómo visten hoy en día? Pero Sekinah atinó a la primera”.
La diseñadora aceptó el reto: “Eran muchos y cada uno debía tener un estilo propio. Todos hemos pasado por el instituto y hemos pertenecido a un grupo u otro. Quería que el espectador se identificara con eso cuando los chicos aparecieran en la pantalla”.
Sekinah Brown y su equipo siempre estuvieron en contacto con la diseñadora de producción Beth Mickle. “Me gusta mucho el trabajo del equipo de Beth y su preocupación por los detalles”, dice la diseñadora. “Hablamos de los colores de las paredes y de la carta de colores idónea para complementar el decorado. Siempre me avisaba si había un cambio de última hora, como un personaje sentado en un sillón verde en vez de uno amarillo, para que me diera tiempo a realizar el ajuste necesario”.
La diseñadora tuvo que resolver cientos de cambios de vestuario, desde los actores principales a los figurantes. “Llevo trabajando en esto 17 años, 11 de ellos como diseñadora”, dice. “Está claro que todos los proyectos anteriores me preparaban para QUERIDO EVAN HANSEN. La habilidad de cambiar y de ajustarme, de adelantarme a los acontecimientos, de tener múltiples opciones, todo forma parte del diseño de vestuario. Esta película es una historia dirigida a todas las edades y estoy impaciente por verla en la gran pantalla. Mi trabajo es contar una historia a través de la ropa, y espero que el público lo disfrute”.
LO IMAGINARIO SE HACE REALIDAD. LA FILMACIÓN DE LAS CANCIONES...
Las canciones del musical de Broadway son muy queridas por los fans, que suelen saberse las letras de memoria. Para la película, cada una de esas canciones ofreció alegrías, retos y revelaciones.
“Waving Through a Window” – Evan:
Desde el primer momento que encarnó a Evan Hansen, Ben Platt tuvo que imaginar el recorrido de Evan desde su casa al colegio mientras canta este tema, en el que expresa el deseo de que sus compañeros se den cuenta de que existe. Pero en la película ya no hizo falta que se lo imaginara. “Pude reaccionar a la realidad que me rodeaba”, dice el actor. “Era un poco surrealista cantar una canción tan icónica en el lugar donde realmente transcurre la escena”.
La canción abarca tres decorados. “Vemos a Evan delante del ordenador intentando escribir una carta, viendo las redes sociales y preparándose para salir, viviendo la realidad diaria de ‘estoy a punto de meterme en la boca del lobo’”, dice Ben Platt. “Canta la segunda estrofa en el coche camino del colegio”.
El número cobra importancia con la llegada de Evan al instituto, donde se pierde entre sus compañeros y nadie le hace caso. “Está en el pasillo de un instituto de verdad y se siente como un extraño”, sigue diciendo el actor. “Por fin vemos la representación literal de lo que siempre tuve en la cabeza cuando la cantaba en el escenario de Broadway”.
Los fans del musical no notarán ningún cambio significativo, funciona igual de bien en la pantalla que en el escenario. “Fue la primera canción que pregrabamos con Ben, y dice mucho acerca del musical y del personaje”, reconoce Alex Lacamoire. “Fue genial recuperar el grito de un chico que quiere encajar, pero siente que no puede. Quiere conectarse y ser parte de algo. Esta canción forma parte de Ben”.
Todo el equipo disfrutó con la grabación de las canciones. “’Waving Through a Window’ es maravillosa y está llena de vida”, dice la montadora Anne McCabe. “Lo pase muy bien montándola. Mantuve el ritmo, pero también jugué con los figurantes que pasan al lado de Ben, aumentando aún más su aislamiento”.
“For Forever” – Evan, Cynthia:
Evan canta esta canción a la familia de Connor cuando le piden más detalles acerca del hijo y hermano desaparecido, y él empieza a inventarse la relación imaginaria con Connor.
En el musical, canta en el hogar de los Murphy. “En la película, el decorado es muy parecido”, explica Ben Platt. “Para mí fue como pisar terreno conocido para revivir las sensaciones de esta canción, sobre todo con personas como Amy, Kaitlyn y Danny escuchándome”.
Alex Lacamoire se quedó asombrado con lo que Ben Platt hacía con la canción durante el rodaje: “Ben es un magnífico intérprete. Conoce el personaje a la perfección. Si necesitábamos que fuera más intimista, más reducido que en el escenario de Broadway, calibraba su actuación”.
Amy Adams como Cynthia se une a la canción. “Hay algo mágico en este tema”, dice. Al haber estudiado música, también sabía ajustar su interpretación. “Amy habla nuestro idioma”, añade Ben Cohn. “Entendía que le pidiéramos que el vibrato en tal nota llegase solo a cierto punto, o si debía ajustar una consonante. O cuando le pedíamos cambiar el ritmo para que fuera más natural. Podía hacerlo porque lo entendía”.
“Sincerely Me” – Connor, Evan, Jared:
En este tema, Evan y Jared inventan elaboradas escenas de la amistad imaginaria entre Connor y Evan. No solo es la canción más graciosa de la historia, también fue con la que mejor se lo pasaron los actores grabándola. “En la película mejora mucho porque se ve la materialización de la amistad imaginaria”, explica Ben Platt. “Evan y Connor están en el lugar de trabajo de Evan, montan en karts, bailan delante del videojuego musical ‘Dance-Dance Revolution’ en un montaje mientras Evan y Jared escriben la nota”.
No se hace difícil seguir los pensamientos de Connor, Evan y Jared. “En una película hay más material físico con el que trabajar y reaccionar”, explica Ben Platt. “También era una oportunidad para disfrutar de la camaradería. Lo pasé realmente bien con Colton”.
A pesar de ser nuevo en la modalidad de canto y baile, al menos Nik Dodani sabía leer una partitura al haber tocado el saxo y la batería de niño. “Me ayudó bastante al principio, sobre todo para no sentirme como un total idiota”, reconoce el actor. “Eso sí, tuve que entrenar mucho. Por suerte, en este proyecto está lo mejor de Broadway. El equipo musical, Alex Lacamoire, Justin Paul, Benj Pasek, Ben Cohn, ALVIN HOUGH JR [el pianista para los ensayos], todos fueron amables, pacientes, me animaron sin parar. Y la coreógrafa Jamaica Craft fue milagrosa ayudándome a encontrar el ritmo y a no perder el equilibrio”.
Colton Ryan también elogia a Jamaica Craft: “Teníamos que ensayar un número inspirado en Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. En vez de paraguas, usamos pinzas para recoger basura. Me pasé más tiempo bailando que hablando en ese decorado, y la mayoría del tiempo fue con Jamaica. Dios la bendiga, es maravillosa. No es nada tranquilizante para alguien que no sea bailarín oír que tiene un solo como Kevin Bacon en Footloose. Pero supo convencernos de que podíamos hacerlo, me protegía como una madre osa a su osezno”.
“Requiem” – Zoe, Cynthia, Larry:
“Requiem” es la canción que Cynthia, Zoe y Larry dedican a Connor, en la que describen cómo les ha afectado su suicidio y sus sentimientos. El tema ofrece retos muy diferentes para cada uno de los personajes/actores.
“Estaba muy preocupada y quería dar lo mejor de mí”, dice Kaitlyn Dever. “Pero se me ocurrió que quizá no debía ser tan perfecta en ‘Requiem’. ¿Qué pasaría si Zoe gritara la última nota del final? Su rabia y frustración podrían traducirse en un grito. Durante la grabación me desinhibí completamente, no me preocupó meter la pata. Fue una sensación asombrosa y rompí a llorar cuando terminamos”.
Amy Adams tiene mucha experiencia cantando, y durante los ensayos todos tenían la impresión de trabajar con una actriz de Broadway. “Hace un trabajo maravilloso”, dice Ben Cohn. Al poco de entrar en la canción, debe cantar notas sostenidas mientras Zoe sigue vocalizando. Es increíble oírla cantar en Sol y La sostenidos en ese momento. Es mucho más difícil entrar así en una canción, sin haber comenzado desde el principio, sobre todo tratándose de algo muy emotivo, muy poderoso. Amy logró meterse de golpe”.
Amy Adams ha participado en numerosas películas musicales, pero esta vez fue diferente. “Cantar en directo aporta intimidad”, dice. “En ‘Requiem’, cada uno contamos nuestra historia, pero no es inconexo, hay una relación dentro de la canción sin por eso perder el hilo de cada uno. Fue todo un reto”.
Para Danny Pino tampoco fue fácil respetar la complejidad del tema y la profunda emoción que comunica. “Era complicado respetar los semitonos hacia arriba o abajo y la armonía”, reconoce. “La música es paralela a la desesperación que siente Larry. Intenta sobreponerse al dolor, a sus sentimientos de culpa y de resentimiento mientras canta, mientras intenta expresar lo que le hace cantar en vez de hablar. Cuando le es imposible controlar sus emociones, la música y las letras expresan lo inimaginable”.
“If I Could Tell Her” – Evan, Zoe:
“If I Could Tell Her” es una canción de amor “indirecta”. Evan y Zoe están en la cocina de la casa de los Murphy y él le confiesa, cantando, todo lo que le gusta de ella. Pero lo hace fingiendo que Connor se fijaba y le contaba todo lo que le encantaba de su hermana Zoe. “En la mente de Evan, está siendo agresivo, pero sigue siendo muy tímido”, explica Ben Platt. “Expresa sus sentimientos por Zoe a través del recuerdo de Connor”. Se oye la canción sobre diversos flashbacks de los momentos en que Evan se da cuenta de todo lo que expresa. “Con los dos solos en la cocina cantando, habría podido ser demasiado para Evan”, añade el actor.
Durante el rodaje, Ben Platt y Kaitlyn Dever compartieron una casa y estaban bastante aislados debido a las normas exigidas por la pandemia. Algunos de los mejores recuerdos de la actriz son de los dos ensayando el tema en la cocina. “Añadió un grado de intensidad a las escenas”, dice. “Rodábamos una película acerca de la comunicación y la conexión en un momento en que todos estábamos separados de nuestros seres amados. Fue maravilloso”.
Ben Platt cree que la generosidad y la franqueza de Kaitlyn Dever le aportó mucha seguridad durante el rodaje: “Cantar en directo con Kaitlyn es pura alegría. Los espectadores saben que canta bien, pero nunca la han oído cantar como en esta película. Tengo muchas ganas de que el público vea cómo pasa del diálogo a una canción de forma totalmente natural sin perder la autenticidad, algo clave para esta película. Lo hace a la perfección”.
“You Will Be Found” – Evan, Alana, Jared, Zoe, compañeros, CV (Comunidad virtual):
Esta canción, que interpreta un aterrado Evan durante el homenaje a Connor Murphy en el auditorio del colegio, se convirtió en el himno del musical y de los fans en todo el mundo. Cualquiera que la oiga recuerda que, por muy solo que se sienta, nunca está del todo abandonado. Quiere expresar esperanza y unión, ser una tabla de salvación para alguien que se encuentra solo y desesperado. En la película, es el único tema cantado en un escenario auténtico.
“Se rodó en un auditorio enorme”, recuerda Ben Platt. “Estaba delante de muchísima gente y pude sentir el terror que experimentaba Evan. Fue inmediato porque había mucha gente y cantaba en un escenario”. Reconoce que estaba casi tan nervioso como su personaje y que le sirvió para mejorar su actuación: “No es nada agradable tener un ataque de pánico, pero fue muy satisfactorio sentir que funcionaba”.
También era la primera escena en que aparece Amandla Stenberg. Su personaje, Alana Beck, presenta a Evan para que cante el tributo a Connor. “Incluso con el poco diálogo que ella tenía ese día, se notaba hasta qué punto se había hecho con el personaje”, dice Ben Platt. “Sabía perfectamente cómo hacer que Alana fuera creíble en un ambiente musical”.
“Only Us” – Zoe, Evan:
Esta es una canción de amor entre Evan y Zoe cuando ambos se dan cuenta de que su relación ha ido más allá de la conexión que comparten con Connor. En ese momento, Evan entiende que su más profundo deseo está a su alcance.
Cuando ambos actores escenificaron el número con el director Stephen Chbosky, ocurrió algo mágico, natural e instintivo. “Fue algo maravilloso, muy íntimo”, explica Ben Platt. “Para Kaitlyn y para mí fue muy natural, los dos conectamos con la canción. Lo que más me gusta es todo el material adicional incluido en la escena, que permite ver destellos de la relación entre Zoe y Evan, algo que no está en el musical, sencillamente porque no hay tiempo ni espacio para mostrar por qué Evan se enamora de ella”.
Zoe y Evan pasan un día en un parque de atracciones, suben en la noria, un tiovivo, la montaña rusa, viven como dos adolescentes sin preocupaciones enamorándose por primera vez. “Fue un momento de liberación para Evan. Durante unas horas no se siente ni culpable ni avergonzado como en el resto de la película”, explica el actor.
Para preparar la canción, Kaitlyn Dever trabajó con Alex Lacamoire y Ben Cohn. “Alex es un genio y los demás también”, dice la actriz. “Justin y Benj son brillantes. Practiqué mucho sola, luego hubo un par de ensayos con Ben. Cantar “Only Us” significó mucho porque quizá sea la última vez que Ben la cante después de ser parte del musical durante tantos años”.
La producción construyó un nuevo estudio de grabación para la película. Kaitlyn Dever y Ben Platt tenían cada uno su cabina para que no coincidieran en un espacio tan reducido. “Se construyó respetando el protocolo Covid, pero podía oír y ver a Ben mientras grabábamos”, explica la actriz. “Luego, de vuelta a casa, cenábamos sushi en pijama viendo ‘Love Island’”.
“Words Fail” – Evan:
Con este tema, duro y devastador, Evan confiesa a la familia de Connor que su relación ha sido una invención desde el principio. Es un lamento que le sale del corazón, un grito de dolor, culpa y pesar. En ese momento, Evan hace añicos su versión inventada y se enfrenta a quien es realmente.
A pesar de haberla cantado ocho veces a la semana en Broadway durante un año, le fue más complicado hacerlo para la película. En el escenario, cada vez había realizado todo el recorrido de la historia de Evan hasta llegar al momento en que se confiesa. “Se puede almacenar mucha emoción durante dos horas”, explica. “Pero en un rodaje, te presentas a primera hora de la mañana y debes confesar cantando que has mentido”.
Stephen Chbosky le propuso al actor que decidiera a qué hora del día quería hacerlo y que escuchara la música necesaria para prepararse. “Eso me permitió meterme de lleno en la canción”.
En general, cuando un actor no habla o actúa en una escena, no aparece en el plató, le sustituye su doble de luces. Pero esta vez, Amy Adams, Danny Pino y Kaitlyn Dever estaban apoyándole, aunque detrás de la cámara. “Cuando acabamos, fui donde estaban ellos y seguí llorando”, dice Ben Platt. “Les abracé y les di las gracias por ser tan generosos. Si esta escena es tan emotiva como me parece, se debe en gran parte a lo que me comunicaban desde detrás de la cámara”.
También fue un momento especial para sus compañeros. “Verle interpretar a Evan expresando su dolor y reuniendo el valor para decir la verdad, fue magnífico, y solo se puede responder con autenticidad a algo así, estés delante o detrás de la cámara”, dice Amy Adams. “Fue tan real y tan inmediato que se creó una conexión de energías entre los cuatro”.
En la película, la canción está interpretada en dos decorados. En la primera parte, Evan canta ante la familia de Connor, y en la segunda está solo en el bosque. “La dificultad residía en recordar dónde había estado justo antes y tener presente el nivel de emoción que había alcanzado Evan para que todo fuera congruente”, explica Ben Platt. “Cantar en directo me ayudó mucho con las emociones, no se trataba de ‘cantar una canción’, era mucho más”.
Tanto Benj Pasek como Justin Paul piensan que Ben Platt consigue ser desgarrador en este número. “Recuerdo el final de la canción, cuando está en el bosque”, dice Justin Paul. “Está delante del árbol, es el principio de la mentira, lo que da pie a toda su invención para no verse tal como es. Por fin se enfrenta a la realidad y encuentra su verdadera identidad”.
Para el compositor, la escena en el bosque es inolvidable: “Fue tremendo ver a Ben en medio de un bosque sin el menor sonido. Le grabamos en directo. Fue uno de los momentos más indelebles que he vivido. Ben Platt cantando a pleno pulmón, llorando, dándolo todo… en medio de un bosque”.
“Recuerdo querer acercarme a Ben para hacerle un comentario entre tomas, pero Stephen Chbosky me detuvo y me dijo que antes me serenase”, sigue diciendo. “Aunque trabajábamos juntos desde 2014, no me salía la voz. Había presenciado algo grande. Fue impresionante ser testigo de la transformación de Ben desde el Evan del musical al Evan de la película. Nunca había visto nada parecido. También reconozco que nunca había visto a nadie como Ben”.
“So Big, So Small” – Heidi:
Heidi Hansen canta este tema a su hijo Evan para recordarle que le ama pase lo que pase, para decirle que siempre creerá en él y estará a su lado. La canción es una declaración universal del amor y la entrega de los padres hacia sus hijos. “El cine nos permite conectar y saber que no estamos solos”, dice Julianne Moore. “Si alguien escribe esto y otras personas lo interpretan, significa que también lo sienten. Todos deberíamos saber que no estamos solos, que hay otros que también sienten lo mismo”.
Al contrario del resto del elenco de QUERIDO EVAN HANSEN, Julianne Moore reconoce ser una novata en el canto, pero se lo tomó muy en serio. “Empecé a trabajar con el equipo musical el verano anterior al rodaje”, dice. “Primero ensayamos estrofa por estrofa y también iba a clases de canto. Después volví a ensayar estrofa por estrofa”.
Alex Lacamoire trabajó con Julianne Moore antes de rodar: “En Atlanta, Ben Cohn la apoyó con el piano marcando el compás. Esta canción depende mucho del ritmo de quien la cante, y habría sido muy difícil guiarla sin que un pianista la siguiera en directo”.
En palabras de Ben Cohn, es maravillosa: “Julianne está fantástica, sabe captar la esencia y el corazón del personaje, lo que le permite actuar con toda la emoción necesaria. Es casi imposible imaginar cómo empezó con ‘So Big, So Small’ y cómo acabó cantándola en directo en el plató. Trabajamos durante meses por Zoom antes de que viajase a Atlanta. Allí trabajó cada día, estrofa por estrofa, palabra por palabra. Al igual que Ben Platt, su interpretación está basada en una multitud de capas y matices”.
Dos nuevas canciones para la película:
Mientras Steven Levenson, Benj Pasek y Justin Paul trabajaban en la adaptación cinematográfica, desarrollaron algunos de los personajes, como Alana Beck y Connor Murphy, y decidieron ampliar la visión que se tiene de ellos mediante canciones.
“The Anonymous Ones” – Alana:
Al expandir el personaje de Alana Beck, los dos compositores aprovecharon la oportunidad para pedir la colaboración de la actriz que la encarna, Amandla Stenberg. No solo coescribió la letra, también cocompuso la música. “Amandla es una talentosa cantautora”, dice Benj Pasek. “Por esta y otras razones nos gustó mucho que se la escogiera para el papel. Queríamos ampliar el mundo de Alana. Para nosotros, los actores son los custodios de sus personajes. Y también por eso quisimos crear un momento musical para el personaje”.
En el musical, Alana parece casi el reverso de la moneda de Evan, extrovertida, socialmente en la cresta de la ola, ambiciosa y trabajadora. Pero en la película, los tres creadores querían revelar a la verdadera Alana, a la que nadie ve. “Mostramos a Alana desde la perspectiva en la que ella se presenta, una chica muy ocupada y exitosa socialmente”, explica el músico. “Pero en realidad, su vida tiene muchos paralelismos con la de Evan. Tal como está interpretada y filmada ‘The Anonymous Ones’, es su forma de intentar convencer a Evan de que hable en nombre de Connor, diciéndole: ‘Quizá te sientes solo, pero a muchos nos pasa lo mismo y todos fingimos aparentar lo opuesto’. En este momento conectan. Alana le está diciendo que todos tenemos ese mismo secreto y nos aterra reconocerlo, pero si tuviéramos menos miedo y admitiéramos sentirnos solos, quizá conseguiríamos resolverlo”.
Fue un honor para Amandla Stenberg unirse al dúo de compositores. “Era absolutamente genial trabajar y escribir con Justin y Benj”, dice. “Pasamos muchas horas hablando por Zoom. A veces nos dábamos cabezazos contra la pantalla del ordenador cuando una estrofa no acababa de salir redonda. Otras nos poníamos a cantar ‘Kiss from Rose’, de Seal. Y otras tomábamos té los tres sumidos en la tristeza. Pero conseguimos crear algo que nos encanta y de lo que estamos muy orgullosos”.
“The Anonymous Ones” sustituye a “Disappear”, incluida en el musical, convirtiéndose en el momento de Alana. “Es el momento ‘Evan Hansen’ de Alana”, explica Ben Cohn. “Sabe lo que se siente cuando nadie te ve, cuando careces de los contactos sociales que ella se ha esforzado en crear”.
“A Little Closer” – Connor:
La película ha permitido poner fin al misterio planteado por el musical de Broadway, ¿quién es realmente Connor Murphy? En los escenarios, Connor aparece de distintas formas, es el subconsciente de Evan, su voz de la razón, o también lo que Evan desea ser. “La película nos permitió encontrar una forma de mostrar más a Connor y entenderle, algo que antes no era posible”, dice Justin Paul. “Y esta canción revela rayos de luz entre las sombras, momentos de su vida, un día en la vida de Connor en el que habla desde el corazón”.
En la película, la canción es una grabación de Connor que tiene Evan. Después de reconocer su engaño, Evan manda anónimamente el vídeo a sus padres y hermana para que vean realmente cómo era. “Es un momento de redención para Evan, por fin puede hacer algo bueno para la familia”, explica Justin Paul. “Ven a su hijo y hermano como no lo habían visto desde hacía mucho”.
Sabían que Colton Ryan ofrecería una interpretación matizada, complicada y maravillosa: “Es uno de los primeros momentos en que Connor se expresa sincera y naturalmente, sin levantar muros o defensas”, añade Benj Pasek. “La canción habla de su diálogo y su lucha interior”.
Para Colton Ryan, cantar “A Little Closer” fue como cerrar el círculo. “Soy fan de Benj y de Justin desde mi primer año de universidad, y sé todo lo que han hecho desde que ellos estaban en la universidad”, dice, riendo. “Todo lo que hacen es oro, pero esta canción es aún mejor. Cuando la escuché, supe que era lo que siempre había echado de menos, consigue mejorar algo que ya era increíble”.
Y sigue diciendo: “En el plató siempre me preguntaban mi opinión. Era cósmico, así que alcé los brazos y dejé que se apoderara de mí. No estaría en la película si no hubiera tenido la suerte de trabajar en el musical. Menos mal que todos llevábamos mascarilla o me habrían pillado sonriendo todo el tiempo”.
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