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TRANSFORMÁNDOSE EN "DOS CANGUROS MUY MADUROS"...
   Coja a Robin Williams y a John Travolta y póngalos en una película sobre una pareja de solteros que dirigen una compañía de marketing deportivo, y después añadan algunos de los actores más divertidos de Hollywood. ¿Cuál es el resultado?   "Pues una comedia clásica de humor con una montón de escenas divertidas", afirma el productor Andrew Panay, "pero sobre todo, con mucho sentimiento".  "No leo muchos guiones en los que me ría alto y con ganas", dice el director Walt Becker. Y añade: "Tiene el equilibrio perfecto entre sentimientos, comedia y unos personajes maravillosos".  
  "Me encanta trabajar con John. Es un crack. No le asusta probar cosas nuevas. Hay tanta gente increíble en esta película. Eso es lo más fantástico", dice Williams.  Tras el éxito de “De boda en boda”, el productor Andrew Panay se reunió con los guionistas David Diamond  y David Weissman en un famoso restaurante de Los Ángeles donde la historia empezó a tomar forma.  Los viejos amigos y socios de la película ya tienen 50 años y están muy instalados en sus vidas. "Uno de ellos descubre que es padre de dos mellizos cuya existencia desconocía, el resultado de un precipitado matrimonio de un día", explica el guionista Weissman. "Así que ahora estos dos hombres, que nunca habían tenido hijos, se ven obligados a apechugar con dos niños de 7 años y con todas las dificultades que eso implica". 
  Los realizadores reconocen que el guion se desarrolló y se escribió teniendo un reparto en mente. "Nuestra primera opción siempre fue el dúo John Travolta y Robin Williams. Hay pocos actores que encajen tan bien en esta película y además son dos de los mejores del mundo. Es decir, que es difícil conseguir algo mejor", afirma Panay.  
  Becker  trabajó con Travolta en el éxito “Cerdos salvajes” y estaba feliz de contar con él. "Trabajar con John siempre es genial. Es el ser humano más maravilloso del planeta y como actor, enriquece todas las escenas en las que participa", dice Becker.   
  Travolta se dio cuenta que este papel era una oportunidad única de combinar comedia clásica de humor con sentimientos profundos. "A Charlie, mi personaje, le gusta su estilo de vida y tiene un montón de cosas preciosas y caras: un gran apartamento, un coche increíble. Nunca pensó en tener una familia", dice Travolta. "Siempre estoy buscando papeles con los que pueda transmitir algo, con los que pueda aportar algo especial. Siempre me pregunto si merece la pena que me utilicen en una película. Es muy importante que mi interpretación del personaje beneficie a la historia".  Contar con Robin Williams y John Travolta en una misma película es tener al 'dream team' según los realizadores. Becker afirma: "Podría ser una de las mejores comedias de parejas en mucho tiempo".    
  Williams encarna a Dan, un ejecutivo brillante pero algo estirado a la vez que romántico. Para Williams la película fue una oportunidad de repensar la paternidad. "Los 'baby boomers' se están haciendo mayores. Ahora te lleva mucho más tiempo hacerlo todo. Ahora nos hemos convertido en nuestros padres y eso da bastante miedo.  La relación entre Travolta y Williams es tan auténtica como parece en la pantalla. "Conozco a Robin hace 30 años y le consideran un viejo amigo", dice Travolta.  Williams afirma: "Gran parte de su trabajo es muy físico y eso está bien porque te pone en situación. Y si tú sabes responder, él siempre estará ahí, lo que es genial".  Kelly Preston fue contratada no para interpretar a la novia de Charlie sino a Vicki, la madre de los mellizos. "Es fantástica, una de las mejores actrices actuales", dice Panay.          

LOCALIZACIÓN EN LA GRAN MANZANA...
  Los realizadores eligieron lugares simbólicos de Manhattan para las localizaciones, como Central Park, Top of the Rock, Grand Central Station, Radio City Music Hall, Shea Stadium y Times Square.  "Si tienes la oportunidad de rodar en Nueva York, no puedes desperdiciarla", dice el productor. "Es un verdadero desafío por la cantidad de gente y por el tráfico, pero transmite una enorme energía a las interpretaciones".    
  Becker confió en el diseñador de producción David Gropman para crear un paisaje visual que resultara atractivo. Afirma: "Le dije que quería poder ver esta película sin el sonido y que siguiera resultando entretenida, y lo logró. Ha hecho un gran trabajo".  Uno de los días más complicados del rodaje fue en el Shea Stadium ya que mientras rodábamos había un partido de verdad. "Rodar un partido de los Mets en directo era una buena idea sobre el papel", dice Becker. "Es lo más parecido a un combate que he hecho en mi vida. Disponíamos de 15 minutos para rodarlo todo. Fue una especie de guerrilla, un rodaje a matacaballo. Había aficionados por todas partes tirando cosas, haciendo fotos... Creo que en esos 15 minutos envejecí más que en cualquier otra escena que he rodado nunca.  
  "También hicimos una de las cosas más atrevidas que se han hecho en un rodaje, que fue mostrar a nuestros actores en directo en el Jumbotron", continúa diciendo Becker "Fue increíble, porque ves a Dan y a Charlie ahí arriba y todo el mundo saludando en la pantalla. Ahí estaban nuestros dos perros viejos en mitad de 40.000 fans y en el Jumbotron decía: 'Feliz Día de los Abuelos'. Eso es algo que no tiene precio. La entidad de los Mets nos apoyó en todo".  
  Después de dos semanas de rodar en Nueva York, el rodaje se trasladó a  Connecticut. Allí se construyeron varios platós interiores, incluyendo el picadero de Charlie en Nueva York a donde lleva a los niños. El diseñador de producción David Gropman diseño un apartamento de dos plantas nada adecuado para niños en un plató de Stanford. "Añadimos la escalera, mucho cristal, acero inoxidable y filos muy cortantes", explica. "También diseñé una gran terraza justo fuera de las ventanas. 

EN EL TRABAJO...
  El productor Andrew Panay dice que Travolta y Williams hicieron gala de dos estilos totalmente diferentes de improvisación. "John tiene un improvisación muy controlada, siempre parte de algo real. Siempre está buscando la broma dentro de la broma. Por el contrario, Williams es una ametralladora. No deja de decir cosas disparatadas. Así que son dos enfoques muy diferentes, aunque ambos son increíblemente divertidos", afirma el productor.  El estilo tolerante y abierto del director Walt Becker encajó bien con su creativo reparto. "Siempre he creído que si  no dejas que los actores aporten sus ideas, no logras nada de ellos", afirma.     
  La actitud relajada que reinaba entre el reparto y el equipo técnico le dio un ambiente divertido y ligero al plató, sobre todo entre las dos grandes estrellas. "John es uno de los seres humanos más divertidos del planeta y siempre está bromeando", dice Preston. "Así que la cosa va a más cuando John y Robin están juntos, teniendo en cuenta que Robin siempre está dispuesto. Tienen sus gags en cámara y sus gags fuera de cámara. Pero ambos son igual de divertidos".  
  Tanto Travolta como Williams sabían que se trataba de una comedia física. "Es muy interesante hacer algo tan físico a esta edad, volando a 20 metros por el aire en un traje de superhéroe como si fuera un doble de Liberace atiborrado de esteroides", dice Willliams. "Si quieres algo divertido, estréllame contra un muro".   Uno de los días más físicos y más divertidos en el plató fue el Pioneer Scout Jamboree en el parque.  Durante el partido de Frisbee extremo, Becker reconoce que dio plena libertad a sus actores. "Hicimos un poco de la canción '"The Right Stuff' con John y Robin en cámara lenta", dice Becker. 

El VERDADERO CANGURO  MADURO...
  La película no estaría completa sin una estrella de cuatro patas. Y con ese fin, los realizadores se hicieron con los servicios de Sebastian, un perro de nueve años que interpretara a Lucky, el perro de muchos años de Charlie. "La verdad es que se supone que no puede hacer demasiado, porque tiene un pie en la tumba", afirma la amaestradora Dawn Barkin. "Se pasa el tiempo en la cama con John. Su gag más gracioso es cuando consigue levantar la pata y hacer pis en una planta".   
  Los realizadores están de acuerdo en que todo el proceso de la película fue realmente agradable y están convencidos de que eso se reflejará en la pantalla. "Creo que el público espera pasárselo realmente bien", dice Becker. Y añade: Ya seas una abuela de 90 años, un niño de 9 o un estudiante de 20".  
  "Quiero hacer películas que hagan feliz a la gente y que les haga reír", dice Panay. "Y creo que lo hemos conseguido con “OLD DOGS' (DOS CANGUROS MUY MADUROS)". 

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