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SINOPSIS
La amistad entre Richard y Philippe se pone a prueba durante un crucero que realizan hasta la isla de Córcega...
INTÉRPRETES
DANIEL AUTEUIL, GÉRARD JUGNOT, FRANÇOIS BERLÉAND, ZABOU BREITMAN, MÉLANIE DOUTEY, ISABELLE GÉLINAS, JEAN-PHILIPPE RICCI, JUSTINE BRUNEAU
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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
'Entre amigos' es tu séptima película como director. ¿Cómo surgió la idea?...
.- La idea de hacer esta película viene de Richard Grandpierre, que es, al mismo tiempo, el productor y el autor original del filme. Hacía ya tiempo que tenía ganas de volver a reunir en la gran pantalla a Daniel Auteuil y a Gérard Jugnot, al que conoce desde hace mucho, para que ambos colaborasen con François Berléand. Richard escribió el guion con Eric Besnard, con quien yo ya había trabajado en Quiero ser italiano. Así que al final no tuve más remedio que subirme al carro. Al principio, se barajó la posibilidad de que Richard dirigiese la película. Yo lo estuve animando durante mucho tiempo diciéndole que se trataba de una oportunidad muy bonita, pero, al final, tuvo la honradez de reconocer que no se atrevía a hacerlo porque el proyecto se le hacía demasiado pesado. Así fue como Richard me concedió el maravilloso regalo de dirigir 'Entre amigos'.
¿Qué era lo que tanto te atraía?...
.- Lo hice porque el tema me llamaba mucho la atención. A lo largo de mi vida, he tenido la suerte de hacer varios viajes de este tipo en barcos pequeños del estilo, como uno inolvidable que hice con Kad en las Granadinas. Igual que le pasa a Gérard Jugnot en la película, en aquella época decidí dejar de fumar… ¡y aquello salió fatal! Desde que empecé a leer el guion supe que podría contar todo aquello añadiéndole además la promiscuidad en un barco, el problema de tener que quedarse en el mar durante días, el mal tiempo, la gente enferma a bordo o los que, como le pasa a Isabelle Gélinas en la película, prefieren estar fuera todo el tiempo haga el tiempo que haga. Todo se magnifica en un contexto como este. Durante los dos primeros días todo es maravilloso pero cuando nos damos cuenta de que todavía quedan seis días más, ¡puede llegar a ser una auténtica pesadilla! Más allá de la historia, tengo que decir que el aspecto técnico también me fascinaba. No siempre se tiene la oportunidad de poner en escena una tormenta...
Ese es otro de los aspectos más llamativos de Entre amigos; la parte espectacular de la que hablaremos más tarde y el espacio cerrado de estilo vodevil en el que se encuentran los personajes...
.- No cabe duda de que esos dos elementos me gustaban mucho, pero también me interesaba el poder hablar de la nostalgia. Tengo 51 años, una edad en la que se empieza a rememorar muchas cosas. Yo tengo viejos amigos como los de la película, ¡los típicos amigos de hace 30 años!, así que quería tratar el tema del tiempo que no se detiene y la razón o el modo por el que siguen siendo amigos a pesar de todo. También fue muy interesante imaginar cómo reaccionaría el grupo de amigos si uno de ellos se divorciase y les presentase a su nueva mujer, ¡mucho más joven que él! ¿Cómo podrían aceptar a una intrusa?
Por otro lado, está la metáfora de la tormenta; a veces, la amistad necesita un buen temporal para que sea duradera...
.- Es algo evidente, a pesar de que en este caso hayamos ido un poco más lejos. Por suerte, ¡las peleas entre los amigos no suelen ser tan gordas! Hay una escena bastante violenta que se desarrolla en torno a Richard, interpretado por Daniel Auteuil, en la que los personajes ajustan cuentas de manera muy intensa.
Supongo que el hecho de trabajar con actores experimentados también es una ventaja, ¿no?...
.- Sí, y todos han aportado muchísimo a la película. Zabou Breitman, por ejemplo, ha tenido un papel muy importante para que no odiemos del todo a su personaje. Ha sido ella la que nos ha ayudado a dar con los matices precisos. Todos lo han hecho. Al principio, hicieron un gran trabajo en equipo, cosa que no siempre ocurre en todas las películas. Algunos actores prefieren dejarse llevar por el guión. En este caso, se plantearon muchas preguntas que ayudaron mucho en el desarrollo de la película.
Sin querer desvelar muchos detalles, háblanos del secreto de la producción de 'Entre amigos'. ¿Cómo has encontrado la sintonía entre lo que ocurre en el mar de verdad y lo que se lleva a cabo en el estudio?...
.- Antes del rodaje, visionamos y revisionamos bastantes películas, sobre todo la de Cuando todo está perdido de Robert Redford. ¡Y rápidamente nos dimos cuenta de que teníamos que hacer algo muy distinto a aquello! Así que decidimos tener un barco de verdad y una réplica un poco más pequeña que un velero en el estudio, sobre una plataforma que simulaba el balanceo. Además de en las escenas de tormenta, la maqueta fue muy útil para las secuencias más tranquilas que tenían problemas de iluminación. Cuando se rueda en un barco de verdad, entre la salida del puerto, la instalación del equipo, los cambios de escenas y de planos, y demás solo te quedan cuatro horas enteras al día para grabar. Y no es que no se pueda hacer, pero tardaríamos cuatro meses y eso era inviable con el presupuesto que teníamos. Por tanto, la maqueta del estudio fue fantástica aunque muy complicada técnicamente; tanto que, luego, hubo que añadir imágenes sintéticas del mar. Esto era algo que me preocupaba bastante, aunque me tranquilicé rápido al ver las proezas de Alain Carsoux de La compagnie des images que, justo antes de Entre amigos, acababa de firmar para hacer los efectos especiales de En solitario. En realidad, la parte de la comedia de la película es la más importante. La tecnología simplemente nos ayudó, durante siete semanas de trabajo, a hacer las cosas más espectaculares. En cuanto a las escenas del principio, como las de la llegada y la salida del puerto, se rodaron en Marsella en un velero de verdad durante tres semanas.
Me gustaría destacar brevemente la iluminación de la película, que está muy cuidada y conserva a la perfección la ilusión entre lo que es «real» y lo que es «falso»...
.- La iluminación tiene el sello de Régis Blondeau, un gran director de fotografía que ha trabajado mucho para lograr una perfecta continuidad lumínica entre planos. Como por ejemplo, en la escena de la cena, que tiene planos en el barco de verdad y planos en el estudio.
Hablando del barco de verdad, ¿tus actores lo han pasado muy mal en el rodaje en mar abierto?...
.- No, para nada. ¡Lo más difícil era el rodaje en el estudio! Se congelaron de frío cuando tuvieron que estar durante días recibiendo litros y litros de agua a 16 ºC... Para rodar la tormenta, ¡se lanzaban 1000 litros por cada ola! Así que fue sumamente molesto y, a pesar de eso, se adaptaron de manera extraordinaria y se divirtieron con todos los problemas que tuvo el rodaje. Y es que, además del agua y de los distintos tipos de máquinas que se usaban para bombearla, también estaban los ventiladores y el ruido infernal que hacían en plató.
Como director, entre tener que lidiar con los aspectos técnicos y no olvidar nunca el texto ni la escena, ¿qué ha sido lo más difícil?...
.- La película la rodamos en dos partes. Por un lado, la comedia y, por otro, la tormenta. Esas escenas de acción estaban prácticamente coreografiadas. Los actores sabían exactamente lo que tenían que hacer y esto nos permitió «olvidarnos» un poco de aquello para concentrarnos en el aspecto técnico.
¿Estás de acuerdo si te digo que Entre amigos es, sin lugar a dudas, tu trabajo mejor conseguido en cuanto a la dirección?...
.- Bueno, te lo agradezco mucho, pero creo que se debe sobre todo a la historia. No es la clase de película en la que basta con ponerlo todo en escena, y yo tenía muchas ganas de rodar buenos planos de aquel magnífico barco y otros más complejos de la tormenta. Además, tuve la suerte de contar con todo el material necesario para darle cierta amplitud a la película. Creo que el hecho de tener solo un decorado, el barco, me obligó a ser más creativo.
Antes hablabas de 'Cuando todo está perdido' para referirte a películas en el mar. ¿Viste alguna más antes del rodaje?...
.- Sí, en concreto la de 'Master and commander' de Peter Weir, que utilizaba una técnica diferente con una cisterna sobre una plataforma. El Cómo se hizo es apasionante. También vi 'Calma total' de Phillip Noyce, que fue rodada al completo en mar abierto en un velero. En cuanto a documentación escrita, leí varios relatos de desventuras en travesías, como el terrorífico rodaje de 'Tiburón' de Spielberg.
¿Y cómo viviste tú este rodaje, tan difícil técnicamente, sobre todo teniendo que dirigir a un grupo de seis actores?...
.- Sinceramente, al principio fue impactante, sobre todo al ver a todos esos grandes actores en mi propia película. Y eso también me permitió observarlos y fijarme en cómo funcionaban. A partir del tercer día, cogí las riendas de manera muy natural y tranquila. El día en el que me canse de trabajar con personas como Jugnot, Auteuil o Berléand, dejaré de dedicarme a esto.
La música de la película también es importante, pues lleva el sello de Martin Rappeneau...
.- Eso es. Se inspiró en el trabajo de Vladimir Cosma, partiendo de algo un poco más del estilo de la vieja escuela bastante nostálgico y que representaba muy bien el tema de la película, la amistad en el transcurso del tiempo. Le hice leer el guion y trabajó a partir del primer montaje. Ya había colaborado antes con Martin en Les Tuche y es un compositor que ha adquirido mucha amplitud y seguridad. Acaba de componer la música de Grandes familias, la nueva película de su padre, Jean-Paul.
GALERÍA DE FOTOS
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