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NOTAS DEL DIRECTOR...
   Me interesan los personajes que toman malas decisiones. Objetivamente malas. Por eso, me fascina trabajar con personajes que se equivocan en sus planteamientos de base, en los medios que eligen para lograr un determinado fin, en sus elecciones frente a las diatribas y sobre todo, porque me ayudan a comprender cómo, cuándo y por qué el poder corrompe.
  Me gusta pensar que hemos hecho una película a la que le va la etiqueta de #elevatedhorror o que podemos calificar como un social horror thriller. Los personajes de “Feedback” son complejos, contradictorios y descarnadamente humanos. El espectro temático resuena en los titulares de cualquier medio de comunicación, en las redes sociales y las conversaciones que cualquiera de nosotros hemos podido tener esta misma mañana, pertenece a lo social, a nuestro ahora. El misterio, la intriga, la incertidumbre, el conflicto de cada personaje y las tensiones entre ellos, la búsqueda de la verdad o la justicia vienen directamente del thriller.
  Pero esta película es también una revisión profunda del “home invasion”, con su “monstruo sobrenatural” encarnado en dos individuos que van siempre por delante de los protagonistas, poderosos, inasequibles a la derrota, ajenos a la empatía y la moral. Y por tanto, aterradores.
  Escribí y dirigí “Feedback” con la intención de contar una historia compleja con el menor número de elementos posibles. Exponer su esqueleto y ser fiel a unas unidades dramáticas -espacio, tiempo y acción- prácticamente intactas. Mi intención ha sido explorar en la esencia de la historia, desprovista de todo artificio y redundancias, donde cada pieza de la puesta en escena tiene una función y se relaciona con las demás configurando un complejo mecanismo de relojería en el que atrapar al espectador durante 90 intensos y emocionantes minutos.
  Con unos actores que cargan con el peso de la acción y las emociones, “Feedback” es austera en su lenguaje visual de manera premeditada. No he sentido la necesidad de abandonar la atención sobre ellos y entretener al espectador con maniobras técnicas. Sin embargo, con el sonido, hemos hecho exactamente lo contrario. “Feedback” transcurre en un estudio de radio, un universo sonoro complejo y cuajado de detalles. Quizás por eso, siempre supe que en la producción del audio había una película tan relevante como en la imagen o el propio guion.
  Si algo he tenido claro en este proceso, es que una vez se entra en el universo de “Feedback”, es casi imposible -como le sucede a nuestros personajes- poder escapar. La historia tiene la misión de atraparte y no soltarte, hasta que seas tú quien no lo haga. El film se desarrolla casi en tiempo real dentro de una habitación y lo que sucede fuera de ese estudio aislado de la noche londinense, da igual. Solo importa la verdad, o que la voz sea secuestrada para siempre.

LOS ESPACIOS NARRATIVOS...
  En muchos sentidos, “Feedback” es como una película de “casa encantada”, del mismo modo que lo puede ser Alien, donde la Nostromo es un personaje más de la película. En este tipo de historias, el sitio en el que se desarrolla la acción juega un papel esencial y no puedes tratarlo simplemente como “un lugar”. Por otro lado, una película como ésta necesita funcionar como un reloj y concebir acción, tiempo y espacio a la vez ayuda a que la historia fluya. En sentido narrativo y visual, el espacio también recorre un arco de transformación, como los propios personajes. Va mutando y se nos va presentando de formas diferentes a lo largo de la historia de manera sutil y orgánica. En definitiva, yo necesitaba un espacio que me ayudase a contar la historia y hay una inversión de tiempo y trabajo análoga a la realizada con los personajes o la propia trama.
  Lo primero que hice antes de afrontar la escritura del borrador de rodaje del guion fue imaginarme y levantar un 3D de la planta del edificio en el que se ubica la emisora. Necesitaba, para dar coherencia a la acción, que el espacio tuviera sentido, necesitaba creérmelo. Cuando Juan Pedro de Gaspar (Diseñador de Producción) se unió al proyecto, en lugar de tener que dedicar horas a explicarme y compartir referencias, pude enseñarle un espacio imaginado que parecía real. Y le gustó tanto, que fue lo que usamos como base para toda la creación del mundo en el que se cuenta la historia. A partir de ahí, diseñar cada uno de los espacios fue un proceso muy rico y estimulante. Juan Pedro y yo sintonizamos enseguida en cuestiones de gusto y criterio, tenemos mucho bagaje en común y a ambos nos apasiona la arquitectura. Pero sobre todo, los dos somos muy conceptuales, nos gusta trabajar con ideas y eso hace que el proceso crezca y sea muy fácil coordinarse y funcionar como una única cabeza.

EL ESPACIO COMO TRANSMISOR DE EMOCIONES...
  No hay nada en el diseño de los decorados de “Feedback” que no sea premeditado. En términos realistas, un estudio de sonido circular es una mala idea. Pero necesitaba que el espacio me ayudase a transmitir y amplificar las emociones a lo largo de la historia. “Feedback” cuenta la historia de un hombre atrapado en todos los niveles, desde el físico al emocional. Y ninguna figura geométrica cuenta mejor el encierro que el círculo. Cuando llevas el círculo a tres dimensiones y le das altura, tienes un cilindro, un pozo -o, como decíamos en rodaje, la “rueda del hámster”-, en la que está atrapado Jarvis y donde, por mucho que corra, no puede sino volver una y otra vez siempre al mismo punto.
  El estudio en tambor también es resultado de mi búsqueda de un espacio que se pueda mostrar de forma diferente según avanza la historia. Tenemos que tener en cuenta que nos pasamos ahí dentro el 80 por ciento del relato y estar viendo la misma esquina una y otra vez iba a ser duro para el espectador.
  La curva, la simetría, ayudan a desubicar y en conjunción con la luz, vemos el espacio como algo en cambio y no estático. Por otra parte, la piel del estudio es una idealización de las trampas acústicas de este tipo de espacios. Al ser bicolor y estar dispuestas con esa separación, nos permitía convertir el espacio en algo oscuro o más claro según lo que la historia necesitase en ese momento.
  En definitiva, el estudio es, claramente, una extensión de la imagen pública de Jarvis. Y la degradación que ambos sufren a lo largo de la historia es paralela.
  Personalmente, es uno de los detalles que más me gustan de “Feedback”.

OTROS DECORADOS...
  El control del estudio, como es habitual, es un espacio oscuro que, además, se pasa gran parte de la película con la luz apagada. Refuerza la sensación de amenaza desconocida que suponen los asaltantes hasta, más o menos, la mitad de la historia. El despacho de Norman es una oda a su ego, todos los objetos parecen escogidos por él y las obras de arte que lo rodean son de grandes artistas como Alain Urrutia o Ángela de la Cruz, mientras que en los espacios públicos de la emisora hay obras de Santiago Ydañez. Me gusta mucho como el arte amplifica las emociones de los personajes. Escogimos las obras con mucho cuidado y ha sido un regalo que los artistas colaborasen con nosotros. La escalera helicoidal que preside el distribuidor de la emisora es una escultura de acero diseñada y construida para la película, los pasillos levemente curvados dan una sensación de encierro mientras que uno de sus laterales son ventanales gigantescos a una ciudad que parece inalcanzable…

“DEAD ROOM”...
  Nada es casual, incluso que la sala anecoica sea el espacio de Julia, que es un lugar silencioso, puro, lúdico y que parece pertenecer a “otro mundo”, como ella. Es el espacio más singular de la película y, aunque no es nada frecuente en las emisoras de radio, durante el proceso de documentación para diseñar los decorados, sí que me he encontrado habitaciones como esta en delegaciones de la BBC por ejemplo, así que no es algo inverosímil.
  Se trata de una cámara anecoica, también llamada coloquialmente, “sala seca” o “sala muerta”. Es una habitación diseñada para minimizar la transmisión del sonido por el aire, para atraparlo. Y no solo tiene mucha entidad visual, en postproducción de sonido también diseñamos una estética acústica exclusiva para esa habitación.
  Es, tal vez, el mejor ejemplo de diseño cromático de “Feedback”. Todos los espacios tienen dominantes de color, pero en este caso es radical.
E irónico, la sala es blanca como la nieve, teñida de amarillo con fuentes de iluminación monofrecuencia. Necesitaba un espacio con mucha fuerza visual que no tuviese nada que ver con el resto del estudio. Un sitio que se pudiese recordar fácilmente y que marcase mucho las intenciones plásticas de la película. La sala anecoica juega un pequeño pero importante papel en el viaje emocional de Jarvis y estando tan pegada a uno de los puntos de inflexión de la historia, quería que fuese algo con peso específico propio y que, de alguna forma, tuviese algo de fascinante y lúdico.

LA EMISORA...
  De la misma forma que concebimos el espacio de la emisora en su globalidad para que tuviese un sentido más allá de lo poco que ves en la película, hicimos lo mismo con la identidad corporativa de la emisora. Trabajé mano a mano con Alberto Carballido, un diseñador gráfico y director de arte con una gran experiencia en el campo de los sistemas corporativos y señalética. Alberto conceptualizó y diseñó el manual de identidad de DBO Radio como si fuera un encargo para una emisora de verdad y creo que el resultado tan equilibrado y preciso es fruto del proceso. Aunque no aparezcan en pantalla, nosotros sabemos cómo son hasta las tarjetas de visita de la gente que trabaja en esa emisora. Hay que tener en cuenta que vemos la imagen de la radio casi todo el rato en pantalla y me preocupaba llegar a aborrecerla. Lograr un diseño tan rotundo y contundente que a la vez no agote visualmente ha sido todo un reto.

EL EDIFICIO...
  Es un amalgama de tres edificios de Londres y ninguno de ellos en realidad. Su planta es en forma de trébol, estructuralmente es un edificio de exoesqueleto, es decir, se sustenta por su fachada, construida con portales de hormigón en la más pura tradición brutalista, de la que Londres tiene auténticos hitos. La leve curva de las fachadas también la inspira ese estilo que, personalmente, me fascina. Juan Pedro estudió arquitectura y yo soy un aficionado a la arquitectura, sobre todo, cuando es emocionante. Nos imaginamos el edificio entero, los accesos, en qué solar de Londres estaría ubicado e incluso hicimos las placas de la ciudad. Si conoces Londres es fácil ubicar dónde estaría: en algún lugar entre la City y Barbican Center, entre iconos de la arquitectura del siglo XX, vamos…
  Crear el mundo en el que se desenvuelve la historia es tan importante como la misma historia. Es uno de los pilares de la cinematografía, una herramienta increíble narrativa y emocionalmente. Los espacios transforman las historias en iconos, ayudan a que las películas se integren en nuestro patrimonio cultural. Yo no podría hacer el cine que me interesa sin que la dirección de arte sea uno de los principales focos de atención.  Tiene mucho que ver con mi personalidad, mis intereses, criterio, herencia profesional o caprichos. Tras casi veinte años haciendo publicidad es inevitable que la aproximación al cine desde el punto de vista de crear imágenes tenga mucho peso en la conceptualización del trabajo.