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SINOPSIS
Cecily, Reggie y Wilfred están en un hogar para cantantes de ópera retirados. Cada año, el 10 de octubre, hay un concierto para celebrar el cumpleaños de Verdi, y ellos participan. Jean, que estuvo casada con Reggie, aparece y rompe su equilibrio. Todavía se comporta como una diva, pero se niega a cantar. El show debe continuar, y lo hace.
INTÉRPRETES
MAGGIE SMITH, MICHAEL GAMBON, BILLY CONNOLLY, PAULINE COLLINS, MICHAEL GAMBON, SHERIDAN SMITH, ANDREW SACHS, GWYNETH JONES, TREVOR PEACOCK, DAVID RYALL, MICHAEL BYRNE, RONNIE FOX, PATRICIA LOVELAND
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Ronald Harwood estrenó ‘El cuarteto’ en 1999 como obra de teatro. Presentada en el Yvonne Arnaud Theatre de Guilford, antes de ser representada en el West End londinense en el Albery Theatre. Los emotivos temas sobre el arte que ilumina la vida, los problemas y las dificultades de hacerse viejo y las pasiones del mundo de la música tocaron la fibra del público y de un viejo amigo de Harwood, el actor Tom Courtenay.
Harwood recuerda: “Me llamó hace 5 o 6 años y me dijo que deberíamos hacer una película de ‘El cuarteto’, y que le encantaría ser Reggie.”
“Recuerdo que la obra me emocionó mucho, Ronnie estaba muy excitado con la idea de hacer un guión. Ha tardado unos años en ver la luz”, comenta Courtenay.
La inspiración de Harwood vino de un documental, Tosca’s Kiss, de 1984. En éste, el director suizo Daniel Schmid nos presenta a los residentes de la Casa di Riposo per Musicisti de Milán, establecida por Giuseppe Verdi en 1896. Fue uno de los logros de los que más orgulloso se sintió el músico, una casa que acogiera a “los músicos ancianos que no habían sido favorecidos con la fortuna, o que cuando eran jóvenes, no tuvieron la virtud de ahorrar su dinero. Pobres y queridos compañeros de mi vida”.
Maggie Smith había visto ‘EL cuarteto’ como obra de teatro, pero fue Hoffmann quien le envió el documental cuando se unió al proyecto. “Fue lo que le dio el deseo de hacerlo, y como había visto la obra, la amalgama de los dos era lo que yo quería hacer.”
Habiendo adaptado su historia a un guión, con la idea de que pudieran protagonizarla Courtenay y Albert Finney- que habían trabajado juntos en The Dresser de Harwood. Además de a Maggie Smith, Harwood le dio el guión a Mark Shivas, antiguo director de BBC Films, de Headline Pictures. Shiva continuó el proyecto y tristemente falleció poco después, en 2008. Al año siguiente, cuando la producción de An Education de BBC Films estaba a punto de acabar, la compañía le entregó el guión a la productora Finola Dwyer. Mientras, Dustin Hoffman había hecho Last Chance Harvey, con John de Borman, el director de fotografía habitual de Dwyer, y los dos trabaron amistad.
“Nos llevamos terriblemente bien, le decía constantemente que después de haber hecho tantas películas icónicas como actor tenía que empezar a dirigir”, dice de Borman.
Hoffman recuerda llamar a de Borman en vacaciones para desearle feliz año. “Le dije, oye, si te encuentras con algún guión bueno, me encantaría dirigir, y me encantaría hacerlo aquí, me encanta Londres y tenemos casa.”
De Borman le pasó el mensaje a Dwyer, a quien le vino la idea de que a Hoffman le podría interesar el guión de Harwood: “Estaba buscando a alguien que realmente aprovechara ese material”, explica, “y que sacara lo que yo veía a la vez que hacía algo fresco. Es una película de actores. En ese punto Dustin tenía 72 años y en el último acto de su vida, como los personajes de Quartet, parecía perfecto y hecho para encajar, y así fue”.
“Leí el guión en un avión, y cuando terminé mi mujer me miró, y me vio llorando, y me preguntó por qué lloraba. Solo le dije, “tienes que leer esto”. Nunca lloro, soy un crítico bastante severo.”
De Borman imita a Hoffman cuando le llamó por teléfono y le dijo: “Tengo que hacer esto John, ¿con quién tengo que hablar?”
Hoffman dice que reaccionó a los temas que presenta la película y su optimismo respecto a la vejez. “Alguien dijo una vez que ser viejo no es divertido, cuando tu cuerpo envejece, te haces más vulnerable, pero siempre he creído que tu alma se puede expandir. Tengo casi 75 años y creo que pueden ocurrir tres cosas si tienes la suerte de sobrevivir tanto tiempo: creces, vas para atrás, o te estancas, algo que me parece igual que retroceder. Pero es posible crecer.”
“Se ve tan reflejado en la película, tenemos a un hombre que fue el actor más famoso de su generación, es muy humano. Tiene un enorme sentido del humor y ama la vida. Y esos son elementos que se hayan presentes en la película. Refleja a Dustin por completo. Esto sólo se podría haber hecho con él”, comenta Borman.
Hoffman describe Quartet como una película sobre gente que está en su tercer acto y que aún tienen mucho que dar. Maggie Smith está de acuerdo: “Al ser todos músicos, tienen ese gran deseo de continuar, y de hecho lo hacen. Todavía luchan por hacer lo que hacían hace años.”
Para Billy Conolly actuar de acuerdo a tu edad está sobrevalorado: “No soy joven ni por asomo, pero estoy vivo”, insiste. “Me niego a aceptar la cifra y no me comporto como un viejo. Siempre he sentido que no tenía sentido”.
Es la encarnación de la filosofía en el corazón de Quartet, para los residentes de Beecham House, la edad es un inconveniente, pero con determinación no es un imposible. Dice Pauline Collins: “Bajo su pelo gris y sus viejos pies y su conversación aburrida, hay un corazón joven en alguna parte.”
Michael Gambon cree que hay algo en el mundo del espectáculo y sus gentes que les hace seguir pasada la edad del retiro: “Si haces un trabajo ordinario, cuando tienes 65 años te vas”, explica, “pero si eres actor o cantante, puedes seguir hasta que caigas muerto. Alguien te contratará. O espero que lo haga”.
“Los músicos no se retiran hasta que tienen que hacerlo”, comenta Jack Honeyborne, un notable pianista de jazz y miembro del reparto. “Algunos han muerto en el escenario. ¿Qué vas a hacer? ¿quedarte en casa y ver la tele?.
Dame Gwyneth Jones añade: “Para mí, la vida sin música no merece la pena vivirse. Es un privilegio tener una vida llena de música y amor, y poder compartir esa alegría con tu público”.
Jones cree que el beneficio no es solo para los músicos, sino también para el público que disfruta sus actuaciones: “Recibo muchas cartas de gente que está enferma o que ha sufrido mucho en su vida. La música les da algo por lo que vivir. Sin música la vida no merece la pena.”
Las ambiciones musicales de Dustin Hoffman comenzaron antes de estudiar interpretación. Estudió piano desde los 5 años, y aspiraba a ser pianista de jazz. No fue hasta más tarde, después de pasarse a la actuación que empezó a escuchar ópera. “Empecé a estudiar teatro en Nueva York en el 58 y conocía a este tipo, un actor sin trabajo como yo, llamado Robert Duvall. Uno de sus hermanos era cantante de ópera, y todos nos hicimos compañeros de habitación, así que conocí a unos cuantos cantantes de ópera.”
Pero, confiesa, no fue hasta más tarde que le empezó a gustar la ópera. “Recuerdo ir a una ópera sin saber nada de ella. Era Carmen, con Jessy Norman y recuerdo que tenía buenos asientos, porque fue después de hacer El Graduado. Estaba sentado allí, viéndola hacer un aria y no me di cuenta de que llevaba llorando un minuto. No sabía lo que estaba cantando, pero estaba haciendo algo que no era de este mundo, algo sobrehumano”.
Jones espera que Quartet introduzca a la ópera a gente que no está familiarizada con un mundo mucho más accesible de lo que muchos creen: “La gente piensa a menudo que está fuera de su alcance o que es aburrida, pero esta música es algo realmente maravilloso y divertido y seguro que lo disfrutarían si vinieran. Quizá, después de ver la película, querrán saber más y vendrán a la ópera”.
Para Maggie Smith, la ópera siempre ha sido parte de su vida: “Mi marido solía ponerla a todas horas. Me es muy familiar y ha sido fantástico. Nunca he hecho un musical, solo teatro, pero me parecía que sería fantástico hacer uno, porque te da un gran subidón de adrenalina”.
Aún así, Smith confiesa que siente que el tiempo de probar en ese género ha pasado para ella: “Esto dispuesta a irme a vivir a un Beecham House si lo hay, pero no a hacer un musical”, dice riendo.
Smith tiene un tremendo respeto por las dificultades que sufren los cantantes de ópera cuando la edad afecta a sus voces: “Fue interesante saber cómo cuidan sus voces. Si estás actuando, dependes de ese instrumento, tienes que pasar cada momento sabiendo cómo estás. Como actores, nos preocupamos por ello, pero no como ellos, cantan a un nivel que es fantástico.”
Courtenay está de acuerdo: “Los actores son afortunados porque sus cuerpos no les fallan tan pronto. Tengo 74 años y es maravilloso que aún encuentre trabajos interesantes, y querer trabajar. Pero con los cantantes de ópera es como con los atletas, saben en cuanto les falla el cuerpo.”
“Hay algo de tristeza en la película, no es solo comedia, es algo conmovedor”, dice Andrew Sachs.
“Así es la vida, es insoportablemente divertida e insoportablemente triste. Es lo que he intentado capturar en la película. En última instancia es sobre enfrentarse al hecho de que a veces no eres quien pensabas que eras”, dice Connolly. “Estos cantantes de ópera son los equivalentes a jugadores del Real Madrid o el Barcelona, pero retirados”.
Hoffman cree que el corazón de la película se halla en el humor, y su espíritu. “Billy WIlder dijo, “si le vas a contar la verdad al público, mejor que seas gracioso”, escribí esa cita en mi guión, y la miraba cada día. Elegimos a un trompetista llamado Ronnie Hughes, de 80 y tantos años, y cuando le ves tocar, es asombroso. Me dijo que no trabaja muy a menudo. Nadie le llama, ese talento no va a ninguna parte”.
Harwood añade: “Es sobre la supervivencia, y sobrevivir con dignidad. La vejez puede denigrar a la gente, y espero que esta película no lo haga”.
“No tienes elección más que hacerte viejo, pero mientras la gente me siga contratando, no pararé. Si no estuviera actuando, trabajaría en un supermercado. No podría estar en una residencia de ancianos. Si estás en una residencia y estás bien de salud, yo empezaría a portarme mal”.
Connolly resume el mensaje de la película: “No te mueras hasta que te mueras. Mantén el interés hasta el final. Me gustaría pensar que seré así. Sigue en ello. No dejes que te den de comer, come tú. Y no te mees en los pantalones.”
GALERÍA DE FOTOS
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