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SINOPSIS
La ciudad de Silverston se ve inmersa en una serie de tornados sin precedentes. La población se encuentra a merced de estos ciclones mientras que una serie de cazadores de tormentas predicen que lo peor está por llegar, e intentan acercarse hasta el mismo vórtice para conseguir esa foto única que solo en una ocasión así te ofrece la vida...
INTÉRPRETES
RICHARD ARMITAGE, SARAH WAYNE CALLIES, JEREMY SUMPTER, NATHAN KRESS, LONDON ELISE MOORE, MATT WALSH, KYLE DAVIS, STEPHANIE KOENING, SCOTT LAWRENCE, BRANDON RUITER
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En el corazón de un tornado EF5, el punto más alto de la Escala Fujita Mejorada, el viento alcanza una velocidad de más de 320 km. por hora, y su furia suele destruirlo todo a su paso. Este thriller ambientado en desastres naturales hará que los espectadores experimenten la emoción, tan alucinante como devastadora, de encontrarse en el centro de un EF5.
El director nos pregunta: ¿Qué harías si se acercara un tornado de tres kilómetros de ancho? ¿Intentarías resguardarte, escapar o salir corriendo hacia él? Creo que es muy interesante mostrar la reacción de varias personas muy diferentes entre sí y ver si saben estar a la altura de los acontecimientos ante un fenómeno tan importante cuando no hay escapatoria posible.
Todd Garner tuvo la idea para la película, pues estuvo investigando lo que puede suceder cuando la Madre Naturaleza hace uso de una de sus armas más destructivas y aterradoras.
El productor nos cuenta: "Los tornados, en su forma más perfecta, son como monstruos, pues, aunque parezca que te están persiguiendo, su camino es totalmente aleatorio. Crecí en los Ángeles, donde viví bajo la constante amenaza de los terremotos, un fenómeno aterrador, pues son imprevisibles, aunque la mayoría de las veces, todo vuelve a la normalidad unos segundos después. Sin embargo, los tornados se ven venir, y tienes que vivir con la angustia del daño que pueden llegar a producir".
Garner pensó que podría crear más suspense si la película estuviera narrada en primera persona, como si el público estuviera detrás de las cámaras. "Es un estilo que hace que los espectadores se sumerjan en la historia y formen parte de la misma como si fueran un personaje invisible que también vive los acontecimientos".
Quale creyó que el concepto de rodaje en primera persona que Garner propuso encajaba a la perfección con una película de desastres naturales. Garner le transmitió su idea a John Swetnam, quien la plasmó en el guion. “Todd Garner me contó el enfoque que quería darle a esta película de tornados, y, desde el primer momento, supe que quería sumarme al proyecto. Había que utilizar los recursos tecnológicos actuales para transmitir un sentimiento real y que el público experimentara la tormenta muy de cerca. He vivido en Tennessee durante muchos años, y tengo muchos amigos que siguen allí que han experimentado la destrucción de los tornados, así que me sentí identificado con el tema y quería que le hiciera justicia a las historias de estas personas".
Richard Armitage se interesó mucho por su papel, el de un padre, un tipo cualquiera, que se tiene que enfrentar a circunstancias extraordinarias. El actor nos ofrece su versión: "No importa quién seas, creo que si varios tornados se aproximan a tu pueblo, la situación te obliga a descubrir de qué madera estás hecho."
Los directores tenían muy presente que, además de las relaciones personales, el elemento más importante de este largometraje para los cinéfilos es ese tornado gigantesco. Hoy en día y gracias a internet, las cámaras de los teléfonos móviles y los servicios de noticias 24 horas, los espectadores saben qué aspecto tiene una tormenta de esa magnitud. El equipo de efectos especiales de Steven Quale, dirigido por el productor Randall Starr, se encargó de crear ese tornado EF5 que hará que los fanáticos de los fenómenos meteorológicos se queden sin palabras.
El cazador de tormentas Pete Moore quiere grabar imágenes de un tornado desde su interior, y para ello ha creado el vehículo ideal para este propósito: el Titus. Creado por David Sandefur, el diseñador de producción de la película, el Titus está equipado con ventanas Lexan a prueba de balas, chapado de acero de 4mm, un gancho de 12 toneladas y un mini centro meteorológico con anemómetro, sensor de humedad y potenciómetro.
Según Sandefur: "El Titus fue mi primer diseño para la película, y me divertí mucho en el proceso de creación; me inspiré en vehículos blindados como tanques o vehículos para el transporte de tropas, así como en barcos furtivos. Queríamos que fuera algo funcional, con un aspecto adecuado, que no pareciera algo del espacio".
Se construyó en Detroit, en Kustom Creations, a partir del chasis modificado de una camioneta Dodge y está diseñado para aferrarse al suelo incluso en condiciones de viento de 270 km. por hora; para ello, tiene unos ganchos de acero pesado que se despliegan de los laterales del vehículo y penetran en el suelo.
"En Kustom Creations se esforzaron al máximo e hicieron un trabajo fantástico; creo que, por la forma en la que ha sido construido, el Titus podría recorrer 160 km".
Su función no es solo la de soportar la poderosa fuerza de un tornado, sino que también puede registrarlo todo. En su techo hay una torreta de cristal donde se aloja una cámara estabilizada con giroscopio de 360 grados de visión que garantizan una cobertura máxima, y esta es solo una de las 24 cámaras integradas en un vehículo cuya función es la de grabar el interior del ojo de la tormenta.
Quale quedó más que satisfecho con el producto final. Según recuerda: "Cuando nos lo entregaron me quedé impresionado; era un vehículo monstruoso y bellísimo, perfectamente pintado. Por desgracia, para que pareciera que había sido construido hace ya unos años y que había soportado condiciones atmosféricas intempestivas en varias ocasiones, tuvimos que llenarlo de barro y hacerle algunas abolladuras... Tenía que parecer que había sufrido un infierno antes de que llegara a nuestro pequeño pueblo".
Por irónico que parezca, uno de los mayores obstáculos durante el rodaje de ‘En el ojo de la tormenta’, fue el clima. "Elegimos grabar en Michigan porque es un estado muy bonito, plano y muy cercano al territorio Tornado Alley. Además, el tiempo allí siempre es malísimo; excepto cuando nos desplazamos hasta allí, claro.", nos cuenta Quale.
El director de fotografía Brian Pearson añade: "El mayor reto al que nos enfrentamos con esta película ha sido el clima, el sol, el viento y la lluvia; y eso que la lluvia la creábamos nosotros. Los cielos nublados predominan durante gran parte de la historia, sin embargo, el rodaje en Detroit en pleno verano implicaba que habría 25 días de sol al mes, precisamente lo que menos necesitábamos".
El equipo de producción empleó dos o tres grúas de 36 metros de alto y cada una sostenía una placa de 12 por 18 metros cubierta con una tela de color carbón que difuminaba la luz solar. "Quería que pareciera que la luz y los reflejos en la cara de los actores estaban producidos por el cielo oscuro y nublado que se alzaba sobre ellos. Los elementos que estaban en primer plano estaban cubiertos con una sombra artificial para que parecieran más oscuros, y el equipo de efectos especiales trabajó para ensombrecer los fondos de escena a los que les daba el sol, lo que resultó complicado debido a los componentes principales de lluvia”.
Pearson nos cuenta que la lluvia artificial y las fuertes ráfagas de viento también representaron un reto al principio: "Cuando nos habíamos librado del sol, teníamos que lidiar con máquinas que expulsaban agua de lluvia desde una altura de 30 metros y máquinas que hacían que soplara viento a más de 160 km. por hora que apuntaban directamente al reparto, los cámaras y el resto del equipo. Había agua por todas partes, pero los cámaras hicieron un trabajo fantástico, mantuvieron el equipo seco y evitaron que el agua entrara en los objetivos".
El equipo de Pearson luchó contra la lluvia con aparatos repelentes de gotas. "Son geniales, y, aunque son muy voluminosos y ruidosos, trabajan a una velocidad de 5000 rpm para repeler el agua de las lentes, e, incluso si tiras un cubo de agua directamente al objetivo, lo ahuyentan instantáneamente, lo que supuso una gran ventaja para todos en medio de estas condiciones temporales".
Aunque la lluvia no cayera del cielo, los actores tuvieron que trabajar con vientos y lluvias artificiales durante más de la mitad del rodaje, lo que les obligó a estar mojados, o a parecer que lo estaban, casi todo el tiempo. Para ello, el departamento de peluquería aplicaba acondicionador sin aclarado en el pelo de los actores, y, aunque cada personaje tenía solamente un atuendo durante todo el rodaje, la diseñadora de vestuario Kimberly Adams y su equipo crearon diferentes versiones del mismo traje para que reflejaran los distintos efectos meteorológicos: una versión limpia, otra sucia, una rasgada, y así sucesivamente.
Los actores no fueron los únicos a los que azotó la furia de la Madre Naturaleza, ya que después de que el pueblo de Silverton estuviera creado, tenía que parecer como si el temporal lo hubiera destruido, calle por calle y edificio por edificio. Una vez terminado el diseño del Titus, Sandefur empezó a investigar para conseguir este efecto.
"El director y yo compartimos la misma visión y sabemos el resultado que queremos conseguir. Cuando supe lo que Steven quería, busqué fotos de lugares reales que habían sido arrasados por un tornado y que me pudieran inspirar para la película, y después se crearon los diferentes decorados para cada fase".
Uno de los elementos clave para Sandefur fue la escuela, ya que las escenas del instituto de Silverton se rodaron en el Oak View Middle School del municipio de Oakland. "Les advertimos de que iba a ser una película de tornados, pero no hicimos mucho destrozo, solo rompimos una ventana y algunos bordillos, todo dentro de la magia cinematográfica, claro; después, todo vuelve a su estado original. Les devolvimos la escuela en perfectas condiciones; era muy bonita, y ahora lo sigue siendo", nos comenta el diseñador de producción con una sonrisa.
Otra de las escenas que sufrieron los estragos del tornado se rodó en una calle residencial cercana a la casa de los Fuller. El departamento de diseño se ocupó durante tres semanas de que pareciera que el vecindario de Auburn Hills había sido arrasado por un huracán, y para ello utilizaron solares vacíos situados entre casas de nueva construcción; luego necesitaron una semana para limpiarlo todo.
Las escenas en las que donde Donnie y Kaitlyn se quedan atrapados en una fábrica de papel abandonada se rodaron en tres localizaciones diferentes: un antiguo almacén, un solar vacío que sirvió de escenario para los exteriores y un plató construido en los estudios Michigan Motion. El lugar donde tenían que trabajar los actores y el equipo necesario era muy pequeña, de unos 2,5 metros de profundidad y 1,8 de anchura, y además tenían que llenarla con más de 35 litros de agua. Estas condiciones claustrofóbicas dieron muy buenos resultados, pues la situación en la que Max Deacon y Alycia Debnam-Carey grabaron sus escenas juntos no podía ser más realista.
Quale tiene mucha experiencia con el uso de efectos especiales, y por eso sabía perfectamente lo que necesitaba para crear los monstruosos tornados que arrasan el pueblo ficticio de ‘En el ojo de la tormenta’ y así sorprender al público. Para ello, solicitó la ayuda del productor de efectos especiales Randall Starr.
"Lo primero que hicimos Steve y yo fue iniciar el proceso de previsualización y generar el resultado de las secuencias por ordenador. Es difícil visualizar un tornado en tres dimensiones solamente con un guion, así que el proceso de previsualización supuso una etapa esencial del trabajo para que nos hiciéramos a la idea de cómo sería el resultado y para que los cazadores de tormentas se imaginaran a lo que se iban a enfrentar. Tuvimos que repetir este proceso más veces con diferentes secuencias de la película, ya que nos encontramos con tornados de varios tipos, como tornados tradicionales, de cuerda, de fuego, e incluso un gigantesco tornado de más de tres kilómetros de ancho. Cuando pudimos 'ver' o visualizar cada tornado en el ordenador, acudimos a las empresas de efectos visuales de Hollywood para que comenzaran el proceso de representación foto-realista de cada aspecto del tornado, desde las nubes con carga eléctrica, a la forma del embudo o los destrozos que ocasionan en el suelo". Además de ocuparse de la creación de unos tornados que no existían en la realidad, el equipo de efectos especiales tuvo que eliminar numerosos elementos que no debían estar presentes en el rodaje". "No solo tuvimos que reemplazar el cielo azul por un cielo cubierto, sino que tuvimos que eliminar árboles, arbustos, hierba, coches, e incluso calles enteras.
El equipo de Starr llegó rápidamente a la conclusión de que, además de crear el propio tornado "nuestro trabajo consistía en crear el efecto devastador que este produce a su paso, arrasando y destrozando cantidades gigantes de escombros. Dondequiera que hubiera un tornado, teníamos que crear la furia producida por la tormenta, lluvia digital, escombros, troncos de árboles, ramas, piezas de automóviles y todo lo demás".
Starr añade también que la película contaba con una gran cantidad de efectos mecánicos. "Tuvimos que recurrir a ventiladores gigantes para que provocaran un vendaval que se llevara las hojas, el polvo y los escombros. Todo lo relacionado con el viento que mueve la ropa o el pelo de los actores, o la hierba que se mueve en el fondo de la escena, se consiguió con efectos mecánicos".
Los efectos especiales fueron esenciales para una de las escenas más devastadoras de la película en la que un grupo de personas se refugia en una alcantarilla cuando tratan de escapar de un tornado de escala E5. El equipo de producción y el reparto tuvieron que soportar vientos de más de 160 km. por hora, lluvia y escombros a su alrededor constantemente. "Fue una escena muy difícil para todos y en la que se tuvieron que utilizar muchos efectos mecánicos para que resultara creíble que había un tornado acechando a los protagonistas", nos cuenta Starr.
Otro factor clave que ayuda a transmitir el monumental ataque de la tempestad de ‘En el ojo de la tormenta’ es el ruido intenso y ensordecedor que la acompaña, elaborado y supervisado por el editor de sonido Per Hallberg.
"Per es un editor y diseñador de sonido asombroso", comenta Quale emocionado. "En una historia tan visual como esta, ha sabido crear una experiencia sonora que, aunque cierres los ojos y no puedas ver la película, puede resultar aterradora".
El director recuerda que, cuando empezaron a trabajar juntos, "Per me dijo, 'Me lo voy a pasar pipa; puedo sacar muchas cosas de aquí'. Y así fue, encontró la manera de utilizar el sonido y el silencio para crear un efecto increíble".
Otro de los aspectos importantes de la película es la banda sonora. El compositor Brian Tyler tuvo la oportunidad de crear un contexto emocional para una historia que comienza con un día cualquiera en la vida de los personajes y que les llevará a vivir la experiencia más insólita de sus vidas.
Para finalizar, Quale nos cuenta lo siguiente: "Espero que el público se quede asombrado con el poder de la Madre Naturaleza y confío en que se emocionen con la historia de unos personajes que se dan cuenta de que lo que verdaderamente importa en la vida es la familia, nuestra humanidad. Sobre todo, espero que hayamos conseguido que vivan una experiencia emocionante propia de las que tienen lugar en una sala de cine.