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NOTAS DEL DIRECTOR...
En Vitoria-Gasteiz, el 4 de agosto de 2018, un calor estival que envuelve cada gesto, hasta que aparece Celedón, con su paraguas, bajando por el cable en la plaza abarrotada de la Virgen Blanca. Manolo Solo abre la puerta del piso que hemos alquilado como decorado y se dirige hacia el ventanal, donde le espera Belén Rueda, con una sonrisa y un reproche; y al fondo Celedón, bajando por la parte izquierda del cuadro.
Un buen plano. La plaza hierve de verdad, la gente grita, salta, y nosotros empezamos a hacer una película. Es lo nuestro. Se mezcla verdad y ficción. Los abertzales han sabido localizar nuestro punto de cámara; algo que hemos tratado de ocultar, y ahí están con sus reclamaciones. Euskadi, Gasteiz-Vitoria, las Fiestas de la Blanca, la película basada en la novela de Eva García Sáenz de Urturi “EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA¨.
Estamos ya en primera semana. Hemos rodado fuera de Gasteiz, imposible hacerlo en medio de las fiestas. Manolo y Belén arrancaron la peli, Javier Rey siguió en la noche de los faroles. Ahora ya la ha hecho suya. Un pedazo de actor, como sus compañer@s.
Aura Garrido lo acompaña y Alex Brendemühl los acosa. El misterio, la intriga y las emociones están garantizadas.
Es una película especial porque viene de una novela especial. No sólo por el éxito que ha cosechado entre sus lectores, sino porque siempre es complejo adaptar una sensación literaria a la pantalla. En este caso en forma de thriller de acción. Todo un reto transmitir esas sensaciones que hay entre líneas a la gran pantalla, o a la pequeña, que es hacia dónde vamos marcialmente.
Las sensaciones son buenas, el elenco inmejorable después de algún que otro quiebro.
Poco más puedo decir… quizás adelantaros una breve sinopsis.
Un “thriller” contemporáneo que hunde sus raíces en el pasado de una ciudad norteña, Vitoria-Gasteiz, y en sus ancestrales tradiciones. Una serie de crímenes relacionados con la creación, el paraíso y la historia antigua de esa misma ciudad.
Siguiendo la estela del “noir” escandinavo, “El Silencio de la Ciudad Blanca” emerge como una historia que combina el presente con el pasado para componer el retrato de toda una sociedad a través de la lucha entre un asesino implacable y genial y su némesis, un policía igualmente brillante, que lo persigue sin cuartel.
En ello estamos, con ganas, ilusión y mucha indarra…