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SINOPSIS
Estamos en el año 1953. Un grupo de chicas decididas fundan la hermandad feminista y secreta Foxfire. Ellas son guapas y están cansadas de las constantes humillaciones a las que son expuestas. El grupo iniciará un viaje hacia un sueño imposible, vivir sus reglas y leyes pase lo que pase...
INTÉRPRETES
RAVEN ADAMSON, KATIE COSENI, CLAIRE MAZAROLLE, MADELEINE BISSON, RACHEL NYHUUS
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ENTREVISTA CON LAURENT CANTET '
Foxfire' es una adaptación de la novela 'Puro fuego: Confesiones de una banda de chicas', de Joyce Carol Oates. ¿Hasta qué punto es fiel la película a la novela?... - La película es más estrictamente cronológica que la novela. La estructura del libro sigue la lógica algo difusa de la memoria: unos años después de la separación de la banda, Maddy intenta reconstruir la historia. En algunas versiones del guión y también en la sala de montaje, Robin Campillo y yo intentamos reproducir la narración fragmentada. Pero acabamos rindiéndonos y contando la historia desde la fundación de la banda hasta su disolución. Mi intención era permanecer lo más cerca posible de la energía de las chicas. Eso no quita que el personaje de Maddy, durante varios pasajes con voz en off, evoque el vértigo que le producen los recuerdos a veces confusos de un periodo que fue crucial en su vida.
Desde 'Hacia el Sur', todos sus largometrajes se basan en novelas... - Cada caso es muy diferente, no puede decirse que sea una regla. Pero a menudo los guiones de las películas me parecen demasiado “lógicos” si los comparamos con la complejidad de las vidas que cuentan. La literatura ofrece una abundancia visual mayor que el cine a la hora de enfrentarse a la dificultad de desenmarañar la causa y el efecto. Quizá sea eso lo que busco en los libros. Siempre me aseguro de que las cosas no se desarrollen naturalmente a partir de lo que acaba de pasar. Además, quería evitar cualquier escena que pudiera parecer pensada para “hablar” de una sola cosa. El significado debe construirse con elementos yuxtapuestos, sin que sea obvio.
¿Sintió la tentación de transponer la historia al momento actual?... - Nos dimos cuenta muy pronto de que sería una mala idea. La historia de estas chicas solo es posible en un periodo durante el que el control social sobre las adolescentes no se ejercía con la misma fuerza que hoy. La libertad de la época me interesó no solo por razones políticas y sociales, sino también porque era esencial para la narración. Es difícil imaginar en 2012 a unas adolescentes comprando un coche, alquilando una casa y viviendo sin que los padres o las instituciones sociales se inmiscuyan.
¿Cómo describiría su forma de rodar?... - Se trata de enlazar el trabajo con la imagen y la libertad de los actores. Pierre Milton y su equipo usaron dos cámaras HD, lo que nos permitía filmar toda una escena sin tener que hacer planos y contraplanos, y los actores podían meterse en la escena e incluso hacer algunas digresiones. Pero también requería un decorado más completo. Por ejemplo, no era posible arreglar un lado de la calle y no el otro. Franckie Diago, el director artístico, tuvo que construir decorados de 360º. Eso me permitió rodar una película de época con la misma libertad que una historia contemporánea.
¿Escogió a los actores de 'Foxfire' del mismo modo que seleccionó a los alumnos de 'La clase'?... - El casting de La clase se basó en que vinieran voluntariamente al taller que habíamos preparado. Para FOXFIRE, al contrario, busqué a los actores. Durante un invierno en Toronto, recorrí todos los lugares donde podía haber adolescentes: institutos, centros comunitarios y para jóvenes con problemas. Los directores de casting hicieron una convocatoria en Internet y entrevistaron a unas 500 chicas. Una cosa es encontrar actores convincentes y otra totalmente diferente es conseguir un grupo cohesionado, capaz de encarnar a una banda como Foxfire. Vi a muchas actrices muy interesantes para el papel de Legs, pero no siempre encajaban con Maddy. En una ocasión hubo un desequilibrio, una pudo claramente con la otra. Y en otra ocasión, el ritmo del habla era demasiado similar.
¿Cómo encontró a la actriz que encarna a Marianne Kellogg, cuyo personaje pertenece a un entorno social totalmente diferente al de las otras chicas?... - Tamara Hope es la única actriz profesional del grupo. Debía tener otra forma de moverse y hablar delante de la cámara. Al contrario del resto de la banda, me interesaba que no tuviera edad; parece una adulta cuando toma el té con las amigas de su madre y es una chica más cuando está con Legs. Pensé en lo que Pasolini apuntó en el margen del guión de Teorema acerca del joven burgués en la casa: “No tiene edad, es tan viejo como su clase social”. Tamara posee el asombroso don de hacerse con los personajes. De hecho, me parece algo característico de los actores estadounidenses. Puede que tenga algo que ver con su cultura y su pasión por contar historias. Los actores mantienen una relación directa y literal con la ficción, no intentan hacer trampas ni ser más fuertes que la historia. Durante un rodaje surgen todo tipo de dudas. Sin embargo, nunca dudé del reparto.
¿Se inspiró en las películas americanas de los años cincuenta?... - El cine de esa época estilizaba la realidad y construía una iconografía idealizada que yo quería evitar como fuera. Pero sí tenía algunos puntos de referencia, como el fantástico libro “The Age of Adolescence”, del fotógrafo Joseph Sterling, con fotografías realizadas entre 1954 y 1964, y las fotos de Bruce Davidson de las bandas adolescentes de Brooklyn.
¿Cree que hay una dimensión lesbiana en 'Foxfire'?... - El deseo, la ternura e incluso los celos circulan entre las chicas de forma natural, sobre todo entre Maddy y Legs. Pero todas están bajo el encantamiento de Legs. Todas quieren estar más cerca de Legs y cada una pretende ser la favorita, una exclusividad que va claramente en contra de los sentimientos colectivos inherentes a la banda. ¿Significa eso que son sentimientos homosexuales? Más bien me inclino por el deseo de una experiencia comunitaria donde el mundo político y el sensual coinciden. Las adolescentes sueñan con un mundo sin hombres, pero no niegan su sensualidad.
La relación intergeneracional, un tema central en sus anteriores películas, se trata aquí de manera segundaria... - Joyce Carol Oates comparó a Legs con Huckleberry Finn, para quien sus padres apenas contaban. Los padres de las chicas tienen demasiados problemas para ocuparse de ellas: la madre de Maddy cuenta con ella para mantenerla; el padre de Legs tiene ayuda del Estado y probablemente sea alcohólico, y así sucesivamente. En cierto modo, las chicas de Foxfire son las hijas marginadas de marginados. En una situación semejante, no hace falta que las chicas se enfrenten a sus padres porque simplemente no existen.
¿Cómo describiría la política que inventan las chicas de 'Foxfire'?... - Claire Mazerolle, que encarna a Goldie, usó la palabra “empoderamiento” para describir este tipo de politización. Las chicas de Foxfire sufren tres represiones distintas: como miembros de una clase pobre, como adolescentes y como mujeres. Cuando forman la banda, tienen la sensación de que ya no pueden soportar la depresión de una madre, la humillación de un maestro, el acoso de los chicos y la necesidad de justificarse constantemente. A través de Theriault, la película enlaza el “empoderamiento” con una referencia a la tradición proletaria. Las chicas no tienen una cultura política estructurada. Theriault le da a Legs algún bagaje ideológico, un discurso que ella a veces usa sin creérselo demasiado y sin entender su verdadero significado. Pero al usarlo demuestra tener un deseo: cuando cuesta explicar las cosas porque se carece de los instrumentos necesarios, sienta bien poder estructurar la acción. La política de Foxfire se reduce a dos o tres fórmulas que Theriault sugirió y que las chicas intentan aplicar en la vida diaria: tener sus propias leyes, redistribuir las riquezas basándose en: “De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”. Este tipo de comunismo se desarrolla mediante la experiencia. Legs lo demuestra al dar su dinero al grupo diciendo: “Nadie tiene por qué dar explicaciones” y “Poned lo que podáis”. La filosofía de las chicas se refleja en su deseo de vida comunitaria. La encarnan en el modo feroz en que castigan a los hombres que las oprimen. No tienen la comprensión conceptual necesaria para describir con palabras lo que experimentan. La palabra “feminista” no significa nada para ellas, pero es lo que son desde el momento en que le explican a Rita que llorar equivale a dejar ganar a los hombres. Es un tema clave en mi cine. Antes de poder pensar y teorizar, ¿qué se experimenta? Estoy seguro de que Legs es incapaz de identificar con precisión el discurso de Kellogg contra el estado de bienestar. Pero la mirada que le lanza explica claramente lo que siente en ese preciso momento. Y tal como le estudia, es obvio que reconoce al enemigo…
'Foxfire' contiene el impulso fundamental de su cine. La película, tal como está contada, sugiere que habrá una salida, pero todo acaba en desastre... - Como en mis otras películas, la construcción de una utopía se enfrenta a sus propios límites y a la crueldad del mundo. Se dice que mis películas apoyan una especie de determinismo social: al final, la inercia de la realidad sale ganando. El secuestro sale mal, las chicas pierden el contacto y, en cierto sentido, todas parecen encontrar el lugar que les estaba asignado. Pero tampoco diría que es un desastre. Estoy de acuerdo con lo que dice Maddy: “Legs era nuestra estrella fugaz”. Y la estrella fugaz se les escapa, aunque Rita y Maddy la descubren en una foto tomada en alguna parte de la Sierra Morena con los revolucionarios cubanos.