INFORMACIÓN EXCLUSIVA
ENTREVISTA AL DIRECTOR DAVID LOWERY...
¿Cuál fue el origen del proyecto y del guion?...
.- Mi última película fue un retrato casi silencioso de unos niños que se hacen mayores; saliendo de esto, quería transmitir algo totalmente diferente, así que decidí escribir una película de acción. Tenía en mente una película típica americana, un thriller con persecuciones y pensé que empezar con un tío que se fuga de la cárcel sería un buen comienzo para este tipo de historia. Y lo fue – pero inmediatamente después de la fuga, la acción se quedó atrás, y como es típico de mí, me encontré más interesado en las consecuencias, los huecos que dejan atrás. Además, mucha gente muere y cada vez que intenté escribir una escena de muerte, incluso para un insignificante malo tipo extra en un tiroteo, me sentía culpable y me preguntaba que le llevó a esa situación. Esas dudas me interesaban más que el resto y me centré en ellas. A la vez, pequeños fragmentos de mis vivencias personales empezaron a aparecer dentro de la historia; me estaba enamorando y me estaba preparando para algunas importantes decisiones en mi vida y el guion lo empezó a reflejar eso. La doble noción del romance y de la responsabilidad tomaron importancia en la historia.
Nos cuentas un poco sobre tu pasado y que te llevó a este proyecto...
.- Nací en Milwaukee, Wisconsin, y me mudé a Texas cuando tenía 8 años, lo que me hace bastante Texano. El mismo año, decidí que quería hacer películas, y es lo que he estado haciendo desde entonces. Me he enseñado a mí mismo cómo hacer casi todo lo que pensaba que necesitaba saber. Me salté la escuela de cine (seguía estudiando la licenciatura en literatura inglesa mientras trabajaba en mis proyectos pero no la acabé). Desarrollé una habilidad como montador y empecé a ganarme la vida con ello. Pasé mucho tiempo escribiendo sobre cine y averiguando mis propios gustos. En aquel momento, mis cortos fueron lo bastante buenos para ser incluidos en festivales. Luego conseguí una beca para hacer mi primer largometraje, ST. NICK, que tuvo su premier en SXSW en 2009 y se proyectó en muchos festivales internacionales. Mientras estaba en el circuito de festivales con esta película, empecé a escribir 'En un lugar sin ley'.
Nos puedes explicar sobre el proceso de casting y como acabaste trabajando con Casey, Ben y Rooney?...
.- No escribí el guion pensando en alguien en especial, algo que puede ser bueno y malo. Cuando empezamos el casting, me emocioné con personas que pensaba podían simplemente ‘desaparecer’ en la textura de la película, que no parecieran demasiado modernos. Rooney, Ben y Casey fueron mis primeras elecciones. Tan sencillo como eso.
En tus propias palabras, ¿de qué se trata la película?...
.- 'En un lugar sin ley' es la historia de amor condenado entre dos forajidos americanos en los últimos años del Oeste. Es sobre arquetipos agotados por el tiempo y que se convierten en personas reales: con fallos, confundidos e insignificantes en el universo – una realidad que, por otro lado, es bastante épica. ¿Cuál es tu escena favorita de la película y cuál fue tu favorita para filmar?... .- Mi escena favorita de la película fue cuando el personaje de Ben Foster entra y se desahoga con Rooney Mara. Es un momento muy personal y las actuaciones y la música y la luz lo reflejan perfectamente. Nunca me canso de verla. Y mi escena favorita para rodar – es difícil decidir. Es tentador decir la última, la toma de Ben entrando por la puerta sencillamente porque fue la última y teníamos una sensación de éxito. Pero cada escena tenía sus dificultades y momentos de alegría pura. Las escenas de acción fueron divertidas en un sentido más técnico – nunca he construido un reloj pero lo compararía con eso. Todo tiene que ser preciso y perfecto y cada toma debe ser construida sobre la anterior y llevar a la siguiente. Fue muy divertido. Por otro lado, las escenas de diálogo (algunas muy largas) fueron emocionantes porque una vez que teníamos las cámaras listas, pudimos relajarnos y ver los actores hacer lo suyo. Cuando la cámara, los actores y las palabras que decían se unían a la perfección, era el director más feliz del mundo.