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Titulo original: Exodus: Gods And Kings
Año Producción: 2014
Nacionalidad: EE.UU., Inglaterra, España
Duración: 150 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Acción, Aventura, Drama
Director: Ridley Scott 
Guión: Steven Zaillian 
Fotografía: Dariusz Wolski
Música: Alberto Iglesias 
FECHAS DE ESTRENO
España: 5 Diciembre 2014
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
20Th Century Fox


SINOPSIS

Cuenta la historia de un hombre, cuyo coraje desafió a todo un imperio. Se trata de Moisés, quien inicia una rebelión contra el faraón Ramsés, liberando a seiscientos mil esclavos en su huida de Egipto...

INTÉRPRETES

CHRISTIAN BALE, AARON PAUL, JOEL EDGERTON, SIGOURNEY WEAVER, INDIRA VARMA, BEN KINGSLEY, MARÍA VALVERDE, JOHN TURTURRO, BEN MENDELSOHN, GOLSHIFTEH FARAHANI 

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   Utilizando efectos visuales de la más avanzada tecnología y la inmersión en el 3D, Scott da nueva vida al relato del desafiante caudillo Moisés cuando se alza contra el faraón egipcio Ramsés, lanzando a 400.000 esclavos a un colosal viaje de huida de Egipto; y resucita la historia del aterrador ciclo de las mortíferas plagas.   Scott observa que “la vida de Moisés es una de las aventuras y exploraciones de carácter espiritual más grandes de todos los tiempos”. Desde la batalla que da inicio a la película, en la que 15.000 soldados egipcios atacan un campamento hitita, pasando por las imponentes estructuras y una aterradora serie de plagas, hasta la separación de las aguas del Mar Rojo, Scott aporta su visión distintiva a uno de nuestros relatos más importantes y más apreciados.   “Me gusta todo lo que sea extraordinario”, prosigue. “Yo sabía lo que hacer con ‘Gladiator’, cómo lograr que viviera, respirara y sintiera como lo hacían las personas de la época. Con ‘Exodus: Dioses y reyes’, quería, de manera análoga, dar vida a la cultura egipcia y al Éxodo de una forma que nunca antes había sido posible”.   ‘Exodus: Dioses y reyes’ fue rodada en los Estudios Pinewood, de Londres, y en exteriores de España; en Almería, al sur de la península, y en la canaria isla de Fuerteventura.

  Cuando Ramsés rechaza las súplicas de Moisés para que deje partir al pueblo del profeta, Egipto es víctima de una serie de plagas y epidemias. Los consejeros de Ramsés ofrecen explicaciones de base científica de los fenómenos, espectáculos a la vez emocionantes y horripilantes.   La primera de las diez plagas llega después de que los cocodrilos del Nilo comiencen a atacarse entre sí y a atacar a varios navegantes egipcios, en un vicioso frenesí devorador. La sangrienta y ondulante agua vuelve rojo el Nilo, provocando que una capa de peces muertos por falta de oxígeno flote sobre la superficie. Las ranas invaden por millares la ciudad de Pi-Ramsés, e incluso el palacio del faraón, en busca de comida.  
   Cuatrocientas ranas fueron convocadas al rodaje, junto a seis cuidadores de ranas, un perro que las controlara y una cerca antirranas de un metro de altura. En esta escena, Golshifteh Farahani, que interpreta a Nefertari, demostró su valor a lo largo de varias tomas pretendiendo estar dormida, sabiendo que una enorme bolsa llena de ranas estaba siendo vaciada sobre su cabeza, y que los batracios estaban enredándose en sus largos cabellos.
  Después de que los anfibios mueran, nubes de moscas salen de sus cuerpos podridos y llenos de gusanos, y las calles de la ciudad que Ramsés ha construido en honor de sí mismo se vuelven invisibles detrás de una negra cortina de moscas. Así lo explica el supervisor de efectos visuales, Peter Chiang: “Elevamos las plagas a un nivel nuevo y distinto. Las moscas se vuelven muy peculiares y densas cuando se mueven, y [la sucesiva invasión de] las langostas resultan incluso más perturbadoras en la forma de moverse y formar enjambres”.  
   Luego, llagas y forúnculos atacan los cuerpos de casi todos los egipcios. La noche trae unos granizos del tamaño de piedras, seguidos de una inmensa nube de langostas.
 
   Las leyes de la naturaleza, llevadas a su extremo –y quizá con intervención divina– pueden explicar estas plagas, pero el azote final sobrepasa a la naturaleza: los primogénitos de Egipto mueren durante la noche, incluido el propio hijo del faraón. Cuando Ramsés se da cuenta de que ningún niño esclavo hebreo ha muerto, les ordena que salgan de Egipto, pero poco después se pone a la cabeza de su ejército para perseguir y matar a los hebreos que huyen.
  Moisés y sus 400.000 mal equipados seguidores, cargados con los escasos artículos de ajuar que podían transportar, luchan por atravesar unas montañas llenas de malos augurios, dirigiéndose al Mar Rojo y a una zona que permite atravesarlo que Moisés ha utilizado anteriormente.  
  Al llegar al Mar Rojo, con el ejército egipcio pisándoles los talones, Moisés se da cuenta de que ha tomado el camino equivocado, pasando de largo de las aguas poco profundas. Enfrentándose con una enorme masa de agua por un lado, y con miles de soldados egipcios por el otro, Moisés se desespera. A la vez que Ramsés se prepara para el asalto final, Moisés advierte que la marea desciende con rapidez. Reúne a su pueblo y empiezan a atravesar a trompicones los bajíos. Cuando los hebreos completan el cruce, las tropas de Ramsés que los persiguen son envueltas por una inmensa ola.

  Entre los colaboradores creativos de Scott para la película figuran el diseñador de producción Arthur Max y la diseñadora de vestuarios Janty Yates. “La idea de construir un universo siempre resulta atractiva”, dice Scott. “Lo que resulta tan atrayente de la creación de mundos en el cine es que cualquier cosa vale, siempre que sea real. En el fondo, yo soy un arquitecto, al igual que Arthur Max.” Max asegura que ‘Exodus: Dioses y reyes’ es la mayor producción en la que jamás haya trabajado. “Sus dimensiones son épicas porque épico era el antiguo Egipto y queríamos hacerle justicia”, explica. “Naturalmente, nunca es lo bastante grande para Ridley, razón por la cual tenemos efectos visuales”.
  Los equipos de producción y efectos visuales –creador éste último de más de 1.500 tomas de efectos visuales especiales– colaboraron en la creación de los enormes platós y escenas de acción de la película. Por ejemplo, la estatua de Ramsés tiene una altura de más de 60 metros, 9 de los cuales fueron construidos por la producción; el resto fueron totalmente creados por ordenador.
  “Al rodar una panorámica desde el cielo a la estatua, se ve cómo las extensiones digitales de la parte superior se unen progresivamente a la versión real levantada sobre el terreno”, explica Scott. “El proceso es perfecto”.
 
  El supervisor de efectos visuales, Peter Chiang, abunda en ello: “Los efectos visuales están cimentados en la realidad. Arthur y Ridley diseñaron unos platós asombrosos y que pueden ampliarse, y que brindaron una excelente base de partida para los efectos especiales visuales. Fue excelente ver iluminación real en el plató real, lo que acabaría conformando el aspecto de nuestras imágenes creadas por ordenador”.
 
  El equipo artístico y de construcción tenía más de mil miembros que trabajaban en tres lugares distintos. Los estudios Pinewood acogieron los interiores de los suntuosos palacios y templos de la realeza egipcia, así como los austeros tugurios de los esclavos. El enorme exterior de la Gran Sala del Faraón fue filmado en el inmenso plató de exteriores, donde también se grabaron las escenas de la salida del ejército egipcio para combatir a los hititas, y más tarde, las de su regreso triunfal aunque cubiertos de sangre. El depósito del recinto del plató fue transformado en el río Nilo, que se vuelve rojo cuando los feroces cocodrilos se devoran mutuamente. Las escenas del Mar Rojo cuando se produce la gigantesca separación de las aguas en la que se ahogan centenares de soldados egipcios, fueron rodadas bajo la superficie del mismo depósito.
 
   La producción utilizó un sistema de poleas creado en ‘Gladiator’ para ordenar con rapidez enormes estatuas, columnas y partes de murallas, lo que llevó a Scott a bautizarlo como un plató de tipo LEGO.
 
  Después de finalizar el trabajo en Pinewood, la producción se trasladó a Almería, en el sur de España, tomando una extensa llanura en Alhamilla, a la sombra de la Sierra Madre. Esta árida zona desértica fue también utilizada en varios de los westerns dirigidos por Sergio Leone y en hitos cinematográficos como ‘Lawrence de Arabia’ y ‘En busca del arca perdida’.
 
  “Trabajar en Alhamilla es como tener un inmenso plató de exteriores propio”, dice Max. “En superficie es más grande que el que tiene 20th Century Fox en California”. En una llanura que mide 1 por 1,5 Km., el eje central es una avenida de palmeras. Muchas de ellas ya crecían allí pero todos los árboles necesitaban cuidados y mejoras, y la producción reemplazó las que estaban enfermas. La producción también instaló un depósito de agua y construyó los exteriores de los palacios y las villas egipcios, así como una calle de hogares y comercios egipcios normales. La ciudad de Pi-Ramsés y el ghetto de esclavos que la rodea estaban unidos por la avenida de palmeras. Además, las fábricas de ladrillos que suministraban a la nueva ciudad estaban a una corta distancia.
 
  La batalla de Kadesh, en la que Ramsés y Moisés llevaron a los egipcios a la victoria sobre los hititas, tuvo lugar cerca. La batalla real fue considerada como la mayor operación militar jamás llevada a cabo, con miles de soldados y centenares de carros de guerra combatiendo bajo un sol abrasador.
  El rodaje de la escena duró cinco días, con cientos de extras, especialistas, animales y carros de guerra en el lugar de rodaje, junto a cinco cámaras y dos equipos, sin más interrupción que una enorme tormenta que inundó de agua la zona, aislando de la carretera a muchos miembros del equipo técnico, y que los medios de comunicación locales definieron como de escala “bíblica”.   Pocos días más tarde, después de una puesta de sol tan espectacular que fue rodada para su inclusión en la película, se desencadenó una tormenta de arena sobre la llanura de Alhamilla, dañando escenarios y cegando al reparto, al equipo técnico y a los extras.  
   Fuerteventura, una de las Islas Canarias situadas en el Océano Atlántico frente a las costas de África, fue otra ubicación clave. Unas playas amplias, vacías y arenosas que bordean unas montañas de roca volcánica, hicieron de la isla el lugar perfecto para rodar la huida de los hebreos de Egipto por el desierto del Sinaí. “Partes de Fuerteventura tienen un aspecto casi prehistórico; siguen intactas”, dice Bale. “Es uno de los lugares más deslumbrantes que jamás haya visto”.
  En lo alto de las montañas se encuentra la ciudad minera de Macael, de la que se ha extraído mármol desde la época de los fenicios. La cantera de mármol aparece en la película como un lugar de trabajo de los esclavos donde Moisés se encuentra por primera vez con Nun.   
  Además de localizar y construir exteriores, Max y su equipo asumieron la ingente tarea de amueblar y decorar los espacios. “No es posible comprar nada que sea del antiguo Egipto, por lo que cada artículo y adorno tuvieron que ser diseñados y fabricados”, explica. Remitiéndose a materiales expuestos en el Museo Británico y en el Museo del Cairo, Max empleó una mezcla de técnicas antiguas y tecnología moderna.
 
   Los palacios fueron amueblados con tronos y sillas basadas en antiguos frescos. Para facilitar su traslado, la producción construyó estatuas de materiales ligeros modernos, aunque acabadas y envejecidas empleando técnicas antiguas.
 
  El equipo de diseño consultó a expertos en los campos de los jeroglíficos, la lengua y la conducta ritual, y estudió a pintores ingleses y franceses de la época victoriana que dieron vida a escenas íntimas. “La película refleja una mezcla ecléctica de influencias, que en nuestra opinión elevará al máximo la grandeza del antiguo Egipto, junto con el sufrimiento y la privación que acompañan a la esclavitud”, explica Max.
 
  Que describe los exigentes métodos de Scott para el trabajo con los jefes del departamento de creación. “Nos sentamos en torno a una mesa y examinamos el guión página por página, empleando referencias visuales. Cuando visitamos exteriores, se lanzan al aire distintas ideas que también provienen del trabajo de otros departamentos.
  Ridley siempre nos sorprende yendo en una dirección que ninguno de nosotros había considerado. Los personajes y su entorno, y la forma como se interrelacionan, salen de su mente; es su idea del mundo de ellos. Ridley dibuja muy bien, así que hay que seguirle la pista a cualquier cosa que haya sacado a la luz y que a veces está en la cara posterior del guión de alguien. Si uno tiene una buena idea, él la mejora. Y encuentra la mejor posición en cualquier plató; en ocasiones, un ángulo que a nadie más se le había ocurrido. Además de ser un artista es un cámara y un excelente alumno de tecnología moderna, captando lo que sucede y cómo lo provocamos”.
 
  Para Yates, el descubrimiento más emocionante durante su trabajo preparatorio fue comprobar lo adelantados que estaban los egipcios en cuestiones de moda y diseño. “La joyería, en especial, está elaborada con enorme pericia, con mucho detalle y delicadeza”, afirma.
  El ámbito de la película es enorme, y Yates y su diseñador adjunto de vestuario, Stefano de Nardis, montaron una factoría en Ouarzazate, en el desierto marroquí, en la que reunieron a cortadores, costureras, bordadoras, trabajadores del metal, zapateros y joyeros para crear los vestidos de los egipcios, el ejército, los hititas, los guardias de palacio y algunos de los actores que destacan especialmente. Cada uno de los veinte miembros principales del reparto tenía muchos trajes minuciosamente elaborados, con muchos detalles, y a menudo tenían que disponer de ocho o nueve unidades del mismo traje, por lo que Yates estableció, además, una enorme organización de tintoreros, cortadores y otros especialista en Londres.  
  Vestir a Moisés fue la empresa más complicada. “Tiene varios aspectos”, explica Yates. “En el primero, Moisés es un joven príncipe de Egipto, amado por Seti, muy cercano a su primo Ramsés, y del que desconfía Tuya. Ridley quería que en tan vistosa corte, él fuera discreto. Es sobre todo, un soldado, así que sus tonos son sobrios; sus prendas, cuidadas, y su aspecto casi escrupuloso, con pelo corto”.
  En el segundo acto, recorriendo el desierto sin rumbo fijo, parece un vagabundo, y después de ser atacado por los miembros de una tribu, se pone las ropas de sus atacantes. Cuando conoce a su futura esposa, Séfora, y se establece, es un pastor del campo. Luego, cuando decide regresar a Egipto y enfrentarse a Ramsés, es un guerrillero que vive en las montañas con su partida y que acaba conduciendo a su pueblo a la libertad”.  
   Si bien reconoce el desafío que suponía vestir a un Moisés en permanente evolución, Yates observa que sus creaciones favoritas son las piezas de la extravagante indumentaria que lleva Ramsés.
En palabras de Scott, Ramsés lleva un montón de baratijas carísimas y más que llamativas. Edgerton se acostumbró rápidamente a la preferencia que su personaje muestra por el oro.   Cada vestido, pieza de atrezo, diseño, estructura y efecto visual nos habla de la escala épica de la película. Pero, tal y como observa Ridley Scott, las sensibilidades de ‘Exodus: Dioses y reyes’ tienen siempre los pies en la tierra. “Moisés creció como un importante noble egipcio –un príncipe de Egipto– con algunas inseguridades y dudas humanas muy reales”.

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