|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta es la historia de Evan Hansen, un introvertido estudiante de último año de bachillerato que no suele tener amigos entre los compañeros de su clase, un chico algo solitario y marginado, e incluso se meten con él o es maltratado, como un día le ocurre con Connor Murphy que en una ocasión le firma el yeso que cubre su brazo izquierdo tras sufrir una caída de lo alto de un árbol.
Al día siguiente Connor ha fallecido víctima de un suicidio y los padres de éste buscan a Evan Hansen para que les cuente sobre su amistad con Connor, tras encontrarle en uno de sus bolsillos un email que el propio Connor le arrebató a Evan.
Ante esta tesitura, por no defraudar a los afligidos padres, Evan se inventa una amistad que realmente no existió e incluso escribe una serie de emails como si los hubiera recibidos de Connor, en compañía de su amigo Jared.
Esta producción es la adaptación cinematográfica del musical de Broadway, ganador de seis premios Tony en 2016 y varios Grammy sobre Evan Hansen, un estudiante con trastorno de ansiedad social en su viaje de autodescubrimiento y aceptación tras el suicidio de ese compañero de clase, con el que no tiene ninguna relación, sino todo lo contrario, pero sobre el que se crea toda una falsa historia sin saber las consecuencias que podía tener.
La película está inspirada en un incidente ocurrido en el Friends Central Schools, es bonita, un tanto ejemplar en algunos aspectos en la que trata de complacer a unos afligidos padres tras la muerte de su hijo, pero a la que pensamos que le sobran las canciones, que por otra parte, no nos parecen demasiado inspiradas y que de alguna manera frenan con bastante frecuencia la narración del relato en lugar de ayudarlo a avanzar sin aportar nada en su beneficio y además la alarga innecesariamente.
Hay una leve y honesta historia de amor entre Evans y Zoe Murphy, la hermana de Connor, y también Alana, la chica que pone en marcha un proyecto de asociación con el nombre de Connor para personas con ciertas deficiencias, que lo admira.
También hay un apunte de generosidad de los padres de Connor, que son una familia acomodada, hacia la de Evan Hunsen que tienen menos poder adquisitivo, para que pueda ir a la universidad.
A lo largo del relato se tocan de pasada temas como la ecología, la homosexualidad, la soledad, la depresión, el buying en el instituto, el suicidio, la diferencia social, las familias rotas o disfuncionales y las consecuencias de ello en los hijos, la excesiva afición a las redes sociales que distraen de cuestiones más importantes, pero en ninguno de estos aspecto logra enganchar realmente el interés del espectador.
En cuanto a la realización hay algunas repeticiones de planos que le sirven de relleno para adornar la canciones.
Por otra parte la elección de Ben Platt como protagonista, que ya la hizo en los escenarios, incorporando a Evan Hansen, que no nos parece el más adecuado, ya que por su edad dista de ser un adolescente y es un poco soso, dentro de su apocado y tímido carácter; mejor Julianne Moore, que está desconocida, como Heidi, la madre de Evan e incluso Amy Adams como la madre de Connor.
El traslado del espectáculo a la pantalla está resuelto de forma más o menos académica por Stephen Chbosky aunque falto de ritmo.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE